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La psicología fisiológica cubre el área general "del cerebro y del comportamiento", y es una materia
modular en muchos cursos universitarios, considerada por la mayoría de los psicólogos como un
sector que se ha desarrollado rápidamente en los últimos años, tanto que el gran uso de las ideas
fisiológicas también se ha extendido a muchas áreas de la psicología que antes no eran comunes.
De hecho, la psicología fisiológica se apoya en la ciencia fisiológica para determinar la asociación
entre funciones físicas y comportamiento, aprovechando la contribución de diversas disciplinas y
agrupándolas bajo el objetivo de comprender las relaciones entre actividades mentales,
comportamiento, procesos fisiológicos y sus sustratos anatómicos. En este artículo de Psicología-
Online, profundizaremos sobre qué es la psicología fisiológica, su historia y sus fundamentos,
con algunos ejemplos al respecto.
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Buscar explicaciones lógicas aunque no verdaderas a nuestros actos y a los de los demás
tiene nombre: racionalización. A continuación veremos en qué consiste este curioso y
común mecanismo de defensa.
¿Qué es la racionalización?
Muchas veces lidiar con nuestra vida cotidiana puede causarnos tensión e, incluso, encajar
ciertas realidades pueden desbordar nuestros recursos psicológicos. Estas situaciones pueden
resultar especialmente amenazantes para nuestro “ego” y, para evitarlo, ponemos en juego
varios mecanismos de defensa con la intención de mantener nuestro equilibrio psicológico y
evitar cualquier tipo de perturbación. Entre estos mecanismos, uno de los más extendidos es
el de la racionalización.
En el psicoanálisis, la racionalización, también conocida como intelectualización, es el
mecanismo de defensa que consiste en emplear explicaciones racionales, válidas o no,
para ocultar a sí mismo y a los demás los motivos detrás de un comportamiento. Es decir,
consiste en justificar acciones tanto nuestras como ajenas de tal manera que eviten la
censura, darle una explicación lógica a nuestros sentimientos, pensamientos o
comportamientos. Si tuviéramos que darle un lema a este mecanismo sería “eso no es mi
culpa porque...”
Los seres humanos no somos perfectos y dentro de esta imperfección no somos capaces
de aceptar esta realidad. Es por ello que las personas nos brindamos de razones,
aparentemente lógicas, con el fin de justificar nuestras contrariedades y defectos.
Racionalizamos cuando intentamos defendernos del efecto frustrante de nuestras acciones y
nos tratamos autoconvencer de que o bien ha sido por algo ajeno a nosotros o bien, en caso
de haber intentado conseguir algo, pero no haber sido exitosos en nuestra tarea, nos
convencemos de que en realidad no lo queríamos tanto.
Ejemplos de racionalización
Un ejemplo de racionalización lo podemos encontrar en la fábula de la zorra y la uva. La
zorra ve un racimo de uvas en una vid muy alta y se le antojan, con lo que decir saltar para ver
si las alcanzas. Lamentablemente para ella, no consigue saltar lo suficientemente alto como
para alcanzar el dulce fruto y exclama “¡Ah, están verdes!” y deja de saltar. Sí, es cierto, están
verdes y esta apreciación es cierta, sin embargo el motivo real por el que desiste en su intento
es porque no consigue saltar lo suficientemente alto, pero de aceptar esta debilidad sentiría
frustración por no poder conseguir lo que se ha propuesto.
Otro ejemplo, en este caso más aplicable a la vida misma, es la situación en la que muchos
trabajadores y estudiantes viven de tener que entregar un trabajo pero no conseguirlo a
tiempo. Lejos de reconocer que fue porque no le dedicaron el suficiente tiempo o no fueron
constantes empiezan a ocurrírseles todo tipo de argumentos para justificar que no cumplirán
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con los plazos. Cognitivamente es mucho más fácil aceptar que no entregaron las cosas a
tiempo porque justamente un día el ordenador les fue lento o porque no pudieron hacer su
parte porque los demás miembros del equipo de trabajo no hicieron sus partes a tiempo.
También podríamos poner como ejemplo el de una persona que se ha propuesto ir a correr
cada mañana, pero no lo está cumpliendo. Lejos de reconocer que es porque se duerme o que
le da pereza, busca argumentos lógicos pero que no dejan de ser excusas como que no tiene el
calzado adecuado, por las mañanas hace demasiado frío y si suda se va a resfriar o que si le
pasa algo no va a poder recibir la ayuda de nadie porque a esas horas no hay casi nadie
paseando.
RACIONALISMO
Racionalismo viene de la palabra latina "ratio" = razón. En general, es la concepción que ve en el
espíritu, la mente y el entendimiento, el fundamento de toda relación del hombre con el mundo
considerada esta relación como forma superior del pensar humano.
La forma más antigua del racionalismo se encuentra en Platón. Este se halla convencido de que
todo verdadero saber se distingue por las notas de la necesidad lógica y la validez universal. Platón
junto con los eleáticos está penetrado de la idea de que los sentidos no pueden conducirnos nunca
a un verdadero saber, lo único que le debemos a ellos es la "doxa" (opinión). Por ende, tiene que
haber un mundo suprasensible, o mundo de las ideas.
Este mundo no es meramente un orden lógico sino a la vez un orden metafísico, un reino de
esencias ideales, metafísicas. Este reino se halla, en relación con la realidad empírica y las ideas
son los modelos de las cosas empíricas, las cuales deben su manera de ser, su peculiar esencia, a
su participación en las ideas. El centro de este racionalismo es la teoría de la contemplación de las
ideas, podemos llamar a esta forma de racionalismo: racionalismo trascendente.
Más tarde llegan Plotino y posteriormente San Agustín, quienes tienen una froma más distinta de
racionalismo. El primero coloca el mundo de las ideas en el Nus cósmico, o sea Espíritu del
Universo. Las ideas ya no son un reino de esencias existentes por sí, sino un autodespliegue del
Nus, y nuestro espíritu es una emanación de este Espíritu Cósmico: "La parte racional de nuestra
alma es alimentada e iluminada continuamente desde arriba."
En la Edad Media, es San Agustín quien recoge esta idea y la modifica en sentido cristiano, donde
el Dios cristiano ocupa el lugar del Nus. Las ideas se convierten en las ideas creatrices de Dios: el
conocimiento tiene lugar siendo el espíritu humano iluminado por Dios.
En la Edad Moderna se intensifica el racionalismo verificándose que para Malebranche las ideas
son representaciones claras y distintas, eternas e inmutables. Malebranche concibe que las ideas
no procedan de los objetos ni son producidas por éstos, ya que siendo universales y necesarias, el
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alma, espíritu cognoscente, no puede ser su causa eficiente, productora.
En la Edad Moderna, alcanzó más importancia Descartes y luego Leibniz considerando que las
ideas innatas se dan en cuanto es innata a nuestro espíritu la capacidad de formar conceptos
independientemente de la experiencia, pues el origen de estos principios proceden de la razón.
El principal mérito del racionalismo fue el haber subrayado la importancia de la razón en el
conocimiento humano.
Existe en el sujeto una percepción clara y distinta de los primeros principios del conocimiento que
no tiene nada que ver con la sensibilidad, sino que se realiza de un modo puramente racional.
Así como los principios de las matemáticas se derivan lógicamente de unos axiomas o principios
primeros, así también la filosofía tiene que partir de las primeras ideas y principios, y desarrollarlo
todo en forma lógico-racional.
Para el racionalismo está claro que la razón ha recibido de Dios sus ideas y verdades innatas.
Monismo
¿Qué es el monismo?
El monismo es una tesis filosófica que afirma que el universo está compuesto por una
sola sustancia (arjé) o causa. Este pensamiento se encuentra en oposición al dualismo,
que defiende la idea de dos sustancias constituyentes, y el pluralismo, que defiende la
idea de varias sustancias constitutivas. El término de monismo proviene de los vocablos
griegos monos, que puede traducirse como uno, y el sufijo –ismo, que designa una doctrina. El
concepto fue utilizado por primera vez por el filósofo alemán Christian von Wolff en su
libro Logic, publicado en 1728. Luego fue desarrollado por otros autores hasta cayó en desuso
con el auge de la filosofía analítica.
La idea de una sola sustancia se encuentra en varias culturas alrededor del mundo,
como la egipcia, la babilónica, la china, la india o en varias de las culturas indígenas de
América. Este pensamiento también tuvo lugar en la Antigua Grecia, en donde diferentes
autores propusieron un tipo de sustancia. Por ejemplo, Tales de Mileto postuló que todo
provenía del agua; Anaxímenes, que todo provenía del aire; Heráclito, que todo provenía del
fuego; Parménides, que todo era ser; Anaximandro, que todo
era ápeiron; Leucipo y Demócrito, que todo estaba conformado por átomos; y Pitágoras, que
todo provenía de los números. El monismo luego sería desarrollado por pensadores
posteriores como Spinoza, Berkeley, Hume, Marx, Hegel y Donald Davidson, entre otros.
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¿Cuáles son las formas de monismo?
Usualmente se distinguen tres formas del monismo. Estas son:
Monismo materialista: es la doctrina filosófica que defiende la idea de que todo lo existente
parte de una sola sustancia: la materia. De tal forma que todos los fenómenos del mundo
pueden ser explicados a través de las leyes de la naturaleza. Esta corriente de pensamiento
surgió a partir de Demócrito, quien formuló que la realidad estaba compuesta por átomos, y
que todas las cosas debían su forma a la manera como estaban organizados estos.
Monismo espiritualista: en contraposición a la doctrina anterior, esta defiende que todo lo
existente parte de la mente humana. De tal forma que la materia es producto de la
imaginación. Así, la realidad es únicamente espiritual, y la dicotomía entre cuerpo y alma sería
ilusoria, pues el primero sería producto de la segunda. Este pensamiento fue defendido por
autores como Berkeley y Hegel.
Monismo intermedio o panteísta: ante las anteriores dos posturas enfrentadas, Baruch
Spinoza propuso, buscando una respuesta neutral, que el universo no se correspondía al
dualismo cartesiano (material y espiritual) sino que estaba compuesto por una sola sustancia,
que era Dios. De esta sola sustancia derivarían entonces la extensión y el pensamiento, por lo
que su interacción ya no sería problemática.