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3° de Filosofía
23 de marzo del 2021
RAZÓN Y FE
La filosofía pagana exigía demostraciones, por eso al cristianismo se exigió el uso
de la razón. Por eso el dialogo con la filosofía griega y romana, pues eran la elite de la
sabiduría.
Movimiento de confrontación:
1. La filosofía es ignorada
2. La filosofía es contestada
En las cartas de san Pablo, el concepto “filosofía” aparece en significado negativo, una
sola vez, en la carta a los Colosenses (2,8); allí viene puesta al lado “de la nueva falacia” a
la cual se contrapone “la tradición” que se conecta con Cristo. Pero en la primera carta a los
Corintios se desarrolla una propaganda y animada confrontación entre el kerigma cristiano,
que es “escandalo” y “locura” (1,23) y la sabiduría “sofía” de este mundo (1,20), la
sabiduría de los griegos (1,22), la sabiduría de este mundo (2,6). Pablo precisa que su
evangelización no ha sido hecha con la filosofía de las palabras (ουκ εν σοφία λόγος),
porque esa filosofía esta vacía de la cruz de Cristo.
3. ¿Filosofía es aceptada?
En el Nuevo Testamento son las cartas Paulinas y el Evangelio de San Juan los textos
más plenos, por su elaboración teológica con una carga especulativa. En tal tensión
especulativa está presente el componente o la parte filosófica. Se ha afirmado por lo tanto,
que en el Nuevo Testamento existe un proceso de helenización del cristianismo originario,
cuando este cristianismo asume como instrumento de su expresión y de su elaboración,
términos y categorías de la cultura helénica, que también han sido influidas por la filosofía.
Ramiro Figueroa Cervantes
3° de Filosofía
23 de marzo del 2021
Es caso del prólogo de san Juan donde aparece el término técnicamente filosófico de
λόγος, que es una expresión de forma de pensamiento categorial fuertemente especulativo.
¿Cuál es el antecedente especulativo del prólogo de san Juan? El caso más cercano de Juan
es el λόγος de Filón de Alejandría en cual influyen varias corrientes culturales, sea
filosóficas como el medio platonismo, el estoicismo y la religión tradicional judía.
Tal analogía de posiciones no comporta una dependencia del λόγος del prólogo de san
Juan, del λόγος de Filón. El λόγος de Filón es en efecto divinidad impropia, potencia
intermediaría, en sentido neoplatónico, entre dios y el mundo sensible, mientras el λόγος de
san Juan es, Dios junto a Dios, “es el Revelador” y personal, el Salvador, venido
históricamente a quien es necesario adherir en la fe. Todo esto no tiene precedentes
culturales, es o se trata de la novedad de la fe. La novedad especifica de la perspectiva de
san Juan, de frente a la de Filón es la encarnación.
Apertura a la filosofía
“Semillas” y “huellas” del Verbo Encarnado:
Nos interesa la relación entre filosofía griega y fe cristiana. Veremos las principales
características de la filosofía griega, luego los textos de Justino y Clemente, al final
agregaremos algunas aportaciones complementarias.
Los Apologistas en los primeros siglos se encontraban ante los paganos que atacaban
la fe con argumentos filosóficos, reaccionaron en dos maneras: o permanecían en el solo
testimonio de la fe, rechazando extravagancias inmorales, o se defendían con contra-
argumentos filosóficos. Ofrecen también una exegesis de textos de las Sagradas Escrituras.
Filón inserto en la exegesis que hace del Génesis reflexiones filosóficas, sirviéndose
en parte del Timeo de Platón y de doctrinas estoicas, en parte de propias consideraciones.
Él elogia a Moisés como gran sabio. En el cap.1 subraya la sabiduría profunda de Moisés
en el modo en el cual este introduce sus libros de las leyes. No presenta leyes adornadas
con artificios poéticos o con invención de mitos. Más bien comienza con la creación del
mundo, preparando la justa comprensión de las leyes mostrando su orden conectado con el
cosmos.
En el cap.2 rechaza la opinión del mundo increado, muestra que todas sus partes y en
la vida humana una providencia divina, que se explica solamente con un Creador que tiene
cuidado de su creación. Se trata de la teología del Timeo que reencuentra en Génesis, el
cual reconoce una causa divina invisible. En el cap.3 interpreta la secuencia de los seis días
de la creación, símbolo del orden de las realidades causadas por la primera causa.
Encontramos aquí el mismo pasaje de dimensión religiosa-histórica, como había sucedido
en los Presocráticos, pasando del significado religioso-histórico del arche, al filosófico-
metafísico de una primera causa. Antes de interpretar introduce una larga especulación
Ramiro Figueroa Cervantes
3° de Filosofía
23 de marzo del 2021
Resumiendo, podemos decir que Filón, en el tratado Sobre la creación del mundo
según Moisés estudia el texto bíblico del Génesis con fe religiosa, pero agrega cuestiones
sin resolver sin la premisa de la fe, solamente con la fuerza y los argumentos de la razón,
bajo la guía de Platón y de la Estoa. Por ello Filón no ofrece teología, sino filosofía (ósea
teología natural, metafísica).
Se declara filósofo, a no abandonar jamás a Cristo, y espera que todos los filósofos
se convenzan, se dirige particularmente a los hombres formados en la doctrina estoica. En
primer lugar, Justino no desarrolla una filosofía sino una doctrina apologética sobre la
Ramiro Figueroa Cervantes
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23 de marzo del 2021
base de la fe. Los conceptos logos/razón asumen un nuevo significado sostenido por la
experiencia religiosa. Leyendo los textos de Justino asistimos al nacimiento de lo que se
llamará sacra Teología, formado del encuentro entre la fe cristiana y la filosofía griega,
todo ello fue estimulo por Filón. Se agrega que la filosofía griega ante todo en la forma
estoica, conexión con la religión, hasta presentarse como una Sabiduría religiosa salvífica.
Pregunta de examen: ¿Por qué comenzaron a perseguir a los cristianos durante los
primeros siglos?
Respuesta: porque estaban apegados a la verdad, que era Jesucristo, verdadero Dios y
verdadero hombre. Defendían la divinidad de Cristo y la humanidad del Cesar.
Cuando él la llama verdadera filosofía, lo hace por falta de una terminología que se
consolida más tarde. Lo que Justino desarrolla como conocimiento sapiencial sobre Cristo,
Logos divino encarnado, es lo que él llama verdadera filosofía, como inicio de la sacra
teología. No distingue entre logos/razón, como facultad cognoscitiva natural del hombre, y
razón iluminada por la Revelación, por gracia divina. Con el adjetivo verdadero indica una
esencial distinción entre filosofía humana (teología natural) y la doctrina cristiana.
En tercer lugar, aun distinguiendo entre filosofía y doctrina, las pone en relación.
Descubre genialmente que la filosofía es una vía propedéutica a la sabiduría cristiana. Ella
es un paso preliminar hacia la fe. Bajo el aspecto propedéutico, la expresión verdadera
filosofía de Justino adquiere un nuevo significado, una invitación a los doctos paganos a
progresar en su búsqueda de la sabiduría hacia la fe.
Así nace una nueva disciplina, la sacra teología, distinta de la metafísica, porque
ahora se basa en la fe cristiana. No significa que se deba perder la conexión
metafísica/teología natural y teología sacra; pertenecen conectadas en una relación de
analogía. Por ejemplo la teología sacra es ciencia en analogía con la ciencia de la
metafísica, aunque en un modo más perfecto.
Parte V
Los praeambula fidei según santo Tomás de Aquino
Considerando el “textus príncipes” tomasiano acerca de los praeambula fidei,
tomado del Commento al De Trinitate di Boezio, q.2 a.3 (respondeo), se pregunta “si sea
lícito en la ciencia teológica (scientia fidei) utilizar argumentos de razón natural (rationibus
physicis uti)”:
«es sin embargo imposible que las verdades a nosotros divinamente transmitidas por
fe sean contrarias a las verdades en nosotros por naturaleza; se seguiría en efecto
que una de las dos series de verdades sería falsa: y porque ambas nos vienen de
Dios, Dios sería e autor del engaño para nosotros, lo que es imposible […] la
sagrada doctrina está fundada sobre la luz de la fe, así la filosofía está fundada sobre
la luz natural de la razón. Por ello es imposible que las verdades filosóficas sean
contrarias a las verdades de fe, pero son imperfectas en relación a ellas; contienen
sin embargo ciertas afinidades de las verdades que son premisas [praeambula] de la
fe, así como la naturaleza constituye un preámbulo a la gracia. Por tanto, si se
encuentra en los textos de los filósofos algo contrario a la fe, esto no es propio de la
filosofía, sino más bien un abuso de la filosofía, por un defecto de la razón».
Ramiro Figueroa Cervantes
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23 de marzo del 2021
Parte VI
Continua praeambula fidei de santo Tomás de Aquino
En el acto de describir inconvenientes si tales verdades fueran dejadas a la sola
investigación racional. El primero es que sin la Revelación “pocos hombre tendrían el
conocimiento de Dios” y es por tres motivos: 1) algunos son inadaptados al estudio por su
actitud natural individual (propter complexionis indispositionem); 2) algunos están
impedidos por asuntos familiares o responsabilidades u otros intereses temporales; 3)
algunos porque son demasiado perezosos. No se puede llegar a susodichas verdades sin
gran esfuerzo; por el amor al saber que Dios ha puesto en todas las almas por deseo natural.
Segundo inconveniente: si por conocer a Dios no tuviera otra salida que la razón natural, se
quedarían en la más espesa ignorancia (in maximus ingnorantiae tenebris), pocos llegarían
a alcanzar tales verdades difícilmente, después de un largo tiempo. El tercer inconveniente
es que en la búsqueda racional, la inteligencia humana incurre en errores a causa de la
debilidad del raciocinio.
facilidad ser partícipes del conocimiento de Dios, si n dudas y sin errores”. En el libro de la
Summa contra Gentiles, en el capítulo V, Tomás afirma que “es oportuno que al hombre le
sean propuestas como materia de fe cosas que no puedan ser investigadas por la razón”,
refiriéndose a aquellas Verdades exclusivas de la Revelación sobrenatural, sea “de jure” sea
“de facto”.
Además Tomás observa que “Dios es algo superior a cuanto es posible pensar (Deus
est aliquod supra id quod cogitare potest)”. En el VI capitulo nota que prestar el
asentamiento de la inteligencia a las Verdades de fe no es un acto inmotivado, ciego, un
acto “de ligereza” (non est levitatis), porque existen motivos de credibilidad de la
Revelación que la razón natural puede conocer como plausibles. En el capítulo VII explica
la absurdidad de pensar que Dios, creador de la razón humana, y de sus primeros principios
especulativos y prácticos, capaz de adquirir un patrimonio compartido de conocimientos
(llamado sentido común), vanifique todo esto enseñado. Dios vendría a contradecir la
propia misma Sabiduría creadora, lo que es absurdo. En el capítulo VIII afirma que la razón
tiene un rol importante en relación a las verdades de fe, aunque no tenga la presunción de
poderlas comprender y demostrar.
Filosofía y religión
La tesis de quien afirma que Dios es objeto de experiencia directa (como lo es el
mundo y como lo son los otros seres humanos) es notoria en la filosofía como
“ontologismo”; se trata de una tesis afín al panteísmo, en cuanto que niega la trascendencia
absoluta de Dios, que es el Ser, respecto a los entes de los cuales el hombre puede hacer ya
ahora experiencia. Lo que forma parte de la experiencia inmediata no es Dios en sí, sino la
necesidad de pensarlo; no su presencia sino su ausencia, es la que hace problemática el
resto. Esto es lo que se puede llamar “experiencia derivada” o “indirecta”, o “indiferencia
espontánea y necesaria”.
Como justamente escribió Cornelio Fabro (La religiosita della filosofía, Studium,
Roma 1945, 4-6): “la filosofía es naturalmente mediadora entre la religión y la vida en
general, como entre la religión y el conocer especializado de la ciencia y de la cultura”, las
“filosofías ateas, no pueden enfermar nuestra perspectiva: ella respecta a aquel movimiento
de pensamiento teorético que se ha revelado más universal, más fiel al impulso natural de la
reflexión”. A tal “impulso natural de la reflexión”, provocado por la fuerza racional del
sentido común (incluyendo la experiencia religiosa), responden las grandes construcciones
metafísicas de la antigüedad, del Medievo (cristiano, musulmán, hebreo) y de la época
moderna: con una continuidad y una fuerza que hacen concluir, sobre el plano
rigurosamente histórico-critico, que el ateísmo es una posición filosóficamente insostenible.
Tomas distingue (en la Summa theologiae I q.1) entre dos ordines cognoscendi, dos
niveles: el natural de la razón, con su propia fuerza cognoscitiva, y el sobrenatural de la
razón iluminada por la Revelación divina. El objeto de partida de la metafísica es “el ente
en cuanto tal”, es decir las cosas del mundo, mientras, para la teología sacra el objeto de
inicio es Dios que se revela a sus fieles. Y la primera procede sin la fe religiosa como
presupuesto, mientras la segunda esta con la fe. La metafísica llega solo al final, con
demostraciones, a una primera causa trascendente, que es identificada con el Dios del culto
religioso. Por ello se dice que la metafísica termina allá donde la teología sacra comienza.
teología o sea la fe cristiana, y haciendo que de este modo pierda su autonomía. Pero
también la fe pierde su autonomía porque su tarea no es dar respuestas para satisfacer una
metafísica existencial, sino desarrollar la explicación de los misterios de la fe cristiana
revelada para elevar el alma a la salvación, es decir, a la comunión con Dios.
El poner a la cabeza las pruebas metafísicas en la teología sacra comenzó con los
Padres Apologistas, causada por su encuentro con los filósofos paganos: continuó en el
Medievo, con la sumisión de la metafísica a la teología, como ancilla theologiae, o como
preambula fidei, y continúa hasta hoy. Tal comparación es valorada de manera negativa
como una disciplina imperfecta [la metafísica], que todavía no ha alcanzado la perfección
de la sacra teología. La metafísica clásica es diversa de la religión y de la teología, porque
su finalidad no es salvar almas, sino la teoría de la realidad con la búsqueda de las causas,
por su conocimiento en cuanto tal. La metafísica debe gozar de su autonomía, se trata de
una vía hacia la verdad teológica, no es su tarea prepararla.