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INTRODUCCIÓN
Dentro de la medicina y la ciencia en general, se ha tratado de estimar los requerimientos energéticos y nutricionales de las personas,
dado que el cuerpo necesita nutrientes para poder mantener la vida y la salud. Sin embargo, la individualidad propia de cada organismo
hace difícil estimar con exactitud el requerimiento energético, pues se ve influenciado por:
Es importante destacar que los efectos del aporte energético proveniente de los macronutrientes, como proteínas, lípidos y
carbohidratos, tienen un efecto distinto en el organismo, NO da lo mismo de donde provenga esa energía. Además, estos
macronutrientes tienen efectos metabólicos que van de forma aislada en relacion al aporte energético que pudiesen tener.
REQUERIMIENTOS ENERGÉTICOS
¿QUÉ SON?
El requerimiento energético de un individuo se refiere a la cantidad de energía suficiente para satisfacer las exigencias calóricas del
organismo y mantener el equilibrio de su balance energético. Este requerimiento es individual y depende de numerosas variables:
• Edad, talla, peso y composición corporal, esto último se refiere a cantidades relativas de tejido magro y tejido adiposo. Por
ejemplo, los hombres tienen mayor cantidad de tejido magro, el cual es metabólicamente más activo que el tejido adiposo que
se encuentra en mayor porcentaje en las mujeres. Es por esto que, los hombres tienen un mayor gasto energético que las mujeres
sólo por el hecho de tener más masa muscular y, por lo mismo, estos reaccionan mejor a la baja de peso por actividad física.
• Tipo y nivel de actividad física y actividades fuera del entrenamiento. Por ejemplo trabajo, estudio y movilidad.
• Horas de descanso, ritmo circadiano y momento biológico: Una de las bases de la medicina y del estado de salud, es que se
pueda dormir correctamente, dado que esto está asociado directamente al gasto energético, ya que si se duerme poco, el gasto
energético bajará, pues el cuerpo necesita ahorrar energía porque hay una mayor demanda. Recordar que existe un ciclo
circadiano, por lo que no es lo mismo utilizar la energía en el día v/s en la noche. Además hay una gran relevancia del momento
biológico que se está cursando, dado que hay diferentes requerimientos energéticos en el crecimiento, adolescencia, embarazo
o lactancia.
Es por esto que las necesidades energéticas difieren entre los individuos, afectando la velocidad de descenso o aumento de peso en
un determinado tiempo.
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GASTO ENERGÉTICO TOTAL (GET)
1. Tasa metabólica basal (TMB): Corresponde a la energía más básica que requiere el organismo para mantener sus componentes
vitales, respirar, ritmo cardiaco, etc.
2. Efecto térmico de los alimentos (ETA): Es la capacidad del organismo de gastar energía extra por concepto de digestión. Cada vez
que se consumen alimentos, el sistema digestivo tiene un gasto energético mayor, ya sea por movimientos peristálticos, procesos
digestivos, de absorción y excreción.
3. Actividad física: Componente importante, ya que el requerimiento energético de una persona que hace actividad física 3 días a
la semana versus un deportista de alto rendimiento, va a variar de forma importante.
4. Termogénesis patológica: Son las necesidades energéticas que tiene el cuerpo en un estado de enfermedad. Por ejemplo, si un
paciente tiene un accidente con traumas generalizados en el organismo, este tendrá una termogénesis patológica alta, ya que el
politraumatismo produce un factor de estrés metabólico que desencadena un hipermetabolismo, sinónimo de un aumento del
gasto energético. Además, el aumento de la termogénesis patológica, que es el aumento del gasto energético, muchas veces va
asociado a un aumento de los requerimientos energéticos provenientes de las proteínas. Esto se debe a que el hipermetabolismo
generalmente produce hipercatabolismo.
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2. CALORIMETRÍA INDIRECTA:
Forma más utilizada en la modernidad, debido a su precisión y aplicación de forma directa en el paciente. Predice la producción de
calor (gasto energético) a partir de la tasa de intercambio gaseoso (CO2 y O2) entre el individuo y el ambiente.
Una de las formas más baratas y accesibles de estimar el requerimiento energético es a través de estimaciones matemáticas, donde
se utilizan el método factorial que regula su gasto como: Sexo, peso, estatura, edad, estado nutricional, actividad física e injuria. Se
basa en ecuaciones de regresión, a partir de las determinaciones del consumo de O2 por calorimetría indirecta.
Su objetivo es estimar el gasto energético en reposo, el que será corregido por los factores:
• Actividad
• Termogénesis
• Injuria o patología
• Normocalórico o Suficiente: Mantiene el peso corporal, la salud y las funciones vitales en todas sus manifestaciones. Este régimen
equivale app a 30 Kcal/kg/día. Hay personas que con régimen normocalórico bajan peso corporal porque eliminan factores de
riesgo o hábitos alimentarios poco saludables que podían influir en un alza de peso.
• Hipocalórico o Insuficiente: Aporta menor energía a la requerida, produciendo un descenso de peso en el individuo. Equivale a
25 Kcal/kg/día.
• Hipercalórico o Aumentado: La cantidad de calorías es superior a las requeridas, conduciendo a un aumento de peso. También
sirve para cubrir un gasto energético muy aumentado. Equivale app a 35 Kcal/kg/día.
El VCT es una forma de estimar la distribución de la energía en base a los nutrientes energéticos, o sea, macronutrientes, como
proteínas, lípidos o grasas y carbohidratos. El aporte energético de cada nutriente representa una proporción del gasto energético
total (GET). Este aporte debe ser lo más adecuado para cubrir los requerimientos nutricionales y para esto se utiliza el porcentaje de
adecuación, que es una relación entre el aporte de nutrientes vs el requerimiento de nutrientes.
FACTOR ATWATER (muy importante): Da un valor calórico a los gramos de macronutrientes. Son siempre equivalencias.
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EJEMPLO % DE ADECUACIÓN
El porcentaje de adecuación permite verificar si lo que esta ingiriendo el paciente equivale o es suficiente de acuerdo a lo que requiere.
Principalmente se basa en un cálculo matemático donde la
ingesta es el numerador de la división y el requerimiento
es el denominador (como se observa en la primera fila de
la tabla). El resultado de dicha división se debe multiplicar
por 100 para que se transforme en porcentaje.
Por ejemplo el nivel de ingesta en la fig. 4 es de 1410 Kcal que de acuerdo a su requerimiento de 1900Kcal da como resultado que es
insuficiente, pues equivale a un 75%. Sin embargo si se observan las proteínas, el porcentaje resultante es bastante suficiente (97%)
dentro del % de adecuación. Entonces, se puede tener un déficit de energía pero una suficiencia de algún otro macronutriente.
Muchas veces se pueden modificar algunos nutrientes, como por ejemplo en la figura 4, los Las proteínas son el
macronutrientes que necesitan modificación son lo lípidos (43%) y carbohidratos (86%) pues macronutriente más importante.
se encuentran como insuficientes.
En edad adulta, los requerimientos energéticos o GET se calculan en base a las fórmulas matemáticas o factores energéticos según
las guías clínicas que estiman los requerimientos energéticos, que corresponde a estudios poblacionales con medición por calorimetría
indirecta. En cambio, para estimar el gasto energético en patologías pediátricas se utiliza siempre las recomendaciones según las
guías clínicas para esas patologías.
1. Realizar una evaluación del estado nutricional para fijar un objetivo. Por ejemplo, si la persona tiene obsesidad se tendrá que hacer
una restricción calórica.
2. Estimar el peso ideal para poder calcular el requerimiento energético en la fórmula matemática.
3. Elegir la fórmula más adecuada para el cálculo de requerimientos energéticos.
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Fig. 5 Fórmulas matemáticas para el cálculo de requerimientos
energéticos.
Harris & Benedict sólo mide el gasto energético en reposo, por lo tanto
siempre hay que incluir el factor de actividad (FA) y el factor de injuria
(FI).
En la ecuación de Mifflin & Joer sólo incluir factor de actividad física.
Las recomendaciones de ingesta diaria son variadas de acuerdo a la composición nutricional del individuo y del proceso fisiológico y/o
patológico que este cursando. En individuos sanos que no cursen embarazo ni lactancia, las recomendaciones nutricionales son
similares.
Cuando se hace una distribución de macronutrientes en la
adultez se observa que aproximadamente hay rangos de
proteínas y nutrientes que pueden ser muy amplios. En la fig 6.
Se observa que el requerimiento de proteínas en una persona
adulta es mínimo 1,0 g/kg/día, incluso se recomienda partir por
1,2g/kg/día para prevenir la pérdida de masa muscular. Se
puede llegar a 3g/kg/día por ejemplo en deportistas de alto
rendimiento. Lo adecuado es mantener el rango de proteínas en Fig. 6: Distribución del rango de macronutrientes
un 15-25% app.
Si se alcanza cerca o sobre el 30% de las proteínas correspondiente a las calorías totales del día, se DEBE monitorear la función
renal para no ponerla en riesgo.
En el caso de los lípidos existe el rango entre el 25-35% y los carbohidratos entre un 40-50%. Se puede aumentar la cantidad de estos
macronutrientes en caso de ser necesario disminuir otros. Por ejemplo, si se tiene que disminuir los carbohidratos porque se tiene un
paciente diabético muy descompensado, se puede aumentar la proporción de lípidos, lo importante es siempre alcanzar el
requerimiento energético total.
Fig 7: Un ejemplo de la distribución de los requerimientos nutricionales es
que del valor calórico total o gasto energético total:
• En una persona sana se puede estimar cerca de un 50% de
carbohidratos, 30% de lípidos y 20% de proteínas.
• En una persona diabética se disminuirían los carbohidratos a 45%, los
lípidos 30% y las proteínas aumentarían a un 25% app.
• En una persona con ERC no terminal existe una restricción de proteínas,
por lo que se aumentará la proporción de carbohidratos y/o lípidos. En el
ejemplo de la figura 7, se aumentó los carbohidratos a un 60% y se
mantuvieron los lípidos en 30% dejando las proteínas disminuidas a un 10%
(macronutriente crítico). Si la persona tuviera ERC + diabetes, se tienen las
proteínas y carbohidratos como nutrientes críticos por lo que si o si hay que
aumentar las grasas (de buena calidad).
• En caso de pacientes con enfermedad pulmonar obstructiva crónica
(EPOC), se deba aumentar el porcentaje de grasas en un 40%, reduciendo
los carbohidratos hasta un 35% o menos. Esto se debe a que la
metabolización de hidratos de carbono produce CO2, y este gas en la sangre
va a empeorar la condición respiratoria de un paciente con EPOC.
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REQUERIMIENTOS EN PEDIATRÍA
En la fig 8, se puede observar la tabla de requerimientos energéticos para lactantes menores. En ella, la actividad física está
determinada por la lactancia materna, lactancia artificial o fórmula láctea ,y por lactancia mixta o alimentación complementaria. En el
último caso, se tiene un gasto energético distinto al de la lactancia materna y artificial, ya que se empieza a incluir en la dieta otros
alimentos y el proceso digestivo quema más calorías.
Por ejemplo, un lactante de 2 o 3 meses que no consume ninguna papilla, solamente leche materna, tiene menos requerimiento
energético que uno con lactancia artificial porque el peso molecular de la proteína de la leche de vaca (proteína de característica 4ria)
es mayor al peso molecular de la proteína de la leche materna (proteína de característica 3ria). El peso molecular de la proteína influye
en que el sistema digestivo requiera más energía para poder digerirla, absorberla y excretar lo que no se utilice. En caso de una
lactancia mixta o alimentación complementaria, el requerimiento energético no cambia mucho en relación con la lactancia artificial.
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REQUERIMIENTOS Y APORTE DE PROTEÍNAS SEGÚN PESO
• 4 primeros meses: Consumen entre 40 - 55%. Debe ser grasas de buena calidad, especialmente de los ácidos grasos esenciales.
• > 5 meses: 30-35%
• Ácido linoleico (W6) u omega 6: 4,5 - 10, 8%.
• Ácido linoleico (W3) u omega 3: el 1% del aporte calórico total debe provenir del omega 3, especialmente del DHA, el cual es el
que ayuda al desarrollo del SNC en los primeros años de vida.
• AGP à Ácidos grasos poliinsaturados, es decir, omega 6 y 3: Debe ser del 5-8% del aporte calórico total cuando se inicia
alimentación complementaria. El porcentaje restante, hasta los 30%, por ejemplo, en lactantes mayores a 5 meses, debe
corresponder a ácidos grasos saturados o monoinsaturados.
REQUERIMIENTO DE MICRONUTRIENTES
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Entre los minerales críticos se encuentran el zinc, calcio y
hierro. El zinc y el calcio provienen principalmente de
alimentos de origen animal como las carnes de vacuno, pollo
y pescado; el hierro de, por ejemplo, panitas y carnes rojas; y
el calcio es consumido por niñes en las fórmulas lácteas.
¿QUÉ ES?
Prescripción: del verbo “prescribir”. Dentro del ámbito de la medicina y la salud, la prescripción es la acción que realiza un médico,
cuando receta los fármacos que debe ingerir su paciente como parte del tratamiento de una enfermedad o de un trastorno de salud.
Suele decirse, en este sentido, que la prescripción que realiza el médico es una instrucción dirigida al farmacéutico, que actúa como
dispensador de aquello que indica el prescriptor. Sin la orden del médico, el farmacéutico no puede entregar fármaco.
Prescripción dietética (PD): Es la acción de indicar la alimentación/dieta o régimen alimentario (instrucción) dirigida al nutricionista
que es el/la encargado(a) de dirigir esa instrucción hacia:
1. La Central de Alimentación que va a distribuir el régimen alimentario a los pacientes (Sistema Hospitalario).
2. Interconsulta a profesional nutricionista para desarrollar la dietoterapia y mejorar el estado de salud (Sistema Ambulatorio).
1. Evaluación del estado nutricional: Diagnóstico Nutricional Integral (DNI) según grupo etario.
2. Cálculo de requerimientos energéticos: Requerimientos energéticos en la infancia (FAO/OMS 2004) mediante fórmulas de
estimación de requerimientos energéticos o guías clínicas.
3. Anamnesis Clínica: Signos de SRI, por ejemplo la acantosis Nigricans, medicamentos /suplementos alimenticios, tránsito
intestinal, actividad física, consumo de drogas (alcohol, tabaquismo, cannabis, etc.).
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En el caso de los glúcidos, hiperglucídico casi no se utiliza; en general solo se ocupa en deportes de alto rendimiento, por ejemplo,
ciclismo, pero en forma de geles para aumentar la glucosa en la actividad física intensa. En forma alimentaria en general no se da, y si
se requiere glucosa, se puede dar vía intravenosa.
En el caso de que corresponda, el régimen puede ser “suplementado en” o “aumentado en”. “Suplementado en” se refiere a la
administración de una cápsula con algún nutriente, como cápsulas de omega 3, magnesio, zinc, etc. Y, “aumentado en”, se refiere a
una indicación de modificación de la alimentación, por ejemplo, aumentado en líquido o aumentado en fibra, en casos de
estreñimiento.
PROTEÍNAS
• Hipoproteico: < 1g. prot/kg/día o ≤ 10% VCT, es decir, menos del 10% de las calorías totales del día. Esto se da en enfermedad
renal crónica, ya que se necesita de una restricción proteica importante para evitar la evolución del daño renal.
• Normoproteico: 1-1,4 g. prot/kg/día o entre 10-17,9% VCT. Indicada para población sin ERC (enfermedad renal crónica) y con
actividad física leve a sedentarismo. No se requiere un exceso de proteína en una actividad física leve – moderada, porque se
puede transformar en glucosa y luego en grasas, en el caso de que no es utilizada. Hay que recordar que la energía no se destruye,
solo se transforma.
• Hiperproteico: ≥ 1,5 g. prot/kg/día o ≥ 18% VCT. Se indica en población sin ERC, actividad física moderada a intensa, cuando se
quiere desarrollar masa muscular o cuando hay un estado de catabolismo en un paciente, donde hay degradación de proteínas
de reserva por estrés metabólico, por ejemplo, en un paciente hospitalizado, al cual se le debería dar un régimen de este tipo
para disminuir la degradación de proteínas de reserva muscular.
CARBOHIDRATOS
• Hipoglucídica: ≤ 45% VCT. En este caso, el consumo de carbohidratos no es esencial en la alimentación, ya que el cuerpo es capaz
de producir glucosa en base a grasas o proteínas. Por lo tanto, se puede indicar ≤ 45% VCT, que pueden ser 200 g. o 40 g. de
hidratos de carbono. Se indica en trastornos de la insulina como síndrome de resistencia a la insulina (SRI), diabetes mellitus (DM),
Hígado graso (HGNA) e hipertrigliceridemia, como también en enfermedades respiratorias cónicas, por ejemplo, EPOC.
• Normoglucídico: 45 – 60% VCT. En población sin trastornos de insulina y actividad física leve a moderada. En caso de un paciente
sedentario, se debe preferir darle un porcentaje de carbohidratos más cercano al 45 %, en cambio, en un paciente que hace más
actividad física, se debe considerar darle un régimen con un porcentaje más cercano al 60%.
• Hiperglucídico: ≥ 60% VCT. Indicada en población sin trastornos de insulina y actividad física intensa, es decir, con un
entrenamiento de 2-3 horas, por 5 veces a la semana.
LÍPIDOS
• Hipograso: 25% VCT. Un régimen hipograso por excelencia es el régimen liviano. No existe un régimen liviano hipergraso, esto
sería contradictorio; un régimen liviano siempre va a ser hipograso. Es indicado en pacientes que se van de alta después de una
cirugía, y se indica para no forzar al sistema digestivo a procesar mucha grasa, ya que al cuerpo le cuesta metabolizar la grasa
después de un estado postquirúrgico.
• Normograso: 30-35% VCT. Para la población general, según las recomendaciones de dieta mediterránea.
• Hipergraso: > 35% VCT. Indicada para personas con enfermedades respiratorias crónicas (EPOC) o con epilepsia refractaria como
una dieta cetogénica. En este caso, la dieta cetogénica es hipergrasa e hipoglucídica. El régimen Hipergraso no necesariamente
determina un riesgo cardiovascular mayor.
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ESTRUCTURA DE LA PD
1. En primer lugar, se debe determinar si la capacidad de ingesta y digestiva del paciente es adecuada, de acuerdo con esto, se debe
poner la consistencia (blando) y, después, la digestibilidad (liviano).
2. Luego, corresponde a la descripción de la magnitud de la energía y nutrientes críticos, siempre y cuando exista una variación a
la normalidad. En el caso del ejemplo, la magnitud es hipercalórico, hiperproteico, hipersódico; siempre se empieza con la
magnitud de la energía, luego con la magnitud del primer macronutriente crítico, en caso de que existan dos, el primero que se
escribe es el de proteínas, porque es el macronutriente más importante, y finalmente, el micronutriente crítico, que seria
hiposódico en este caso.
3. Como tercer paso, se escribe la cantidad de energía y nutrientes que fueron descritos. Primero, se escribe la cantidad de
energía (2300 kcal) que corresponde a la primera magnitud (en el paso 2, corresponde a “hipercalórico”) y después se escribe la
cantidad de macro y micronutrientes que se debería consumir según lo indique el régimen en el paso 2 (Hiperproteico: 100 g.
prot. Hiposódico: <2500 mg NaCl). Debe respetarse el orden y la correlación de la descripción de las magnitudes con la cantidad
(paso 2 y paso 3).
1. El orden de los componentes es clave para el adecuado entendimiento de la indicación. El orden es importante, dado que no
se puede comenzar poniendo la energía al principio, para luego colocar el régimen blando liviano.
CONCLUSIONES
• Para asegurar un buen estado nutricional y de salud en general, debemos entregar la cantidad de energía, macro y micronutrientes
acorde a su estado fisiológico y/o patológico.
• Para poder llegar a una prescripción dietética, debemos antes estimar los requerimientos energéticos y nutricionales.
• Los médicos y médicas son los únicos autorizados por ley para entregar una prescripción dietética, por lo tanto, se debe saber lo
que están prescribiendo.
• El orden en la estructura de una prescripción dietética es clave para que la instrucción hacia el o la nutricionista sea clara y precisa,
para evitar entregar una alimentación insuficiente al paciente.
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