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Comunicación para

resolver conflictos y
gestionar el aula: Chequeo
y Plan de Autogestión
¿Qué actitud adoptas ante el conflicto? ¿Lo evades? ¿Lo afrontas? ¿Lo ignoras?

Responde a las siguientes preguntas para reflexionar sobre tus reacciones ante los conflictos y elaborar tus
objetivos de mejora:

 ¿Sé expresar mis emociones negativas de forma constructiva?

 ¿Me doy cuenta de que las situaciones me provocan malestar o sólo soy consciente cuando sucede un
disparo emocional?
 ¿es el sentido del humor una constante en mi vida?

 ¿Soy capaz de decir a los demás cómo me siento sin culparles a ellos, sino las conductas concretas que
me hacen sentir mal?
 ¿Conozco técnicas de autocontrol que me ayuden a regular mis emociones negativas?

 Cuando tengo que expresar disgusto o desacuerdo, ¿Lo hago con empatía?

 Cuando emito una crítica ¿Escucho la respuesta del otro?

Objetivos de mejora

Ante cualquier conflicto debemos tener una visión real y objetiva sobre lo que está ocurriendo, de esta
manera nuestra actitud será la adecuada frente a la situación que se está dando. Nuestra actitud debe ser
proactiva, positiva, respetuosa y sobre todo debe darse una escucha activa.

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Generar un clima afectivo y de confianza en el aula reduce el número y gravedad de los conflictos. Puntúa
en qué grado cumple tu aula los criterios del aula pacífica. Fíjate en las puntuaciones más básicas y establece
objetivos de mejora para generar un clima más positivo y afectivo entre compañeros.

1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
Los alumnos cooperan sin necesidad de pedirlo X
Los alumnos utilizan vocabulario emocional X
habitualmente
Los alumnos son tolerantes con las diferencias. X
Los alumnos expresan sus emociones negativas de X
forma pacífica
Los alumnos resuelven sus conflictos sin necesidad de X
mediación
Algunos alumnos asumen el papel de mediadores X
cuando hay un conflicto
En clase hay un clima de cooperación más que un X
clima de competencia
Los alumnos muestran tolerancia con los compañeros X
que son diferentes
Mis alumnos saben controlar sus emociones negativas X
En clase utilizo principalmente un estilo democrático x

Objetivos de mejora

1. Relájate y sonríe. Estar relajados es imprescindible para dar lo mejor de nosotros mismos. Nos

ayuda a estar más atentos a nuestros alumnos, a escucharlos más y mejor, a dar mejores

explicaciones, a transmitirles confianza y cercanía.

¿Te cuesta relajarte? ¿Por qué no pruebas las respiraciones abdominales? Además, cuando

soltamos las tensiones sonreímos más; la sonrisa es un lenguaje universal y nuestra mejor tarjeta de

presentación. Incluso se dice que puede tener un efecto terapéutico.

2. Cuida los gestos, investiga su significado en otras culturas. Si tenemos en cuenta que la

comunicación no verbal (CNV) es la que más información transmite en una comunicación,

debemos ser especialmente cuidadosos con este tema y dedicarle espacio en tus clases.

Nuestras expresiones y gestos constituyen un sistema de señales conocido y usado por los

miembros del grupo pero que pueden ser opacos o contradictorios para los pertenecientes a otras

comunidades. Los gestos tienen distintos significados según las diferentes culturas.

Por ejemplo, el movimiento de la cabeza de arriba a abajo no siempre se traduce por una

afirmación, es más, en algunos lugares puede enviar el mensaje contrario. Es por esto por lo que el

análisis y la enseñanza de la CNV anticipa problemas en el aula y evita los malentendidos y los

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juicios erróneos fuera de ella.

3. Sé paciente con tus alumnos y con el tiempo que los lleva aprender. Reconoce su derecho a

aprender equivocándose. Es imposible aprender nada sin errar; nuestra experiencia vital así nos lo

dice. Es un derecho de cada alumno que debemos reconocer y hacer respetar.

Además, recuerda que todos tenemos un ritmo de aprendizaje diferente y que cada uno de nosotros

aprendemos aspectos diferentes en cada ocasión.

4. Valora sus avances. Anímalos destacando aspectos positivos. [Tweet «Aprender un nuevo

idioma es un gran reto cognitivo y afectivo.»] Iniciar este viaje produce no pocas inseguridades, así

las palabras de aliento y estímulo de los profesores ayudan a los alumnos a reconocer y valorar sus

propios logros, a motivarse y a conocer las distintas etapas del proceso de aprendizaje. Siempre,

aunque a veces no lo parezca, estamos aprendiendo y avanzando.

5. Motívalos proponiéndoles temas y tareas de su interés y actividades útiles y

significativas. Muchos autores afirman que: “La falta de interés en el tema repercute

negativamente en la comprensión” y por lo tanto en el aprendizaje. Si esta máxima es cierta, y

creemos que lo es, tendremos que asegurarnos de que todos los temas que llevamos al aula

responden a una necesidad o a un interés real de nuestros alumnos, así nos aseguramos contar con

el corazón del aprendizaje: la motivación.

6. Respeta su estilo de aprendizaje. Hay muchas formas diferentes de aprender y todas son

válidas. Los estilos de aprendizaje son “las preferencias y tendencias altamente individualizadas de

una persona que influyen en su aprendizaje”. Cada aprendiente usa unas herramientas distintas para

aproximarse a la información y estas pueden no coincidir con las de sus compañeros o con las de

su profesor.

Algunos docentes suelen valorar excesivamente a los alumnos que coinciden con su propio estilo

de aprendizaje y no comprender suficientemente a los alumnos que muestran uno contrario.

Averigua qué tipo de alumno eres tú, qué tipo de alumnos tienes y a partir de ahí, propongamos

tareas respetuosas que integren todos los estilos en el aula.

7. Conoce a tus alumnos. El éxito en el proceso de aprendizaje y enseñanza depende en gran

medida de este consejo. Cada persona trae al aula un bagaje diferente: unos valores, unas creencias,

unas inquietudes, unas expectativas, etc. Conocer a nuestros estudiantes y favorecer que se

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conozcan entre sí nos ayudará a ayudarlos a aprender y a conseguir sus propias metas.

1. Autoridad y eficacia

Reflexiona sobre los diferentes aspectos que influyen en el grado de autoridad que tenemos sobre nuestros
alumnos para marcarte unos objetivos de mejora.

1. Mis conocimientos son actualizados.


2. Domino el tema que imparto.
3. Mis objetivos son realistas.
4. Soy una persona ordenada.
5. Mis alumnos saben qué pueden esperar de mí.
6. Mis alumnos conocen la rutina de mis clases.
7. Soy puntual en mis plazos.
8. Soy imparcial en mis evaluaciones.
9. No dudo cuando respondo a las preguntas de mis alumnos.
10. Tengo recursos para responder a preguntas que ignoro o no recuerdo en ese momento.
11. Guio a mis alumnos hacia los comportamientos deseados en lugar de imponerlos.
12. Doy a mis alumnos la oportunidad de arreglar las cosas antes de imponer un castigo.
13. Mis actos son consecuentes a mis palabras.
14. Escucho a mis alumnos.
15. Soy respetuoso incluso cuando no lo están siendo conmigo.
16. Me siento seguro de mí mismo.

Objetivos de mejora

Analiza qué tareas se realizan en cada puesto de trabajo.


Es posible que se estén duplicando tareas, o haya ineficiencias en los procesos, así como gran
cantidad de tareas operativas en puestos que deberían delegarse para poder asumir las
responsabilidades mayores de sus puestos.
Identifica las actividades de alta rentabilidad del puesto.
La regla del 80/20 o Principio de Pareto establece que generalmente el 80% del aporte de valor de
un puesto de trabajo recae sólo en el 20% de sus actividades. Por tanto, identificar si los empleados
están poniendo el foco de su trabajo en dicho 20% es clave para mejorar la eficacia en el puesto de
trabajo, organizar sus prioridades y dedicar más tiempo a lo que es realmente importante para la
empresa, delegando aquello que le retrasa o limita en la consecución de objetivos.

Dirige los esfuerzos de los empleados hacia esas actividades.


Una vez identificadas las actividades de alta rentabilidad de un puesto de trabajo, hay que
comunicarlas siguiendo una lógica descendente bajo un modelo formalizado, sistemático y
periódico. Aclarando cuáles son sus objetivos en el puesto de trabajo, los trabajadores tienen claro
qué es lo que tienen que hacer y por qué lo van a hacer.

Adapta el perfil competencial del trabajador al puesto que desempeña.


Contrastar el nivel de competencia que se requiere para ganar en eficacia en el puesto con el nivel
de competencia que el empleado tiene permite asignar personas a puestos y no hacer puestos en
función de las personas. De esta manera, se desarrolla un proceso de mejora continua en calidad y

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tiempo de dedicación a las actividades de alta productividad de los puestos de trabajo.

Motiva para mantener la eficacia.


Sin duda, un trabajador motivado mantendrá la eficacia en el puesto de trabajo de forma más
constante, pero ¿cómo conseguirlo sin recurrir al salario?

Enriquecer los puestos de trabajo mediante herramientas tan accesibles como la comunicación y la
generación de feedback representan para el trabajador una fuente de motivación que le incentivan a
mantener su eficacia en el puesto de trabajo.

2. Detección de mentiras

Recuerda que aprender a detectar mentiras es importante por dos motivos principales:

 En primer lugar, porque un alumno que miente tiene un problema y detectando sus mentiras estaremos
más capacitados para ayudarle.
 En segundo lugar, porque reconocer la comunicación verbal y no verbal asociada a la verdad y a la
mentira nos ayuda a evitar ser injustos con alumnos que nos dicen la verdad en lugar de acusar a todos
de mentir por sistema.

3. Mediación

La mediación es un proceso en el que se implican padres, profesores y alumnos. Aunque también podemos
llevarla a cabo a pequeño nivel con nuestro grupo clase e incluso podemos enseñar a nuestros alumnos
habilidades de mediación para que aprendan a resolver los conflictos entre iguales.

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