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CONTROL SOCIAL.
I.- Concepto.
Se lo ha utilizado en general con una extensión tal, como para hacerlo aplicable
a procesos tan disímiles como la socialización infantil y la ejecución pública de los
delincuentes, el aparato coercitivo y la política social del Estado, lo que ha llevado a
Stanley Cohen a decir que se trataba de una especie de concepto de Mickey Mouse,
término utilizado en los Estados Unidos de América para designar ideas superficiales,
imprecisas o absurdas.2
1
ROSS, Edward. - Social Control, Macmillan, Nueva York, 1922.-
2
COHEN, Stanley "Visiones del control social" - PPU, Barcelona, 1988 pag. 17 y ss.-
El profesor Julio Virgolini sostiene que el término control social alude a la
categoría vinculada con la producción del orden en una sociedad, pero las
características y alcances de lo que queremos denominar con este concepto oscila según
se enfoque preponderantemente a los aspectos coercitivos o no coercitivos de
producción de ese orden; en otras palabras, del consenso: "En la medida en que se
privilegie un concepto de control social como categoría sociológica referida a los
procesos de inducción a la conformidad, se lo concebirá como el conjunto de principios
o mecanismos activos, productores de consenso en tanto dadores de sentido y
significados... Por el contrario, en la medida en que se asuman preponderantemente
sus aspectos coercitivos, el control social se identificará más plenamente con las
cuestiones macrosociológicas de instauración de un orden, en las que las instancias de
contención adquirirán un relieve mayor en el marco de las funciones de producción del
consenso o de represión del disenso. En este sentido el derecho y el sistema de justicia
criminal ocupan una posición central y sus funciones principales serán la de censurar
comportamientos y la de, a través de esta censura, producir motivaciones inauténticas
sustitutivas de las reprimidas por el sistema".3
3
VIRGOLINI, Julio. "Control Social " Edit. Ad Hoc, Bs. As. 1992, pag. 76 y ss.-
A la segunda variante ideológica responde el siguiente concepto: "Las
instituciones promedio de las cuales se obtiene consenso y/o sometimiento a los valores
esenciales del sistema".
Esta visión del control social parte de una base consensual ideológica de
la sociedad, que no es discutida ni valorada (como así tampoco justificada en su
génesis). No se pregunta el por qué de su existencia ni qué intereses representan. No se
cuestiona el "poder". Se concibe un modelo de sociedad integracionista, organizado en
torno a normas y valores institucionalizados.
5
ANIYAR DE CASTRO, LOLA Conocimiento y Orden Social: criminología como legitimación y
criminología de la liberación" en "Capítulo Criminológico" nro. 9/10.-
Bergalli reconoció que "...casi todas sus propuestas reconocen en su
filosofía un origen común marxista y se fundamentan en ciertos principios que se
construyen sobre la consideración de que, antes que nada, es necesario reconocer que
no puede seguir formulándose desde una teoría del conocimiento y desde una
concepción epistemológica que no se ajusten a la realidad de que la disciplina debe
aprehender...".
6
COHEN, STANLEY "Visiones del control social" - Promociones y Publicaciones Universitarias S.A. -
Barcelona (España) - 1988.-
7
Zaffaroni, EUGENIO R. "Manual de Derecho Penal" - Méjico - 1986.-
colectividad entera y sitúa el origen y la legitimidad de estas mismas formas de sociedad
en su conjunto.
Existe una distinción teórica clásica de las formas de control social: control
social formal e informal.
Diversos autores han tratado de definir el criterio rector para demarcar una
división entre control social formal e informal. Aniyar de Castro considera que son
formales los sistemas normativos y los procesos selectivos de estereotipia y
criminalización, mientras que pertenecen a un sistema informal de control social, las
estrategias de socialización primaria y secundaria. El informal así entendido precede al
formal, y este último sólo tendría una intervención subsidiaria.
Julio Virgolini sostiene que estas posiciones, "no surgen en el vacío. Solo
en una sociedad y en una economía donde el poder real de los sistemas de control
social
punitivo es un poco insignificante en relación con los demás mecanismos que tienden a
asegurar o producir el consenso, es posible tomar nota de los costos excesivos de estos
sistemas en relación a los beneficios sociales que producen..."8 Finaliza este autor,
aduciendo que en verdad sólo en sociedades donde sea posible transferir las funciones
de control social que ejerce el sistema de justicia criminal a otras instancias sociales, es
posible que florezcan esas iniciativas descriminalizadoras a la que aspiran los
criminólogos críticos.