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PLANTILLA EDITABLE DE LECTURA

MATERIA: “EVALUACIÓN FORMATIVA”


MÓDULO: 01
LECTURA: La evaluación formativa en el escenario educativo.

EVIDENCIAS:
 Reconoce procesos de obtención y construcción sobre conceptualización de
evaluación y su normativa correspondiente en el proceso educativo, en función de la
resolución de problemas teóricos o prácticos.

 Genera nuevos conocimientos a partir de la interpretación de la función de


la práctica evaluativa auténtica como un instrumento indispensable para la
orientación del proceso educativo y su integración con información pertinente
obtenida de fuentes acreditadas, empleando para ello recursos informáticos
disponibles.

De escenarios y principios básicos

Introducción

El ámbito educativo es un campo en continuo cambio y con incesantes reformas. El proceso


de evaluación ha tenido a lo largo de su historia distintas formas de apreciación, distintos
usos, metodologías de aplicación y objetivos.
La evaluación, no sin motivo, se ha convertido en los últimos años en uno de los ejes sobre
los que pivota la reflexión educativa. Puede haber en ese hecho un componente irracional,
como el que impulsa algunas modas y muchos intereses de diverso tipo que se promueven
de forma más o menos explícita. Lo cierto es que la forma de entender la evaluación
condiciona el proceso de enseñanza y aprendizaje.

1.1.1 ¿De qué hablamos cuándo hablamos de evaluación?


Varios son los significados y sentidos de aplicación que, a lo largo de este siglo, se le han
dado al término Evaluación.

DISPARADOR DE REFLEXIÓN.

Son las cuatro de la tarde de un miércoles en una escuela. Los docentes van
entrando a la sala de profesores para iniciar una reunión de trabajo. Sería un
miércoles cualquiera si no fuera porque se aproxima el fin de curso. Ya se
sabe, en los últimos días son siempre especiales: se incrementa el ritmo de
trabajo, hay más prisa y tensiones. También aflora el cansancio acumulado
durante todo el año; y resulta inevitable la saturación de exámenes, notas e

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informes, entrevistas finales, etc…Se nota cierta mezcla de disgusto y
desazón.
-¿Y si no existieran las evaluaciones?-pregunta una profesora de Lengua
mientras se deja caer en la silla.
-¡Cómo cambiaría todo!...Nos dedicaríamos sólo a enseñar que, de hecho, es
lo nuestro, ¿no les parece? Podríamos emplear en tiempo en otras cosas,
porque siempre nos falta tiempo, ¡al menos, a mí! -responde un profesor.
-Es cierto, sino fuera por la cantidad de pruebas y observaciones que
hacemos podríamos desarrollar más contenidos y no tendríamos la sensación
de ir siempre contra reloj. Además, no se ustedes, pero yo después de la
primera etapa, ya sé como terminarán el curso mis alumnos -comenta otra
docente.
-Estoy de acuerdo, tanto control, tanto control, resulta exasperante. Pero
suprimir la evaluación…es soñar.
-No se que decirles, depende mucho de cómo organice uno la tarea; la
evaluación podría servirnos mucho a nosotras como profesores porque…
-Vos leíste mucho sobre el tema -la interrumpe una colega-,pero el asunto es
complicado, hace tiempo que hablamos y no encontramos una solución que
nos convenza a todos, en todas las áreas…

Elola, N.y L. Toranzos


(2000).

¿Qué opinión le merece el diálogo de estos docentes?


¿Se siente identificado con algunas de las afirmaciones? Si es así, ¿Con
cuál?
Desarrolle esa idea a la que usted adhiere registrando por escrito
experiencias que avalen esa afirmación y argumentos a favor de ella.
¿Qué contraargumentos le podrían presentar sus colegas?
A partir de las reflexiones volcadas en sus respuestas, elabore su propia
definición de evaluación y conserve el material para su posterior análisis.

En torno al concepto de evaluación

Existen diferentes aproximaciones al concepto de evaluación, basadas en distintas


posiciones filosóficas, epistemológicas y metodológicas. Desde la clásica definición de Ralph
Tyler, en la que pone énfasis en la determinación de logro de los objetivos educativos
(1950:69) hasta aquellas que, en época posterior, destacan el elemento valorativo de la
evaluación, tal como lo hizo Michael Scriven (1967, en Nevo, 1983), cuando define la
evaluación como el proceso por el que se determina el mérito o valor de alguna cosa.
Nótese que, en ese cambio, no sólo se modifica el enfoque básico, al reemplazar una
concepción normativa de la evaluación que sólo contrasta logros con expectativas iniciales
por una concepción más amplia, sino que también se amplía su objeto, ya que las primeras
definiciones sólo se centran en la evaluación de los alumnos.

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Aproximaciones posteriores agregaron a este planteo la utilidad de la información recogida
en el proceso de evaluación para la toma de decisiones, como lo plantea Terry Tenbrink,
quien afirma que la evaluación es el “proceso de obtener información y usarla para formar
juicios, a su vez, se utilizarán en la toma de decisiones” (1984:19).
José Fernández Tejada (1999) realiza la evolución histórica del concepto de evaluación.

Elliot Eisner (1985) propone una evaluación como proceso de construcción de un marco que
permita apreciar nuevos sentidos, es preciso destacar dos funciones básicas:

 la de retroalimentar,
 la de dar cuenta de (“accountability”), que aleja de la función de control, con la que
habitualmente se la reconoce.

Toda evaluación es un proceso que produce información intencionada y fundamentada, que


genera conocimiento que se vuelve sobre el objeto mismo de la evaluación y lo modifica, es
decir significa o representa un incremento progresivo de conocimiento.
Se viabilizan los logros obtenidos o los problemas encontrados ayuda a buscar nuevos
caminos.

 Recupere el material registrado en la primera actividad sobre su idea de evaluación.


¿A cuál de estas dos concepciones que mencionan Fernández Tejada (1999) y Eisner
(1985) correspondería su definición?

Tejada Fernández (1999: 36-37) también distingue tres tipos de evaluación que se sintetiza
de la siguiente manera:

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1.1.2 Relaciones entre la finalidad y el momento de evaluación

Finalidad Momento Objetivos Decisiones por tomar.


Diagnóstica Inicial -Identificar las - Admisión, orientación,
características de los establecimiento de grupos
participantes (intereses, de aprendizaje.
necesidades,
-Adaptación, ajuste e
expectativas).
implementación del
-Identificar las
programa.
características del
contexto (posibilidades,
necesidades, etc).
-Valorar la pertinencia,
adecuación y viabilidad
del programa.
Formativa Continuo -Mejorar las -Adaptación de las
posibilidades de los actividades de enseñanza
participantes. y aprendizaje (tiempos,
-Informar sobre su recursos, motivación,
evolución y progreso. estrategias, rol docente,
-Identificar los aspectos etc).
críticos en el desarrollo
del programa.
-Optimizar el programa
en su desarrollo.
Sumativa Final -Valorar la consecución -Promoción, certificación,
de los objetivos, así reconsideración de los
como los cambios participantes.
producidos previstos o -Aceptación o rechazo del
no. programa.
-Verificar la valía de un
programa de cara a
satisfacer las
necesidades previstas.

Extraído de Tejada Fernández, José, 1999:37

La evaluación se concibe como un proceso de reflexión, de análisis y valoración sobre


hechos, acciones, para dar cuenta de las limitaciones, posibilidades de cambio y
transformación de los mismos. Este proceso implica una toma de conciencia individual y
grupal de su papel como actor y participante en el proceso curricular, una producción de
conocimiento para la comprensión de la situación que se analiza, una reflexión axiológica
sobre lo instituido y una mirada prospectiva sobre el futuro.

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La evaluació n se constituye en el soporte e instrumento para dar cuenta de qué tanto se
ha asimilado una informació n por parte de los estudiantes, hasta dó nde se ha alcanzado
el rendimiento esperado, con el fin de contrastar con el proyecto o programa educativo
propuesto. Han existido esquemas tradicionales de evaluar predominantes, como los
exámenes y las pruebas objetivas dentro de la visión pragmática de la educación; formas
alternativas de valoración dentro del enfoque cualitativo, como la Promoción Automática,
con el Decreto 1469 de 1987, el Decreto 1860 de 1994, así como medidas que se ubican en
uno y otro enfoque como la Resolución 2343 de 1996 de Evaluación por Logros, utilizando el
modo cualitativo.

1.1.3.¿De qué hablamos cuando hablamos de evaluación auténtica?

La evaluación auténtica abre nuevas perspectivas a una de las tareas docentes más
complejas y difíciles de desarrollar, como es el caso de la evaluación de los aprendizajes de
los alumnos.
Anijovich y Capelletti (2017) recuperan el papel del evaluador al definir cuestiones centrales que
hacen al proceso de evaluación. Las autoras plantean que se puede pensar en dos posiciones
muy distantes entre sí en las concepciones que subyacen a las propuestas de enseñanza. Por un
lado, es posible pensar en una enseñanza reproductora de información, en donde la evaluación
es concebida como acreditación y promoción; y por otro, en una enseñanza que favorece la
búsqueda de alternativas y aproximaciones diferentes al conocimiento de los fenómenos de la
realidad, que implica pensar al estudiante desde el rol de sujeto de conocimiento. En este
sentido:

No se trata de reproducir una información, sino, de su uso y aplicación en


situaciones más complejas como la creación de productos, la investigación, la
resolución de problemas del mundo real, etc. (Anijovich y Capelletti. 2017, p. 17)

Video Conceptual

La evaluación auténtica plantea nuevas formas de concebir las estrategias y


procedimientos evaluativos muy diferentes a las que han predominado en nuestros
sistemas educativos. de una educación formal.
El desafío de lograr una evaluación auténtica en la enseñanza y aprendizaje, se focaliza en
el trabajo colaborativo,(docente-docente, estudiante-estudiante y docente- estudiante) en
la problematización de los contenidos, en las habilidades y competencias desarrolladas, en
la participación activa de los estudiantes y en docentes que potencien el aprendizaje. El
carácter participativo de los estudiantes es uno de los aspectos importantes de esta
concepción ya que lo responsabiliza de su propio aprendizaje y reconoce al profesor solo
un carácter de "mediador" entre los conocimientos previos y los nuevos.
La evaluación auténtica se constituye así en una instancia destinada a mejorar la calidad y
el nivel de los aprendizajes, de aquí entonces surge la función o propósito principal de una
evaluación alternativa en el sentido de ser un medio que intenta aumentar la probabilidad

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de que todos los estudiantes apremian. En este sentido, se considera la evaluación como
un aspecto inseparable de la enseñanza y del aprendizaje constituyéndose en una acción
destinada a regular los aprendizajes; es decir, que los estudiantes eleven sus niveles de
comprensión asegurando su permanencia y posterior aplicación (Figura 1).

Figura 1. Condiciones y supuestos de una evaluación auténtica.


Figura 1. Condiciones y supuestos de una evaluación auténtica. En un afán de destacar las
diferencias de este enfoque evaluativo auténtico frente al que mayoritariamente predomina
en nuestro sistema educativo.

Entre la amplia variedad de enfoques vinculados a la evaluación auténtica destacan: la


evaluación alternativa, performance assessment, la evaluación basada en problemas y la
evaluación formativa (aunque algunas de ellas presentan características diferenciales a la
evaluación auténtica). Este nuevo enfoque de evaluación supone una coherencia entre los
objetivos de aprendizaje y los objetivos de evaluación, además de la utilización de una
retroalimentación (feedback) constructiva que informa sobre el modo en que progresan los
alumnos. Del mismo modo, considera el aprendizaje del estudiante como un proceso
complejo y multidimensional que es necesario valorar de diferentes formas.

Publicación.

Amplia conceptos a través de la lectura de un


“Estudio documental sobre la evaluación
formativa como fortalecedor del proceso de
enseñanza y aprendizaje”
https://rieoei.org/historico/documentos/rie64a01
.htm 5
Este trabajo es resultado del proyecto de investigación “La evaluación de las competencias básicas en
Educación Secundaria Obligatoria desde las ciencias sociales” (EDU2012-37909-C03-03),
subvencionado por el Ministerio de Economía y Competitividad.

Referencias
Ahumada a., Pedro, (2005) La evaluación auténtica: un sistema para la obtención de
evidencias y vivencias de los aprendizajes. Revista: Perspectiva Educacional, Formación de
Profesores, núm. 45, 2005, pp. 11-24. http://www.redalyc.org/articulo.oa?
id=333329100002

Anijovich, R., y Cappelletti, G. (2017). La evaluación como oportunidad. Buenos Aires: Paidós.

Eisner, Elliot (1985). The art of Educational Evaluation: a personal view. Londres, Filadelfia:
The Falmer Press.

Elola, N. & Toranzos, L. (2000). Evaluación educativa: una aproximación conceptual. Madrid:
OEI.

Fernández Tejada, José (1999). La evaluación: su conceptualización. Bonifacio Jiménez (ed):


Evaluación de programas, centros y profesores. Madrid: Síntesis.

Nolasco Chicuate, F., & Hernández Mosqueda, J. (2020). Estudio documental sobre la
evaluación formativa como fortalecedor del proceso enseñanza-aprendizaje.. Entramados :
educación y sociedad, 0(6), 50-62. Recuperado
de https://fh.mdp.edu.ar/revistas/index.php/entramados/article/view/2706

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