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Es la medida del esfuerzo hecho por los seres humanos al realizar cualquier actividad física o mental
que se ponga en ejecución.
La palabra trabajo proviene del latín trabis, que significa traba, dificultad, impedimento el cual nace
por la necesidad de evolución y desarrollo del hombre por y para el surgimiento de su familia y el suyo
propio; el trabajo es considerado como un factor de producción, que consiste en el intercambio de
bienes y servicios para la satisfacción de las necesidades humanas, este hecho social crea la necesidad
de su regulación; es por ello que surge dentro del Derecho la rama del Derecho del Trabajo.
2. Tiene un objetivo
Persigue un fin explícito, normalmente económico (dinero o bienes), pero también
puede buscar estatus, apreciación, y en ciertas condiciones
también libertades, recursos, capacidades u otros que resulten necesarias para
satisfacer las necesidades humanas básicas.
4. Dignifica y da sentido
La realización de un trabajo aporta satisfacción y gratificación.
Es dignificante, le da un propósito diario a las personas, y las inserta en ambientes
sociales y sociables en los que el ser humano se reconoce como tal. El avance en el
trabajo, también, aporta satisfacciones y gratificaciones de tipo emocional a cada
persona.
5. Está regido
8. Es orgánico
No es fijo y eterno, sino que constantemente cambia, avanza, se desarrolla y
adapta al ambiente y a los nuevos recursos intervinientes.
Otorga satisfacción.
A todas las personas que trabajan se les pide aportar, contribuir mediante el
trabajo al sistema productivo. Todos los trabajos tienen esta dimensión; esa
contribución se espera de todos y debe ser objeto de reconocimiento. No todas
las personas que trabajan tienen oportunidad de aprender y mejorar con el
trabajo. Todos los trabajos debieran tener esta dimensión, pues el aprendizaje
es un mecanismo esencial de realización de la persona.
Muy pocas personas de las que trabajan son estimuladas a cambiar y
transformarse mediante el trabajo. El trabajo que tiene esta dimensión
promociona el “empowerment” de la persona.
Cuando sólo se aporta con el trabajo, el trabajo es una actividad. Cuando –
además– se aprende con el trabajo, el trabajo es una profesión y cuando –
además– se cambia con el trabajo, el trabajo es una ciencia.
Las personas Excelentes y las empresas Excelentes son las que hacen del
trabajo una ciencia. Alcanzan la Excelencia por la ciencia del trabajo. Por eso,
hay tan pocas personas y empresas que alcanzan la Excelencia. Sólo las
personas y las empresas Excelentes son capaces de entender el trabajo como
una ciencia.
Que las personas aporten con el trabajo es un asunto de Organización. Que las
personas aprendan con el trabajo es un asunto de Estrategia. Que las personas
cambien con el trabajo es un asunto de Liderazgo. Organización tienen todas
las empresas, Estrategia tienen algunas empresas, y Liderazgo tienen muy
pocas empresas. De ahí, la escasez de la Excelencia.
La economía premia la Excelencia, y premia un entendiendo de la
Excelencia como una esencia de la ciencia del trabajo, de entender el trabajo
como una ciencia. Ello merece un reconocimiento y un premio porque la
exaltación del trabajo –para ser una ciencia– debe ser objeto de admiración de y
para quienes lo intentan y lo hacen.
Empleo y trabajo
A pesar de ser términos usados de forma similar en la sociedad, el
empleo y el trabajo son dos conceptos diferentes que presentan
determinadas características que los hacen diferir el uno del otro.
Uno de los puntos más relevantes para diferenciar estos conceptos
es la remuneración monetaria. Esta característica se presenta de
forma obligatoria en el empleo, mientras que no en todos los
trabajos se presenta la remuneración económica.
La definición de cada concepto es diferente, puesto que, el trabajo
es el esfuerzo mental y físico que aporta una persona para llegar
alcanzar un objetivo determinado, pudiendo estar o no retribuido
económicamente, mientras que el empleo es el trabajo directo que
se ejecuta a fin de ser retribuido monetariamente.