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EL MODELO
PSICODINÁMICO.
7.1- Introducción
Las primeras y grandes influencias teóricas que recibió el Trabajo Social provinieron de los,
entonces, deslumbrantes progresos científicos a los que llegaron disciplinas como la
psicología y la psiquiatría.
Además acentuó la tendencia a perder de vista los aspectos institucional y social, tan
importantes para Mary Richmond, «y a apoyarse más en los problemas y recursos de la
persona que en los problemas y recursos de la situación».
Bajo este modelo se asume que los desórdenes psicológicos son el resultado de la
ansiedad ocasionada por una serie de conflictos sin resolver y fuerzas inconscientes en el
ser humano que al entrar en constante lucha pueden conducir a estados de malestar.
La psicopatología como tal aparece cuando el individuo intenta usar muchos mecanismos
de defensa y éstos fallan.
El ello está motivado por el principio del placer. El ego opera a partir del principio de
realidad, que funciona para satisfacer los deseos del id de las formas más razonables y
realistas. El superyó representa los pensamientos morales y éticos recibidos de la cultura.
Cuando el ego teme que perderá un conflicto se protege a sí mismo usando la ansiedad
como mecanismo de defensa, el uso exagerado de mecanismos de defensa produce
psicopatología. Otros desórdenes son ocasionados por experiencias emocionales que se
asocian a pérdidas durante la infancia.
Nuestro comportamiento está motivado por dos instintos básicos: Eros (instinto de vida e
impulso sexual) y thanatos (instinto de muerte e impulso agresivo). Ambos provienen de el
ello.
Las partes de la mente inconsciente (ello y superyó) están en constante conflicto con la
parte consciente de la mente (el yo). Este conflicto genera ansiedad, y para manejar esta
ansiedad (conflicto no resuelto) el yo utiliza los mecanismos de defensa.
No tenemos un control consciente sobre ello, son no-voluntarios. El yo utiliza uno o algunos
para protegernos de situaciones estresantes en la vida. Son naturales y normales. Sólo
cuando se usan de forma desproporcionada se desarrolla la neurosis (estados de ansiedad,
fobias, obsesiones o histeria).
Los principales mecanismos de defensa (aunque hay más) son los siguientes:
➢ Represión
Este es el más importante para el enfoque psicodinámico. Es un mecanismo defensa
que emplea el yo para mantener fuera de la conciencia los pensamientos
amenazadores o molestos. Normalmente se reprimen aquellos que darían lugar a
sentimientos de culpa si los detecta el superyo.
➢ Proyección
Este mecanismo funciona atribuyendo a otras personas nuestros
pensamientos,sentimientos y deseos. Los pensamientos que normalmente se
proyectan en los otros son los que causarían culpa como los pensamientos
relacionados con fantasías sexuales y agresivas.
➢ Desplazamiento
Es la redirección de un impulso (normalmente agresivo) hacia otro punto objetivo. El
objetivo puede ser una persona, un animal o un objeto y sirve como sustituto
simbólico. Alguien que se siente incómodo con su deseo sexual hacia otra persona
puede también sustituirla por un objeto fetiche.
➢ Sublimación
Este es similar al desplazamiento pero tiene lugar cuando utilizamos el
desplazamiento de una forma constructiva y no destructiva. El arte puede ser un
ejemplo. Muchos grandes artistas y músicos han tenido vidas muy infelices y han
utilizado el arte o la música como medio para expresarse.
➢ Negación
La negación implica no reconocer una realidad externa. Si una situación es lo
suficientemente difícil de manejar, la persona niega que exista. Este es un
mecanismo muy primario y peligroso porque no por negar la realidad está
desaparece.
➢ Regresión
Este mecanismo consiste en dar un paso atrás en el desarrollo psicológico cuando
estamos ante una situación estresante. Cuando estamos en problemas o cuando
tenemos miedo, nuestro comportamiento se vuelve más infantil o primario.
➢ Racionalización
En la distorsión cognitiva de la realidad para convertir un suceso o un impulso en
algo menos amenazante. Incluso lo utilizamos con un nivel cercano a la conciencia
cuando nos protegemos a nosotros mismos con excusas, llegando a no ser
consciente de ellas.
La teoría psicoanalítica busca tratar e invertir en el estado “interno” del individuo con el fin
de cambiar la conducta “externa”.
También se señala que este modelo focaliza el problema, aunque nunca se descuidó los
aspectos positivos de las capacidades y posibilidades de las personas. Se denomina
normativo porque seguía la norma de la sociedad, el trabajo social está al servicio de ella. El
objetivo es integrar al individuo que se desvía.
ENFOQUE FUNCIONAL
Nace como reacción a la excesiva influencia del psicoanálisis en el trabajo social. Considera
que la relación causa-efecto refleja un mecanismo demasiado determinista que deja un
espacio restringido a la posibilidad de cambio, de evolución y creatividad de la persona.
Este modelo tiene en cuenta la voluntad y la capacidad del individuo para mantener el
control de su crecimiento. Dándole la oportunidad de poder efectuar cambios, de ser, al
menos en parte, el artífice de su propia vida.
Las principales representantes en el ámbito del Trabajo Social son Virginia Robinson y
Jessie Taft, y ha sido vinculada a la Escuela de Pensylvania.
ENFOQUE PSICOSOCIAL
El modelo psicosocial tiene como principales exponentes a Woods y Hollis (1964), que
fueron continuadores de la teoría del diagnóstico realizada por Gordon Hamilton en su
publicación: “Teoría y práctica del Trabajo Social” (1940).
La relación, medio de comunicación entre una persona que pide ayuda y otra que desea
aportarla, es condición esencial de la intervención desde este modelo.
La figura profesional constituye el primer instrumento de trabajo ya que sus características
personales, lo que dice y como lo dice influyen directamente en las respuestas de la
persona.
Este enfoque admite la naturaleza dinámica y polifacética del problema, en el cual pueden
intervenir muchas variables y diversas, entre las que destaca la interacción con el entorno.
Como él problemas es complejo, propone no trabajar con el conjunto del problema, sino
seleccionar algunos aspectos del mismo como unidad de trabajo.
El trabajador social mantiene una cierta distancia personal con el cliente, con el fin de
garantizar que éste sea un espejo o pantalla en blanco que refleja lo que el analizado
proyecta, evitando mostrar sus propias proyecciones o conflictos y la neutralidad necesaria.
Al mismo tiempo debe mostrar una actitud receptiva ante los datos que aporte la persona
La relación, por tanto, se sustenta en torno a dos roles diferentes; por un lado, el paciente,
que ignora cómo se ha originado su problema y mantiene su comportamiento y, por otro, el
trabajador social, que es capaz de hacer consciente lo inconsciente, manteniendo una
escucha cálida, al mismo tiempo que distante.
A grandes rasgos, se puede señalar que estos enfoques depositan en las causas internas
del sujeto el foco de la intervención.
La persona es la responsable de la situación que atraviesa y la relación de apoyo se basa
en encontrar, sobre todo, las causas internas sobre las que es necesario intervenir.