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(っ◔◡◔)っ ♥ ‘’Desarrollo Psicosocial en la Niñez Media: Equilibrio

entre Laboriosidad e Inferioridad’’ ♥


La niñez media, comprendida entre los 7 y 12 años, según la teoría de Erikson, se caracteriza por
la etapa de Laboriosidad vs Inferioridad. En este periodo, los niños se sumergen en el proceso de
aprender a integrarse de manera productiva en su entorno. La instrucción preescolar y escolar se
convierte en el epicentro de sus actividades, donde el ansia por participar en tareas compartidas y
la planificación de actividades con otros niños se vuelve esencial. La habilidad para dominar
destrezas, aprender las reglas y procedimientos, así como comprender cómo alcanzar el éxito, son
las metas que definen el sentido de laboriosidad. Sin embargo, el fracaso en esta fase puede llevar
a una sensación de inutilidad e inferioridad persistente.

La institución escolar juega un papel crucial en esta etapa al ser responsable de fomentar el
sentimiento de laboriosidad. Los compañeros y los grupos de iguales adquieren relevancia, ya
que los niños se identifican y comparan con ellos. Aquí, se observa un cambio de una orientación
centrípeta a centrífuga en la construcción de la personalidad, donde el niño construye su identidad
en función de su entorno y medio social. Sin embargo, Erikson advierte sobre el peligro del
exceso de laboriosidad, ya que puede generar inseguridad. Es imperativo encontrar el equilibrio
adecuado entre la productividad y la autoevaluación, lo que se denomina competencia. La
competencia, en este contexto, es la clave para asegurar que los niños sean productivos sin caer
en la trampa de la sobre exigencia, evitando así sentimientos de inferioridad continuos.

Dentro de esta etapa, es esencial considerar los conceptos de autoestima y auto concepto. El auto
concepto evoluciona a medida que los niños internalizan descripciones más complejas de sí
mismos, diferenciando lo físico de lo psicológico. La pertenencia a grupos y la comprensión de
roles sociales contribuyen a un auto concepto más diferenciado, enriquecido por las relaciones
sociales.

La autoestima, por otro lado, se ve influenciada por la discrepancia entre el "yo ideal" y el "yo
real". La disminución de la autoestima entre los 7 y 11 años se relaciona con la creciente brecha
entre estas dos percepciones. Sin embargo, una visión realista de las capacidades y limitaciones
puede conducir a una autoestima más ajustada.
En conclusión, el desarrollo psicosocial en la niñez media es un delicado equilibrio entre la
laboriosidad y la inferioridad. Superar con éxito esta crisis resulta en niños productivos y
adaptados al mundo, mientras que la falta de superación puede llevar a la inutilidad e inseguridad.
La competencia, entendida como el equilibrio entre la productividad y la autoevaluación, emerge
como la clave para un desarrollo saludable en esta etapa crucial de la vida.

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