Está en la página 1de 4

CASO 1

CASO 2
Paula es una mujer de 32 años, casada, con un hijo. Trabaja de profesora.

Antecedentes personales: Entre los antecedentes de interés destaca la existencia de un episodio depresivo hace
aproximadamente 3 años, tratado adecuadamente y con recuperación completa posterior. Sin otros antecedentes
médico-quirúrgicos de interés.

Antecedentes familiares psiquiátricos: Madre con antecedentes de tratamiento por depresión.

Enfermedad actual: Se inicia hace aproximadamente 4 semanas. Comenzó a mostrarse más habladora e inquieta,
durmiendo menos horas. En el trabajo se mostraba más locuaz, y bromista, mostrándose incluso con excesiva
familiaridad, cuando siempre había sido muy respetuosa. Los últimos días apenas dormía, no paraba de hablar, saltando
de un tema a otro. Comenzó a vestir con colores estridentes, y refería sentirse de ánimo “mejor que nunca”. Estaba muy
inquieta, conducía a gran velocidad y sin atender las indicaciones. Comenzó a decir ·que había descubierto la forma de
conseguir mucho dinero”, “era capaz de adivinar lo que iba a pasar, tenía poderes especiales que le iban a permitir
hacerse rica”, mostrándose irritable cuando se le contrariaba. Ante esta situación, su familia decide trasladarla al
servicio de urgencias indicándose su ingreso hospitalario.

Exploración psicopatológica: Se muestra consciente, orientado en persona, tiempo y espacio. Lenguaje y pensamiento
acelerado, con fuga de ideas. Ideación delirante megalomaniaca. No alucinaciones auditivas, Ánimo eufórico, con
expansividad, sensación de omnipotencia y plenitud. Insomnio pertinaz. Disminución del apetito. Nula conciencia de
enfermedad.

Pruebas complementarias: Hemograma, bioquímica, hormonas tiroideas, vitaminas B12 y ácido fólico, serología luética,
radiografía de tórax y T.A.C. cerebral no muestran alteraciones. Triage de drogas negativo (no hay antecedentes de
consumo de tóxicos) Se prescribe tratamiento psicofarmacológico con mejoría progresiva. En su evolución, los primeros
días normaliza el ciclo vigilia-sueño, durmiendo adecuadamente. Su conducta se va normalizando en las primeras
semanas, mostrándose menos verborreica, más tranquila y abordable. Su ánimo gradualmente se va normalizando,
aproximándose a la eutimia, remitiendo la clínica megalomaniaca, realizando crítica adecuada de los síntomas y
presentando conciencia de enfermedad. En los meses sucesivos, se disminuye gradualmente el tratamiento. A los 6
meses, la paciente se muestra asintomática, reincorporándose a su actividad laboral, y normalizando sus hábitos de
vida, manteniéndose con un único fármaco.

CASO 3
Motivo de Consulta: Alteraciones de conducta Antecedentes Familiares: Padre: Trastorno de ansiedad

Antecedentes Personales: No AMC. Amigdalectomizado. Sin otros antecedentes médico-quirúrgicos de interés


Enfermedad Actual: Varón de 27 años, soltero, con pareja estable (4 años de relación), sin hijos. Mayor de 2 hermanos.
Licenciado en Biología, trabaja en un laboratorio. Vive en medio urbano con sus padres y su hermano. Diagnosticado de
Trastorno Bipolar, con debut a los 21 años y antecedentes de varios episodios maniacos y depresivos, a tratamiento con
sales de litio y antipsicóticos atípicos. Desde hace varias semanas, y en relación con el previo abandono de la medicación
comienza a mostrase irritable, cambiante, “pasa de la euforia al llanto”, “por momentos está parado y otros no
para””muy lábil, cambiante”. Apenas duerme y apenas come. “Está muy raro, nunca lo habíamos visto así, esto es
distinto a lo de las otras veces”, “está muy irritable, no para de hablar y dice que se quiere morir y luego está como
eufórico”. Ante esta situación se traslada al Servicio de Urgencias dónde se indica su ingreso en la Unidad de Agudos de
Psiquiatría, prescribiéndose tratamiento con sales de litio, antipsicóticos atípicos y benzodiacepinas. Pruebas
Complementarias: Hemograma y Bioquímica: Normales Hormonas Tirodeas, Vitaminas B12 y Ácido Fólico: Normales
Serología de Lues: Negativa TAC Cerebral: Sin alteraciones E.C.G.: Ritmo Sinusal a 72 latidos por minuto Triage de drogas
de abuso: Negativo

CASO 4
Motivo de consulta Mujer de 77 años que acude a Urgencias, por intentos autolíticos. Antecedentes familiares: Cuatro
hermanos a tratamiento psiquiátrico por depresión (“se metían en la cama”), por lo menos uno de ellos con trastorno
bipolar.
Antecedentes personales: Casada, convive con su marido y dos hijos solteros (de 40 y 35 años), con los que mantiene
buena relación. Ama de casa. No alergias medicamentosas conocidas. No hábitos tóxicos. Obesidad.
Hipercolesterolemia, sin tratamiento. Hipoacusia bilateral, de predominio izquierdo.
Patobiografía: Según la paciente desde hace un par de meses comenzó con pérdida de memoria, a tener el lado derecho
de la cabeza “como seco”, ansiedad importante, desasosiego, angustia, sensación de inquietud interna, ganas de llorar
(con imposibilidad de hacerlo), sentimientos de inutilidad y minusvalía, malestar físico, disminución de apetito,
trastornos del sueño (múltiples despertares y despertar precoz), pensamiento negativista y centrado en su malestar,
obsesivoide, ánimo depresivo, molestándole la relación social (aunque no tenía relaciones sociales, fuera de su familia,
más allá de “llevarse bien con las vecinas”) e ideas de muerte casi diarias. El día del ingreso, al levantarse y en relación
con su intensa ansiedad, de forma compulsiva, bebió unos tragos de lejía (“porque era lo que tenía más a mano, si
hubiera tenido algo peor, lo hubiera tomado...”), con intención autolítica, avisando inmediatamente a su familia ante el
temor de los efectos que empezaba a notar y vomitando. Es su primer intento autolítico. Su hijo corrobora el
empeoramiento de su madre, desde hace unos meses, descuidando su cuidado personal y dejando de hacer actividades
o necesitando más ayuda para llevarlas a cabo y “olvidándose de todo” (aunque se viste y asea ella sola, no llama por
teléfono porque no se acuerda de los números, no hace la compra porque no sabe gestionar el dinero, dejó de atender a
sus mascotas...). Por ello fue atendida en su Unidad de Salud Mental (un mes antes) dónde se le pautó Imipramina 50 (1-
1-0) y Quetiapina 50.
Presenta síntomas similares desde su juventud, sin desencadenante previo, de varios meses de duración, y de
características similares al cuadro actual, y que remitían con Imipramina. Que la paciente, “se trastornó” cuando nació
su primer hijo, tras varios abortos: “le dio por decir que el bebé estaba muerto” y necesitó supervisión para su cuidado.
Empezó a mejorar al año y medio, y desde entonces, tiene una crisis cada dos o tres años, que le pueden durar dos o
tres meses. En esos momentos de crisis, visitaba a distintos especialistas. No parece que ninguno de los episodios
tuviese características de episodio maníaco ni patrón estacional.
Valoración psiquiátrica: Se encuentra consciente, orientada en espacio y parcialmente, en persona (no recuerda el año
de nacimiento) y en tiempo (no recuerda día ni año). Discurso coherente, con cierta presión de palabra, pensamiento
negativista y centrado en su malestar, ansiedad psíquica y somatizada con inquietud psicomotriz, ánimo depresivo, sin
predominio matutino, con disminución de ingesta y de sueño; y sensación de inutilidad y minusvalía. Anhedonia
importante. No sentimientos de culpa. A pesar de ideación de muerte casi diaria, niega ideación autolítica estructurada y
muestra arrepentimiento de lo ocurrido. Se decide su ingreso en Medicina Interna para estabilización y tratamiento.
Tras dieta absoluta de días, se le reintroduce Imipramina 50 (1-1-0) y Seroquel prolong 200 (0-0-1), y se le añade
Lorazepan (1-1-1). Durante la primera noche, de forma brusca, comienza con desorientación, discurso incoherente,
delirio ocupacional, alucinaciones visuales complejas, hipoprosexia, alteraciones del sueño y mnésicas; , pero descartada
organicidad (incluido TAC craneal, sin contraste, que no muestra alteraciones).

También podría gustarte