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LA ORACIÓN - 28/09/21

Abordaremos el concepto de oración. Todo esto es una introducción para lo que va a ser después un
análisis más sintáctico.
La oración para esta perspectiva gramatical más composicional en la que se entrecruzan la
semántica con la sintaxis, es la unidad máxima de análisis. La nuestra es una gramática más
descriptiva. De todas formas, esta perspectiva gramatical, nos va a servir de base para todas las otras
teorías.
La oración es una UNIDAD DE ANÁLISIS, que tiene CONSTITUYENTES. Esos CIs, también pueden ser
llamados construcciones sintácticas, sintagmas o grupos, como los llama la Real Academia. En este
momento los estamos abordando como construcciones sintácticas. Esas construcciones establecen
relaciones a partir de las conexiones sintácticas. Para el Manual, oración y CLÁUSULA son
sinónimos. Y ENUNCIADO, es una unidad mínima, pero de discurso, es decir, es ya una unidad
discursiva, tiene capacidad comunicativa. Cuando hablamos de enunciado lo contextualizamos o lo
cotextualizamos. Ahora bien, el concepto fundamental que vertebra la idea de oración es el de la
PREDICACIÓN. La oración es la unidad MÍNIMA de predicación. Es decir, es una estructura en la que
se establece una relación entre un SUJETO y un PREDICADO. Esto después nos va a ayudar a
conformar un tipo o uno de los criterios de clasificación de las oraciones. La oración se construye a
partir de ARGUMENTOS QUE SELECCIONA EL VERBO. El que articula la oración es el VERBO. Por eso
es tan importante. Nuestra lengua puede tener sujeto tácito. Como nuestra lengua permite
recuperar el sujeto a partir de algunos rasgos morfológicos del verbo, como la desinencia, por
ejemplo, podemos tener oraciones con sujeto expreso cuando el sujeto está, y sujeto tácito cuando
el hablante recupera el sujeto a partir de la desinencia verbal. De todas formas, todas esas oraciones
siguen teniendo sujeto-predicado.
La oración prototípica, es sujeto-predicado-objeto. Es decir, se construye a partir de esos tres
elementos. Después, dependiendo de muchas cosas, las oraciones van adquiriendo múltiples
estructuras.
Tanto el sujeto como el predicado admiten variantes, es decir se construyen de diferentes maneras.
El sujeto es un argumento del verbo. Esto quiere decir que el verbo selecciona los argumentos, si es
una forma personal, conjugada, pero además no es un verbo impersonal, uno de los argumentos que
selecciona es el sujeto, por eso decimos que es un argumento del verbo. Entre el sujeto y el núcleo
del predicado se establece la relación sintáctica de concordancia. Eso no hay que olvidarlo nunca,
porque lo primero que vamos a buscar cuando queremos analizar una oración, es el verbo. Una vez
que encontramos el verbo, lo que buscamos por concordancia es el sujeto.
“Carolina cambió su auto” Yo veo el verbo “cambió” y sé que está en pret. perf. simple, modo
indicativo, 3ra persona singular. Por concordancia, su sujeto, tácito o expreso, tiene que estar en 3ra
p. singular. En este caso, esa tercera persona está en Carolina, podríamos encontrarlo en “ella”.
Entonces, la conexión sintáctica de concordancia me ayuda a determinar cuál es el núcleo del
sujeto. EL SUJETO ES UNA FUNCIÓN SINTÁCTICA, que puede ser desempeñada por diferentes
elementos. Tiene diferentes variantes. Lo que nosotros buscamos es la concordancia entre el núcleo
del predicado y el núcleo del sujeto. El sujeto forma paradigma con las demás funciones
oracionales, con el O.D, con el O.I, con un circunstante, con los predicativos. Con esto nos referimos
a que son todos argumentos del verbo. En el paradigma de los argumentos verbales están todas
estas funciones.
En el español pueden ser sujetos un sustantivo, un grupo nominal o construcción endocéntrica
sustantiva, es decir, ya no está solo el sustantivo sino con sus modificadores. Por ejemplo: “La niña
pequeña es mi prima”, hay un grupo nominal que satisface la función de sujeto, no hay sólo un
sustantivo. También puede cumplir la función de sujeto una proposición subordinada sustantiva,
por ejemplo, “Conviene que resuelvas ese asunto”, “conviene” tercera persona singular, “él, eso,
ello”, conviene. Se ha trastocado la estructura canónica sujeto-predicado, y estamos frente a una
oración predicado-sujeto, por la naturaleza del verbo. Pero el sujeto es “que resuelvas ese asunto”.
Eso, conviene. Que resuelvas ese asunto, es una proposición subordinada sustantiva, que tiene su
propio verbo, que está dentro de otra de mayor jerarquía, que la incluye. Otro ejemplo con una
forma no personal, “Tomar aire fresco es importante.”, el sujeto es también una especie de
proposición subordinada. También pueden cumplir la función de sujeto los sintagmas pronominales,
donde no hay un sustantivo sino simplemente un sujeto. Ejemplo: “¿Quién de ellos lo sabía?” El
núcleo del sujeto es un pronombre enfático. Por último, podemos tener también sujetos tácitos que
es necesario señalar. El sujeto, cuando la construcción es una construcción exocéntrica sujeto-
predicado, si está tácito, se agrega en una columna.
En cuanto al predicado, sabemos que es un segmento sintáctico que aporta la información
atribuida al sujeto en una relación de carácter bimembre. El predicado aporta propiedades,
estados, procesos, acciones, que se atribuyen a las personas o a las cosas designadas por el sujeto.
Generalmente, el predicado de una oración suele estar constituido por un sintagma verbal, o una
construcción exocéntrica verbal. Ahora bien, puede ocurrir que la función de predicado esté
satisfecha por otros elementos que no sean verbos conjugados. Entonces, ¿por qué otros
elementos puede estar constituida esa función de predicado? Podrían ocupar el lugar del predicado
formas no personales, como, por ejemplo: “Terminada la tarea, abandonamos la sala.” o “Cruzando
la avenida, encontrarás la tienda.” Son dos casos de construcciones absolutas, en donde el
participio o el gerundio tienen un sujeto que se puede recuperar de la construcción, y constituyen
modificadores del núcleo oracional. Si analizamos ese modificador del núcleo oracional, tenemos un
predicado no verbal, que es “terminada”, y un sujeto que es “la tarea”. Un predicado no verbal que
es “cruzando” y un sujeto que es “la avenida”, pero no nos vamos a quedar con esto. Vamos a ver
que hay oraciones de diferentes tipos con diferentes predicados no verbales. Otro tipo de predicado
no verbal podría ser un sintagma adjetival, por ejemplo, “Muy buena la película”, la coma puede ir o
no ir. En este caso “muy buena” que es un sintagma adjetival, es el predicado, que es no verbal
nominal. La pauta de que es el predicado la da primero la posición no canónica de ese sintagma
adjetival, y podría darla, si tuviese, la coma. Si tuviese la coma, ésta sería el indicador de que se ha
elidido un elemento que en este caso sería el verbo. El predicado acá es un predicado no verbal. Se
consideran oraciones también las construcciones que carecen de sujeto, que pueden estar
construidas a partir de verbos impersonales, como los que indican fenómenos atmosféricos o
meteorológicos, por ejemplo, “llueve”, no se puede recuperar sujeto, “Granizó toda la tarde”,
tampoco se puede recuperar el sujeto. Y, con el verbo “haber” que es un verbo impersonal en
español, se utiliza para los tiempos compuestos, y ahí se lo conjuga en todas las personas y tiempos
que hay, pero cuando se lo utiliza solo, el verbo “haber” se utiliza en tercera persona singular,
porque es impersonal, eso es una cuestión normativa. Entonces, “hay pan”, “hubo tormentas” y no,
“hubieron tormentas muy fuertes”. Pasa que el hablante cree que ese objeto directo, “tormentas
muy fuertes” es el sujeto del verbo, y lo que hay que saber es que es un verbo IMPERSONAL, que no
tiene sujeto. Por eso, lo que salta ahí es la concordancia forzada entre el verbo y ese objeto directo.
“Haber” es un verbo impersonal que debe usarse en tercera persona singular, no tiene sujeto.
Cuando hablamos de oraciones que carecen de sujeto, estamos hablando de oraciones que tienen
un sólo miembro. Entonces, tenemos esta primera clasificación entre oraciones unimembres, que
tienen un sólo miembro, y oraciones bimembres, que tienen dos miembros, un sujeto tácito o
expreso, y un predicado. Si el sujeto está tácito la oración sigue siendo bimembre.
Una clasificación más que vamos a ver ahora porque nos ayuda a analizar las oraciones, es la
clasificación por la estructura interna, en simples y compuestas. Ejemplo de una oración simple: “El
niño salió del colegio”, tenemos un sólo sujeto y un sólo predicado, “niño” y “salió”. Pero, ¿qué pasa
en las compuestas? Aparecen más de un sujeto y más de un predicado. Por definición sigue siendo
una sola oración, por más de que si analizamos los elementos suprasegmentales haya pausas más
marcadas, diferentes entonaciones, pero sigue siendo una sola oración, tiene una juntura final. Lo
que las diferencia a las oraciones compuestas de las simples es que hay más de un sujeto o más de
un predicado, o al menos hay diferentes tipos de proposiciones, bimembres o unimembres
coordinadas. Ejemplo por coordinación: “Juan llegó y María salió.” Buscamos los verbos, “llegó”,
busco el sujeto, salió. ahí tengo dentro de esa oración una suboración, que es bimembre, porque
tiene su predicado, que es “llegó”, y tiene su sujeto, “juan”, pero esa es una suboración sujeto-
predicado, porque hay otra coordinada a esa: “María salió”. Tiene su propio verbo y su propio
sujeto. Otro ejemplo: “Juan llegó y los chicos salieron”, ahí, uno de los verbos está en tercera
persona singular y otro “salieron” en tercera persona plural. Son, claramente, dos verbos conjugados
que tienen sus sujetos diferentes, requieren un argumento distinto. Por coordinación con los nexos
coordinantes podemos tener oraciones compuestas. Los nexos también coordinan sustantivos,
adjetivos, verbos que remiten a un mismo sujeto. No siempre que aparezca un nexo coordinante
vamos a estar frente a una oración compuesta. A veces, simplemente se coordinan elementos en
una enumeración. Pero cuando se coordinan dos estructuras o dos sub-oraciones cada una con su
propio predicado y su propio sujeto, estamos frente a una oración compuesta. La yuxtaposición es
otra forma de coordinar oraciones, en este caso no hay nexo coordinante. Es una forma de unir.
Pero sí aparece la coma o el punto y coma. Este es uno de los usos del punto y coma, la coordinación
de sub-oraciones distintas. Eso es la yuxtaposición. Ejemplo: “Llovía mucho”, es una oración
impersonal que no tiene sujeto y predicado, pero es una suboración. Como está relacionada por
yuxtaposición con otra, es una suboración, pero es una. La otra es “decidieron salir”, que tiene
sujeto tácito, “ellos”, pero tiene su propio predicado, “decidieron salir”. Son dos suboraciones
diferentes, coordinadas o relacionadas por yuxtaposición. Y la otra forma es la subordinación, que
no la veremos este año. “Juan prometió que vendría” es también una suboración, está subordinada
a “Juan prometió eso”.

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