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“La enfermedad depresiva se define como una patología que altera el ánimo o el
humor de manera predominante.”
Algunos tipos de depresión tienden a darse en familias. Sin embargo, la depresión también
puede ocurrir en personas sin antecedentes familiares de depresión. No todas las personas
con enfermedades depresivas experimentan los mismos síntomas. La gravedad, frecuencia y
duración de los síntomas varían dependiendo de la persona y su enfermedad en particular.
(“Depresión - OPS/OMS | Organización Panamericana de la Salud”).
La depresión parece ser una de las primeras enfermedades mentales que fueron descritas en
la historia de la humanidad. La esquizofrenia probablemente recién pudo ser pesquisada en
los escritos de Shakespeare, lo que hemos atribuido a que recién el hombre estimulado por la
Revolución Científica pudo pensar sobre sus pensamientos anormales. En cambio la
depresión y la enfermedad maníaco-depresiva aparecen en relatos que preceden por siglos y
milenios a aquéllos sugerentes de esquizofrenia, tal vez porque la alteración del ánimo, la
tristeza o la exaltación eufórica son experiencias más fáciles de comprender, más cerca del
"dolor humano".
En cambio, el primer tratamiento eficaz para la depresión fue desarrollado recién en la década
de los años treinta de este siglo: el electroshock. Al comenzar la década de los cuarenta se
dispone de una de las mejores terapéuticas, con lo que cambió radicalmente el sufrimiento
de muchos enfermos psiquiátricos, en especial los depresivos. Sin embargo recién en las
últimas décadas el electroshock fue mejorado técnicamente (anestesia, relajante muscular,
oxigenación, administración unilateral), convirtiéndo en un procedimiento "más humano" y
aceptable para médicos, pacientes y familiares.
Una interesante observación fue que la reserpina además de ser útil en el tratamiento de la
hipertensión arterial provoca sedación. Pero cuando fue ensayada en pacientes deprimidos
tendía a acentuar su tristeza. Luego se descubrió que esta sustancia disminuye la cantidad de
serotonina y noradrenalina en el cerebro. Así, se llegó a pensar en la posibilidad que la
depresión estaba correlacionada con la disminución de estos mensajeros entre neuronas,
llamados neurotransmisores. Por otra parte, los médicos de los sanatorios para tuberculosos
observaron que un fármaco que estaban empleando en la tuberculosis provocaba en varios
enfermos reacciones de euforia, hiperactividad y optimismo.
La salud de los adultos mayores tiende a deteriorarse con el paso de los años; casi la
totalidad de ellos vive en casa, independientemente de su estado de salud, y una gran
proporción toma algún medicamento, con o sin receta médica. Los mayores de 80 años son
los que muestran mayor fragilidad. Un estudio abordó el bienestar subjetivo de 340 sujetos
de entre 80 y 84 años de edad y la influencia de la fragilidad en aquél; los resultados
mostraron que la fragilidad tiene un impacto evidente en el bienestar de los más viejos, de
modo que los más frágiles tienen más síntomas depresivos que los ancianos
independientes (D. Y BICKEL J., G. M. L. C. S. (2004).
En los últimos años esta distinción ha perdido significación, sobre todo porque si bien en el
cuadro considerado secundario (a diversas enfermedades somáticas o psiquiátricas) es
importante realizar el tratamiento de esa presunta causa básica, el tratamiento antidepresivo
tiende a ser el mismo, bastando el diagnóstico clínico del síndrome depresivo. La depresión
de tipo primario sería aquélla que no tiene como posible factor causal ninguna enfermedad
somática o psiquiátrica, o sea su origen es primariamente una alteración del estado de ánimo,
es decir, la depresión habitual o común. Los posibles factores causales de una depresión
secundaria son las enfermedades orgánicas como hipotiroidismo, cáncer, infecciones y
también efectos farmacológicos de tranquilizantes, hipotensores, propanolol, anticonceptivos
orales, etc. Entre las causas psiquiátricas tenemos la adicción a alcohol, tranquilizantes,
drogas ilícitas, trastornos de la personalidad.
El trastorno distímico en gran medida era conceptualizado como un tipo de depresión suave,
menor, psicogénica, neurótica o reactiva, aludiendo a que los síntomas eran leves y muy
relacionados con el carácter o biografía y muy sensibles a la influencia ambiental. Por tal
razón los tratamientos elegidos eran de corte psicológico y si se empleaban antidepresivos
las dosis utilizadas eran relativamente bajas y por tiempo no muy prolongado. Hoy día se
reconoce que el tratamiento farmacológico es primordial, con dosis más bien elevadas y por
un período de por lo menos 2 años, además de ser de gran utilidad las técnicas
psicoterapéuticas. La sufren personas relativamente jóvenes, con baja autoestima, irritables,
tristes, con síntomas somáticos suaves, que se ven complicados con dificultades sociales e
interpersonales y asociados con otros cuadros psiquiátricos (depresión mayor, trastorno de
pánico, alcoholismo y otras adicciones). En los adultos predomina claramente en las mujeres,
pero en los niños la la distimia es igualmente frecuente en ambos sexos y el riesgo de
presentar la afección es mayor entre las personas que tienen familiares de primer grado con
antecedentes de depresión mayor, sobre todo en la distimia de inicio precoz, aquélla que
comienza antes de los 21 años. También los padres de los enfermos con distimia tienen
prevalencia de alcoholismo elevado y los pacientes mismos con frecuencia también tienen
trastornos de la personalidad: histriónico, limítrofe, narcisístico, dependiente y por evitación.
También la distimia se asocia con consumo de alcohol y trastorno por angustia. Por otra parte
la mayoría de los afectados por distimia llegan a presentar episodios superpuestos de
depresión mayor, momento a partir del cual el trastorno se denomina depresión doble.
El episodio de depresión mayor es de diagnóstico más fácil porque se diferencia del estilo
característico y es un cuadro con un comienzo claro, que interfiere en medida variable con
las actividades que el sujeto desarrolla en su vida cotidiana. Sin embargo esta depresión típica
no debe hacernos olvidar aquélla más solapada e insidiosa que pone a prueba las habilidades
en el diagnóstico y terapéutica, que es la depresión menor o distimia.
1.5. Prevalencia
Aunque hay tratamientos conocidos y eficaces contra los trastornos mentales, más del 75%
de las personas afectadas en los países de ingreso bajo y mediano no reciben tratamiento
alguno. Entre los obstáculos a una atención eficaz cabe destacar la falta de inversión en
atención de salud mental y de proveedores de atención de salud capacitados, así como la
estigmatización asociada a los trastornos mentales. (“Depresión - OPS/OMS | Organización
Panamericana de la Salud”)
1.6 Diagnóstico
Los principales síntomas de la depresión fueron utilizados para formar los criterios
diagnósticos de los trastornos depresivos detallados actualmente en los dos sistemas
internacionales de clasificación para los trastornos mentales, este trabajo se sustenta
principalmente en el sistema de clasificación DSM-IV TR el cual es frecuentemente utilizado
en la práctica clínica y en proyectos de investigación. Es importante señalar que tanto este
sistema como el CIE-10, hacen referencia a la sintomatología que caracteriza a la depresión,
por lo cual, las entidades diagnósticas descritas en cada uno de ellos, varían únicamente en
la organización de las categorías y en la denominación de cada trastorno.
Los trastornos depresivos son el trastorno de desregulación disruptiva del estado de ánimo,
el trastorno de depresión mayor (incluye el episodio depresivo mayor), el trastorno depresivo
persistente (distimia), el trastorno disfórico premenstrual, el trastorno depresivo inducido por
una sustancia/medicamento, el trastorno depresivo debido a otra afección médica, otro
trastorno depresivo especificado y otro trastorno depresivo no especificado. Al contrario que
en el DSM-IV, este capítulo de "Trastornos depresivos" se ha separado del capítulo anterior
"Trastorno bipolar y trastornos relacionados". El rasgo común de todos estos trastornos es la
presencia de un ánimo triste, vacío o irritable, acompañado de cambios somáticos y
cognitivos que afectan significativamente a la capacidad funcional del individuo. Lo que los
diferencia es la duración, la presentación temporal o la supuesta etiología.
Para abordar las dudas sobre la posibilidad de que el trastorno bipolar se diagnostique y trate
excesivamente en los niños, se ha añadido un nuevo diagnóstico, el trastorno de
desregulación disruptiva del estado de ánimo, que se refiere a la presentación de irritabilidad
persistente y episodios frecuentes de descontrol conductual extremo en los niños de hasta 12
años de edad. Su localización en este capítulo refleja el hallazgo de que los niños con este
patrón sintomático desarrollan trastornos depresivos unipolares o trastornos de ansiedad, más
que trastornos bipolares, al pasar a la adolescencia y la edad adulta.
El trastorno depresivo mayor representa el trastorno clásico de este grupo. Se caracteriza por
episodios determinados de al menos dos semanas de duración (aunque la mayoría de los
episodios duran bastante más) que implican cambios claros en el afecto, la cognición y las
funciones neurovegetativas, y remisiones interepisódicas. Se puede realizar un diagnóstico
basado en un solo episodio, aunque en la mayoría de los casos el trastorno suele ser
recurrente. Se debe considerar especialmente la diferencia entre la tristeza normal y la tristeza
del episodio depresivo mayor. El duelo suele conllevar un gran sufrimiento, pero no induce
normalmente un episodio depresivo mayor. Cuando ocurren a la vez, los síntomas depresivos
y el deterioro funcional tienden a ser más graves y el pronóstico es peor que el del duelo que
no se acompaña de trastorno depresivo mayor. La depresión relacionada con el duelo tiende
a ocurrir en las personas vulnerables a los trastornos depresivos y se puede facilitar la
recuperación mediante el tratamiento antidepresivo. Se puede diagnosticar una forma más
crónica de depresión, el trastorno depresivo persistente (distimia), cuando las alteraciones
del estado de ánimo duran al menos dos años en los adultos o un año en los niños. Este
diagnóstico, nuevo en el DSM-5, incluye las categorías del DSM-IV de depresión mayor
crónica y de distimia. Tras una revisión a fondo de los datos científicos disponibles, se ha
trasladado el trastorno disfórico premenstrual de un apéndice del DSM-IV ("Conjunto de
criterios y de ejes para un estudio posterior") a la Sección II del DSM-5. Casi 20 años de
investigación sobre esta afección han confirmado una forma de trastorno depresivo que
responde al tratamiento, que comienza poco después de la ovulación y que remite pocos días
después de la menstruación, y que tiene un impacto funcional importante.
Con los fenómenos depresivos se pueden asociar un gran número de sustancias de abuso,
algunos medicamentos de prescripción médica y varias afecciones médicas. Este hecho se
reconoce en el diagnóstico del trastorno depresivo debido a otra afección médica.
La depresión está estrechamente relacionada con la salud física y, por consiguiente, la salud
física desempeña un papel en la depresión. Muchos de los factores que influyen en la
depresión (como la inactividad física o el uso nocivo del alcohol) también son factores de
riesgo conocidos para enfermedades como las enfermedades cardiovasculares, el cáncer, la
diabetes y las enfermedades respiratorias. A su vez, las personas con estas enfermedades
también pueden estar sufriendo depresión a causa de las dificultades asociadas con el manejo
de su afección.
Está demostrado que los programas de prevención reducen la depresión. Entre las estrategias
comunitarias eficaces para prevenirla se encuentran los programas escolares para promover
un modelo de afrontamiento positivo entre los niños y los adolescentes. Las intervenciones
dirigidas a los padres de niños con problemas de conducta pueden reducir los síntomas
depresivos de los padres y mejorar los resultados de sus hijos. Los programas de ejercicio
para las personas mayores también pueden ser eficaces para prevenir la depresión.
(“Depresión - OPS/OMS | Organización Panamericana de la Salud”).
DESPERTANDO SONRISAS: PREVENCIÓN Y BIENESTAR ANTE LA DEPRESIÓN
Justificación
El cancer nó sóló afecta el cuerpó físicó, sinó tambien la salud mental y emóciónal de
lós pacientes. Al ófrecer un prógrama de depresión, se estaría própórciónandó una
atención integral que cónsidera tódas las dimensiónes de la salud del paciente, ló que
puede tener un impactó pósitivó en su bienestar general.
Objetivo general
Brindar una atención integral a los pacientes adultos con depresión, reconociendo que la
depresión es una enfermedad compleja que afecta diversos aspectos de la vida de una
persona. Al abordar tanto los factores biológicos como los psicológicos y sociales de la
depresión, el programa busca no solo aliviar los síntomas depresivos, sino también promover
la recuperación a largo plazo y el bienestar general del individuo.
Objetivos específicos
Duración
Prómóción de emocional.
actividades de
autócuidadó
emóciónal.
Práctica de
técnicas de
visualización y
focalización de
pensamientos
positivo
Actividades
Sesión 1
(Duración: 60 minutós)
Actividad 1:
Docencia a pacientes sobre conceptos básicos de la Depresión.
Actividad 2:
Se utilizarán como instrumentos de evaluación:
Entrevista.
Inventario de desesperanza de Beck.
Mini mental.
Sesión 2
(Duración: 60 minutós)
Actividad 1:
Se realizará una docencia para los pacientes sobre la promoción de un estilo de vida saludable
como prevención de la Depresión.
Actividad recreativa A:
Clase de arte:
Los pacientes tendrán la oportunidad de realizar una obra de arte personal junto al grupo,
esto con la finalidad de motivar la creatividad, elevar el estado de ánimo y hacer conciencia
plena.
Sesión 3
(Duración: 60 minutós)
Actividad 1:
Los participantes pueden asumir diferentes roles, como paciente recién diagnosticado,
cuidador, amigo o médico. Cada rol tendrá diferentes desafíos de comunicación. Pueden
interactuar en pequeños grupos y practicar cómo brindar apoyo emocional, escuchar sin
juzgar y proporcionar información útil.
Actividad 2:
Actividad recreativa 1:
Cine en grupo; el grupo elegirá por votación democrática una película para ver en esta sesión,
con el objetivo de compartir un momento placentero y poder exponer la perspectiva de cada
uno sobre el filme.
Sesión 4
(Duración: 60 minutos)
Manejo de Emociones: En esta sesión lós pacientes tendran la pósibilidad de Identificar
y cómprender las emóciónes asóciadas al diagnósticó y tratamientó del cancer.
Actividad 1:
Actividad 2:
Sesión 5:
(Duración: 60 min)
Actividad 1:
Actividad 2:
Sesión 6:
Esta sesión tiene como finalidad que los pacientes desarrollen un plan de mantenimiento
personalizado para prevenir la depresión a largo plazo.
Actividad 1:
Actividad 2:
Actividad 3:
Personal • Psicólogos
• Trabajadores Sociales
Infraestructura Sala de juntas del departamento de
Oncología.
Presupuesto
Total: 157.33
Bibliografia
Ker, T., & Hines, R. (2004). Examining chronic pain in older community-dwelling
black Americans: Why is this significant and where do we go from here? The
Gerontologist (57th Annual Scientific Meeting).
with falls, functional ability, and quality of life. The Journal of Gerontology, 58,
283–290.
De Ciencias, D., De, B.-D., Ambientales, C., Rebeca, L., Dueñas, G., Sergio, M.,
Ortega, M., Díaz, E. G., Luis, F., Cerdán, S., Guadalajara, J., & Alis C O En,
E. (s/f). UNIVERSIDAD DE GUADALAJARA CENTRO UNIVERSITARIO DE
CIENCIAS BIOLÓGICAS Y AGROPECUARIAS. Udg.mx:8080. Recuperado
el 19 de junio de 2023, de
http://repositorio.cucba.udg.mx:8080/xmlui/bitstream/handle/123456789/485
5/Garibay_Duenas_Rebeca_Maycell.pdf?sequence=1&isAllowed=y