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[Pueblos Indigenas]

Catedrática: Abg. Carlos Alberto Tabora.

Clase: Derechos Humanos.

Sección: .381.

Alumno; Osman Cristóbal López Bonilla 31311470

José Sarmiento 31211285

María del Carmen Ponce 30721548

13 DE AGOSTO DEL 2022


Introducción

El presente informe aborda la situación de los derechos humanos a nivel mundial y este
se realiza en base a los pueblos indígenas y ofrece recomendaciones con el objetivo de
asistir al Estado en el fortalecimiento de sus esfuerzos por proteger y garantizar los
derechos humanos en el país. Lo basamos en la información recabada acerca de los
pueblos indígenas, donde veremos de manera detallada los convenios que velan por los
derechos humanos establecidos, también las sentencias condenatorias contra el estado de
Honduras misma que se interpone ante CIDH, donde se garantiza el derecho de los
pueblos indígenas y tribales, aquí veremos qué el convenio es uno de los instrumentos
jurídicos internacionales más actualizados sobre la materia.

El convenio 169 nos aclara que los pueblos indígenas y tribales deberán gozar
plenamente de los derechos humanos y libertades fundamentales, sin obstáculos ni
discriminación”. Veremos en este informe a que tienen derechos estos tanto a elegir y ser
elegidos, Es importante señalar que la violencia contra los pueblos indígenas en Hondura
se habría visto exacerbada por la presencia del crimen organizado.

También se destaca que la situación de los pueblos indígenas y afrodescendientes se


agrava por los conflictos por el territorio, sea por proyectos mineros, de turismo y por
otros proyectos que tienen como fin la explotación de recursos naturales.

Como podríamos exponer que bien clarito se ha señalado en la Comisión, muchos de


los ataques proferidos en contra de la vida e integridad personal de líderes, lideresas y
defensores indígenas tienen la intencionalidad de reducir las actividades de defensa y
protección de territorios y recursos naturales, así como la defensa del derecho a la
autonomía e identidad cultural.

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Objetivo General

Conocer de manera más clara y profunda la problemática que existe en la defensoría de


los Derechos Humanos en los pueblos indígenas y el impacto que esto ha generado a nivel
mundial y como los convenios han venido ayudar a estos a que se les repente y el velar por
el cumplimiento de sus derechos.

Objetivo Específico.

1. Dar a conocer la problemática acerca de la defensa de estos derechos humanos.

2. Brindar vital atención de como se está llevando a cabo la defensa a esta derechos a
los pueblos indígenas.

3. Conocer el alcance de cada uno de los convenios que se han firmado en Honduras.

4. Velar porque se de el cumplimiento a los convenios que se han firmado para la


seguridad y el blindaje de los derechos humanos en los pueblos indígenas ya que
son los más vulnerables de sus derechos.

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MARCO TEORICO

DERECHOS DE LOS PUEBLOS INDÍGENAS Y GRUPOS ÉTNICOS

La CIDH ha manifestado anteriormente preocupación sobre los desafíos que enfrentan


los pueblos indígenas vinculados principalmente a: la grave in inseguridad seguridad y
violencia derivadas de la imposición de planes y proyectos de desarrollo seguridad y de
concesiones extractivas de recursos naturales en sus territorios ancestrales; los desalojos
forzosos a través del uso excesivo de la fuerza; y la persecución y criminalización de
líderes y lideresas indígenas por motivos vinculados a la defensa de sus territorios
ancestrales69. La violencia contra los pueblos indígenas surge en gran medida de la
lucha por la tierra y el territorio que se exacerba por las condiciones de desigualdad y
discriminación en las que estos grupos se encuentran y las consecuentes barreras que
enfrentan en su acceso a la justicia.

En Honduras habitan 9 pueblos culturalmente diferenciados, los pueblos indígenas


ch’orti’, lenca, miskito, nahuas, pech, tawahka, tolupán; y los pueblos afrodescendientes
garífunas y negros de habla inglesa o creoles.

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Las comunidades indígenas habitan en zonas rurales caracterizadas por la pobreza
extrema, la falta de acceso a servicios básicos, altos grados de desnutrición, elevadas
tasas de analfabetismo, irrespeto a su propia cultura,

Inseguridad en la tenencia de la tierra y otras formas de exclusión.

Los pueblos indígenas de Honduras han sido caracterizados en diversos estudios que
describen su historia, cultura, identidad, cosmovisión y espiritualidad. La percepción de
los pueblos acerca de sus derechos humanos está impregnada de significados culturales
que son claves para comprender sus anhelos y reivindicaciones.

DERECHO A LA TIERRA, TERRITORIOS Y RECURSOS NATURALES

En 1924 se introdujo la Ley Agraria, que autorizaba la enajenación del dominio pleno
de terrenos del Estado que hubieran sido medidos y titulados a nombre de tribus indígenas
extintas o de quienes hubiesen pertenecido a aldeas y municipios ya no existentes.

Posteriormente, el Artículo 4 de la Ley de Reforma Agraria de 1962 reconoció “el


derecho de propiedad de las comunidades indígenas sobre las tierras, bosques, aguas y
ejidos que actualmente disfrutan o por simple ocupación inmemorial”. Estos derechos
fueron reducidos más tarde mediante la Ley de Modernización Agrícola de 1991, al
disponer que las tierras indígenas, antes indivisibles, eran objeto de afectación. A pesar de
los títulos de propiedad colectiva que fueron otorgados a diversos pueblos indígenas,
perduran las demandas indígenas para que el derecho a sus tierras, territorios y recursos
naturales sean respetados.

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Durante la visita, la CIDH recibió información alarmante sobre asesinatos, actos de
violencia y amenazas de muerte a líderes indígenas y afrodescendientes, en particular
aquellos que defienden sus territorios y recursos naturales en el contexto de desarrollo de
megaproyectos, sin la consulta previa e informada con el objetivo de obtener el
consentimiento. La CIDH fue informada sobre el asesinato del líder indígena lenca Tomás
García en julio de 2013, dirigente comunitario y miembro activo del Consejo Cívico de
Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (COPINH) quien habría recibido
varios impactos de balas presuntamente por miembros del Ejército hondureño, mientras
participaba en un plantón pacífico en Achotal, Río Blanco, en el departamento de Intibucá.

En la actualidad existen tres formas de posesión de tierras para los pueblos indígenas:

a) Tierras comunitarias con título de posesión ancestral.

b) Tierras comunitarias con título otorgado sobre tierras nacionales, usufructuadas por
las comunidades desde su fundación.

c) Tierras comunitarias con títulos otorgados en dominio pleno debido a que las mismas
fueron compradas a particulares a través del Estado.

A finales de los años ochenta, los pueblos indígenas de Honduras iniciaron varios
procesos para reclamar la titulación de las tierras que tradicionalmente habían ocupado.

En 1992, la organización indígena miskita MASTA (Moskitia Asla Takanka-La Unidad


de la Mosquitia) elaboró el Mapa de las Tierras de Subsistencia de La Mosquitia como
base de la primera propuesta de titulación hecha al Estado en 1994. Esta propuesta de
titulación no fue acogida por el Estado, y la negociación de titulación se dio por
suspendida en La Mosquitia hondureña.

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En el año 1994, más de tres mil indígenas hondureños de diferentes partes del país
marcharon a Tegucigalpa para plantear de forma coordinada, al gobierno de Honduras,
su realidad, sus necesidades y sus propuestas de cambio. Esta movilización fue
denominada peregrinación indígena. Para asegurar que sus exigencias fueran escuchadas,
los peregrinos acamparon durante una semana frente al edificio del Palacio Legislativo,
mientras un grupo de 14 representantes negociaba con la Comisión Presidencial de
Emergencia que nombró el entonces presidente Carlos Roberto Reina. El plan de acción
que resultó de las negociaciones entre la Comisión y los representantes indígenas no
incorporó una de las principales demandas indígenas, una moratoria forestal de 30 años;
el gobierno sólo aceptó la suspensión de la tala de madera en los departamentos de
Intibucá, La Paz y Lempira.

El acuerdo incluyó la legalización de la tenencia de tierra de algunas comunidades, que


en 1998 fueron otorgadas a las federaciones Krau Sirpi, Krautara, Yapuwas y Pasawas.
Los títulos abarcaron 6,000 hectáreas a lo largo del río Patuca.

En el mismo periodo también se otorgaron títulos a más de 30 comunidades lencas en


el municipio de San Francisco de Opalaca en Intibucá, La Paz y Lempira; uno de los
logros más significativos, producto de los acuerdos.

Uno de los proyectos en proceso de ejecución que ha generado gran polémica en La


Mosquitia es la construcción de las presas hidroeléctricas Patuca I, II y III. Los pueblos
lenca, miskito, pech, tawahka y garífuna consideran que, al verse afectados de manera
directa o indirecta por el proyecto, el Estado debería haber realizado un proceso de
consulta previo para obtener su consentimiento libre, previo e informado, antes de otorgar
las licencias de exploración
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Los proyectos hidroeléctricos Patuca no son los únicos que preocupan a los pueblos
indígenas: según el dictamen de las Comisiones Ordinarias de Energía y Combustible I y
II, del 17 de agosto del 2010, se habrían concedió cerca de 50 contratos de explotación de
entre 10 y 50 años de duración, con la finalidad de cambiar la matriz energética del país, y
disponer así de energía renovable y limpia para, a su vez, disminuir la dependencia de los
combustibles fósiles.

SOBRE LOS DERECHOS

DERECHO A LA LIBRE DETERMINACIÓN

El Convenio N° 169 de la OIT y la Declaración de Naciones Unidas sobre los Derechos


de los Pueblos Indígenas son los principales referentes en materia de libre determinación.
En el contexto nacional, el Estado hondureño no ha adoptado medidas legislativas para
garantizar el pleno ejercicio de este derecho.

El Decreto constitutivo de la Secretaría de Estado para los Despachos de los Pueblos


Indígenas y Afro hondureños incluye, por primera vez, principios y mecanismos para el
ejercicio de la libre determinación. En él se define el significado del desarrollo con
Identidad, el cual es entendido como el derecho de los pueblos indígenas a configurar su
propio desarrollo en base a su patrimonio cultural tangible e intangible. Y se reconoce
también el derecho a mantener y fortalecer la medicina tradicional, la revitalización de las
lenguas y la afirmación de las identidades culturales.

En el caso de La Mosquitia, las organizaciones miskitas y tawahkas demandan al


Estado un estatus especial de administración territorial para revertir la actual situación
con relación al manejo de las áreas protegidas. Los pueblos indígenas solicitan una forma

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coordinada para hacer frente a las amenazas de pérdida del estatus de patrimonio de la
humanidad, saqueo de recursos pesqueros, graves violaciones a derechos laborales y
humanos, corredor de narcotráfico, mercado negro de fauna silvestre, saqueo de madera y
pesquería, colonización en tierras indígenas, municipalismo débil, presencia pública
deprimida.

DERECHO DE ACCESO A LA JUSTICIA

Para promover la acción de la justicia en pro de los Pueblos Indígenas de Honduras, en


1994 se creó la Fiscalía Especial de las Etnias y Patrimonio Cultural, como una unidad
especializada del Ministerio Público. El objetivo de esta Fiscalía es promover el acceso a
la justicia de los pueblos indígenas como colectividad y como individuos, además de la
preservación del patrimonio cultural. El Ministerio Público informó de que la Fiscalía
Especial de Etnias y Patrimonio Cultural atendió 251 casos hasta el 2010.

DERECHO A LA PARTICIPACIÓN POLÍTICA Y A LA CONSULTA

El Congreso Nacional de la Republica de Honduras aprobó la creación de la Secretaría


de Estado en los Despachos de Pueblos Indígenas y Afro hondureños (SEDINAFROH)
mediante el Decreto N°203 - 2010.

En los considerandos del Decreto que crea la SEDINAFROH, se enfatiza que el


“Estado el “Estado Hondureño reconoce y protege la existencia de los Pueblos Indígenas
y Afro hondureños, garantizándoles todos los derechos consagrados en la Constitución de
la República, los DERECHO A LA PARTICIPACIÓN POLÍTICA Y A LA CONSULTA
Tratados Internacionales, Pactos y Convenios Internacionales, así como las demás leyes
de la República; para asegurar su participación plena en la vida nacional, la preservación

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de sus valores culturales ancestrales y las condiciones que lo hacen posible”. El tercer
considerando se refiere a que la República de Honduras ha ratificado diversos
instrumentos internacionales contra las formas de discriminación racial y a favor de los
Derechos de los Pueblos Indígenas y Afro hondureños.

DERECHO A LA EDUCACIÓN

La Declaración de Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas


establece, en su artículo 14, que “los pueblos indígenas tienen derecho a establecer y
controlar sus sistemas e instituciones docentes para que impartan educación en sus
propios idiomas, en consonancia con sus métodos culturales de enseñanza y aprendizaje.
Las personas indígenas, en particular los niños indígenas, tienen derecho a todos los
niveles y formas de educación sin discriminación”.

La Constitución de la República de Honduras, en sus artículos 172, 173 y 346, y la Ley


para la Protección del Patrimonio Cultural de la Nación, reconocen la diversidad
lingüística y cultural de Honduras y el derecho de los pueblos indígenas a edificar su
desarrollo sobre la base de su identidad.

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En diciembre de 1993, la Secretaría de Educación y la Confederación Nacional de
Pueblos Autóctonos de Honduras (CONPAH) firmaron un convenio

por un período de 8 años, en el que se acordó “convertir a la Educación Intercultural


Bilingüe en una política de Estado y asegurar su legalidad, organicidad, continuidad y
desarrollo cualitativo sostenido 37”.

En 1994, a petición de los pueblos indígenas y afro hondureños se crea PRONEEAAH


para responder a sus necesidades específicas en materia de educación, especialmente en lo
que respecta a la atención de la lengua y la cultura a nivel del aula escolar. Su objetivo es
planificar, supervisar y evaluar los servicios educativos para las poblaciones indígenas y
afrodescendientes, reconociendo los derechos de estos pueblos a una educación
intercultural bilingüe de calidad, con base en los conocimientos y experiencias propios,
potenciando y desarrollando las lenguas indígenas y usándolas como lenguas
instrumentales, junto al castellano, en todo el proceso escolar.

En 1995, el Proyecto de Mejoramiento de la Calidad financiado con fondos del Banco


Mundial (Credit 2694-HO) incluyó el componente de la Educación Bilingüe e Intercultural
(EIB).

DERECHO A LA SALUD

En materia de salud de los pueblos indígenas, se aprecian dos modelos de atención: la


occidental, impulsada por el Estado, y la indígena, que responde al pensamiento y
cosmovisión de cada pueblo. No existe actualmente una legislación nacional que
reconozca los derechos de los pueblos indígenas y afrodescendientes en materia de salud.

En modo general la salud en los pueblos indígenas podría categorizar con una
expectativa de vida entre 50 años para hombres y 60 para mujeres, entre las enfermedades

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más comunes se encuentra la desnutrición vinculada a las malas condiciones de vida, por
sus viviendas y acceso al agua para beber y saneamiento.

DERECHO A LA IGUALDAD Y LA NO DISCRIMINACIÓN

A pesar de contar con medidas legislativas para combatir la discriminación, los pueblos
indígenas siguen experimentando rechazo y estigma debido a su condición étnica.

En qué ayudaron las sentencias condenatorias (12) contra el Estado de Honduras ante
la CIDH.

El referido Convenio es uno de los instrumentos jurídicos internacionales más


actualizados sobre la materia, que ha contribuido a un avance sustancial en el
reconocimiento y protección de los derechos de los pueblos indígenas: como el
reconocimiento de su carácter de pueblos, el respeto a sus formas de vida y de su

El Convenio también garantiza el derecho de los pueblos indígenas y tribales a decidir


sus propias prioridades en lo que atañe al proceso de desarrollo, en la medida en que éste
afecte sus vidas, creencias, instituciones y bienestar espiritual y a las tierras que ocupan o
utilizan de alguna manera, y de controlar, en la medida de lo posible, su propio desarrollo
económico, social y cultural.

A Noviembre de 2014, el Convenio núm. 169 ha sido ratificado por 22 países, la


mayoría de nuestra región: Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica,
Dominica, Ecuador, Guatemala, Honduras, México,Nicaragua, Paraguay, Perú y la
República Bolivariana de Venezuela, además de Dinamarca, España, Fiji, Nepal,
Noruega, los Países Bajos y República Centroafricana.

Con esta adopción, culminó un proceso de más de dos décadas encabezado y


promovido por las organizaciones representativas de

La Declaración consta de 46 artículos en los que se establecen los estándares mínimos


de respeto a los derechos de los pueblos indígenas, entre los que se incluyen la propiedad

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de sus tierras, los recursos naturales de sus territorios, la preservación de sus
conocimientos tradicionales, la autodeterminación y la consulta previa.

HISTORIA, CONCEPTOS Y PRINCIPIOS

Pero pasemos ahora sí, habiendo caracterizado a este contexto general, al tema de la
historia, los conceptos y los principios del Convenio 169. Ya en 1921, la OIT comenzó a
abordar la situación de los denominados “trabajadores aborígenes” en las colonias
europeas y en 1930 adopta el Convenio sobre el Trabajo Forzoso (núm. 29). En 1957
adoptó el Convenio de los Pueblos Indígenas y Tribales Núm. 107, el primer tratado
internacional sobre los derechos de los pueblos indígenas, que más tarde mostró algunos
puntos débiles, en particular sus supuestos integracionistas o asimilacioncitas. Y esto
llevó a que en 1989 fuera reemplazado por el Convenio 169. Los principales artículos del
convenio afirman que:

“Los pueblos indígenas y tribales deberán gozar plenamente de los derechos humanos
y libertades fundamentales, sin obstáculos ni discriminación” (Art 3). • “Deberán
adoptarse las medidas especiales que se precisen para salvaguardar las personas, las
instituciones, los bienes, el trabajo, las culturas y el medio ambiente de los pueblos
interesados”. (Art 4)

• “los pueblos interesados deberán tener el derecho de decidir sus propias prioridades
en lo que atañe al proceso de desarrollo, en la medida en que éste afecte sus vidas,
creencias, instituciones y bienestar espiritual y a las tierras que ocupan o utilizan de
alguna manera, y de controlar, en la medida de lo posible, su propio desarrollo
económico, social y cultural. …” (Art 7).

“Los gobiernos deberán asumir la responsabilidad de desarrollar, con la


participación de los pueblos interesados, una acción coordinada y sistemática con miras a
proteger los derechos de esos pueblos y garantizar el respeto de su integridad”. (Art 2).

“Los gobiernos deberán velar por que, siempre que haya lugar, se efectúen estudios, en
cooperación con los pueblos interesados, a fin de evaluar la incidencia social, espiritual y

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cultural y sobre el medio ambiente que las actividades de desarrollo previstas puedan
tener sobre estos pueblos. Los resultados de estos estudios deberán ser consideradas
como criterios fundamentales para la ejecución de las actividades mencionadas”. (inciso
(3) del Artículo 7)

Además el Art 14 reconoce el “derecho de propiedad y de posesión sobre las tierras que
tradicionalmente ocupan”; el 15 reconoce “el derecho …a los recursos naturales
existentes en sus tierras…”, el 20 habla de que los gobiernos deben garantizar a los
trabajadores de estos pueblos una protección eficaz en materia de contratación y
condiciones de empleo; el 21 dice que “deberán poder disponer de medios de formación
profesional por lo menos iguales a los de los demás ciudadanos”, el 24 afirma que “los
regímenes de seguridad social deberán extenderse progresivamente a los pueblos
interesados y aplicárseles sin discriminación alguna”, y el 26 y siguientes hablan de las
medidas para “garantizar la posibilidad de adquirir una educación a todos los niveles por
lo menos en pie de igualdad con el resto de la comunidad nacional.” artículo 6 establece
el derecho a la consulta, y lo hace en los siguientes términos: “Al aplicar las disposiciones
del presente Convenio, los gobiernos deberán:

a)- consultar a los pueblos interesados, mediante procedimientos apropiados y en


particular a través de sus instituciones representativas, cada vez que se prevean
medidas legislativas o administrativas susceptibles de afectarles directamente;”

El artículo 6 también establece que “las consultas llevadas a cabo en aplicación de este
Convenio deberán efectuarse de buena fe y de una manera apropiada a las circunstancias,
con la finalidad de llegar a un acuerdo o lograr el consentimiento acerca de las medidas
propuestas.”

En relación con estos conceptos y principios quisiera contribuir a aclarar algunos


malentendidos que con frecuencia se presentan:

Primero, una vez ratificado el Convenio sus disposiciones son vinculantes para el
Estado ratificante. Es decir, los países que han ratificado el convenio 169 de la OIT tienen
la obligación de respetar, aplicar y proteger los derechos de los pueblos indígenas allí
establecidos.

13
Segundo, la consulta debe ser de buena fe, es decir debe existir una genuina
voluntad de todas las partes para encontrar soluciones comunes.

Tercero: son los Gobiernos, no las empresas, como algunos interpretan, los
responsables de la consulta. La empresa privada puede contribuir positivamente en el
proceso, pero el Convenio es clarísimo…la obligación es del gobierno, pues además de ser
la parte legalmente vinculada al Convenio 169, también el objetivo es que, en el caso de
proyectos de inversión privada, las empresas no se conviertan en juez y parte a la vez.

Cuarto, el resultado de la consulta no es jurídicamente vinculante, pues queda en las


manos de la autoridad pública tomar la decisión final en favor del bien común. Esto es
importante porque a veces se ha generado una falsa expectativa de que las comunidades
indígenas y tribales tienen un derecho de veto en el proceso de consulta. Esto no es así.

Quinto, la consulta y la participación son derechos que no sólo se atribuyen a los


pueblos indígenas. La consulta es un principio fundamental que se encuentra en todos los
demás convenios de la OIT que disponen la consulta entre los gobiernos, las
organizaciones de empleadores y de trabajadores, así como con todos a quienes interesa
un convenio determinado. En este sentido, el Convenio núm. 169 no es una excepción, sino
que afirma el requisito de consultas específicas con los pueblos indígenas.

Sexto, el Convenio 169 no crea derechos especiales para los pueblos indígenas, lo que
hace es reafirmar para los pueblos indígenas los mismos derechos que tiene el resto de la
ciudadanía de participar en la vida democrática general del Estado. Lo que sí hace el
convenio, es que al reconocer las especificidades de estos pueblos, reconoce también que
se requieren medidas especiales de consulta y participación para salvaguardar sus
derechos en el marco de un Estado democrático.

B. Las dificultades de la Consulta Previa en la Práctica: lecciones y


Recomendaciones.

La aplicación inadecuada de las disposiciones sobre la consulta, la participación y los


estudios de evaluación de impacto en el contexto de la prospección y exploración de los
recursos naturales ha sido un problema común.

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Los países de la región están todavía en una etapa de ensayo y error en la aplicación
del convenio.

Con base en la experiencia y en un estudio reciente de la OIT, voy a continuación a


mencionar y comentar algunas de las principales dificultades y lecciones:

1) ¿Quiénes son los pueblos indígenas y tribales? No hay una definición Universal, el
Convenio 169 ofrece una serie de criterios subjetivos y objetivos, que se utilizan
conjuntamente para identificar quiénes son estos pueblos en un país determinado. En la
mayoría de documentos legales se citan diferentes criterios que deben cumplirse en diverso
grado, tales como auto-identificación, prácticas culturales concretas, idioma propio y
apego colectivo a un territorio. Cada Estado tiende a elaborar su propia definición de
indigenidad y sus propios criterios de reconocimiento. Pero la ambigüedad y la falta
de definiciones claras genera problemas que van desde prácticas
discriminatorias con algunas poblaciones indígenas hasta abusos por parte de
comunidades o líderes no indígenas que se autocalifican indígenas.

Es importante que los Estados adopten definiciones claras y tengan capacidades técnicas
para hacer el reconocimiento de manera apropiada, reduciendo las áreas grises y las
ambigüedades.

Una segunda área de dificultad ha sido el alto nivel de desconfianza existente en


general entre actores públicos, privados y otros, y entre las partes que interactúan en los
procesos de consulta (Estado, pueblos indígenas y privados). La construcción de
confianzas no es fácil. Disponer de información relevante para los temas a conversar y
compartirla con transparencia y oportunamente es un ingrediente importante.

3) Un tercer problema ha sido, la ausencia de espacios de diálogo permanentes


entre el Estado y los pueblos indígenas. Por eso, la consulta de un proyecto de inversión se
convierte con frecuencia en el único espacio donde se pretenden solucionar todas las
demandas históricas de los pueblos indígenas. Esto plantea situaciones que van más allá
de las especificidades del proyecto en cuestión, y exigencias sobre los procesos de consulta
que los hacen pesados, lentos y en algunos casos pueden llevar al fracaso. La principal
lección para los gobiernos es la necesidad de establecer espacios de diálogo permanente

15
entre el Estado y los pueblos indígenas en los que se puedan abordar las demandas
históricas, de manera que las consultas específicas sobre proyectos no se recarguen con
otros temas que no deberían estar allí.

4) Un cuarto reto es que las consultas tienen costos y requieren capacidad de gestión,
es decir, requieren una institucionalidad pública competente. La experiencia de
Colombia es ilustrativa, antes del 2014 los procesos de consulta se extendían en promedio
por más de 2 años. Del 2003 al 2014 se acumularon unos 4.000 acuerdos protocolizados
entre el Estado y los pueblos indígenas producto de procesos de consulta en proyectos
de distinta naturaleza. Pero una directiva presidencial del 2013 permitió mayor eficiencia.
A la fecha la duración promedio de esos procesos es de 8 meses. En relación con los
costos, el mismo estudio estima que el Estado colombiano gasta aproximadamente US
$5.000 mensuales por cada proyecto sujeto a consulta. En Chile, la duración promedio de
los procesos de consulta se extiende por más de 280 días, siendo 48 días la duración más
corta hasta la fecha para un proyecto de prospección minera.

La lección es que es muy importante que los países encuentren mecanismos para
financiar los procesos de consulta y tengan una institucionalidad competente en la
materia.

Otra dificultad se refiere a la definición sobre quién debe suministrar los recursos para
la implementación de la consulta previa. En algunos casos este financiamiento se le
solicita a las empresas y no lo dispone el Estado, lo que con frecuencia despierta
suspicacias en los pueblos indígenas.

5) Una dificultad adicional es la ausencia de información sistematizada sobre los


pueblos indígenas, desde sus tradiciones, actividades y sitios culturales hasta los
registros cartográficos, así como la falta de estudios asociados a los procesos de consulta.
Esto dificulta la identificación de cómo un proyecto de inversión afecta a una determinada
comunidad indígena, y ha llevado en no pocos casos a disputas en los tribunales de
justicia. La desinformación acerca del convenio 169 es otro desafío que deben abordar los
gobiernos. Es crítico que los Estados impulsen procesos de capacitación tanto con los
pueblos indígenas como con funcionarios públicos y el sector privado.

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. El papel de las empresas y los Principios Rectores sobre Empresas y Derechos
Humanos

El principio rector 17 insta a las empresas a identificar, prevenir, mitigar y responder


de las consecuencias negativas de sus actividades sobre los derechos humanos. El proceso
de debida diligencia es central, debe incluir una evaluación del impacto real y potencial de
las actividades sobre los derechos humanos. Para ser específicos, la debida diligencia
tiene varias características o requisitos:

Debe abarcar las consecuencias negativas sobre los derechos humanos que:

a)- la empresa haya provocado o contribuido a provocar a través de sus propias


actividades, o que guarden relación directa con sus operaciones, productos o
servicios prestados por sus relaciones comerciales;
b)- Debe variar de complejidad en función del tamaño de la empresa, el riesgo de
graves consecuencias negativas sobre los derechos humanos y la naturaleza y el
contexto de sus operaciones;
c)- Debe ser un proceso continuo, ya que los riesgos para los derechos humanos
d)- pueden cambiar a través el tiempo, en función de la evolución de las operaciones y
el contexto operacional de las empresas.

Estos principios pueden orientar a las empresas incluso en países donde no se ha


ratificado el Convenio 169, para generar un entorno en el cual los objetivos del Convenio
sean puestos en práctica.

III. PAPEL DE LA OIT EN ASISTENCIA TECNICA

Finalmente, sobre el papel de la OIT y la asistencia técnica. La problemática que he


descrito, y que ustedes conocen bien en particular para el caso del Perú, ha aumentado
las demandas de Asistencia Técnica de la OIT para la mejorar implementación del
convenio 169.

En el 2013, el Departamento de Normas de la OIT publicó un Manual para los


Mandantes Tripartitos de la OIT titulado “Comprender el Convenio sobre Pueblos

17
Indígenas y Tribales, 1989 (núm. 169)”. Este Manual responde las preguntas más
importantes respecto al convenio, su importancia, su alcance y lineamientos para su
correcta aplicación.

Hace dos meses, la Oficina de Actividades para los Empleadores de la OIT (ACTEMP)
publicó un Reporte Regional con resultados de estudios sobre la consulta previa, avances y
retos de su aplicación en Colombia, Costa Rica, Guatemala y Chile. La OIT ha realizado
actividades de capacitación y tenemos un proyecto sobre el tema de consulta previa en
Guatemala.

Debo decirles, sin embargo, con toda candidez que actualmente las demandas de
asistencia técnica y de presencia de la OIT en materia del Convenio 169 están muy por
encima de las capacidades y recursos de la Oficina. Como ustedes saben la OIT trabaja en
una variedad de temas que compiten por recursos. Tradicionalmente para áreas de alta
demanda como la erradicación del trabajo infantil, la OIT ha tocado las puertas de la
cooperación oficial Norte-Sur o Sur-Sur, pero particularmente la primera ha venido
cerrando las fuentes de financiamiento para países de ingreso medio como los de América
Latina y la cooperación Sur es incipiente y ha sido fuertemente golpeada por la crisis
económica. Más recientemente se ha hecho un esfuerzo especial de explorar fuentes de
financiamiento del sector privado. Y quisiera entonces aprovechar esta oportunidad para
decirles que estamos abiertos e interesados en explorar con ustedes fórmulas de
colaboración que nos permitan escalar las actividades y tener un papel más activo en
materia de asistencia técnica. Esta actividades pueden incluir: actividades de capacitación
para la aclaración de conceptos y para la sistematización de buenas prácticas y de
historias de éxito en diálogos inter-culturales; realización de estudios de casos sobre las
realidades y retos concretos de implementación del convenio; y actividades para construir
confianzas y capacidades técnicas, operativas y políticas tanto en entidades públicas como
privadas relacionadas con el Convenio y la consulta previa. Dadas las trabas y obstáculos
que enfrentan muchos proyectos alrededor de estos temas y sus costos de oportunidad,
estoy seguro que esta sería una inversión de alta rentabilidad para el sector minero.

18
CASO COMUNIDAD GARÍFUNA DE PUNTA PIEDRA Y SUS MIEMBROS VS.
HONDURAS

El caso sometido a la Corte. – El 1 de octubre de 2013, la Comisión Interamericana de


Derechos Humanos (en adelante, “la Comisión” o “la Comisión Interamericana”)
sometió el caso de la Comunidad Garífuna de Punta Piedra y sus miembros ante la
jurisdicción de la Corte Interamericana de Derechos Humanos contra la República de
Honduras (en adelante, “el Estado” u “Honduras”). De acuerdo con la Comisión, el
presente caso se relaciona con la responsabilidad internacional del Estado por la
violación del derecho a la propiedad de la Comunidad Garífuna de Punta Piedra (en
adelante, “la Comunidad” o “la Comunidad de Punta Piedra”), como consecuencia del
incumplimiento del deber de garantía por haber otorgado títulos de dominio pleno en 1993
y 1999 a favor de la Comunidad sin haber efectuado un proceso de saneamiento
adecuado1, a pesar del conocimiento de la ocupación por parte de personas no indígenas
en las tierras y territorios titulados. Según la Comisión, dicha falta de saneamiento ha
generado que la Comunidad pueda ejercer la tenencia efectiva únicamente de la mitad del
territorio titulado por el Estado, con las consecuentes afectaciones a su forma de vida,
medios de subsistencia, cultura, usos y costumbres tradicionales. Además, señaló que la

19
continuidad de la ocupación por parte de personas no indígenas ha generado una
situación de conflictividad que ha redundado en amenazas, hostigamientos e incluso la
muerte de un miembro de la Comunidad de Punta Piedra. Asimismo, la Comisión sostuvo
que el Estado ha incumplido los acuerdos realizados para lograr el saneamiento efectivo y
que la Comunidad no ha contado con un recurso efectivo para lograr la tenencia pacífica
de sus tierras y territorios.

2. Trámite ante la Comisión. – El trámite ante la Comisión fue el siguiente:

a) Petición. – El 29 de octubre de 2003 la Comisión recibió una petición presentada por


la Organización Fraternal Negra Hondureña (en adelante, la “OFRANEH”), contra
Honduras por la violación de los artículos 8, 21 y 25 de la Convención Americana sobre
Derechos Humanos (en adelante, “la Convención” o “la Convención Americana”), en
relación con el artículo 1.1 del mismo instrumento y con el Convenio 169 sobre Pueblos
Indígenas y Tribales en Países Independientes de la Organización Internacional del
Trabajo (en adelante, “el Convenio 169 de la OIT”), en perjuicio de las Comunidades
Garífunas de Cayos Cochinos, Punta Piedra y Triunfo de la Cruz. El 19 de diciembre de
2003 la Comisión decidió dividir la petición en tres asuntos separados, referidos a cada
una de las comunidades, y les asignó un número de registro individual.

b) Medidas Cautelares. - El 15 de junio de 2007 OFRANEH solicitó medidas cautelares


a favor de la Comunidad y en especial de uno de sus miembros, Marcos Bonifacio Castillo,
dado que habría sido amenazado de muerte. El 20 de agosto de 2007 la Comisión otorgó
dichas medidas en favor de Marcos Bonifacio Castillo (MC-109-07), y continúa
supervisándolas en la actualidad.

c) Informe de Admisibilidad. – Respecto de la Comunidad de Punta Piedra, el 24 de


marzo de 2010 la Comisión emitió el Informe de Admisibilidad No. 63/10, en el que
concluyó que tenía competencia para conocer la petición y decidió admitir la denuncia
sobre la presunta violación de los artículos 21 y 25 de la Convención, en relación con los
artículos 1 y 2 del mismo instrumento.

Por unanimidad,

20
1. Aceptar el reconocimiento parcial de responsabilidad efectuado por el Estado, en los
términos de los párrafos 43 a 49 de la presente Sentencia.

2. Desestimar la excepción preliminar interpuesta por el Estado sobre “falta de


agotamiento de recursos internos” para garantizar el uso y goce del territorio de la
Comunidad Garífuna de Punta Piedra y sus miembros, en los términos de los párrafos 29 a
32 de la presente Sentencia.

Desestimar la excepción preliminar interpuesta por el Estado sobre “falta de


agotamiento de recursos internos” con motivo de la muerte de Félix Ordóñez Suazo, en los
términos de los párrafos 33 a 34 de la presente Sentencia.

DECLARA,

Por unanimidad, que:

4. El Estado es responsable por la violación del derecho a la propiedad colectiva,


reconocido en el artículo 21 de la Convención Americana, y de los artículos 1.1 y 2 de la
misma y del derecho a la identidad cultural, en perjuicio de la Comunidad Garífuna de
Punta Piedra y sus miembros, en los términos de los párrafos 162 a 202, y 215 a 224 de la
presente Sentencia.

5. El Estado es responsable por la violación del derecho a la protección judicial,


reconocido en los artículos 25.1 y 25.2.c de la Convención Americana, en relación con el
artículo 1.1 de la misma, en perjuicio de la Comunidad Garífuna de Punta Piedra y sus
miembros, en los términos de los párrafos 235 a 251 de la presente Sentencia.

6. El Estado es responsable por la violación de los derechos a las garantías judiciales y


protección judicial, reconocidos en los artículos 8.1 y 25 de la Convención Americana, en

21
relación con el artículo 1.1 de la misma, en perjuicio de la Comunidad Garífuna de Punta
Piedra, sus miembros, y en particular de Félix Ordoñez Suazo, en los términos de los
párrafos 284 a 312 de la presente Sentencia.

7. El Estado no es responsable por la violación del deber de garantía del derecho a la


vida, reconocido en el artículo 4 de la Convención Americana, en relación con el artículo
1.1 de la misma, en perjuicio de Félix Ordóñez Suazo, en los términos de los párrafos 260
a 280 de la presente Sentencia.

8. El Estado no es responsable por la violación de la obligación de adoptar


disposiciones de derecho interno, establecida en el artículo 2 de la Convención Americana,
en relación con los artículos 1.1, 21 y 25 de la misma, en los términos de los párrafos 206
a 211 y 252 a 255 de la presente Sentencia.

VOTO CONCURRENTE DEL JUEZ EDUARDO VIO GROSSI, CORTE


INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS CASO COMUNIDAD
GARÍFUNA DE PUNTA PIEDRA Y SUS MIEMBROS VS. HONDURAS,
SENTENCIA DE 8 DE OCTUBRE DE 2015

(Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas)

Se emite el presente voto concurrente con la Sentencia del título, toda vez que, si bien el
infrascrito comparte las decisiones que en ella se establecen, en cuanto a desestimar las
excepciones preliminares interpuestas por el Estado por la “falta de agotamiento de
recursos internos” tanto “para garantizar el uso y goce del territorio de la Comunidad
Garífuna de Punta Piedra y sus miembros”1, como “con motivo de la muerte de Félix
Ordóñez Suazo”2, estima que hay razones adicionales para adoptar aquellas.

A. Falta de agotamiento de recursos internos para garantizar el uso y goce del


territorio de la Comunidad Garífuna de Punta Piedra y sus miembros.

22
En lo atingente a la primera excepción preliminar planteada por el Estado, cabe indicar
que ella fue formulada en sus escritos de 25 de marzo, 17 de agosto y 27 de octubre de
2004, vale decir, en el escrito de contestación o de observaciones3 a la petición inicial de
fecha 29 de octubre de 20034, y en otros complementarios a aquél.

Por ende, considerando lo expuesto en otros votos individuales y que se reiteran en


este5, se puede afirmar que, aunque la presentación de la referida excepción preliminar
fue oportunamente planteada por el Estado, no constituyó en realidad una excepción
preliminar a lo alegado y expuesto en la petición. Esto es, el “recurso administrativo para
la obtención del pago de la indemnización” alegado por Estado como recurso no
previamente agotado, no solo no “resultaba un recurso idóneo respecto de la pretensión
de la Comunidad de recuperar su territorio ocupado ni se trataba de una indemnización
que la comunidad pudiera reclamar a en su favor”6, sino que, adicionalmente, no
respondía a lo sostenido en la petición. En efecto, en esta lo que se alegó, en lo que
respecta al cumplimiento de la regla del previo agotamiento de los recursos internos, era
que, en atención a la celebración del acuerdo con el Estado para solucionar el conflicto en
cuestión concerniente a la titularidad del dominio de tierras, no era menester agotarlos
para hacer cumplir lo pactado.

6 Párr. 31. En adelante, “párr.” indicará “párrafo de la Sentencia”. Sobre ese


particular, es de advertir que resulta evidente que se debe entender que con dicho acuerdo
se cumplió con la regla del agotamiento previo de los recursos internos o, en todo caso,
que, celebrado aquel, se eximió de cumplir esta. De otra manera, la conciliación no
tendría por objeto el solucionar el conflicto y podría servir, entonces, como mero
instrumento para prolongarlo. Es decir, en tal hipótesis, el tener que recurrir a otras
instancias nacionales para hacer cumplir lo pactado por el Estado importaría trasladar el
caso nuevamente a una fase contradictoria, a un nuevo juicio, esta vez de orden
administrativo. Lo pactado por el Estado no tendría, entonces, en realidad el valor de un
real y efectivo compromiso, al no otorgar certeza y seguridad jurídicas y no ser suficiente
para el objeto perseguido.

En ese orden de ideas, la conciliación, al dar término a un conflicto y descartar por


innecesaria, por tanto, la concurrencia a los tribunales e instancias jurisdicciones
23
pertinentes, viene a significar con ello que se dan por agotados los recursos que se
pudieran haber interpuesto ante éstas.

Y también resulta pertinente observar que el hacer cumplir lo pactado por el Estado es
una obligación propia de este y no de la contraparte. Habiendo concurrido a un acuerdo,
corresponde al propio Estado adoptar todas las medidas para cumplir con lo que se ha
obligado. El principio de buena fe así lo impone. Al efecto, tendría aplicación análoga el
principio del Pacta Sunt Servanda, lo pactado obliga y así como ningún Estado puede
invocar su derecho interno para incumplir una obligación internacional, tampoco podría
invocarlo para dejar de cumplir lo pactado en el ámbito interno y alegado en el
internacional.

En tal sentido, entonces, no habría, en consecuencia y en la situación de autos, recurso


interno que agotar, es decir, la regla del previo agotamiento de los recursos internos no
sería aplicable al caso.

B. Falta de agotamiento de recursos internos con motivo de la muerte de Félix


Ordóñez Suazo.

En lo concerniente a la excepción interpuesta por el Estado con relación a la muerte de


don Félix Ordóñez Suazo, es menester recordar que aquella constituyó un hecho
sobreviniente en la causa, por lo que, lo que procedía, una vez que aconteció, no era el
interponer una excepción preliminar en la misma, como se hizo, sino, en todo caso, alegar
que se interpusiera, si así se estimaba, una nueva petición ante la Comisión.

Efectivamente, como reiteradamente se ha indicado, la regla del previo agotamiento de


los recursos internos debe ser cumplida por el peticionario antes de interponer la petición
ante la Comisión y ello, evidentemente, no pudo suceder en autos. Y tampoco se pudo
alegar, por parte de la peticionara, el previo agotamiento de los recursos internos respecto
de la citada excepción ni invocarse alguno de las causales para eximirse de esa
obligación.

24
Por otra parte, al momento de producirse la muerte del Sr. Ordóñez, su vinculación con
los hechos de la causa no estaba aún comprobada, de modo que mal se podía alegar, en
ese momento, la falta de agotamiento previo de los recursos internos o una de las causales
en que la misma no rige.

E igualmente, por lo tanto, no resulta adecuada la referencia que la Sentencia hace al


artículo 46.2.c) de la Convención, con fundamento en el retardo injustificado de las
investigaciones penales, para desestimar la aludida excepción preliminar interpuesta por
el Estado.

Lo procedente en el caso era, entonces, desestimar tal excepción también por


improcedente y no únicamente por no cumplir con prescrito en el citado artículo 46.2.c).

C. Terminología empleada, en cuanto a la responsabilidad del Estado, en los


resolutivos 4 a 8 de la Sentencia.

En los resolutivos 4 a 6 de la Sentencia se señala que “el Estado es responsable por la


violación de los derechos” que indican y en los resolutivos 7 y 8 se expresa que “el Estado
no es responsable” del deber y de la obligación que, respectivamente, mencionan.

De esta forma, en la Sentencia se omite la referencia al término “internacionalmente”


que se ha empleado en otros fallos luego de la palabra “responsable”.

El suscrito ha aceptado lo anterior entendiendo que la responsabilidad que puede


constatar en una Sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos9 es siempre
y solo internacional.

En efecto, de conformidad a lo dispuesto en el artículo 62.3 de la Convención


Americana sobre Derechos Humanos10, “la Corte tiene competencia para conocer de
cualquier caso relativo a la interpretación y aplicación de las disposiciones de esta
Convención que le sea sometido”. La competencia de la Corte consiste, por tanto, en
interpretar y aplicar un tratado, por lo que, al efecto, tiene plena aplicación lo previsto en
el artículo 27 de la Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados, a saber que
“una parte no podrá invocar las disposiciones de su derecho interno como justificación del
incumplimiento de un tratado”.

25
Por otra parte, el artículo 63.1 de la Convención dispone que “cuando decida que hubo
violación de un derecho o libertad protegidos en esta Convención, la Corte 4 dispondrá
que se garantice al lesionado en el goce de su derecho o libertad conculcados”.

A su turno, el artículo 68.1 del mismo texto normativo establece que “los Estados
Partes en la Convención se comprometen a cumplir la decisión de la Corte en todo caso en
que sean partes.”

A su vez, en el artículo 65 de la Convención se indica que en el informe anual que la


Corte debe presentar a la Asamblea General de la Organización de los Estados
Americanos, “señalará los casos en que un Estado no haya dado cumplimiento a sus
fallos”.

Las aludidas normas convencionales demuestran, pues, que la competencia de la Corte


lo es respecto de un instrumento jurídico internacional, que el cumplimiento de sus fallos
corresponde a los Estados partes en los respectivos casos sometidos a su conocimiento11 y
que, si ellos no los cumplen, lo que procede es señalar esas violaciones de la obligación
internacional de acatarlos ante una instancia internacional, esto es, la Asamblea General
de la Organización de los Estados Americanos. La esfera de acción de la Corte es, pues, la
internacional.

En suma, se ha aceptado suprimir el término ”internacionalmente” en los puntos


resolutivos antes indicados y referidos a la responsabilidad del Estado que declara la
Corte, ya que se entiende que ésta solo puede ser internacional.

Conclusiones

 La situación de los pueblos indígenas y afrodescendientes se agrava por los


conflictos por el territorio, sea por proyectos mineros, de turismo y por otros
proyectos que tienen como fin la explotación de recursos naturales.

 La situación de la comunidad Garífuna de Barra Vieja, que la CIDH visitó, es un


ejemplo de conflicto de tierras asociados a proyectos de inversión en turismo.

26
 El pueblo Garífuna, producto del sincretismo cultural entre indígenas y africanos,
ha hecho valer sus derechos en Honduras como pueblo indígena.

 . Por el temor a ser víctimas de violencia y como consecuencia de las amenazas


recibidas debido a su labor de oposición a diversos proyectos mineros, algunos
dirigentes y líderes indígenas habrían tenido que abandonar sus comunidades.

Bibliografía
Caso Kawas Fernández vs. Honduras. Sentencia de 3 de abril de 2009 (Fondo,
Reparación y Costas), Caso Kawas Fernández vs. Honduras. Sentencia de
3 de abril de 2009 (Fondo, Reparación y Costas), Serie C No. 196, Corte
Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH), 3 Abril 2009, disponible
en esta dirección: https://www.refworld.org.es/docid/5914ad171 (Corte
Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) 3 de Abril de 2009).

Honduras: Caso Comunidad Garífuna de Punta Piedra y sus miembros Vs.


Honduras. Supervisión de Cumplimiento de Sentencia, Honduras: Caso
Comunidad Garífuna de Punta Piedra y sus miembros Vs. Honduras.
Supervisión de Cumplimiento de Sentencia, Corte Interamericana de
Derechos Humanos (Corte IDH), 14 Mayo 2019, disponible en esta
dirección: https://www.refworld.org.es/docid/5d (Corte Interamericana de
Derechos Humanos (Corte IDH) 14 de Mayo de 2019).

27
Honduras: Caso Comunidad Garífuna Triunfo de la Cruz y sus miembros Vs.
Honduras. Supervisión de Cumplimiento de Sentencia, Honduras: Caso
Comunidad Garífuna Triunfo de la Cruz y sus miembros Vs. Honduras.
Supervisión de Cumplimiento de Sentencia, Corte Interamericana de
Derechos Humanos (Corte IDH), 14 Mayo 2019, disponible en esta
dirección: https://www.refworld.org.es/docid (Corte Interamericana de
Derechos Humanos (Corte IDH) 14 de Mayo de 2019).

El Estado no es apto para el Consejo de Derechos Humanos. (13 de OCTUBRE


de 2021). FECERACION INTERNACIONAL POR LOS DERECHOS
HUMANOS . Obtenido de El Estado no es apto para el Consejo de
Derechos Humanos:
https://www.fidh.org/es/region/americas/honduras/honduras-el-estado-no-
es-apto-para-el-consejo-de-derechos-humanos

La Comisión presentó la demanda en este caso con el objeto de que la Corte,


Caso Servellón García y otros Vs. Honduras. Sentencia de 21 de
septiembre de 2006, Serie C No. 152, Corte Interamericana de Derechos
Humanos (Corte IDH), 21 Septiembre 2006, disponible en esta dirección:
https://www.refworld.org.es/docid/5914a3c14.html [ (Corte Interamericana
de Derechos Humanos (Corte IDH) 21 de Septiembre de 2006).

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