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PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATÓLICA DEL ECUADOR

DOCENTE: SANTIAGO MUÑOZ

ESTUDIANTES: MARTÍN LANAS Y DANIEL BOHÓRQUEZ DOMÍNGUEZ

MATERIA: FILOSOFÍA DE LAS CIENCIAS ADMINISTRATIVAS.

FECHA: 07 DE JUNIO DE 2023


Introducción:

El ser humano es sin duda uno de los animales más complejos que existe en el planeta.

No es en vano asegurar que el raciocinio del hombre le ha permitido ver el mundo de otra

manera y avanzar a pasos agigantados en su desarrollo. Sin embargo, es fundamental que los

individuos puedan organizarse de manera correcta para poder asegurar su permanencia a largo

plazo. Una vez establecidos a través de la sedentarización no pasó mucho tiempo para que

llegaran las primeras organizaciones y con ellas el concepto de la administración. La

administración de recursos es uno de los factores más importantes dentro de la convivencia

social del hombre, ya que los recursos del mundo son bastante limitados. Sumado a esto, la

administración ha ido evolucionando de manera que no solo se enfoca en la localización eficiente

de recursos; sino que busca mejorar el comportamiento y la salud mental de las personas dentro

de su ámbito de trabajo. En la actualidad, un administrador consciente es aquel que maneja el

factor físico y humano adaptándolos, dependiendo de las situaciones que se presenten.

Desarrollo:

La administración se ha constituido como un pilar fundamental dentro del

establecimiento y desarrollo de las empresas. El ser organizados dentro de un ambiente caótico

dentro de la sociedad, le brinda posibilidades al ser humano de ser mucho más efectivo y

eficiente a corto y largo plazo. Tomando en cuenta que el hombre requiere de una estructura para

poder desarrollarse en el mundo de los negocios y alcanzar un estilo de vida cómodo en la

sociedad. De aquí nace el concepto de administración, entendido como el conjunto de acciones

que se realizan dentro de una organización, en la que se encargan de planear, coordinar y dirigir

los negocios de esta por medio de recursos limitados con un objetivo claramente marcado.
En primer lugar, cabe mencionar que la administración no se puede entender como un

concepto aislado, sino que implica un conjunto de acciones que trabajan por un objetivo común:

el éxito empresarial. Un administrador, es un ser humano capaz de entender un lenguaje

fácilmente manejable con el resto de sus colegas. Este lenguaje se forma a través de conceptos y

metodologías que buscan la optimización del proceso operatorio de las organizaciones y una

toma de decisiones acertada a largo plazo. Además, el administrador es consciente de que debe

trabajar con recursos limitados; entiéndase a los mismos como recursos físicos o humanos,

mismos que son cruciales en la constitución y desarrollo efectivo de una empresa. Es importante

hacer énfasis en la importancia del capital humano, ya que es el que mueve a través de su

capacidad intelectual a la empresa. Visto desde un enfoque capitalista, la organización depende

del trabajador así como el trabajador depende de la organización para sobrevivir. Por lo tanto, se

trata de una relación de codependencia que debe ser manejada de forma apropiada para

garantizar el éxito a largo plazo de ambas partes.

La administración le permite un mejor estilo de vida al individuo. Su origen

sistematizado se remonta 110 años atrás, y ha sido sustentada a través del concepto de la

filosofía; misma que es la madre de todas las ciencias sociales. Se entiende que la filosofía es

aquella que nutre a la administración y por ende permite la sistematización de la sociedad. Aún

así, se puede afirmar que la administración se forma a través de diversas ciencias como la

sociología, matemática, antropología, economía, historia y la lógica. (Torres, 2014). Esto

permitió que se desarrolle la teoría general de la administración que contiene una serie de

factores que se enfocan en las diversas áreas de la empresa; ya sea el área financiera, de

mercadotecnia u operaciones. Además, el concepto se amplía a nivel macro, cuando estos


conceptos pasan de la perspectiva privada al enfoque público, en la búsqueda de una mejor

organización social.

Ahora bien, es importante comprender los diferentes enfoques que se han ido presentando

a través de la administración y sus diferentes exponentes que han trabajado sobre esta. Esto con

la finalidad de analizar a través de la historia la evolución que ha tenido la ciencia administrativa.

Se ampliará sobre el concepto del origen de la administración, analizará el enfoque clásico, la

teoría humanista, el enfoque neoclásico, estructuralista, de comportamiento y situacional.

Sumado a esto, se proyectarán las nuevas aplicaciones administrativas y los retos sociales que se

pueden encontrar para asegurar un desarrollo administrativo adecuado tanto en el ámbito privado

como el público.

Antes de que se formara la empresa moderna, no existía el concepto de administración

tal y como es conocido en la actualidad. Pues la palabra “administración” se empieza a utilizar a

principio del siglo XX. Aún así, existieron líderes que desde la Edad Media tenían la capacidad

de guiar y planear las acciones de grandes grupos humanos. Todo esto, encaminado

principalmente dentro del arte de la guerra. Debe considerarse que en la antigüedad se

consideraba un éxito el conquistar la mayor cantidad de territorio posible, por lo que un buen

guerrero tendía a buscar las herramientas y estrategias más adecuadas para organizarse

militarmente y alcanzar la mayor cantidad de territorio posible. Por otro lado, se encuentra la

aplicación de un sistema formal de castas en la mayoría de comunidades, así como procesos

burocráticos que les permitieron persistir en el tiempo.

El origen de la administración se remonta a grandes mentalidades. Como fue mencionado

con anterioridad, la filosofía puede ser considerada como la madre de la administración. Dentro

de esto se puede destacar a los “tres grandes”: Sócrates, Platón y Aristóteles. El primero se centró
mucho más en la visión individual de la administración; considerando que es una habilidad

individual que viene separada del conocimiento. Los otros, se enfocaron en el desarrollo de la

administración pública y nombraron a los diferentes tipos de gobierno (Chiavenato, 2004).

Para la Edad Moderna, fueron muchos más personajes los que sobresalieron enfocados

naturalmente en conceptos mucho más macroeconómicos como el desarrollo del estado, la

equidad y la eficiencia de las naciones. Bajo esta premisa, se toma al estado como un centro

administrativo sobre el cuál las personas desarrollan sus habilidades y se organizan. Por otro

lado, se encuentra la influencia de la iglesia católica, que marcaba pautas de control social; sin

embargo, no se desarrollaban bajo algún objetivo en específico. De la iglesia católica se puede

destacar su organización jerárquica, que favoreció a su organización.

La concepción de la administración vista desde un enfoque clásico se remonta a

comienzos del siglo XX y final de la revolución industrial. Todo esto se generó en torno al

crecimiento desmedido de las industrias y la complejidad para la organización. En ese tiempo

existía un alta dominancia de la improvisación, por lo que las empresas; que eran bastante

nuevas, no eran del todo eficientes. Sumado a esto, se tuvo que ampliar el concepto de la

especialización como base para el desarrollo óptimo de las grandes empresas que tomaron un

nuevo enfoque científico. De la administración clásica se derivan dos teorías: la científica de

Taylor y la clásica de Fayol. La primera encaminada en la optimización de jornada laboral y la

segunda en las funciones de la mano de obra de las empresas (Martín, 2019). Este enfoque ha

contribuido para sentar las bases dentro de una organización que requiere pasar de una mera

improvisación a una constitución científica en el que se optimiza el tiempo dentro de una tarea y

se crea una organización estructurada de manera adecuada.


Luego se transforma el enfoque de la administración desde un punto de vista mucho más

humanista. Esto se toma como una revolución conceptual; pasando del énfasis en la tarea y en la

estructura organizacional al verdadero factor humano que son los trabajadores. Esto va más

enfocado en las personas y estabilidad de los grupos sociales. De aquí surge la Teoría de las

Relaciones Humanas de 1930, que basa su estudio en la psicología y sociología (Chiavenato,

2004). Se preocupaba por dos factores importantes; en primer lugar se buscaban las

características necesarias para desarrollar una tarea en específico o constituir un puesto de

trabajo. Como segundo punto, se buscaban los aspectos individuales y sociales del trabajo que

van por encima del trabajo productivo. Este enfoque colaboró con la visión de la psicología

industrial y el desarrollo del manejo de los grupos sindicales y su adaptación dentro de la

sociedad actual, lo que ha permitido que el trabajador tenga claros sus derechos y obligaciones.

Una época importante de transición en la administración ocurrió una vez terminada la

Segunda Guerra Mundial. Pues ese fue un sacudón fuerte que permitió un crecimiento acelerado

en el desarrollo industrial a escalas nunca imaginadas. Desde aquí surge el enfoque neoclásico de

la administración. Básicamente es un enfoque tomado de la administración clásica y actualizado

con la magnitud de las organizaciones actuales. Se toma a la administración como un proceso

operacional que lleva a cabo funciones específicas. A su vez, requiere un valor predictivo

importante para la toma de decisiones y debe apoyarse en principios fundamentales. Algo

interesante que se agrega dentro de esta teoría es la cultura del medio donde se desarrolla la

organización afectan directamente al administrador (Chiavenato, 2004). La teoría neoclásica

aporta sustancialmente a la administración moderna a través del establecimiento de objetivos y la

departamentalización de la organización; lo que permite desarrollar un control mucho más

exhaustivo.
A través del concepto de burocracia y propiedad privada se originó el enfoque

estructuralista de la administración. El modelo burocrático surge de la necesidad de algo mucho

más racional y de aplicación amplia y completa; algo que difiere de la teoría clásica que es

mucho más radical. Sumado a esto, en una organización mucho más completa puede generarse

un caos total al no tener un modelo estructurado que de jerarquía a sus colaboradores. Además, la

teoría de Weber que inició la sociología creó un modelo de organización efectivo y eficiente. La

importancia de este enfoque es que le brinda una visión más amplia sobre el comportamiento

social de los colaboradores; dividiendo los diferentes tipos de autoridades y lo que se espera de

ellos a corto y largo plazo. Esto incluye un tipo de trato formal, en el que existe un superior al

mando que es aquel que da las ordenes pero de igual forma asume responsabilidades. De igual

forma una división del trabajo, creación de rutinas y procesos estandarizados.

El enfoque del comportamiento dentro de la administración se basa en el conductismo de

la psicología y busca una influencia bastante fuerte de las ciencias dentro de la administración y

la búsqueda de soluciones mucho más humanizadas dentro del ámbito empresarial. A través de

las ciencias conductuales se pudo establecer que el ser humano está lleno de necesidades, que se

encuentra dotado de un sistema psíquico y que puede articular y formular pensamientos a través

del lenguaje. El hombre puede aprender, y por ende su conducta se basa en alcanzar ciertos

objetivos que se buscan a través del aprendizaje previamente mencionado. Dado lo antedicho, el

enfoque conductual busca analizar los procesos organizacionales y a los individuos para entender

a la empresa como una suma de los comportamientos. Este enfoque brinda a la sociedad una

nueva perspectiva sobre la motivación del ser humano para ser correcto y evitar la corrupción

dentro de las organizaciones a través de la saciedad de sus necesidades.


Una de las mayores revoluciones en cuanto al enfoque de la administración es el enfoque

situacional. Después del enfoque sistémico; que analiza el desarrollo tecnológico y eficiencia

energética dentro de las organizaciones. El enfoque situacional pretende demostrar como las

organizaciones no dependen de un único modelo que debe ser adaptado de manera exacta. Sino

que afirma que cada empresa es un mundo que requiere de modelos adaptados a sus objetivos y

necesidades centrales. Es aquí cuando se debe desarrollar un modelo de contingencia que se

adapte de acuerdo con la situación o problema que se deba enfrentar. La contingencia en general

involucra tres elementos principales: el ambiente, una conducta y una consecuencia.

(Chiavenato, 2004). Este enfoque aporta a la sociedad evitando la rigidez con el que se

desarrollaron las demás teorías y permitiendo la adaptación tanto del factor físico como el

humano.

En la actualidad, la administración está pasando por una revisión y crítica bastante aguda

con respecto a las teorías que surgieron a partir del siglo XX. Científicamente toda ley física que

ha sido formulada a través del tiempo sirve como base para crear una fuente administrativa

fiable. Sin embargo, se debe salir de la concepción rígida de la ciencia ya que se debe sumar un

factor fundamental: el personal de trabajo. No puede afirmarse que el ser humano es un ser

completamente racional; ya que no siempre toma decisiones que se adaptan de manera precisa a

un óptimo de Pareto; que es el estado en el que no puede mejorar o empeorar sus beneficios.

Sino que al ser bastante cambiante se espera que sus teorías de organización vayan cambiando y

se adapten a sus nuevas necesidades. Si a esto se le suma el inicio de la tecnología, se puede

afirmar que la ciencia administrativa sigue en constante evolución.


Conclusiones:

 No existe un modelo único e insustituible para garantizar una administración efectiva,

sino que cualquier acción preventiva o correctiva que se realice dentro de la empresa

debe enfocarse en solventar una necesidad de modo que sea cómodo a nivel

organizacional y no se salte ningún tipo de jerarquía. Las organizaciones requieren de un

orden, sin embargo no están delimitadas a ciertas acciones de manera rígida.

 Es necesaria la creación de una estructura bien delimitada en las organizaciones actuales.

Dentro de la misma se debe incluir los niveles de jerarquía, así como las principales

funciones de cada miembro de la empresa. De esta manera, se evitan confusiones y

problemas sociales que giran en torno al comportamiento del personal. Es importante que

aquellas personas que se encuentren en puestos superiores sean lo suficientemente

flexibles para alcanzar un buen entendimiento con el personal.

Referencias bibliográficas:

Chiavenato, I. (2004). Introducción a la teoría general de la administración. Mc Graw Hill.

Martin, J. (2019). Los principios de Fayol y las funciones básicas de la empresa. CEREM Global

Business School. https://www.cerem.ec/blog/los-principios-de-fayol-y-las-funciones-

basicas-de-la-empresa.

Torres, Z. (2014). Teoría general de la administración. Grupo Editorial Patria. México.

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