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Cuenta. 30721548
Tegucigalpa MDC.
Tarea 7
Realizar un cuadro comparativo con las diferencias y semejanzas existentes con los delitos
de extorsión, chantaje, coacción y amenazas.
Delitos Diferencia Semejanzas
Extorción ARTÍCULO 373.- EXTORSIÓN. Quien con
violencia o intimidación y ánimo de lucro,
obliga o trata de obligar a otro a realizar u
omitir un acto o negocio jurídico en
perjuicio de su patrimonio o el de un tercero.
Debe ser castigado con la pena de prisión de
diez (10) a quince (15) años y multa de
quinientos (500) a mil (1000) días, sin
perjuicio de las que pudieran imponerse por
los actos de violencia física o de
intimidación realizados.
Chantaje ARTÍCULO 247.- CHANTAJE. Quien Debe ser castigado con las penas de
exige a otra persona dinero, bienes, uno (1) a tres (3) años de prisión y
recompensa o la realización u omisión de un prohibición de residencia por el doble
acto, bajo la amenaza de revelar, difundir o de tiempo de la condena.
imputar hechos referentes a su vida privada
que pueden afectar a su honor, crédito o
prestigio
Si el hecho es realizado por funcionario o
empleado público aprovechándose de sus
funciones, se debe imponer, además, la pena
de inhabilitación especial para cargo u oficio
público de uno (1) a cinco (5) años.
Coacción ARTÍCULO 245.- COACCIONES. Quien, Debe ser castigado con la pena de
sin estar legítimamente autorizado, impide a prisión de uno (1) a tres (3) años o
otro con violencia, intimidación o fuerza en prestación de servicios de utilidad
las cosas hacer lo que la Ley no prohíbe o le pública o a las víctimas de ciento
obliga a realizar lo que no quiera, sea justo o ochenta (180) a trescientos sesenta
injusto, (360) días
Amenaza ARTÍCULO 246.- AMENAZAS. Quien debe ser castigado con las penas
amenaza a otro con causarle a él, a su siguientes: 1) Prisión de uno (1) a tres
familia o a otras personas con las que esté (3) años o prestación de servicios de
íntimamente vinculado, un mal en su utilidad pública o a las víctimas de
persona, honor, intimidad o patrimonio. Si la ciento ochenta (180) a trescientos
amenaza se realiza por escrito o a través de sesenta (360) días,
medios informáticos, audiovisuales o
telemáticos, las penas previstas se deben
aumentar en un tercio (1/3).
Desplazamiento ARTÍCULO 248.- DESPLAZAMIENTO
Forzado FORZADO. Quien con violencia o
intimidación obliga o tratare de obligar a
otro o su familia a cambiar o abandonar el
lugar de su residencia, de actividad
mercantil o laboral, su establecimiento
educativo o, cualquier ubicación sobre la
que tenga derechos de propiedad.
Coacción, extorsión y chantaje: Un breve resumen de cada uno de ellos y cómo distinguirlos
En este pequeño análisis me daré a la tarea de que podamos analizar de forma objetiva cada uno de
esos casos y aclararemos qué es aquello que las distingue unas de otras.
En primer punto ¿En qué consiste la extorsión?
La extorsión es un tipo de delito o criminología que hace referencia a las situaciones en que un
sujeto en cuestión obliga a que otro sujeto ajeno, poseedor de propiedades y riquezas patrimoniales,
omita o realice un acto jurídico en su contra (del propietario, el extorsionado), todo esto mediante
actos intimidatorios como la violencia o la amenaza.
Los métodos para llevar a cabo con éxito la práctica de la extorsión suelen ser la intimidación que,
para asegurarse la persuasión del afectado, suele pasar directamente a la violencia física, habiendo
primero amenazas verbales para tratar de convencer a la víctima, pues la discreción es preferida por
los delincuentes.
La coacción tiene una complejidad definitoria digna de analizar. El acto coactivo es, jurídica y
técnicamente hablando, un acto voluntario por un sujeto A que, a su vez, se ha visto intimidado por
otro sujeto B para sustraer, robar o apoderarse de un bien mueble o inmueble de un tercer sujeto C.
Aunque la acción es, como hemos apuntado, voluntaria, el sujeto en cuestión no es ni ha sido libre
de determinar su conducta ya que ha sido previamente amenazado por el individuo delincuente.
No obstante, cabe incidir en el elemento amenaza como variable dependiente de la actitud del
coaccionado, pues ésta no puede ser una simple amenaza verbal. Deben existir atenuantes claros de
perjuicios graves, llegando incluso a la lesión física o a la amenaza de violentar a un familiar o
amigo, por ejemplo.
Además, dicha amenaza por coacción debe ser de carácter inminente, irremediable e inevitable sin
que el coaccionado tenga ninguna oportunidad de poder reaccionar o eludir la amenaza.
Por último nos encontramos con la definición del chantaje. En este sentido, el chantaje forma parte
de un proceso más por el cual una persona decide beneficiarse de manera lucrativa de otra persona
mediante la amenaza de perjudicar al chantajeado si no atiende a sus peticiones.
Dentro del chantaje encontramos otro tipo, de carácter no lucrativo: el emocional. En este caso se
usa de manera que una persona pueda influir en los pensamientos de otra, de manera
sensorial, manipulando los pensamientos del afectado. No se espera ningún beneficio a cambio,
simplemente que el destinatario cambie de actitud.
No siempre es fácil saber identificar e interpretar las diferencias entre los tres delitos, ya que todos
ellos persiguen un mismo fin, el de perjudicar al otro sea por un motivo u otro, en favor de uno
mismo. Por consiguiente, habría que investigar los casos de manera individual, estudiando los
elementos y las variables que intervienen para concluir que cuál se corresponde a la realidad.
No obstante, existen algunos elementos que distinguen tan parecidos conceptos. En el caso de la
extorsión, la ofensa puede ser plural. Se perjudica a bienes muebles, inmuebles, la integridad física
de terceras personas o la libertad.
Por el contrario, la coacción suele ser una acción directa e inmediata, que debe ser consumida ipso
facto, y hace que el afectado actúe por él (coaccionador). Aunque en muchos casos la coacción
responde a una finalidad lucrativa, ésta puede ser de otra naturaleza. Es decir, hacer que una
persona hiera a otra en contra de su voluntad por el simple placer de hacerle daño físico.
Finalmente, el chantaje es quizás el que más se distancia de los dos anteriores. El chantaje también
puede ser de naturaleza lucrativa, pero la violencia es mínima y el don de palabra es lo que suele
consumar el acto de convencimiento en el perjudicado. Además, el chantaje emocional no se
considera delito o es muy difícil de probar, por lo que resulta extremadamente complejo evitar que
se produzcan estos casos.
Atte.
María del Carmen Ponce.
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