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1. La oración y el sujeto
Tradicionalmente, se entiende a la oración como una construcción sintáctica compuesta por sujeto y
predicado. Dichas partes, a su vez, incluyen secuencias menores: núcleo, modificadores y complementos. La
definición más común de sujeto es “elemento que realiza la acción verbal”. El problema de este concepto es
su naturaleza semántica: esta especie de “agente” no siempre coincide con la función sintáctica de sujeto. Por
ejemplo, en una oración como “Me gustan mucho los chocolates”. El sujeto es “los chocolates”, pero quien
experimenta la acción verbal no es “los chocolates”, sino el elemento referido por el pronombre de primera
persona “me”, que cumple la función de objeto indirecto. Por este motivo, es necesario conocer qué
características gramaticales presenta el sujeto.
2. El sujeto y su estructura
2.1. Definición de sujeto
Se ha indicado ya que la definición de “elemento que realiza la acción referida por el verbo” no siempre es
válida; para caracterizar esta función sintáctica es mejor valerse de sus peculiaridades gramaticales. El sujeto
presenta dos rasgos elementales: las palabras que lo pueden conformar y la información gramatical de sus
principales componentes.
En el caso de una oración simple, el sujeto puede estar compuesto por una palabra o por un sintagma
nominal. En el primer caso, puede ser un sustantivo, una palabra sustantivada o un pronombre; por ejemplo,
“Juan viene todos los días”, “Correr es saludable” y “Ella es simpática”. En el segundo caso, puede ser un
sintagma nominal, el cual es un conjunto de palabras que gira en torno a un sustantivo; por ejemplo, “El
profesor llegó temprano”, “La casa de mis padres fue vendida”, “Amigos como tú siempre están
presente”.
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Se destacan con color rojo los núcleos de los sintagmas adjetivales.
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verano en la vieja editorial desaparecieron misteriosamente”. En este último ejemplo, el modificador
directo es “impresos durante el verano en la vieja editorial”, cuyo elemento más importante es el
participio adjetivado “impresos”.
Otro elemento que cumple la función de modificador directo es la aposición. Esta secuencia es un sustantivo
o un sintagma nominal que modifica al núcleo del sujeto: “El profesor Juan Enrique llegó temprano”,
“Juan Enrique, el profesor de Lenguaje, llegó temprano”. Las aposiciones pueden ser especificativas o
explicativas: en las primeras no se interpone pausa (“El rey Felipe pronunció un discurso”, “El cerro
Centinela conecta dos distritos); en las segundas se introduce un inciso, el cual es presentado entre comas
(“Carlos, un ejemplo de honestidad, renunció al cargo”, “María, mi prima, es muy bonita).
Los modificadores indirectos son elementos que se vinculan con el núcleo a través de un enlace, el cual
generalmente es una preposición: “El curso de Lenguaje empieza el lunes”, “Los asistentes con invitación
entraron por aquella puerta”. También es posible emplear la conjunción como para introducir este
modificador: “Padres como Juan Enrique merecen el cielo”, “Profesores como tú son necesarios”; las
secuencias subrayadas se denominan modificadores indirectos de construcción comparativa. Es importante
mencionar que un núcleo puede tener más de un modificador indirecto: “Los estudiantes de Derecho de
una universidad privada asesoraron a los denunciados”.