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Antes de detallarte cómo hacer un rico té de kombucha, digo yo que es importante que
sepas qué es la kombucha, ¿no te parece?
Este SCOBY es un disco de grosor variable, con textura gelatinosa y color marrón claro,
y es lo que llamamos «madre» de la kombucha.
Su fermentación es aeróbica.
Esto quiere decir que no se realiza aislada de los microorganismos del aire —como sí es
el caso del chucrut o de los vegetales encurtidos—, sino alimentándose también con
oxígeno.
Por eso tapamos el tarro con un paño o utilizamos fermentadores que dejan que entre el
aire, para que «respire».
Quizá, al principio, te comas un poco la cabeza por si te equivocas, por si fallas en algún
ingrediente, o por mil historias que pueden pasarse por tu mente.
Pero tranqui, porque es normal que las primeras veces dudes; a todos nos ha pasado.
Por eso, te voy a dejar aquí las proporciones, los utensilios y los ingredientes con
varias consideraciones previas, necesarias para que te salga bien.
Poco a poco irás conociendo a tu SCOBY, tanto si es la madre como si son las hijas de
fermentaciones anteriores, y tu kombucha casera saldrá cada vez más a tu gusto. ?
¡Toma nota, que empieza la marcha, fermentista!
1 disco o madre de SCOBY (puedes usar más de uno, pero uno es el mínimo).
Té verde, negro, blanco, rojo… o cualquier té con teína que no esté
aromatizado con aceites esenciales. Puede ser en bolsitas o en hebras.
Cultivo iniciador, o lo que es lo mismo: té de kombucha de una tanda anterior,
donde se suele guardar el SCOBY.
Agua sin cloro. Si no sabes, aquí te cuento cómo eliminarlo del agua potable.
Azúcar. Puede ser de caña o de remolacha.
Si no tienes SCOBY, cultivo iniciador o no sabes cómo conseguir una madre, que no
cunda el pánico. En un ratito te cuento un secreto para hacerte con uno sin depender de
nadie. ?
Un recipiente de vidrio de entre 3 y 5 litros, de boca ancha para que entre la mano, y
que tenga espacio para el oxígeno. Este te puede ir muy bien para cualquier cantidad de
kombucha que quieras.
Una cuchara de madera para remover el té. Por si acaso, a las bacterias de la
kombucha, como al kéfir, no les sienta bien el metal ni el acero inoxidable.
La capacidad mínima para elaborar té de kombucha dependerá un poco del tamaño del
SCOBY que tengas, pero, por lo general, lo mínimo para que te cunda puede ser un
litro, o un litro y medio.
En Ecovidasolar tenemos Scoby de kombucha para empezar a hacer tus propias bebidas
en casa y las jarras de Kefirko que se pueden utilizar para la kombucha también, además
de utilizarse para hacer bebida de kéfir de agua y de leche.
¿Tengo que esperar todas las horas que sean necesarias hasta que el té se
enfríe?
No tienes por qué. Puedes infusionar un té muy concentrado con la mitad del agua
filtrada, y reservar la otra mitad en frío, para templarlo sin tener que esperar horas antes
de introducir el cultivo iniciador y el scoby.
¿Y si mi scoby no flota?
El disco de la kombucha debe flotar en la superficie. Si ves que se hunde y que en los
próximos días no se mueve del fondo ni un migajita, el scoby no es viable.
Sin embargo, si observas que se mueve a su aire por tu recipiente aunque no flote en la
superficie, no te preocupes. Le gusta «explorar su casa», así que déjalo tranquilo.
En principio, puedes tener otros fermentos cerca de tu kombucha casera. Lo único que
no debes olvidar es que no le falte oxígeno y que esté alejado de la luz solar directa.
Una kombucha sin edulcorante no es kombucha. Sin embargo, el azúcar residual que
queda tras la fermentación es muy bajo, así que, salvo que tengas una patología concreta
que te obligue, no debería preocuparte.
Infusiones sin teína o rooibos, no. A la kombucha le encanta el té verde y los tés
sencillos en la primera fermentación.