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De
Historia
Profesora: Reches Peressotti, Ana Laura
Alumna: Burzio, Carolina
1er año
Profesorado de Historia
Instituto de Enseñanza Superior “Simón Bolívar”
Introducción
“La historia es una ciencia, pero una ciencia entre cuyas características puede estar su
flaqueza pero también su virtud, que consiste en ser poética porque no se la puede
reducir a abstracciones, a leyes, a estructuras” (Bloch, 1982: 14)
En esta cita, Bloch nos dice que la historia es una ciencia, pero que no se puede reducir a
una serie de abstracciones, leyes o estructuras. La historia es, en cambio, un fenómeno
complejo y multifacético que no se puede comprender por completo. Esta flaqueza de la
historia es también su virtud. La historia no es una ciencia exacta, pero eso le da la
capacidad de ser poética. La historia nos permite comprender el mundo en toda su
complejidad y riqueza, y nos permite imaginar posibilidades futuras. La historia es una
ciencia porque se basa en el estudio de hechos y acontecimientos del pasado. Sin
embargo, también es una ciencia poética porque no se puede reducir a una serie de leyes
o abstracciones. La historia es un fenómeno humano, y está sujeta a la voluntad, la
creatividad y la imaginación de los seres humanos. Esta perspectiva es importante porque
nos recuerda que la historia no es un destino inevitable. La historia es un proceso que
podemos moldear con nuestras acciones. Si somos conscientes de la flaqueza y la virtud
de la historia, podemos utilizarla para crear un futuro mejor. La historia es la reproducción
en la mente del historiador, cuya historia estudia y puede entenderse como el estudio y la
interpretación de los acontecimientos pasados a través de la perspectiva de cada
historiador.
El rol del historiador es, a partir de la investigación y el análisis de las fuentes históricas,
reconstruir el pasado y comprender su significado. Esto le permite al historiador
comprender el presente y el futuro. Para ello, el historiador debe utilizar una serie de
herramientas y métodos que le permitan acceder a la información del pasado y evaluarla
críticamente. ¿Cómo reconstruye el historiador el pasado? ¿Qué desafíos enfrenta el
historiador en la reconstrucción del pasado?, etc.
El significado de la palabra "historia" ha evolucionado a lo largo del tiempo. La palabra
"historia" es muy vieja y que rara vez se ha llegado a querer eliminarla del vocabulario.
Además, el autor menciona que la palabra "historia" es el antiguo nombre más amplio y
menos exclusivo, y que está cargado de conmovedores recuerdos de un esfuerzo mucho
más que secular. Los antiguos historiadores griegos, como Heródoto y Tucídides, no
soñaron que para explicar la tarde bastaría conocer, a lo mucho, la mañana. Por lo tanto,
podemos decir que el significado de la palabra "historia" ha evolucionado desde su origen
hasta la actualidad, y que ha sido influenciado por diferentes factores culturales, sociales
y políticos a lo largo del tiempo. La relación entre tiempo y espacio histórico es
fundamental para la comprensión de los procesos históricos. Los acontecimientos
históricos se desarrollan en un espacio y un tiempo determinados, y su comprensión
requiere tener en cuenta ambos factores. Además, el estudio de la Historia permite
comprender cómo los procesos históricos se desarrollan en diferentes espacios y tiempos,
y cómo estos procesos pueden influenciarse mutuamente. (Moradiellos, 2001: 89)
Por otra parte E. Carr, nos dice que el proceso de reconstrucción del pasado por parte del
historiador implica varias etapas. En primer lugar, el historiador recopila y examina una
amplia gama de fuentes históricas, como documentos, testimonios, artefactos y registros,
que proporcionan evidencia sobre el pasado. Luego, el historiador analiza y evalúa
críticamente estas fuentes para determinar su autenticidad, confiabilidad y relevancia para
el tema en cuestión. Una vez que se han seleccionado las fuentes más pertinentes, el
historiador interpreta y contextualiza la información que contienen. Esto implica
comprender el contexto histórico, social, político y cultural en el que se produjeron las
fuentes, así como considerar las perspectivas y motivaciones de quienes las crearon. A
partir de esta interpretación, el historiador construye una narrativa coherente y significativa
del pasado. Esto implica organizar los eventos y procesos históricos en una secuencia
lógica y comprensible, identificar patrones y tendencias, y analizar las causas y
consecuencias de los acontecimientos históricos. Es importante destacar que el proceso
de reconstrucción del pasado por parte del historiador es subjetivo y está influenciado por
sus propias perspectivas, prejuicios y suposiciones. Por lo tanto, es fundamental que el
historiador sea consciente de sus propias limitaciones y sesgos, y que busque una
interpretación objetiva y equilibrada basada en la evidencia disponible.
"El historiador empieza por una selección provisional de los hechos y por una
interpretación provisional a la luz de la cual se ha llevado a cabo dicha
selección..."(E. Carr. Pag. 17)
2. Comprensión imaginativa: Es necesario que el historiador tenga una
comprensión imaginativa de las mentes y motivaciones de las personas del
pasado. Esto implica ponerse en el lugar de los actores históricos y comprender su
contexto cultural, social y político.
3. Relación entre pasado y presente: El historiador está vinculado a su propia
época y esto puede influir en su interpretación del pasado. Además, el lenguaje y
los conceptos utilizados en el presente pueden tener connotaciones diferentes en
el pasado, lo que requiere una cuidadosa consideración.
4. Interacción entre hechos e interpretación: La interpretación del historiador y
la selección de los hechos están en constante interacción. A medida que el
historiador trabaja, tanto la interpretación como la selección de los hechos pueden
cambiar, lo que implica una reciprocidad entre el pasado y el presente.
"La relación del hombre con el mundo circundante es la relación del historiador con
su tema..." (E. Carr. Pag 16)
Según Georg Iggers y Bloch, la reconstrucción del pasado por parte del historiador es un
proceso complejo y desafiante. El historiador debe enfrentarse a una serie de obstáculos,
como la escasez de fuentes, la parcialidad de las fuentes, y la subjetividad del historiador.
A pesar de estos obstáculos, el historiador es capaz de reconstruir el pasado de manera
significativa. El trabajo del historiador nos permite comprender el presente y el futuro, y
nos ayuda a tomar mejores decisiones. El objeto de estudio del historiador es el pasado,
específicamente los eventos, procesos y personas que han ocurrido en períodos
anteriores. El historiador se dedica a investigar, analizar y comprender el pasado a través
de fuentes primarias y secundarias, como documentos, testimonios, artefactos y registros
históricos.
Para Aguirre Rojas, el trabajo del historiador no puede estar al margen de los desarrollos
filosóficos, de los debates políticos, de los métodos y de las reflexiones que otros saberes
hacen sobre lo humano y lo social.
“Se trata, seria mente, de asumir el trabajo de historiar en todas sus complejidades, en su
rigor, en su profundo compromiso con la verdad, pero a la vez, con su función altamente
edificadora y gratificante de saberse militante por la vida, lo mismo que por el verdadero
enaltecimiento de la condición humana” (Rojas, 2005: 12)
Como podemos ver, el rol del historiador en el libro "Historia de los Papas en la Época
Moderna" es el de proporcionar una narración objetiva y basada en hechos sobre el
desarrollo histórico del poder papal durante los siglos XVI y XVII. El autor, Leopold Von
Ranke, busca presentar una visión imparcial y distante del poder papal, evitando la
influencia de la simpatía o el odio hacia la institución. Su objeto de estudio, es el poder
papal en la época moderna, centrándose en su desarrollo histórico y su influencia en la
sociedad europea. El autor examina los cambios y transformaciones que experimentó el
papado, así como sus máximas, empeños y pretensiones a lo largo de los siglos XVI y
XVII. Ranke se esfuerza por presentar una visión imparcial de los acontecimientos y cambios
que afectaron al papado en ese período, sin dejarse influir por simpatías o antipatías
personales. Su objetivo es ofrecer una perspectiva histórica pura y proporcionar una
comprensión más profunda del desarrollo del poder papal en ese momento.
Conclusión
A lo largo de los textos citados se puede apreciar una reflexión profunda sobre el
significado de la historia, el papel del historiador y los desafíos que enfrenta al reconstruir
el pasado. Podemos destacar la evolución del concepto de historia a lo largo del tiempo,
desde los antiguos historiadores griegos hasta la modernidad, y cómo esta evolución ha
sido influenciada por factores culturales, sociales y políticos. Resaltando la importancia
de que el historiador es consciente de sus propias perspectivas y sesgos, y que busca
una interpretación objetiva basada en la evidencia disponible.
Cada autor, desde Braudel hasta Carr y Von Ranke, aporta una visión particular sobre la
labor del historiador y cómo este debe abordar su trabajo. Enfatizan la importancia de la
objetividad, la reflexión crítica y la comprensión profunda del pasado para una
reconstrucción histórica significativa.
Antonio, A.R.C. (2004) Antimanual del mal historiador o ¿cómo hacer hoy una
buena historia crítica? México: Contrahistorias. La otra mirada de Clío.