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UNIDAD V: LA VEJEZ

5.1 Tareas del desarrollo de la senectud

Peck, por otra parte, fija tres tareas principales para el envejecimiento:

Transcendencia corporal frente a preocupación por el cuerpo. Teniendo en cuenta el


más que previsible riesgo de enfermar a esta edad y la disminución del rendimiento
físico, es obligado “transcender” los problemas físico-corporales, es decir, centrar las
metas vitales en el rendimiento mental y espiritual, y en las relaciones sociales.

2. Diferenciación del ego frente a preocupación por el trabajo. Al llegar la jubilación y


abandono del puesto de trabajo, la persona mayor debe valorarse a sí misma, a través de
actividades independientes de su anterior vida laboral y de las características positivas
adquiridas en su personalidad.

3. Transcendencia del ego frente a preocupación por el ego. El temor a la propia muerte
debe verse sobreseído por las aportaciones personales a cualquier nivel: aportaciones
por medio de los hijos y del legado material o cultural para las futuras generaciones. Las
tareas de desarrollo no sólo indican las metas que la persona debe perseguir, sino
también aquellas que debe pasar por alto, llegada cierta edad. Mientras que las metas
“adaptadas” a la edad se ven reforzadas y apoyadas socialmente, las metas
“inadecuadas” quedan rechazadas y privadas del apoyo instrumental necesario.

http://infad.eu/RevistaINFAD/2007/n2/volumen1/0214-9877_2007_2_1_67-86.pdf

5.2 Senectud y Vejez. Semejanzas y diferencias

Según el diccionario de la RAE vejez significa calidad de viejo, edad senil o senectud.

Senectud se refiere al período de la vida humana que sigue a la madurez.

La diferencia la podemos encontrar entre senilidad y senectud. La primera se refiere a


los procesos psicológicos de la vejez, mientras que la senectud hace referencia a los
procesos físicos.

https://dle.rae.es/

La senectud es la última etapa de la vida de un ser humano que se caracteriza por


el envejecimiento biológico.
La palabra senectud tiene origen en el sustantivo latino senectus que significa edad y a
su vez del verbo senescere que significa envejecer.

Senectud es usado como sinónimo de tercera edad, personas mayores, vejez, adulto
mayor y anciano.
La senectud está relacionado con la senilidad ya que ambos son considerados como
parte de los procesos y los cambios en la vejez de una persona pero no son
sinónimos. La senectud se refiere a los procesos físicos que se desarrollan en la vejez
y la senilidad se refiere a los procesos psicológicos de esta última fase humana.

https://www.significados.com/senectud/

Senectud: Periodo del ciclo de vida marcado por los deterioros del funcionamiento
físico que suelen asociarse con el envejecimiento; empieza a diferentes edades para
distintas personas.

La vejez hoy En Japón, la vejez es un símbolo de estatus; es común que a los viajeros
que se registran en los hoteles se les pregunte su edad para asegurarse de que recibirán
la deferencia apropiada. En contraste, en Estados Unidos el envejecimiento por lo
general se considera indeseable. En las investigaciones, los estereotipos sobre la vejez
que han aparecido de manera más sistemática es que, aunque por lo regular se percibe a
las personas viejas como cálidas y cariñosas, son incompetentes y de bajo estatus
(Cuddy, Norton y Fiske, 2005). Esos estereotipos sobre el envejecimiento,
internalizados en la juventud y reforzados por décadas de actitudes sociales, pueden
convertirse en estereotipos personales, que a nivel inconsciente afectan las expectativas
de la gente mayor acerca de su conducta y a menudo actúan como profecías que se
autorrealizan (Levy, 2003). En la actualidad, los esfuerzos por combatir la
discriminación por edad conocida como “viejismo” (el prejuicio o discriminación por
edad) rinden frutos gracias a la creciente notoriedad de adultos mayores sanos y activos.
Los informes sobre triunfadores mayores aparecen con frecuencia en los medios. En la
televisión es cada vez más inusual que se presente a los ancianos como personas
decrépitas e indefensas y, en cambio, con más frecuencia se les describe como personas
sensatas, respetadas y sabias, un cambio que puede ser importante en la reducción de los
estereotipos negativos acerca de los ancianos (Bodner, 2009). Es necesario que veamos
más allá de las imágenes distorsionadas de la edad para percibir su verdadera realidad
multifacética. ¿Cómo luce hoy la población mayor?
5.3 Cambios en la senectud, Cognitivo, cognoscitivos, destrezas

Aspectos del desarrollo cognoscitivo ¿Qué progresos y pérdidas en las capacidades


cognoscitivas suelen ocurrir en la adultez tardía? ¿Existen formas de mejorar el
desempeño cognoscitivo de la gente mayor?

• Los adultos mayores se desempeñan mejor en la parte verbal que en la parte de


desempeño de la Escala de Inteligencia para Adultos de Wechsler.

• El estudio longitudinal de Seattle reveló que el funcionamiento cognoscitivo en la


adultez tardía es sumamente variable. Pocas personas muestran deterioro en todas o la
mayoría de las áreas, mientras que muchas de ellas mejoran en algunas. La hipótesis de
la participación trata de explicar esas diferencias.

• Los adultos mayores son más eficaces para resolver problemas prácticos que tienen
relevancia emocional para ellos.

• El funcionamiento general más lento del sistema nervioso central puede afectar la
velocidad del procesamiento de información.

• La inteligencia puede ser un predictor de la longevidad.

• La memoria sensorial, la semántica y la procedimental parecen ser casi tan eficientes


en los adultos mayores como en los adultos más jóvenes. La capacidad de la memoria
de trabajo y la capacidad para recordar eventos recientes o la información aprendida
hace poco por lo regular son menos eficientes.

• Los adultos mayores tienen más problemas que los adultos más jóvenes con la
recuperación oral y la ortografía de las palabras. Sufren un deterioro en la complejidad
gramatical y el contenido del habla.

• Los cambios neurológicos y los problemas en la codificación, almacenamiento y


recuperación pueden dar cuenta de buena parte del deterioro del funcionamiento de la
memoria de los adultos mayores. Sin embargo, el cerebro puede compensar algunos
detrimentos relacionados con la edad.

• Las personas mayores muestran una plasticidad considerable en el desempeño


cognoscitivo y pueden beneficiarse del entrenamiento.

• De acuerdo con los estudios de Baltes, la sabiduría no se relaciona con la edad, pues
personas de todas las edades dan respuestas sabias a los problemas que afectan a su
propio grupo de edad
5.4 Teorías del Envejecimiento

Teorías del envejecimiento biológico:

1. Teorías de la programación genética

Teoría de la senectud programada. El envejecimiento es resultado de la conexión


y desconexión en secuencia de ciertos genes. La senectud es el momento en que
se hacen evidentes los déficits resultantes relacionados con la edad.

Teoría endocrina. Los relojes biológicos actúan a través de las hormonas para
controlar el ritmo del envejecimiento.

Teoría inmunológica. El deterioro programado de las funciones del sistema


inmunológico da lugar a una mayor vulnerabilidad a las enfermedades
infecciosas y por ende al envejecimiento y la muerte.

Teoría evolutiva. El envejecimiento es un rasgo evolucionado que permite que


los miembros de una especie vivan sólo el tiempo suficiente para reproducirse.

2. Teorías de tasa variable

Teoría del desgaste. Las partes vitales de células y tejidos se desgastan.

Teoría de los radicales libres. El daño acumulado por los radicales del oxígeno
hace que dejen de funcionar las células y, a la larga, los órganos.

Teoría de la tasa de vida. Entre mayor sea la tasa del metabolismo del
organismo, más corto es su ciclo de vida.

Teoría autoinmune. El sistema inmunológico se confunde y ataca a sus propias


células corporales.

5.5 Envejecimiento exitoso, personalidad

MODELOS DE ENVEJECIMIENTO “EXITOSO” U “ÓPTIMO”

Debido al número cada vez mayor de adultos mayores activos y saludables, el concepto
de envejecimiento ha cambiado. El envejecimiento exitoso u óptimo ha reemplazado en
buena medida la idea de que el envejecimiento es resultado de procesos intrínsecos
inevitables de pérdida y deterioro. Como se vio en el capítulo 17, en las tasas de
envejecimiento intervienen factores modificables, de lo cual se deduce que algunas
personas pueden envejecer con más éxito que otras (Rowe y Kahn, 1997).

Una revisión reciente de las publicaciones sugiere que aproximadamente una tercera
parte de los adultos mayores de 60 años envejecen de manera exitosa (Depp y Jeste,
2009). Una cantidad considerable de trabajos ha identificado tres componentes
principales del envejecimiento exitoso: 1) la evitación de la enfermedad o de la
discapacidad relacionada con la enfermedad, 2) el mantenimiento de un elevado
funcionamiento físico y cognoscitivo y 3) la participación constante en actividades
sociales y productivas (actividades remuneradas o no, que crean valor social). Quienes
envejecen con éxito suelen contar con apoyo social, emocional y material, lo cual
favorece la salud mental, y en la medida que se mantengan activos y productivos no se
consideran viejos (Rowe y Kahn, 1997).

Otro enfoque hace hincapié en el bienestar subjetivo y la satisfacción con la vida (Jopp
y Smith, 2006). De manera sorprendente, no existe acuerdo acerca de lo que constituye
el envejecimiento exitoso (Depp y Jeste, 2009). Mucha gente sostiene que las
definiciones del envejecimiento exitoso u óptimo están cargadas de valores. Según los
críticos, esos términos pueden suponer una carga más que una liberación para los
ancianos porque los presionan para satisfacer estándares que no pueden o no quieren
cumplir.

De acuerdo con esos críticos, el concepto de envejecimiento exitoso no presta suficiente


atención a las restricciones que pueden limitar las elecciones del estilo de vida. No
todos los adultos poseen buenos genes, educación o circunstancias favorables para
“construir el tipo de vida que eligieron”. Un resultado no buscado de etiquetar a los
ancianos como “exitosos” o “no exitosos” es que puede dar lugar a que se culpe a las
víctimas y se las conduzca a utilizar estrategias contraproducentes contrarias al
envejecimiento. También tiende a degradar a la vejez en sí y a negar la importancia de
aceptar o adaptarse a lo que no puede ser cambiado (Holstein y Minkler, 2003). Con
esas preocupaciones en mente, veamos algunas teorías e investigaciones clásicas y
actuales acerca del envejecimiento.

Teoría de la retirada:

Teoría del envejecimiento, propuesta por Cumming y Henry, que sostiene que el
envejecimiento exitoso se caracteriza por el distanciamiento mutuo de la persona
anciana y la sociedad.

Teoría de la actividad:

Teoría del envejecimiento, propuesta por Neugarten y otros, que sostiene que para
envejecer con éxito, la persona debe mantenerse tan activa como le sea posible.

Teoría de la continuidad:

Teoría del envejecimiento, descrita por Atchley, que sostiene que para envejecer con
éxito la gente debe mantener un equilibrio de continuidad y cambio en las estructuras
internas y externas de su vida.

5.6 La jubilación. Relaciones familiares y personales

Aunque disponga demás tiempo para disfrutar de una copa de vino después de que se
jubile, desafortunadamente pagará más por ello al día siguiente. Los viejos metabolizan
el vino de manera más lenta y tienen menos líquido en su cuerpo. Por consiguiente, el
nivel de alcohol en la sangre se eleva con mayor rapidez y es probable que esto resulte
en resacas más severas.
National Institute on Alcohol Abuse and Alcoholism, 2010.

¿A qué edad espera retirarse? ¿Por qué? De retirarse, ¿cómo le gustaría pasar su
tiempo?

En la actualidad, el retiro obligatorio casi se ha declarado ilegal en Estados Unidos como una forma de
discriminación por edad (salvo en el caso de ciertas ocupaciones, como los pilotos de aerolíneas), y la
línea entre trabajo y retiro no es tan clara como antes. Ya no existen normas concernientes al momento
del retiro, de cómo hacer planes para ello y de lo que se hará después. Los adultos disponen de muchas
opciones. Por lo general, los actores que más pesan en la decisión son las consideraciones financieras
y de salud. Para muchos adultos mayores, el retiro es un “fenómeno escalonado que implica múltiples
transiciones fuera y dentro del trabajo remunerado y no remunerado” (Kim y Moen, 2001, p. 489). Sólo
40% de los adultos mayores que dejan de trabajar en sus cincuenta y sesenta lo hacen de manera
definitiva; el resto regresa a un trabajo de medio tiempo o de tiempo completo antes de salir de manera
permanente de la fuerza de trabajo (Maestas, 2010)

La persona que llega a la llamada tercera edad y se jubila, se ve de pronto retirada de


sus actividades laborales y responsabilidades anteriores De un día para otro experimenta
que disminuye su relación con los demás, su movilidad se hace mas difícil, la
comunicación y la participación social bajan de intensidad Es decir que el entorno de la
persona mayor se reduciendo Jubilación

5.7 Abordaje y asimilación de la senectud a partir de la cultura


LA VEJEZ: ENVEJECER COMO PROCESO BIOPSICOSOCIOCULTURAL

http://cienciauanl.uanl.mx/?p=7486

La vejez, como todo proceso relativo a los sucesos biológicos y físicos que los seres
humanos atraviesan a lo largo de la vida, no está sólo permeado por diversas y
complejas experiencias sociales y subjetivas de acuerdo a la cultura, momento histórico
y trayectoria que han vivido los sujetos, también es constitutivo de la forma individual y
colectiva del transcurrir irreversible de los años en un cuerpo.

Los abordajes del estudio de la vejez, pero sobretodo del envejecimiento, sugieren
varios enfoques para tratar áreas específicas de la investigación de las personas
envejecidas. Sin duda, el abordaje sobre el envejecimiento biológico es una de las
aproximaciones más importantes a contemplar cuando se tiene por objeto determinar a
la población anciana a partir de los cambios que el cuerpo tiene al paso de los años. Este
enfoque problematiza los elementos asociados al deterioro biológico y hace énfasis en el
debilitamiento de la funcionalidad, así como de la fuerza y la masa muscular, las
complicaciones en la agudeza visual y auditiva, la disminución de la reserva funcional,
cardiaca, respiratoria, neurológica, etcétera.

Otra aproximación al estudio del envejecimiento de la población ha sido establecida a


través de la edad de los sujetos, y aunque es un marcador nominal del paso del tiempo,
no permite reflexionar acerca de las implicaciones sociales asociadas. Para la mayoría
de las instituciones dedicadas al estudio de la población adulta mayor, e incluso las que
se dedican a la realización de los censos poblaciones en el país, clasifican a la población
adulta mayor como aquélla que supera los 60 años (INEGI, 2013).

De acuerdo a la bibliografía revisada, (1) los estudios que abordan la temática del
envejecimiento, según la postura de la cual se parta, tienden a privilegiar las
explicaciones biologicistas, detallando el proceso como una cuestión evolutiva, de
deterioro molecular o de transformaciones de un organismo. No obstante, los enfoques
demográficos, socioeconómicos y socioculturales cada vez son más notables en los
análisis. Podemos encontrar cada vez más abordajes que incorporan diversas
metodologías y puntos de partida que integran el saber empírico en los análisis,
proporcionando un tratamiento más fino y detallado de los datos al cotejarse y discutirse
con las teorías.

Si bien el nuevo paradigma (2) es inclusivo con perspectivas más orientadas al papel
social y las posturas psicológicas más abiertas, la conceptualización sigue siendo un
asunto ambiguo y dependiente en gran medida de la orientación teórica saliente. No
obstante, en este trabajo parto de la premisa de que el envejecimiento y la vejez pueden
ser asuntos conceptualmente distintos y estar construidos desde dos miradas que
sugieren metodologías que caminan en dirección paralela, pero que no deberían tener el
mismo significado conceptual, ni equipararse o esperarse el mismo tipo de hallazgos.
Sin embargo, una explicación pertinente y que llega a aclarar acerca de lo que puede
tratar uno u otro concepto, es que el envejecimiento es un proceso que vive todo
organismo desde que nace, es decir, es inherente a él como lo es el desarrollo, no
obstante, uno está más presente que el otro o es más representativo en ciertas etapas de
la vida de las personas (Ariztizabal et al., 2013). En este sentido, la vejez, como una
etapa de la vida de los individuos que incluye el proceso de envejecimiento y de
desarrollo, permite indagar sobre la experiencia de vida de dicho periodo en cada sujeto,
pero también posibilita adentrarnos al marco sociocultural y de vida cotidiana en el cual
se encuentre.

Otra postura aclaratoria y relacionada a la anterior es la que señala Zetina (1999), quien
indica que hablar de vejez es hablar de supuestos hipotéticos de un proceso dinámico
que debe estudiarse desde diversas edades. Esta aproximación incluye las formas en
que los individuos vivieron esas etapas, de tal modo que se incorporen variables desde
otras miradas y disciplinas. Por ello, hablar de vejez es hablar de “un periodo de la vida
humana muy amplio y variante, que puede abarcar más de 40 años de la vida del ser
humano”, por lo que la apuesta debe ser un abordaje que promueva la pluralidad y las
diversas manifestaciones.

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