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“AÑO DE LA UNIDAD, LA PAZ Y EL DESARROLLO”

CURSO:
Psicología de la personalidad

DOCENTE:
Víctor Ríos Cubas

INTEGRANTES:

(2) % de aporte Nota


(1) Apellidos y Nombres del alumno Nota
del alumno Grupal Individual
Rojas Hilario Leslie Nallely 100%

Gomez Orejón Mayeli Yuli 90%

Perez Moreno Stephanye Diana 100%

Meza Chávez Jazmine Coral 100%

Pari Nolasco Isaac Emanuel 0%

HYO - JUNIN
2023

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El sentido de la vida en los pacientes al final de la vida

¿Cómo piensa y actúa un paciente terminal? ¿Cuál es el impacto que puede


producir una enfermedad terminal en la cognición y conducta de un paciente?. En tal
sentido, se puede afirmar que, una persona que se encuentra en la etapa final del
ciclo de su vida tiene un sentido de la vida muy diferente al resto de las personas
que no padecen de una enfermedad. Muchos de ellos tienen un sentimiento de
culpa al no atreverse a vivir lo que siempre quisieron hacer en el tiempo adecuado, a
causa de diferentes factores, pero principalmente por miedo al fracaso. Durante el
ciclo de la vida, se divisa el nacimiento, el crecimiento y desarrollo como procesos
normales, sin embargo, la enfermedad, la muerte y el dolor, generan en las personas
y en las familias cargas emocionales, sociales e individuales que no son fáciles de
afrontar. Repercutiendo así en la forma de pensar y actuar del paciente, como
también a sus amigos y familiares. Un paciente con una enfermedad terminal pasa
por emociones negativas como la negación de la enfermedad, aislamiento, estrés,
depresión, ansiedad, angustia e ira. Ante ello, se incorporan las terapias
psicoterapéuticas que intervienen en la superación de dichos temas y tratan de
mejorar la calidad de vida del paciente. Cabe mencionar que, el papel que juega el
contexto social y el apoyo familiar influyen en gran medida en el bienestar
psicológico del paciente. A continuación, se presentarán las características
cognitivas y conductuales, intervenciones psicoterapéuticas y el impacto social y
apoyo familiar en un paciente terminal.

Las características principales en la conducta de pacientes terminales, son la


pérdida de humanidad, el miedo a la muerte y al dolor, la pérdida de control sobre la
vida; por tanto, se vuelven dependientes, vulnerables y potencialmente explotables.
Cada persona se enfrenta y reacciona de manera diferente a la noticia del
padecimiento de una enfermedad terminal. Por lo que, se encuentran en una
situación muy complicada de afrontar, la cúal tiene un impacto psicológico tanto en
el paciente como en la familia. De acuerdo con María Fernández (2019), los
pacientes terminales pasan por cinco etapas antes de llegar a aceptar su situación,
refiriéndose así al modelo de Kübler-Ross (1969). La primera etapa es la negación,
en la cual la propia persona genera una negación al conocer la noticia. Pensando
incluso que el diagnóstico del médico debe ser erróneo, por ello en ocasiones

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buscan la segunda opinión en diferentes profesionales. La segunda etapa es la ira.
En donde la persona entiende que no puede seguir negando la situación en la que
se encuentra y se convierte en una persona difícil de atender en sus cuidados, a
causa de los diferentes sentimientos que está experimentando. La tercera etapa es
la negociación. Donde la persona asocia un estado de esperanza, generalmente
intentando de alguna forma, posponer o retrasar su muerte. La cuarta etapa es la
depresión. En esta fase generalmente el paciente tiende a aislarse, tiendo un estado
de ánimo bajo, sentimientos de inutilidad y odio. Finalmente, luego de todos estos
procesos se llega a la etapa de la aceptación, donde la persona acepta la muerte y
el conocimiento de la cercanía de la misma.

En el campo de la psicoterapia, el enfoque cognitivo-conductual resultó muy útil en


el manejo de pacientes terminales, especialmente en lo que respecta a la búsqueda
y fortalecimiento del sentido de la vida. La terminalidad de la vida plantea desafíos
emocionales y existenciales significativos, y la psicoterapia cognitivo-conductual se
dirige como una estrategia valiosa para ayudar a los pacientes a encontrar
significado y propósito en medio de sus experiencias finales. Exploramos la
relevancia y eficacia de las intervenciones psicoterapéuticas basadas en el enfoque
cognitivo-conductual en pacientes terminales, centrándonos en la búsqueda del
sentido de la vida. Para fundamentar nuestro análisis, haremos referencia a
investigaciones relevantes.

En primera instancia, tenemos al enfoque cognitivo-conductual en pacientes


terminales, la cual es una modalidad de terapia que se centra en la interconexión
entre pensamientos, emociones y comportamientos. En el contexto de pacientes
terminales, esta perspectiva se enfoca en la identificación y modificación de
patrones de pensamiento disfuncionales que pueden llevar a emociones negativas y
conductas contraproducentes (Beck, 1979).

En segundo lugar, la terminalidad de la vida y la búsqueda del sentido. Cuando los


pacientes se enfrentan a una enfermedad terminal, surgen cuestionamientos
profundos sobre el sentido de la vida. La perspectiva de la muerte inminente puede
llevar a la pérdida de un sentido de propósito, la depresión, la ansiedad y el
sufrimiento existencial. En este contexto, la psicoterapia cognitivo-conductual puede

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ayudar a los pacientes a navegar por estas emociones y creencias negativas,
permitiéndoles encontrar un nuevo sentido de la vida y la paz interior.

En tercer lugar, las intervenciones cognitivo-conductuales en pacientes terminales.


Como identificación de creencias disfuncionales, el primer paso en la terapia
cognitivo-conductual es identificar las creencias disfuncionales relacionadas con la
enfermedad terminal y el sentido de la vida. Estas creencias pueden incluir
pensamientos negativos sobre la inutilidad, la falta de control o la injusticia de la
situación. Segundo, reestructuración cognitiva. Una vez identificadas estas
creencias disfuncionales, el terapeuta trabaja con el paciente para desafiar y
reemplazar pensamientos negativos por pensamientos más realistas y saludables.
Por ejemplo, sustituir la creencia "mi vida carece de sentido" por "puedo encontrar
sentido en cada momento que vivo y en las conexiones significativas que he
creado". Tercero, el establecimiento de objetivos significativos. Los terapeutas
ayudan a los pacientes a establecer metas significativas que reflejen sus valores y
deseos personales. Estas metas pueden incluir la mejora de relaciones, la expresión
de gratitud o la finalización de asuntos pendientes. Cuarto, el desarrollo de
estrategias de afrontamiento. Se enseñan estrategias de afrontamiento efectivas
para lidiar con el dolor, la ansiedad y la incertidumbre. Los pacientes aprenden a
manejar sus emociones de manera más adaptativa ya encontrar momentos de
alegría y satisfacción en medio de la adversidad. Finalmente el fomento del apoyo
social. Se promueve la interacción con amigos, familiares y grupos de apoyo, ya que
el apoyo social desempeña un papel crucial en la búsqueda del sentido de la vida.
Las relaciones significativas pueden proporcionar consuelo y apoyo emocional en
momentos difíciles.

La influencia del contexto social y apoyo familiar es sumamente importante en el


sentido de vida de un paciente terminal. Las enfermedades terminales llegan a ser
muy tristes porque no somos conscientes de que se acaba la vida, nuestra vida, en
este aspecto el cómo afrontarlo y el cómo lo afrontarán los demás es impredecible.
Depende de cada tipo de enfermedad, el cómo lo sobrellevan las personas
enfermas. Estudios realizados por Acklin, Brown y Mauger (1983) en 43 enfermos
oncológicos, encontraron que poseían un “sentido trascendente de la vida”
relacionada con la religiosidad y la práctica religiosa, para un mejor afrontamiento y

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bienestar psicológico de estos. Asimismo, Lewis (1989) encontró que altas
puntuaciones en el test PIL correlacionaron con baja ansiedad y buena autoestima.
A medida que la persona atribuía un sentido a su enfermedad, había menores
niveles de ansiedad y una mejor autoestima. Cuando se afrontan situaciones como
estas el impacto hacia el exterior es reflexivo ya que tanto las demás personas que
se alteran por lo más mínimo no son capaces de ver más allá de sus ojos que hay
una solución porque aún están aquí de manera sana, igualmente para los familiares
reflexionan en la calidad de vida que no dieron en la salud y eso conlleva a tener
mejores acciones de ahí en adelante.

El sentido de la vida no es una batalla perdida, sino un desafío con el que la persona
tiene que lidiar y buscar un bienestar mental a pesar de todo lo que pueda llegar a
ocurrir en el transcurso del tiempo. Esta búsqueda de sentido también se ha
relacionado con la libertad, pues sin libertad no es posible encontrar un sentido y
actuar como consecuencia con responsabilidad ante aquel (Frankl, 1990, 1994,
1999). Los familiares son los que más cargan con el peso de la enfermedad, es
decir, se rigen a las peticiones del enfermo sin importar el cómo la familia podría
sentirse, a algunas personas con enfermedades terminales le entra depresión y
ansiedad y por ello en muchas ocasiones piden que los desconecten y es ahí donde
la familia no sabe qué hacer o cómo actuar.

Las enfermedades terminales llegan a ser muy tristes porque no somos conscientes
de que se acaba la vida, nuestra vida, en este aspecto el cómo afrontarlo y el cómo
lo afrontarán los demás es impredecible. Depende de cada tipo de enfermedad, el
cómo lo sobrellevan las personas enfermas. Estudios realizados por Acklin, Brown y
Mauger (1983) en 43 enfermos oncológicos, encontraron que poseían un “sentido
trascendente de la vida” relacionada con la religiosidad y la práctica religiosa, para
un mejor afrontamiento y bienestar psicológico de estos. Asimismo, Lewis (1989)
encontró que altas puntuaciones en el test PIL correlacionaron con baja ansiedad y
buena autoestima. A medida que la persona atribuía un sentido a su enfermedad,
había menores niveles de ansiedad y una mejor autoestima. Cuando se afrontan
situaciones como estas el impacto hacia el exterior es reflexivo ya que tanto las
demás personas que se alteran por lo más mínimo no son capaces de ver más allá
de sus ojos que hay una solución porque aún están aquí de manera sana,

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igualmente para los familiares reflexionan en la calidad de vida que no dieron en la
salud y eso conlleva a tener mejores acciones de ahí en adelante.

El sentido de la vida no es una batalla perdida, sino un desafío con el que la persona
tiene que lidiar y buscar un bienestar mental a pesar de todo lo que pueda llegar a
ocurrir en el transcurso del tiempo. Esta búsqueda de sentido también se ha
relacionado con la libertad, pues sin libertad no es posible encontrar un sentido y
actuar como consecuencia con responsabilidad ante aquel (Frankl, 1990, 1994,
1999). Los familiares son los que más cargan con el peso de la enfermedad, es
decir, se rigen a las peticiones del enfermo sin importar el cómo la familia podría
sentirse, a algunas personas con enfermedades terminales le entra depresión y
ansiedad y por ello en muchas ocasiones piden que los desconecten y es ahí donde
la familia no sabe qué hacer o cómo actuar.

En síntesis, la forma de pensar y actuar del paciente cambian durante la fase


terminal de una enfermedad, al igual que los amigos y familiares. Ante ello un
paciente con una enfermedad terminal presenta emociones negativas como la
negación de la enfermedad, aislamiento, estrés, depresión, ansiedad, angustia e ira
y suele pasar por cinco fases para finalmente aceptar el diagnóstico. Por lo que, se
incorporan las terapias psicoterapéuticas que intervienen en la superación de dichos
temas y tratan de mejorar la calidad de vida del paciente, como la psicoterapia y
enfoque cognitivo-conductual intervenidos en un paciente en fase terminal.
Asimismo, el contexto social y el apoyo familiar influyen en gran medida en el
bienestar psicológico del paciente, tales como la repercusión a la religión para
conllevar la enfermedad, y el apoyo constante de la familia y amigos, tanto de forma
emocional y física, garantizando cubrir las necesidades psico-afectivas y físicas de
los pacientes. "Valora cada día de tu vida. Aprecia las cosas pequeñas. Sigue
avanzando, y entonces, inspirarás a las personas que están a tu alrededor" Wardel.

6
Referencias:

Beck, AT , Emery, G. y Greenberg, RL (1979). "Terapia cognitiva con pacientes

deprimidos". Psicólogo estadounidense , 34(10), 906-911.

Holanda, JC , Andersen, B., Breitbart, WS, et al. (2017). "Manejo de la angustia,

versión 3.2019, Pautas de práctica clínica en oncología de la NCCN".

Revista de la Red Nacional Integral del Cáncer , 15(9), 1229-1249.

Huamani, J. C., & Arohuanca, M. (2019). Sentido de vida en pacientes

diagnosticados con cáncer. Persona.

https://www.redalyc.org/journal/1471/147161652005/html/

Linehan, MM y Dimeff, LA (2001). "La terapia dialéctica conductual en pocas

palabras". El psicólogo de California , 34(10), 10-13.

Ocronos, R. M. y de E. (2019). El impacto psicológico. Enfermedad terminal y

cuidados paliativos.

https://revistamedica.com/impacto-psicologico-enfermedad-terminal-cuidado

s-paliativos/

Ordóñez Vázquez, N. A., Monroy Nasr, Z., Ordóñez Vázquez, N. A., & Monroy

Nasr, Z. (2016). Experiencia de familiares de enfermos con cáncer terminal

respecto a las decisiones al final de la vida.

http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_abstract&pid=S2007-070520

16000200492&lng=es&nrm=iso&tlng=es

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