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UNIDAD 1. INTRODUCCIÓN
Datos de contacto.
Detectar el motivo de la consulta.
Recopilar información que permita:
o Organizar la primera entrevista.
o Realizar la primera convocatoria
Primera entrevista
Hacer el encuadre:
o Recibirlos y acompañarlos a la sala.
o ¿Han estado en un psicólogo antes?
o Explicar en qué consiste la terapia.
Evaluar:
o Cuál es el motivo de consulta.
o Antecedentes de la situación actual.
o ¿Por qué ahora?
o Intentos de solución previos.
o Recursos de la pareja
Determinar los objetivos:
o ¿En qué puede serles útil la terapia?
o ¿Qué cambios desean lograr?
Prestar atención al clima emocional
Algunas claves:
o Identificar áreas problemáticas y conceptualizar el caso.
o No todas las peticiones de cambio son posibles.
o Ambos no poseen las mismas destrezas.
o No vamos a buscar culpables.
o Centrar la atención en el presente.
o Recordar importancia de empatía.
Competencias
Escucha activa:
Lenguaje:
o Lenguaje puente.
o No generalizar.
o Palabras “prohibidas”.
Controlar los juicios de valor.
Promover decisiones.
Conocer y reconocer nuestros límites.
Normalizar emociones, no invalidar sentimientos.
Evitar “recetas”.
Tema 2. El hecho sexual humano
Etapas evolutivas del enfoque sistémico: Individuo – (en relación) -> sistema relacional (grupo)
Previo
1ª etapa
o Aportaciones de Báteson y su equipo
o Escuela de Palo Alto (MRI)
Teoría General de los Sistemas
Cibernética de primer orden Terapia familiar (1ª ciber.)
Teoría de la comunicación
2º Etapa
o Escuelas enmarcadas en la cibernética de primer orden
3ºEtapa
o Cibernética de segundo orden Terapia sistémica (2ª ciber.)
o Constructivismo y constructivismo social
o Escuelas enmarcadas en la cibernética de segundo orden
En la década de 1950, los primeros precursores empezaron a abandonar el terreno conocido de la terapia individual o
grupal y a trabajar con las familias.
Diversos terapeutas deciden entrevistar al grupo familiar para obtener más información sobre el miembro sintomático,
de este modo, desplazan el interés de lo intrapsíquico a las relaciones presentes entre los componentes de la familia.
A diferencia de lo que ocurre con Freud, en la terapia sistémica no puede hablarse de un fundador a partir del cual se
haya construido toda la teoría.
- N. Ackerman
- M. Bowen
- G. Bateson
- V. Satir
- D. Jackson
- P. Watzlawick
Mental research institutde (MRI)
Instituto fundado por D. Jackson, J. Haley, P. Watzlawick y V. Satir, conocidos como “La Escuela de Palo Alto”,
incorporan a la Terapia Familiar los avances de teorías transdisciplinares:
- Teoría general de sistemas (desorganización, ambigüedad de roles etc.)
- Cibernética: operar con la interacción
Desarrollan la Teoría de la Comunicación Humana (Watzlawich y Jackson).
Dos vertientes dentro de la Escuela de Palo Alto
- Centrada en la estrategia
- Centrada en el vínculo
Terapia familiar
BATESON
Complejidad organizada
Totalidad
Causalidad
Equifinalidad
Equicausalidad
Entropía negativa
Familia como sistema
Complejidad organizada: Todos los elementos de un sistema están interrelacionados entre sí, de modo que un
cambio en uno de ellos genera cambios en los demás, así como en la relación de interdependencia
Un cambio en un miembro de la familia genera un cambio en el resto y en su forma de relacionarse.
Totalidad: Un sistema no se explica por las sumas de sus partes, es necesario estudiar la interacción global de sus
miembros
El sistema familiar solo se entiende estudiando a los miembros que lo componen y las relaciones que establecen entre
ellos.
Equifinalidad/Equipotencialidad: Resultados idénticos pueden tener orígenes diferentes, ya que el proceso es igual
de importante. De la misma forma que resultados distintos pueden tener el mismo origen.
Historia como proceso, foco de cambio en el aquí y ahora.
Familia extensa:
- Trabajo/estudios: relaciones y rendimiento
- Tipos de apego
- Estilos comunicacionales
- Distribución de poder
- Sintomatología
- Debilidades y fortalezas
- Competencias relacionales
Logra condensar con un rápido golpe visual mucha información y bien organizada acerca del grupo familiar.
Información de ágil acceso para todo aquel que comparte el lenguaje simbólico del genograma, favoreciendo
así la unidad entre los profesionales y acortando el tiempo de evaluación en psicoterapia
El mapeo gráfico provisto de tanta información hace fácil su comprensión e interpretación, promoviendo la
formulación de hipótesis.
Es un gran organizador del diagnóstico sistémico (¿qué está ocurriendo?) y también lo es a nivel terapéutico,
ya que permite el diseño de estrategias de intervención relevantes.
Trazado de la estructura simbólica familiar
La columna vertebral de un genograma es una descripción gráfica de cómo diferentes miembros de la familia están
biológica y legalmente ligados entre sí de una generación a otra.
La estructura familiar muestra diferentes miembros de la familia en relación los unos con los otros
Relaciones
En genogramas más extensos, que se remontan más allá de tres generaciones, las figuras en el pasado distante, por lo
general no se grafican ya que presumiblemente, están muertas. Solo las muertes relevantes se indican en este tipo de
genogramas.
Semáforo de la sexualidad
Identidad.
OSDE.
Peculiaridades.
Dificultades eróticas:
o Deseo (desajuste).
o Dolor/imposibilidad para mantener penetraciones vaginales (DPV).
o Orgasmos.
o Erección (DE).
o Eyaculación (IME).
Búsqueda de pareja.
Comunicación.
Conflictos.
Celos.
Infidelidad.
Dependencia emocional.
Maltrato.
Ruptura/divorcio.
Familias reconstituidas.
Tema 9. Comunicación
¿Qué es la comunicación?
Intercambio de información entre dos o más partes:
Mensaje y
CONTEXTO
código
CANAL
Emisor Receptor
Comunicación responsable
Sinceridad y sincericidio.
Medio al servicio de un objetivo.
Mucho más que el “qué” y el “cómo”.
El “para qué”.
Habilidades sociales
Evaluación entrevista
Cómo y qué
o Individual y conjunta
o Motivo de consulta y problemas actuales
o Historia de la relación
o Día a día
o Exposición de un conflicto
Entrevistas estructuradas
Evaluación autoinformes
Evaluación autorregistros
Situación-pienso-siento-hago(/hace).
Qué ocurre, qué hago yo, qué hace mi pareja.
Tratamiento
Aumentar la tasa de reforzadores
- Cada persona tiende a expresar su amor y prefiere recibirlo de una o varias maneras concretas.
- 5 lenguajes del amor (Chapman, 2009)
Refuerzo contingente
- Asociado a un comportamiento que se desea mantener en el futuro
- Sincero y cierto
- Concreto
- Gratuito
- Intermitente
“Pilla a tu pareja y házselo saber”
Escucha activa: objetivos
- Percibir la mayor cantidad de info verbal y no verbal posible
- Conseguir que el oyente se sienta cómodo
- No verbales
o Mantener mirada
o Postura corporal y expresión facial
o Gestos afirmativos
- Verbales
o Afirmaciones
o Parafraseo resumen
o Hacer preguntas
Cómo NO escuchar:
- Síndrome del experto
- Interrumpir
- Contar exclusivamente la propia historia
- Juicios de valor
- No dar consejos, dar demasiados o demasiado pronto
Principales subenfoques
- Enfoque centrado en la persona (escucha activa)
- Gestalt
- Terapia centrada en la emoción
- Entrevista motivacional
- Psicodrama
- Focusing
- De expresión
- Orientadas al cuerpo
- A veces también nombradas de apoyo o no directivas
Principios Generales
- Centralidad de una genuinamente empática y validante relación terapéutica
- Relación terapéutica entendida como potencialmente curativa
- Experiencia subjetiva de cada persona es central
- Para adentrarse en esa experiencia el terapeuta hace por adentrarse empáticamente en el marco de referencia
del paciente (su mundo)
- Posibilidad de adentrarse en marco de referencia del otro es un privilegio para terapeuta
- Terapias humanistas rechazan idea de que relación terapéutica se reduzca a un encuentro definido por la
técnica
o Encuentro es relación autentica con sus propios limites, terapeuta provee a cliente de experiencia
emocional correctiva nueva y validante
- Focalizado en promover la experiencia en las sesiones
- Centrado en el presente, proceso holístico de darse cuenta en el instante, experiencia inmediata (percibir,
pensar, sentir, querer…)
- Enmarcado en relación facilitadora de empatía
- Comprometido con un enfoque fenomenológico
- Personas entendidas como creadores de significado, agentes que simbolizan, de os cuales su experiencia
subjetiva es un aspecto esencial de su humanidad
- Visión humanista experiencial enfatiza la operatividad de una tendencia a la actualización, integrativa y
formativa. Tendencia orientada a la supervivencia, al crecimiento y desarrollo de significado
- Personas consideradas mas sabias que su intelecto por si solo
Experiencia interna
Cuando la persona centra la atención internamente dentro de un contexto de relación de apoyo interpersonal, la
experiencia tácita interna es:
- Recogida como guía importante para la experiencia conscuente
- Fundamentalmente adaptativa
- Potencialmente disponible para la toma de conciencia
Adaptación y personalización
- La seguridad y el apoyo en la relación interpersonal son elementos clave para mejorar la atención disponible
para la auto conciencia y la exploración
- Las terapias humanistas están centradas en la persona de manera consciente. Esto incluye una genuina
atención y respeto por cada persona, única e irrepetible
- La persona vista de manera holística, nunca como un síntoma o diagnóstico
Proceso
- Todas las terapias humanistas son facilitadoras de procesos
o Significa ofrecer al paciente facilitación de procesos adaptativos para que pueda trabajar en tipos de
problemas particulares
- Todas las t humanistas guían en proceso, pero la terapia centrada en la emoción, la Gestalt, psicodrama y
entrevista motivacional tienden más a la guía y directividad mientras el enfoque centrado en la persona y las
llamadas terapias no directivas o de apoyo hacen por minimizar la guía o directividad de la facilitación del
proceso
- Las terapias existencias desarrolladas mas recientemente son mas explicitas a la hora de guiar el contenido del
proceso, tomando un enfoque as directivo, como: terapia centrada en la compasión, schema therapy,
típicamente asociada a la terapia cognitivo conductual de la que han toamdo numerosos elementos las terapias
humanistas experienciales
Algunas dificultades
Posiciones en un conflicto:
- Los deseos (lo que reclama cada parte, lo que quieren)
- Los intereses/necesidades (lo que se considera fundamental, imprescindible, mínimo con el que estaría
conforme)
Actitudes ante el conflicto
- Tipos de intenciones
o Competidor: pretende satisfacer sus intereses independientemente del impacto al otro
o Evasivo: desea retirarse de un conflicto o acabarlo. Evita o “hace la vista gorda”
o Acomodaticio: coloca los intereses de la otra parte por encima de los propios
o Conciliador: situación en la que dos partes en conflicto están dispuestas a ceder algo.
o Colaborador: las dos partes en conflicto desean satisfacer los intereses de ambas, mximo beneficio
Negociación
- Preparación
o Elegir momento adecuado para interlocutores
o Escucha activa en marcha
o Partir de que se puede ceder en algunos aspectos
- Conducta verbal
o Reconocer problema
o Buscar alternativas, lluvia ideas
o Pros y contras de cada una
o Elegir y poner en práctica
Entrevista
- Motivos de conflicto
- Modos de discutir
o Estilos de comunicación
o Estrategias de negociación/manipulación
Las 4 esferas
- Convivencia
- Intimidad/amor romántico
- Amistad
- Erótica
Puntuar del 0 al 10. Por que no menos y por que no más
Entrenamiento en HHSS
1. Ensayo de conducta role playing
2. Modelado
3. Instrucciones
4. Retroalimentación
5. Reforzamiento
Hacer críticas
Elegir momento adecuado, lo antes posible, una critica por vez, y si merece la pena
1. Describir lo que ha ocurrido
2. Explicar como nos afecta
3. Asumir parte de responsabilidad
4. Pedir soluciones y alternativas. En ultimo termino ofrecer sugerencias
5. Agradecer
Recibir críticas
1. Escuchar
2. Aceptar nuestra responsabilidad
3. Si hay datos que puedan justificar nuestro error, explicarlo sin entrar en defensas o excusas
4. Expresar deseo de cambiar y modo en el que se llevará a cabo
Decir no
1. Escuchar sin interrumpir
2. Expresar empatía
3. Decir no sin justificaciones
4. Proponer una alternativa
Erótica masculina
Evaluación
¿Qué ocurre?
¿Cuándo y desde cuándo?
¿Cuántas veces?
¿Qué siente, piensa, hace él?
¿Qué siente, piensa, hace la pareja?
Para que quiere o quieren cambiar
Que están haciendo bien
Que pasaría si se soluciona
Causa orgánica
Autoestimulación
Relación de pareja
Practicas eróticas
Último episodio
Tratamiento
Erótica femenina
Erótica deseada
Rol de inexperta, pasiva y sumisa
Sexualidad corporal
Evaluación
Descripción definición
Contingencias de aparición
Atribuciones del problema
Expectativa y motivación
Ansiedad anticipatoria
Historia sexual
Relación de pareja
Antecedentes médicos y psiquiátricos
Estilo de vida
Tratamiento
Objetivos:
Objetivo general: reducir las dificultades asociadas a la penetración vaginal y potenciar el placer y la
satisfacción
Objetivos específicos
o romper la asociación entre penetración y ansiedad tensión
o proporcionar una actitud más positiva de la sexualidad
o mejorar el conocimiento de las propias sensaciones eróticas
o facilitar la comunicación en pareja ante las dificultades
Técnicas:
- psicoeducación
- focalización sensorial
- ejercicios musculares pélvicos o Kegel
- programa de dilatación vaginal progresiva
- entrenamiento en asertividad de lla: para comunicar adecuadamente lo que le gusta y reforzar lo que su pareja
haga bien
rutina
control estimular
entrenamiento en manejo de impulsos
actividades alternativas
estrategias de afrontamiento
regulación emocional
exposición con prevención de respuesta
prevención de recaídas y consolidación del cambio
Estilos de apego
Se agrupan en función de nivel de seguridad que manifiesta la criatura y las estrategias para gestionar la proximidad
con respecto al cuidador
Estilos:
- seguro
- inseguro
o ambivalente- resistente
o evitativo
- desorganizado
Estrategia primaria: El bebé, desde que nace, busca una conexión estable y segura con una persona capaz de
protegerlo
La criatura percibe a la figura de apego como disponible y responsiva cuando la necesita,
que le ayuda a REGULARSE EMOCIONALMENTE, REFUERZA SU AUTOESTIMA Y LA CONFIANZA
EN LOS DEMÁS
Estilo apego evitativo:
Autonomía exagerada
Minimización de afectos y vivencias negativas(“no pasa nada”, “estoy bien”)
Independencia de vínculos afectivos: no buscan ni esperan apoyo, empatía ni intimidad
Pocas conductas de apego
Acumulación de experiencias -> estilo de apego -> modelos operativos internos (MOI)
Los modelos operativos internos son mapas cognitivos, esquemas o guiones que un individuo tiene de sí
mismo, de sus figuras de apego y de su entorno. Permiten dar significado a los acontecimientos, planificar y
construir expectativas sobre el futuro y los otros, definiendo quiénes son las figuras de apego, su
disponibilidad y qué se puede esperar de ellos.
Los MOI condicionan dos elementos claves en la salud mental:
1) Autoestima
2) Confianza en los demás
Son procedimientos relacionales, secuencias de acción que nos permiten movernos por el mundo y son
independientes de nuestro conocimiento conceptual
¿soy digna de ser querida? ¿el mundo es un lugar amable y digno de confianza? ¿soy capaz de comunicar y obtener
lo que necesito?
Responsividad
Flexibilidad
Reparación
Perspectiva
Relación terapéutica
Apegos inseguros: importante metacomunicar sobre relación terapéutica: explorar sensaciones de abandono
(impuntualidad, vacaciones, alta terapéutica)
o Apego evitativo: conviene al comienzo centrarse en tareas concretas, comunicación mas racional
antes de entrar a conectar con las emociones o hablar de emociones del propio terapeuta. Costara mas
tiempo generar relación de confianza
o Ansiosos- ambivalente- preocupado: posible que genere una alta dependencia del terapeuta y del
grupo. No comunica síntomas por no decepcionar. Conviene diferenciar entre la enfermedad y la
persona (externalizar) para que pueda contar síntomas
La regulación emocional
En cualquier tratamiento, si se pretende que sea exitoso, se necesitará un abordaje del reconocimiento de las
emociones y su regulación
TRAUMA:
Definición Rae
1. Lesión duradera producida por agente mecánico generalmente externo
2. Choque emocional que produce daño duradero en el inconsciente
3. Emoción o impresión negativa, fuerte y duradera
Sistemas de cicatrización
Proceso
o Hablamos de ello
o Pensamos en ello
o Soñamos con ello
¿Con quien debemos llevarlo a cabo? Con FIGURAS DE CUIDADO
Si podemos hacerlo la herida cicatrizará adecuadamente y la experiencia podrá transformarse en aprendizaje,
pues la narrativa resultante tendrá todo el material necesario (adecuadamente traducido) y generará creencias
apropiadas sobre uno mismo
¿Qué contar?
o Contenido externo, lo que se ha visto
o Contenido interno
No es fácil narrar: percepciones, sensaciones corporales y emociones
Necesita ser traducido (sintonización, mentalización)
En esta tarea ya se presentan importantes dificultades
Si esto no se da se instala la herida, el trauma
Real:
Proceso:
o Ser humano bio- psico- social
o Contexto manda e impone sus reglas
o Silencio
o Enfrentamos la polaridad apego-desapego
Para priorizar la vinculación usamos la disociación. A mayor riesgo de desvinculación, mayor nivel de
disociación.
Los efectos de la disociación se observan en tres ámbitos de actuación: físico, psíquico y somático, con
alteraciones que pueden ser notables a nivel de relaciones sociales, síntomas físicos y alteraciones
emocionales.
La supervivencia requiere la adaptación al medio que conlleva la necesidad de primar la VINCULACIÓN por
encima de todo.
El ser humano necesita del mecanismo de POLARIZACIÓN para que se produzca el sesgo a favor de la
vinculación.
Y para ello es también imprescindible la DISOCIACIÓN
Y el SILENCIO…
Neurobiología interpersonal
La salud mental resulta del equilibrio entre una mente coherente, la regulación a nivel corporal y las
relaciones empáticas.
La experiencia traumática rompe el equilibrio impidiendo la regulación, disminuyendo la capacidad reflexiva
y entorpeciendo las interacciones.
La histeria. Movimiento político republicano y anticlerical francés de finales del siglo XIX.
El trauma de guerra o neurosis de combate. Estudio que comenzó tras la 1ºGM y alcanzó su punto álgido tras
la Guerra de Vietnam. Contexto político del derrumbamiento de culto a la guerra y crecimiento de los
movimientos pacifistas.
La violencia sexual y de género. Su contexto político es el movimiento feminista en Europa occidental y
Norteamérica
El estudio del trauma implica enfrentarse tanto a la vulnerabilidad humana en el mundo natural, como a la
capacidad de hacer mal que hay en la naturaleza humana.
•El estudio del trauma psicológico debe estar constantemente en lucha con la tendencia a desacreditar a la
víctima o a hacerla invisible, ya que la víctima suele ser un miembro infravalorado de la sociedad.
Además el acontecimiento más traumático de su vida ocurre fuera del territorio de la realidad validada
socialmente
Mantener la realidad traumática el la conciencia exige un contexto social que reafirme y proteja a la víctima, y
que aúna a esta y al testigo en alianza común:
o en el caso de LA VÍCTIMA INDIVIDUAL, el contexto se creará con el apoyo de familia amigos y,
por supuesto personal sanitario y otras víctimas.
o En el caso de LA REALIDAD SOCIAL, el contexto se creará a partir de los movimientos sociales
que dan voz y voto a los menos vistos y escuchados, a los más desamparados.
Estadísticas
El trauma en la infancia es tan frecuente que debe ser considerado como normativo.
Europa: One in five
España tiene datos similares a sociedades de los cinco continentes
o 8% de los varones.
o 20% de las mujeres.
o Juveninle Victimization Questionnaire (JQV) 83% (muestra 1107)
Imputs sensoriales
Reacciones
o Emociones
o Sensaciones
o Cogniciones
o Conductas
Memoria: recuerdos integrados
Narración completa, eficaz, integradora
Imputs sensoriales
Reacciones
o Emociones vehementes
o Sensaciones
o Cogniciones falsas
o Conductas irracionales
Memoria: recuerdos fraccionados
Narración incompleta, ineficaz, desintegradora. DISOCIACIÓN.
Que capte las señales internas que son las encargadas de decirle qué necesita el ser humano en el que se está
alojando.
Que cree un mapa del mundo que le rodea para aprender donde conseguir la satisfacción de estas señales.
Que produzca la energía y las acciones necesarias para llegar hasta allí.
Que le avise de peligros y oportunidades.
Que acomode las acciones según los requisitos
Imposibilitados para registrar estados internos y evaluar la relevancia personal de la información entrante.
Se da un esfuerzo constante por desconectarse de las sensaciones atemorizantes por lo que las personas
traumatizadas también adormecen su capacidad de sentirse vivos y de conocerse a si mismos y autorrealizarse.
La conexión emocional se convierte en un disparador y se genera la creencia de que sentir es peligroso.
Conceptos
CAMIR
Cuestionario que consta de 7 dimensiones:
1. Cinco de ellas referidas a las representaciones del apego:
Funcionalidad y disfuncionalidad
Tipos de crisis
Crisis de ciclo vital: Aquellos problemas enmarcados en las transiciones entre una etapa del ciclo vital y otra,
surgen ante la imposibilidad de adaptarse a un nuevo estadio.
Crisis estructural: Se caracterizan por tener unos patrones más o menos estables a lo largo del tiempo, son
concurrentes, repetitivas, brotan de tensiones sin resolver que permanecen ocultas. Como “terremotos”
recurrentes que paralizan la evolución y el cambio.
Crisis circunstanciales: Aparecen de repente, son altamente movilizadoras, no esperables y alto grado de
afectación.
Crisis de desvalecimiento: Surgen ante la aparición de algún tipo de incapacidad que genera una relación de
dependencia y cuidado.
Funcionalidad
Disfuncionalidad
Hablamos de disfuncionalidad cuando una familia o un individuo funciona a través de un síntoma o problema
impidiendo el cambio o la resolución de una crisis.
Síntoma o problema como necesidad de romper con una homeostasis y como adaptación al entorno.
Hay disfuncionalidad cuando hay una atasco en el proceso de crecimiento de un individuo o familia.
Cambio en TFS
La mayoría de los pacientes que vienen a terapia acuden en un estado de ambivalencia frente al cambio
Esto se trasmite en una paradoja más o menos explicita.
Aceptar esta realidad es aceptar la resistencia al cambio.
El modelo de Berg y Miller identifica varios tipos de paciente en función de la motivación al cambio:
o Demandante: el consultante no se considera parte de la solución y el terapeuta acepta explorar el
problema junto con el consultante, comprometiéndose a buscar una solución.
o Comprador: cuando el consultante se considera parte de la solución y está dispuesto a abordar el
problema, el terapeuta cree en su propia capacidad de dirigirlo hacia la solución.
o Visitante: el consultante no cree tener un problema o la necesidad de la terapia.
Según donde se posicione frente a la ambivalencia distinguimos entre estas etapas:
o Negación
o Precontemplación
o Contemplación
o Determinación/acción
o Recaída
Dos tipos de cambio
o Primer orden
o Segundo orden
Son familias sanas aquellas que cumplen adecuadamente las funciones de apoyo, sustento, establecimiento de límites
claros, relaciones de poder/jerarquía eficaces, promoción de la diferenciación y autonomía evolutiva de los hijos,
negociación de conflictos y desarrollo de una comunicación eficaz.
Todas las familias experimentan cambios a lo largo del tiempo y estos cambios observan unas determinadas
regularidades, ajustándose a un patrón previsible que se puede describir en términos de etapas.
Para que un sistema familiar pueda pasar de una etapa del ciclo vital a otra, tiene que haber necesariamente una crisis,
lo que inevitablemente implica un proceso de adaptación a la nueva realidad
Funciones familiares
Funciones como agentes de crianza y socialización de los hijos, los roles de padre y madre.
Los padres desarrollan un proyecto vital educativo que abarca todas las etapas del ciclo vital del hijo, desde
nacimiento, adolescencia, edad adulta y los hijos como padres, a través de la figura de los nietos.
Este proyecto tiene que tener un contenido que se irá gestando a lo largo de los años y se adaptará a las etapas
del ciclo vital, en función de las demandas de cada hijo, de su personalidad y de sus circunstancias vitales.
Formación de la pareja
Es la unión de dos personas que provienen de sistemas familiares diferentes, lo que supondrá aunar y negociar
creencias, expectativas, valores y conductas, conformando una nueva organización distinta a las de los
sistemas anteriores.
Tarea principal: Establecer el nuevo sistema. Necesidad de:
o Encontrar un equilibrio entre las necesidades de individualidad y de dependencia. Renegociación
sobre el espacio de pareja y el individual.
o Negociación de valores, expectativas, roles, y aceptación de las diferencias con el otro.
o Establecimiento de fronteras con el mundo exterior.
Separación o divorcio
Permitir y fomentar que el hijo tenga una buena relación con ambos progenitores.
Normalizar las estancias con el otro progenitor.
Riesgos:
o Invisibilidad e instrumentalización del menor en el conflicto. Conflicto de lealtades. Se vulnera su
derecho a mantener su relación con ambos progenitores. El conflicto ocupa todo el espacio.
o Sobre adaptación: confusión al intentar mantener amos de ambos progenitores.
o Posicionamiento del menor con uno de los progenitores en contra del otro: sentimientos de culpa y
pérdida de un referente
Tipologías de familias:
- Estructura familiar
o Familia nuclear
o Familia extensa
o Familia postnuclear
Según numero progenitores
Biparental
Monoparental
Según orientación sexual progenitores
Heterosexual
Homosexual
Según vinculo biológico
Existencia de vinculo biológico
Ausencia de vinculo biológico
Según numero de hijos
- Tipo de unión
o Legal
Civil
Religioso
De hecho
o No legal
Bigamia
poligamia
- Contextos culturales
o Nacionalidad
o Clase social
o Cultura sexual
o Ocupación
o Política
o Religión
o Generación
- Dinámica familiar
o Según cohesión/ adaptabilidad
Aglutinada
Conectada
Separada
desligada
o Según cuatro factores clave
Rígida
Estructurada
Flexible
Caótica
Adaptabilidad (baja- alta): rígida – estructurada – flexible – caótica
Cohesión (baja- alta): desligado – separación – conexión – ligado
Dimensiones cohesión familiar
Familia nutricia: se busca la solución mas adecuada para cada problema, siendo esto mas importante que la lucha de
poder
Familia conflictiva: el aspecto mas importante es ver quien gana el pulso, el problema no se soluciona
Gano/ganas Gano/pierdes
Pierdo/ganas Pierdo/pierdes
Fases
1. Atracción
en algunas ocasiones las personas se quedan en la atracción porque cuando pasan a la fase de
conocimiento no les gustan lo que ven y entonces deciden que quieren quedarse en la atracción. A estas
personas no les gusta tener que dejar, que se produzca una ruptura porque siempre son dolorosas. Le duele al
que deja y al dejado. A pesar de ello es mejor dejar pero el que hace esto tiene que lidiar con la culpa y si no
puede con eso, lo que hace es autoengañarse y pensar que en realidad sigue queriendo a la otra persona
2. Conocimiento
3. Guerra de acoplamiento
se empiezan a definir una serie de parámetros humanos que limitan a la persona. Por lo general la amistad no
corta la libertad, en cambio, a veces la pareja sí.
Cada vez que se elige estar con alguien implica renunciar a otra parte a la que le gustaría explorar y conocer a
otra persona. No es que las personas no se quieran, sino que aparece una disposición genética doble
vinculante: una parte es sedentaria y quiere establecerse en un lugar y otra parte de es nómada y quiere
conocer otras tierras (esto es la herencia de nuestra supervivencia).
En esta guerra se tienen que acoplar dos vidas con gustos diferentes, sueños diferentes, valores, etc
4. Aceptación
Esta fase es capital porque aquí se echan raíces para bien y para mal. Esta fase implica que
una vez que se ha conocido al otro, se ha llegado a un punto en el que las cosas que no gustan del otro
realmente no importan. Cuando se tiene que aceptar algo, se tiene que hacer de una manera natural, no se
puede aceptar algo si no lo toleras.
No funcionamiento
Cuando una pareja no va a funcionar, normalmente esa relación termina en 2 o 3 meses. Uno de los síntomas que
indica mal pronóstico es cuando uno de los dos ha reescrito la historia experiencial.
tenemos 2 yoes: El “yo experiencial” y el “yo que recuerda”.
El primero es el de aquí y ahora y el segundo es el que cuenta historias. El segundo es el que hace que el recuerdo
tenga un proceso narrativo, dependiendo de cómo estén ubicados los elementos.
El yo que recuerda cuenta diferentes historias. Es muy importante terminar las cosas bien porque el yo que recuerda da
más importancia a los finales que al principio. El recuerdo de lo desagradable tiene más que ver con el final de la
historia que con el tiempo que dura. Cuando uno de los dos miembros reescribe la historia de la pareja de tal manera
que no recuerda nada bueno, la relación está muerta.
Tipos de parejas
Pareja funcional
en la que se da una buena capacidad para resolver los conflictos conyugales y un adecuado interés por la
nutrición relacional de los hijos. La jerarquía es equilibrada, la cohesión es centrada, ni muy aglutinada y muy
desligada, y la adaptabilidad se muestra flexible, con buena capacidad de cambiar en contextos y etapas
evolutivas diversa
Pareja triangulada
la desarmonía hace que uno o ambos miembros de la pareja busque aliados en terceras personas, a fin de
participar en la resolución de los conflictos. En términos de jerarquía, hay un predominio de la simetría, la
cohesión está disociada, la pareja está desligada en un clima de aglutinación. A su vez, estas triangulaciones
hacen que la pareja tienda a la rigidez.
Pareja deprivadora
en estas parejas, el ámbito conyugal, funciona bien, el fracaso se presenta en el ámbito parental, su
paternalidad naufraga, desbordados por los hijos. La jerarquía es de predominio complementario, la cohesión
muestra aglutinación en la pareja en contraste con un desligamiento frente a otros subsistemas, dándose una
adaptabilidad escasa en el sentido de la rigidez
Pareja caótica
en esta pareja se produce una precoz y simultánea crisis en relación a las funciones conyugales y parentales.
La jerarquía es simétrica dentro de la pareja, pero no la ejercen de manera coherente con los hijos, por lo que
estos quedan expuestos a un desligamiento generalizado. La adaptabilidad es muy baja y de sesgo caótico,
mientras que los valores y creencias suelen ser monótonos y estereotipados
Pareja armónica
cada uno tiene una vida independiente con la que se siente bien y accede en buen grado a compartir con su
pareja parte de ella. Comparten una visión muy parecida de la vida y tienen valores y objetivos similares, pero
no están de acuerdo en todo, por lo que en la pareja hay un espacio para el disenso e, incluso, para la pelea
Pareja simbiótica
Los integrantes de esta pareja no se reservan para sí espacios propios, ninguno reconoce límites en relación a
dónde termina su individualidad y comienza la del otro.
La simbiosis se produce de a dos, siendo uno de los miembros de la pareja el que impone una impronta
posesiva; uno es el que suele llevar la parte más activa y el otro el que parece someterse pasivamente a los
deseos del primero
Pareja tóxica
relación tormentosa en la que las satisfacciones que de ella se obtiene son bastante dudosas. Los reproches
constantes, la ironía descalificadora, las escenas de celos, los insultos, los desbordes, las agresiones de todo
tipo y, finalmente, la deseada reconciliación parecen los elementos perfectos para conformar este tipo de
pareja
Pareja sospechosamente independiente
es la contrapartida de la pareja simbiótica. En ella cada uno de los integrantes sale por su lado, cada uno hace
sus planes sin tener en cuenta al otro, ninguno le cuenta al otro de sus proyectos, aún cuando éstos deban
incluir necesariamente a su pareja. Ninguno habla de sus sentimientos, ninguno se esfuerza por combinar sus
horarios con el otro, ni sacrifica nada de su actividad por estar con su pareja
Pareja asimétrica
en la que existen diferencias entre sus integrantes de diverso orden. El modelo social prescribe que una pareja
debe fundarse en torno de afinidades y correspondencias de todo tipo: afinidad de nivel social e intelectual;
correspondencia de edades y estado civil; igual o similar nivel de belleza; igual ideología o religión; afinidad
de gustos y puntos de vista.
¿Qué es un síntoma?
LINEAL SISTÉMICO
Por que Para que
Causalidad lineal Causalidad reciproca
Foco en el pasado Foco aquí y ahora
Modelo individual Modelo relacional
Foco conflictos individuales Foco interacción familiar
Resolución conflictos Mejora de la relación
Centrado en la personalidad individual Centrado en el funcionamiento relacional
Patologías en la comunicación
Descubrir patrones comunicacionales que son disfuncionales
Rechazo, rechazo de la definición que el otro hace de sí mismo a partir de sus comunicaciones, pero no la
negación de su existencia, como se da en la desconfirmación. Sería la diferencia entre "no estoy de acuerdo en
cómo eres" y "no existes"
Descalificaciones o devaluaciones
Incongruencia entre el mensaje verbal y no verbal
Contradicciones
Cambios de tema
Interpretación metafórica de un mensaje literal o viceversa
Uso abusivo de etiquetas para denominar a las personas
Uso del imperativo
Uso de generalizaciones y términos absolutos (todo, nada, siempre, nunca)
Escalada simétrica, no se acepta la desigualdad
Complementariedad rígida, una desigualdad extrema
Paradojas
Para/doxa: desafía la doxa, la opinión se enfrenta al sentido común, obliga a desentrañar un sentido... Implican
una contradicción interna que debe ser comprendida en un nivel superior (nivel lógico) para que podamos
encontrar su lógica
Las hay en distintos planos
o Lógico matemáticas: sumar peras con manzanas
o Del lenguaje, definiiones paradójicas: estoy mintiendo
o Paradojas intencionales: soy un mentiroso
Instrucciones paradójicas: no me hagas caso, quiero que me hagas un regalo pero no porque
yo lo diga sino porque sale de ti
Predicciones paradójicas: antes de que cante el gallo me negaras tres veces
Metacomunicación
En toda comunicación patológica existe una dificultad para hablar sobre la propia comunicación.
La metacomunicación permite digitalizar el contenido analógico de cara a descifrar los mensajes ambiguos.
En relaciones con una fuerte carga emocional, resulta muy complicado metacomunicar y hay una tendencia a
rechazar el contenido analógico.
La relación terapéutica es una relación en la que el profesional debe estar constantemente metacomunicando
con el/los pacientes.
Metacomunicar es hablar de la comunicación, por tanto, es hablar de la relación
- Axioma 1: en todo contexto interpersonal, es imposible no comunicarse. Este axioma pone de manifiesto que
es imposible no intervenir, pues tanto si hacemos como si no siempre estaremos mandado un mensaje al otro.
- Axioma 2: en toda comunicación puede diferenciarse una dimensión de contenido (lo comunicado, lo
explícito) y otra de relación (lo implícito, la forma en cómo se dice el mensaje). De este modo, la primera
dimensión transmite información, mientras que la segunda alude al tipo de relación entre los comunicantes. El
nivel relacional constituiría un tipo lógico superior al de los datos y está muy unido al contexto. A la hora de
evaluar en el setting terapéutico, el objetivo principal será encontrar la pauta relacional repetitiva que vincula
los sistemas y que más veces los mantienen atrapados en sus dificultades, por lo que disminuye la importancia
del nivel de contenido y adquiere relevancia el nivel relacional.
- Axioma 3: el carácter de la comunicación entre dos personas está determinado por la manera en que se
marcan la relación entre ellas. De este modo, una serie de comunicaciones puede entenderse como una
secuencia ininterrumpida de intercambios que puede ser puntuada en función de la perspectiva del observador.
- Axioma 4: los seres humanos se comunican en dos niveles de análisis: el nivel digital (aspectos sintácticos: el
lenguaje, el habla y los signos) y el nivel analógico (la comunicación no verbal, postural y gestual).
- Axioma 5: todos los intercambios comunicativos pueden ser simétricos o complementarios, en función de si
están basados en la igualdad o en la diferencia. Una relación de pareja, por ejemplo, sería aquella que presenta
interacciones tanto simétricas como complementarias, determinando cada miembro de la díada en qué áreas se
comporta habitualmente de manera simétrica y en cuáles de forma complementaria
Tras esta primera etapa de líneas en las que se basa la teoría y práctica sistémica, poco a poco fue desarrollándose una
nueva epistemología denominada constructivismo, que ha tenido su máxima influencia en las últimas décadas y que
propone que el sujeto construye activamente el mundo externo dentro de un contexto social, lo que se traduce en que
la realidad puede ser interpretada de muchas formas distintas y que, por lo tanto, no existe una “realidad verdadera”.
Una de las características más esenciales del constructivismo social consiste en plantear una postura crítica sobre
aquello considerado como obvio, correcto, natural o evidente. De este modo, el contexto terapéutico será el escenario
ideal para reconstruir las narrativas personales y familiares creadas que generan sufrimiento para formar nuevas
realidades que permitan el cambio y el crecimiento.
3. Escuelas dentro del abordaje familiar sistémico
La aparición de la terapia familiar como un enfoque que transcendía de la intervención clínica individual estimuló la
aparición de diversos grupos y escuelas que siguen activas hoy en día. A la luz de las diversas voces, a veces dispares,
que componen el abordaje familiar sistémico, parece más idóneo no obstante hablar de movimiento sistémico o
terapias sistémicas que de paradigma sistémico. A continuación, se procede a describir las terapias más relevantes.
Las primeras terapias sistémicas
Terapia breve de Palo Alto
Los estudios del Mental Research Institute de Palo Alto durante los años sesenta, llevados a cabo por Jackson y
Watzlawick con familias de pacientes esquizofrénicos fue el punto de partida de la terapia familiar sistémica (Del Río,
2012). Uno de sus objetivos principales era estudiar la influencia de la comunicación interpersonal en los procesos de
cambio terapéutico.
De estos estudios se generaron importantes teorías, principios y técnicas que han influenciado en gran medida la
psicología contemporánea. Desde este enfoque, los problemas se mantienen porque las personas persisten en utilizar
las mismas estrategias que hasta ahora no les han resultado útiles para resolverlos, creando verdaderos circuitos de
retroalimentación rígidos. Afortunadamente, estos circuitos cerrados y cíclicos pueden romperse a través de
prescripciones estratégicas cuidadosamente diseñadas para ese problema particular.
Surge aquí el primer modelo clínico sistémico, que busca reducir el proceso terapéutico abreviando las sesiones hasta
el mínimo. En 1968, Weackland, Fisch, Watzlawick y Segan fundan el Centro de Terapia Breve Integrado, y elaboran
un modelo de intervención breve que consiste en diez sesiones focalizadas en la resolución de un problema cuyos
cambios buscan ser duraderos en el tiempo. Posteriormente esta escuela será conocida como la terapia breve
estratégica (TBC, en adelante).
Es precisamente la búsqueda de la brevedad enmarcada dentro de la efectividad y eficiencia lo que les hace prescindir
de las exploraciones de las causas intrapsíquicas del pasado de sus pacientes, alejándose cada vez más del enfoque
psicodinámico, por un lado, y convirtiéndose en una escuela que recibía a terapeutas de todo el mundo interesados en
sus propuestas, por otro, de tal modo que esta escuela tuvo una enorme repercusión en la psicoterapia desde sus
inicios.
Modelo estructural
Su autor paradigmático es Salvador Minuchin, quien estuvo influenciado por la Escuela de Palo Alto, pero desarrolló
en 1974 un modelo de intervención que no necesariamente debía ser breve, sino que se adaptaba a las necesidades de
cada caso.
Este modelo nace también durante los años sesenta del trabajo con familias que presentaban problemas con los límites,
definiéndose las familias disfuncionales como aquellas formadas por adultos codependientes (que darían lugar a
familias aglutinadas) o por adultos demasiado autónomos (que generarían familias desligadas). Esta tipología de
familias sigue utilizándose con frecuencia en la actualidad por parte de la psicología forense. Para este enfoque, por lo
tanto, es esencial analizar la estructura familiar para modificarla.
Modelo estratégico
Jay Haley fue su fundador a finales de los años setenta, quien estuvo muy influenciado por Milton H. Erickson y
también por Minuchin. En su abordaje terapéutico plantea que las familias se organizan en coaliciones y alianzas, y se
centra en analizar la organización jerárquica de la familia nuclear y extensa para diseñar intervenciones que buscan
romper ciclos repetitivos de conducta y romper pactos secretos o implícitos.
La Escuela de Roma
Otra escuela fundada en los años sesenta, en este caso, por Maurizio Adolfi. Se trata del primer terapeuta sistémico
que pone en duda la existencia de la objetividad del positivismo y prefiere hablar de una postura de neutralidad. En
esta escuela se pone acento en las triangulaciones formadas por el padre, la madre y el hijo, y en las redes
trigeneracionales (abuelos, padres y nietos)
Modelo de Milán
Influenciada por las escuelas de Roma y de Palo Alto, Mara Selvini Palazzoli sienta las bases de esta escuela a finales
de los años sesenta. Esta escuela se focaliza principalmente en el trabajo de la anorexia y la psicosis. Los seguidores
comienzan a usar el genograma para visualizar y diagnosticar las relaciones de poder implícitas en la familia
disfuncional. Además, proponen una novedosa intervención a través de coterapia —formada por dos terapeutas de
diferente sexo que se ubican frente a la familia— y también el interrogatorio circular —que permite a los miembros de
la familia escucharse de tal modo que no se pregunta a un paciente por su comportamiento, sino a otro miembro de la
familia—. Ambas técnicas son ampliamente utilizadas en la actualidad, no solo por terapeutas sistémicos.
Las terapias en el posmodernismo
La terapia breve centrada en soluciones
Influenciado por Milton H. Erickson y la Escuela de Palo Alto, Steve De Shazer funda su escuela en 1978, conocida
por sus sigas TBCS. Sus postulados coinciden en gran medida con los de la TBE, de tal manera que ambas escuelas
conciben la posibilidad de intervenir solo con individuos y no con las familias al completo, y ambas tienen como
objetivo plantear una terapia de corta duración
No obstante, existen diferencias entre ambos enfoques, pues la TBCS no percibe las quejas y demandas de los clientes
como conflictos profundos que solo pueden ser atendidos por un terapeuta experto y entrenado, sino que defienden
más bien un rol del terapeuta que no va más allá de lo que el cliente es capaz de transmitir. En el caso que necesite
formular una hipótesis no planteada hasta entonces por los miembros de la familia, ha de formularla dentro de una
conversación con ellos. De este modo, el terapeuta sistémico parte de una actitud de desconocimiento (o no saber)
sobre la vida del cliente y, a través de una auténtica curiosidad, debe plantear preguntas clave que logren movilizar al
cliente hacia el cambio.
Por lo tanto, como todas las terapias posmodernas, esta entiende que las dificultades de los pacientes están mediadas
por el lenguaje y por las conductas generadas por su visión del mundo. Se pone énfasis en estudiar las soluciones y
excepciones (situaciones donde el problema no está presente o aparece con menos intensidad), más que en analizar los
problemas. Es propio de esta terapia utilizar, por ejemplo, las preguntas milagro.
Terapia narrativa
Su fundador fue Michael White, junto con David Epson, durante los años ochenta. La experiencia de White trabajando
con niños que presentaban problemas de audición lo llevó a desarrollar una terapia centrada en el análisis de las
narrativas escritas que pedía a sus pacientes hipoacúsicos. Se trata de una producción escrita que el paciente prepara
entre sesiones y se analiza en la sesión siguiente, muy aceptada por pacientes introvertidos o poco comunicativos.
White basó su modelo en la construcción de relatos alternativos, utilizando la analogía del texto como metáfora
explicativa de la terapia, donde el problema deja de tener sentido en las historias alternativas construidas por los
pacientes, lo que permite que la persona reoriente su vida.
La terapia narrativa (TN) hace uso del construccionismo como base teórica, y en su afán por cuestionar las narrativas
oficiales de sus clientes, supuestamente incuestionables, deconstruía, por ejemplo, los discursos que sostenían el rol
pasivo de la mujer en relación con la violencia de género.
También es habitual en esta terapia el uso de la externalización del síntoma, lo que genera una distancia entre el
paciente y el problema, facilitando así poder resolverlo de forma reflexiva. Otra contribución importante de la TN ha
sido la recuperación de la historia en la conversación terapéutica, mientras que el MRI estaba focalizado en el futuro y
la TBCS en el presente, desde este enfoque se recupera el pasado como parte de los temas de conversación en terapia.
No se trata tanto de una revisión de la historia tal cual ha sucedido, sino que se pone el foco en cómo es contada y
vivenciada por el cliente.
La terapia colaborativa
Se trata de una escuela desarrollada a finales de los setenta por Anderson, quien tenía notables influencias del MRI de
Palo Alto y su tratamiento del lenguaje. Surge así un modelo de trabajo que concibe la terapia como un modelo
conversacional y dialógico. Una técnica muy habitual de esta concepción de terapia es preguntar a sus clientes con
quién ha hablado sobre sus preocupaciones y qué impacto han tenido esas conversaciones. Desde esta perspectiva, no
es relevante la distinción entre terapia individual, de pareja o familiar, pero sí lo es la siguiente cuestión: “¿Quién debe
estar hablando y con quién, ¿cuándo, ¿dónde y sobre qué?”
Como puede observarse, la terapia conductual de pareja es uno de los enfoques que cuenta con mayor apoyo empírico
a la hora de abordar los problemas de pareja, si bien estudios como los de American Psychologist Family Process de
2010, señalan cómo la terapia familiar sistémica presenta una eficacia equiparable a estas terapias con apoyo empírico.
Por su parte, Walsh y Petteta (2019) recogen una serie de estudios basados en la evidencia en relación intervenciones
de problemática infantojuvenil, y encontraron resultados favorables en la intervención con problemas del sueño y de
alimentación, trastornos de conducta, trastornos del estado de ánimo y de ansiedad, violencia familiar y abuso sexual
infantil. Estos datos señalan la necesidad de incluir a la familia dentro de las intervenciones para mejorar las
problemáticas existentes en la etapa infantil, pues se trata de fenómenos que requieren de una compresión sistémica de
los fenómenos clínicos.
En estos estudios de eficacia priorizan los aspectos de validez interna y control de variables para garantizar que es el
tratamiento analizado el causante de los cambios observados. Cuando los resultados señalan que los pacientes
pertenecientes al grupo de tratamiento tienen mejoras significativas y consistentes respecto al grupo control, se puede
concluir que ese tratamiento cuenta con apoyo empírico.
No obstante, este enfoque de la psicología clínica basada en la evidencia no está libre de críticas
Se considera que la propuesta favorece a la psicología de orientación conductual sobre otras orientaciones (al
estar basada en la metodología experimental) y que por ello es el tipo de orientación con mayor apoyo
empírico en relación con otras corrientes.
Además, este listado asume una filosofía centrada en los trastornos, más que en las personas que lo sufren, y
no todos los modelos psicoterapéuticos asumen esa visión de los problemas. No nos podemos olvidar tampoco
de que la terapia familiar y la terapia de pareja no están enfocadas habitualmente en la intervención de un
trastorno en concreto, por lo que estas acciones se suelen alejar del enfoque clásico de análisis.
Surge la duda sobre la generalización al mundo de la práctica clínica real de los resultados obtenidos en
laboratorio y contextos controlados. Por ejemplo, estos tratamientos tienen una duración prefijada de
antemano y no se modifican por las características de las personas atendidas o la evolución del caso, siendo
los pacientes seleccionados para que sean representantes de trastornos “puros” o con la menor comorbilidad
posible.
No obstante, y tal como señalan Ybarra et al. (2015), el esfuerzo generado por la psicología clínica basada en la
evidencia en aunar dos campos que han estado tradicionalmente separados, la investigación y la práctica clínica,
merece la pena ser difundido con el objetivo de que el clínico pueda tomar decisiones a la hora de intervenir y
combinar esta información con su propia experiencia y las características de las personas que va a tratar.
Investigación sobre la efectividad en terapia familiar y de pareja
Para compensar algunas de las limitaciones presentes, especialmente en la generalización de los resultados de los
estudios de eficacia, es útil también tener en cuenta los datos obtenidos a través de la efectividad. Esta aproximación
disminuye la validez interna, pues normalmente cuentan con muestras seleccionadas (no al azar, como en los estudios
de eficacia), ausencia o limitaciones del grupo control y diagnósticos a veces poco rigurosos. En consecuencia, será
necesario analizar los resultados de ambos acercamientos (eficacia y efectividad) para poder acercar más las
perspectivas de la práctica clínica y la investigación controlada.
En una revisión sistemática sobre la terapia de familia y pareja centrada en adultos con diversos problemas de relación
y salud mental, Carr (2008, 2018) concluye que los resultados apoyan la efectividad de la terapia sistémica (ya sean
sola o como parte de un programa multicomponente) para los problemas de pareja, los problemas psicosexuales, la
violencia de género en la relación de pareja, los trastornos de ansiedad, los trastornos del estado de ánimo, el abuso de
alcohol, la esquizofrenia y la adaptación a enfermedades físicas crónicas. Posteriormente, este mismo autor concluye
que la terapia sistémica muestra efectividad a la hora de intervenir en población infantojuvenil con problemas para el
sueño, alimentación y apego en la infancia, maltrato y abandono infantil, problemas de conducta, alteraciones
emocionales y de salud mental (ansiedad, depresión, trastorno bipolar), trastornos de alimentación y disfunciones
somáticas, incluyendo enuresis y encopresis, asma y diabetes.
En relación con la comparativa entre los modelos conductuales y no conductuales, contamos con una investigación de
Shadish, que concluye que existe apoyo a la eficiencia general de la psicoterapia familiar y de pareja, no siendo tan
importante el modelo de tratamiento a la hora de predecir el cambio conductual. No obstante, dentro de estas
comparaciones parece captarse una tendencia a mejores resultados dentro del enfoque conductual, lo que es lógico si
tenemos en cuenta la congruencia entre los objetivos de tratamiento y la medida de cambio utilizada, más afín a este
enfoque.
Finalmente, destacamos las palabras de Ávila (2003, p. 81), quien señala cómo “es enormemente importante que
quienes se forman [como terapeutas] puedan también conocer, manejar y hacer cierta investigación en psicoterapia, no
necesariamente la más sofisticada, pero sí alguna”.
¿Qué aspectos han facilitado esta evolución y apertura al cambio en los enfoques actuales? Pulgarín y Fernández
señalan los siguientes:
- La aparición y reconocimiento de nuevas tipologías familiares.
- El reconocimiento de las diferencias étnicas y socioculturales.
- La importancia del análisis del contexto
- El reconocimiento de la individualidad como parte de un sistema (en este caso, la familia)
- El cuestionamiento a la objetividad del observador.
También en la actualidad la terapia familiar sistémica ha asumido una postura más reflexiva y flexible por parte del
terapeuta, que desempeña un papel más participativo y espontáneo, y no tanto un rol de experto. Por lo tanto, el
paradigma actual ha promovido técnicas menos rígidas que han dado una mayor importancia a la flexibilidad del
terapeuta, situándole en una postura de “no saber” (not knowing) o de “no experto”.
Además, los avances en biología actuales (desde una visión más plástica, dinámica y flexible) también han generado
un reequilibrio en la visión sistémica-relacional original. Actualmente ya no se consideran a las personas como un
mero producto de relaciones, a modo de “tábula rasa sobre la cual actúan las relaciones”.
Por lo tanto, el terapeuta familiar actual ha asimilado más los límites que imponen los aspectos biológicos, lo que le
permite tener una visión más realista de las posibilidades de cambio y evitar así posiciones rígidas y soluciones
ilusorias.
Evolución de la TF en España
La evolución de la terapia familiar (TF) en España tiene sus propias particularidades, pues se considera que se inició
de forma muy tardía. Si bien en la década de los setenta empezaron a publicarse algunos artículos al respecto, no es
hasta los años ochenta del siglo pasado cuando se considera que se inicia su verdadero desarrollo. Desde entonces, no
ha dejado de estar presente tanto en el contexto psiquiátrico como en el psicológico.
Como hito histórico, cabe señalar la creación de la Federación Española de Asociaciones de Terapia Familiar (FEAT),
encargada de establecer los criterios de acreditación a docentes y escuelas de terapia familiar, lo que ha permitido
dotar de mayor rigurosidad a los programas de formación existentes.
Si comparamos los modelos sistémicos y conductuales en la intervención con familias y pareja, parece clara una
primera diferencia: la enorme repercusión del modelo teórico en cuanto a resultados de investigación con los que no
cuenta el modelo sistémico. Pese a que el modelo sistémico se originó muy estrechamente vinculado a la investigación
(especialmente con las escuelas pioneras como la de Palo Alto) y su contexto terapéutico con el espejo unidireccional
y las grabaciones de las sesiones permitía la observación y seguimiento sistemático de la intervención, el posterior
divorcio entre los investigadores y los terapeutas familiares en los años setenta hizo que disminuyeran drásticamente
las investigaciones sistémicas. Por lo tanto, el modelo sistémico cuenta con poco volumen en cuanto a sus resultados y
en la actualidad, aunque se ha retomado la actividad investigadora, existe una fuerte diferencia entre sus principales
enfoques, con clara ventaja del enfoque conductual.
Hoy en día, los modelos sistémicos parecen ir avanzando hacia el constructivismo (como la terapia narrativa),
mientras que los modelos cognitivo-conductuales van en dirección hacia postulados contextualistas (siendo la terapia
de aceptación y compromiso y la terapia analítico funcionales ejemplos de ellos), volviendo a sus orígenes más
conductuales, pero añadiendo a sus estrategias de cambio también otras más experienciales. Ambas perspectivas
tienen marcadas diferencias en relación con el foco de atención, objetivos y técnicas, pero también cuentan con
algunos puntos de convergencia, especialmente relacionados con el estilo terapéutico o a la necesidad de generar un
enfoque diferente sobre las emociones.
Como conclusión, podríamos destacar que, si bien es un hecho que los modelos de intervención evolucionan, y con
ello existe también la posibilidad de que se combinen y se integren, parece razonablemente saludable que se
mantengan las diferencias entre ellos, pues reducirlo a un único prisma empobrece el campo de la psicoterapia en
general.
No obstante, en la última década se observa una tendencia ascendente de aquellos enfoques más abiertos y flexibles a
la modificación de sus técnicas y con mayor capacidad de diálogo con otras perspectivas psicoterapéuticas. Estamos
hablando, por ejemplo, de los enfoques cognitivos que han adquirido una dimensión constructivista y los enfoques
relacionales (o sistémico-interpersonales), que integran lo individual y lo social en función de las necesidades de sus
pacientes. No obstante, entendiendo esta flexibilidad como un aspecto constructivo, hay que tener cuidado con la
proliferación del eclecticismo técnico, que hace uso de estrategias sin una integración teórica previa que lo justifique.
Cuando no hay intención de cambio, como puede ser en los casos de parejas que acuden a consulta por orden
judicial, y donde sus miembros no perciben una necesidad real de terapia.
Si detectamos que uno de los miembros que acude a terapia trata de hacer una alianza con el terapeuta
haciéndole partícipe de secretos.
En el caso de que uno de los miembros presente sintomatología clínica aguda que requiere de intervención
previa individual.
Un caso especial es cuando se detecta la existencia de violencia intrafamiliar, abuso sexual o violencia de
género dentro de la pareja. En este caso se debe cambiar el foco de atención y priorizar la protección de las
víctimas.
2. La importancia de una buena alianza terapéutica
Las investigaciones de los últimos años en psicoterapia han centrado sus esfuerzos en analizar qué factores comunes a
toda orientación psicoterapéutica son los principales responsables del cambio, y se ha encontrado que es la calidad del
vínculo paciente - terapeuta (o alianza terapéutica) la que actúa como factor principal en el proceso de intervención. Es
por ello que un adecuado vínculo terapéutico puede llevar al éxito de la terapia, o del otro lado, un vínculo mal
establecido puede suponer el fracaso del proceso.
En terapia familiar o de pareja, el hecho de incorporar dos o más miembros de una familia en un proceso terapéutico
amplía la dificultad de establecer una adecuada alianza en terapia. En estos contextos, la creación de la alianza
terapéutica implica múltiples niveles de relación que el psicólogo debe cuidar y manejar adecuadamente. En este tipo
de sesiones es común que estén presentes múltiples conflictos y el terapeuta se enfrente a la delicada y compleja labor
de conseguir la colaboración de todas las personas que acuden a la sesión. Establecer alianza terapéutica en estos
contextos es difícil, no solo por el número de personas que acuden a ella, sino por la diversidad de las motivaciones y
expectativas sobre la terapia.
De este modo, incluso un terapeuta muy hábil en generar alianzas terapéuticas en intervenciones individuales puede
fracasar estrepitosamente si, al querer establecer una buena relación con uno de los miembros del sistema, se gana la
enemistad de otros integrantes de la familia o de la pareja.
Un aspecto particular de la TF y de la TP es el manejo de los secretos y su alto potencial de conflicto en estas
modalidades de intervención. A diferencia de la terapia individual, donde el paciente (o cliente) elige qué va a revelar
y qué no (teniendo más control del proceso), en la terapia con dos o más integrantes, quien desvela una información
no puede controlar lo que los otros miembros de la terapia vayan a decir o descubrir. Esto tendrá consecuencias
directas en la creación de seguridad dentro del espacio terapéutico, que es una de las características esenciales de la
alianza terapéutica. Será, por tanto, una condición necesaria y básica generar un contexto seguro para todos, si se
desea un adecuado desarrollo de la terapia. Para ello el terapeuta tiene que estar preparado y mostrar una elevada
competencia comunicativa teniendo en cuenta que cada integrante no solo le está expresando de manera verbal y no
verbal al psicólogo sus problemas o puntos de vista, sino que también está mandado mensajes (muy habitualmente de
manera indirecta) a los otros miembros de la sesión.
Otro fenómeno característico de la terapia familiar es la llamada alianza dividida, que aparece cuando (Escudero,
2009):
Uno de los miembros de la familia se siente mucho más vinculado al psicólogo que el resto.
Una parte de la familia muestra un vínculo neutral con el terapeuta (no presentan rechazo, pero tampoco
conexión especial), mientras que otra parte expresa claramente indicios positivos de relación
El caso más extremo aparece cuando existen miembros con una fuerte afinidad hacia el terapeuta, en
contraposición con el claro rechazo o antagonismo de otros miembros de la familia. A este tipo de alianza se
le ha denominado alianza dividida de tipo severo.
Es importante para lograr una alianza terapéutica con todos los integrantes de la terapia que la figura del terapeuta
preste atención simultánea a las necesidades del sistema en su totalidad, entrelazándolas de tal manera que tenga
sentido para todos sus miembros. Para ello, deberá utilizar constantemente la técnica del reencuadre del problema,
recordando las buenas intenciones de todos al acudir a terapia y poniendo énfasis particular en los valores comunes y
fortalezas del conjunto.
3. Problemas habituales en la intervención con problemas familiares y de pareja
Negación de la existencia de problemas de relación. Es posible que se perciba que el problema no está en la
relación, sino que se sitúe en un solo miembro de la familia o pareja. También puede que esa persona se haya
acomodado a un estilo de convivencia disfuncional y no perciba la necesidad de iniciar un cambio.
Se acepta la existencia de un problema de relación, pero no la probabilidad de ser parte del problema.
Muchas personas no desean arriesgarse a experimentar la culpabilidad, que puede llegar a percibirse como
parte activa de la relación disfuncional.
No confían en que acudiendo a tratamiento psicológico se solucionen los problemas. Esto puede estar
motivado por la desinformación, prejuicios o escepticismo.
En los casos de pareja, un miembro ha decidido no continuar con la relación. Por lo tanto, no desea
exponerse a un trabajo psicoterapéutico.
Existencia de algún agente externo que dificulte acudir a terapia. Falta de tiempo o dinero, por ejemplo.
En estos casos, parece necesario intentar motivar a la persona que no asiste a fin de que cambie su punto de partida y
acuda a las sesiones. Esta estrategia también será necesaria si todos los miembros acuden a terapia, pero al menos uno
de ellos se muestra muy desmotivado en la intervención. Algunas pautas de actuación en ante estas situaciones serían:
- Indagar sobre cuáles son las razones que mueven a no acudir o no implicarse en la terapia de este integrante
en concreto, pues una vez conocidas es posible intervenir de forma directa sobre ellas.
- Como terapeutas, será imprescindible mostrar una actitud empática y reflejar que entendemos que la situación
es difícil de afrontar. Esta actitud debe ir dirigida de forma especial hacia aquel miembro que más desinterés
muestre.
- Normalizar la situación, mostrando que es lógico pensar que los problemas presentes puedan ser resueltos
dentro de la familia o de la pareja, pues nadie mejor que ellos conocen la realidad. Acompañar este mensaje,
no obstante, con la posibilidad de recibir ayuda profesional ante las dificultades actuales para llegar a acuerdos
entre ellos. Puede ser útil también explicar el modo de trabajo de un psicólogo y, más específicamente, la
metodología habitual en terapia familiar o de pareja.
- Resaltar los beneficios de acudir a terapia, como puede ser la mejora de la comunicación y la disminución de
la tensión en la convivencia, prestando especial atención a las propias demandas relacionales de los miembros
que acuden a consulta.
- Anticipar el posible curso del problema si no se toman medidas, pues la tendencia general es que el problema
empeore con el tiempo.
Si finalmente no se logra motivar a la otra parte y estamos ante una terapia de pareja o familiar constituida por dos
miembros, habrá que plantearse cambiar a un formato de terapia individual para trabajar con el miembro demandante
de ayuda. En esta situación se tendrá que intentar trabajar para que a través de la actuación de la persona que acude a
terapia pueda producirse un cambio de relación (Labrador, 2011).
Liberman (1987), en el contexto de la terapia de pareja conductual, señala algunas orientaciones si se detecta la
presencia de resistencia ante los objetivos terapéuticos planteados. Para este autor, resultará útil:
Explicar cuidadosamente a la pareja en qué consisten los procedimientos de tratamiento con un lenguaje que
permita fácilmente su comprensión.
Introducir expectativas favorables hacia el resultado de la terapia, resaltando los beneficios que estas
conllevan.
En ocasiones, antes de plantear objetivos y estructurar la terapia, es necesario dar un espacio de catarsis o
desahogo emocional para que puedan ventilar sus emociones más intensas y, de este modo, verbalizar
posteriormente de un modo calmado y más racional sus necesidades.
3.2. Interferencias durante el desarrollo de las sesiones de intervención
Para que una intervención dentro de una familia o de una pareja resulte eficaz, hay que contar con la colaboración de
todos los miembros de esta. Para ello, se debe trabajar para que perciban beneficios todos, además de una mejora
general en la relación.
En algunas ocasiones podemos encontrarnos que, a medida que la terapia va avanzando, algunos de los miembros
vayan logrando sus propios objetivos personales, dejando de lado los de la pareja o la familia. Esta actitud se suele
detectar cuando percibimos que un integrante de la terapia (Labrador, 2011):
Pretende centrar la atención del psicólogo en sí mismo y no en el objetivo conjunto que los lleva a todos a
terapia.
Alude a problemas cotidianos e individuales que nada tienen que ver con el objetivo planteado en el inicio de
la terapia y que son más propios de la terapia individual.
Amenaza con no seguir en sesión si no se consiguen beneficios individuales que no se habían acordado
inicialmente.
En estas situaciones, de manera más o menos explícita, podemos encontrarnos con un integrante de la terapia que
comienza a boicotear el proceso de intervención general con peticiones, a primera vista, irrelevantes. ¿Qué estrategias
podemos poner en marcha ante estos casos? A nivel general, podemos destacar (Labrador, 2011):
Recoger información a través de la escucha activa sobre la situación para valorar las conductas empleadas
para torpedear las sesiones. Esto nos ayudará a confirmar (o no) que estamos ante intentos de boicot de la
terapia.
Si se confirman nuestras sospechas, en el sentido que percibimos que alguien está entorpeciendo el transcurso
de la sesión con aspectos distractores o que no vienen a cuento, se debe intervenir recordando los objetivos de
la terapia acordados conjuntamente y la metodología de trabajo en terapia familiar o de pareja.
Permitir un espacio de desahogo emocional a la persona que está entorpeciendo la terapia, para que perciba
que cuenta con un lugar dentro de ella en el que se sienta escuchada. No obstante, hay que poner límites a
estas situaciones, pues no deben ocupar más de diez minutos, preferiblemente al principio o final de la sesión.
Además, hay que cuidar que este tipo de actuaciones sean utilizadas de manera excepcional, pues el objetivo
principal es trabajar por los objetivos comunes.
Hacer visibles las ganancias de cada miembro que acude a terapia, porque es importante que todos puedan
identificar los beneficios de los cambios que se están proponiendo.
Intentar lograr una mayor implicación con los objetivos comunes a través de un compromiso explícito.
No olvidarse de priorizar el refuerzo positivo en los momentos en que el comportamiento de la persona
boicoteadora sea adecuado y aplicar extinción para los intentos de interferencia detectados.
4. Una particularidad: el trabajo familiar cuando participan niños y adolescentes
La literatura en terapia familiar, especialmente en desde el enfoque sistémico, ha destacado como relevante la
inclusión de todos los miembros de la familia en la terapia, pues su presencia, en ocasiones, aporta una enorme riqueza
en los patrones de interacción observados. No obstante, la realidad con la que nos encontramos es que de forma
habitual los hijos e hijas son descartados en la participación de las sesiones.
Esto puede tener relación con la poca formación de terapeutas familiares en habilidades específicas de terapia
infantojuvenil, lo que hace más probable que se produzca una exclusión de estos miembros de la familia y que con
ello disminuya la eficacia de las intervenciones.
→ Es llamativo cómo los programas de formación en terapia familiar no suelen contemplar el desarrollo de
habilidades específicas para atender a población infantojuvenil, a pesar de que un gran porcentaje de las demandas
para la terapia venga motivada por problemas detectados en los hijos e hijas.
Algunos de los motivos que se han argumentado para explicar esta exclusión serían (Castillo-García et al., 2017):
- Los menores pueden experimentar como algo traumático la carga emocional vivenciada en una sesión.
- Los adultos pueden tener dificultades para comprender lo que nos quiere decir un niño.
- La dificultad que supone para el terapeuta tener en una misma sesión a miembros con diferentes estilos
comunicativos y etapas del desarrollo.
- La falta de habilidad de los terapeutas para trabajar con menores de edad.
En consonancia con lo anterior, es común que en la terapia se resalte la influencia que el subsistema parental tiene
sobre los hijos, pero no se considera en el mismo sentido cómo un niño o un adolescente produce en la interacción
familiar. Además, en este tipo de situaciones, los menores perciben al terapeuta como un adulto y por ello los niños,
pero especialmente los adolescentes, tienden a ver la figura del psicólogo como un aliado de sus progenitores
(Castillo-García et al., 2017; Escudero, 2009).
Sin embargo, y como declaran Escudero, Abascal y Varela (2008), en el ámbito de la TF hay muchos argumentos para
apoyar la inclusión de los menores de edad en el tratamiento. Por ejemplo, podemos detectar la pauta interaccional que
mantiene al sistema al ver cómo la familia se comporta en su conjunto en una sesión. También puede aportar un
componente emocional y motivación de gran valor, enriqueciendo la visión del problema y de sus posibles soluciones.
Para poder aprovechar todo este potencial, será necesario contar con una serie de competencias como la de manejar
técnicas de la interacción a través de estrategias como el juego o los dibujos, que pueden servirnos de metáforas muy
útiles para comprender el funcionamiento de la familia.
5. Cómo evitar el desgaste en el trabajo psicológico con familias multiproblemáticas
Otra fuente importante de conflictos puede aparecer en el trabajo con las familias denominadas como
multiproblemáticas, que suelen ser usuarias habituales de servicios sociales, educativos y sanitarios, y entrañan una
elevada dificultad si tenemos en cuenta los complejos problemas que presentan y el impacto emocional que producen
en los profesionales que interactúan con ellas.
Pero ¿qué entendemos por familias multiproblemáticas? Aunque existe diversidad de definiciones, aquí recogeremos
las aportaciones de Minuchin y colaboradores (1967; citados en González, 2004), que aluden a su deficiente nivel de
organización en las relaciones interpersonales y en las dificultades de comunicación.
Son familias que presentan problemas en el desarrollo del rol parental, escasa delimitación de los subsistemas (y de
sus límites generacionales) y una inconsistencia en su organización estructural, donde un elevado número de sus
integrantes presentan problemas.
Todas estas características se reflejan en un mal funcionamiento del sistema familiar, que no logra ser capaz de
resolver de manera satisfactoria sus tareas básicas tanto organizativas (soporte económico, crianza de la descendencia,
protección de los miembros más vulnerables…) como afectivas (gestión de tensiones, educación emocional con los
más pequeños…).
Además, suele ser común la búsqueda de apoyo externo que cumpla con las tareas que no pueden llevar a cabo por sí
mismas, lo que a su vez alimenta la progresiva disminución de sus propias competencias familiares y dependencia de
la ayuda externa.
Como puede anticiparse ante las descripciones anteriores, quien haya trabajado con familias multiproblemáticas puede
que asocie estas experiencias a algunos de los momentos más difíciles de afrontar en su vida profesional. Suelen
generar emociones intensas en los profesionales que les atienden (incertidumbre, impaciencia, manipulación, rabia o
terror, entre otras), lo que conlleva un intenso desgaste para el psicólogo porque suponen, en muchos casos,
situaciones extremas de desprotección de menores, malos tratos y abandonos, etc.
Por todo ello, se presenta como necesaria la supervisión profesional de este tipo de casos, ya que todas estas
emociones pueden influir en el modo de intervenir. Además, este tipo de ayuda es de gran utilidad para evitar
situaciones de desgaste y agotamiento, el ya conocido síndrome de estar quemado o burnout.
Los principales síntomas del síndrome de burnout en estas circunstancias pueden resumirse en:
- Agotamiento físico o psicológico: sensación de no poder dar más de sí mismo a los demás.
- Actitud fría y despersonalizada con los clientes/pacientes y los miembros del equipo, utilizada como un
intento de aislamiento de los demás.
- Demostraciones de cinismo, distanciamiento y etiquetación despectiva hacia los clientes o pacientes, a los que
se les culpabiliza de sus frustraciones
- Sentimiento de falta de realización personal y profesional.
Tema 10. Humanismo. NO ENTRA EXAMEN
La alianza terapéutica.
El encuentro único e irrepetible entre las personas que acuden a la sesión y el terapeuta, al servicio de los pacientes.
El 30% del éxito terapéutico se constituye en base a la alianza terapéutica o vínculo entre los participantes en la
terapia Pacientes/terapeutas. Lambert.
Modelo de Bordin
Elementos necesarios para establecer la alianza terapéutica:
Objetivos consensuados
Tareas consensuadas
Nexos positivos
¿Qué quieren los pacientes?
Objetivos
- Acuerdo en los objetivos. Mutuo consentimiento en lo que se quiere lograr.
- Es necesario que exista un consenso entre terapeutas y pacientes
- Los objetivos se escuchan, explicitan y desarrollan en la sesión, en cada sesión.
- Las intervenciones van dirigidas hacia el apoyo y fomento lo que realmente quieren los pacientes (valores y
motivaciones implícitas de los pacientes).
- Es la atención a los objetivos de los pacientes los que nos marcan el feedback y nos orientan a la siguiente
intervención
Tareas y responsabilidades
- Claridad en las tareas y responsabilidades en terapia.
- ¿Qué depende del terapeuta y qué depende de los pacientes?
- Acuerdo en las tareas a realizar.
Nexos personales positivos
- Curiosidad
- Admiración
- Apreciación Tendencia a la actualización
- Gratitud
- Compasión
- Perdón
Aceptación Incondicional
Empatía
Congruencia
Existe en los organismos vivos una tendencia a crecer, fomentar el equilibrio y desarrollar una creciente y compleja
capacidad de interrelación. Tenemos la capacidad de desarrollar nuestras capacidades.
"Esta tendencia puede expresarse en el más amplio rango de conductas y como respuesta a una inmensa variedad de
necesidades. Algunas necesidades básicas deben ser al menos parcialmente satisfechas, antes de que otras necesidades
se hagan urgentes. En resumen, estamos tratando con un organismo que está siempre motivado, que está siempre “listo
para hacer algo”, que está siempre buscando. De modo pues que reafirmo, aún con más fuerza que cuando propuse
este concepto por primera vez, mi creencia de que hay una fuente central de energía en el organismo humano; que esta
es una función confiable de todo el organismo humano y no de una parte de él: y que es quizás mejor conceptualizarla
como una tendencia hacia la realización, hacia la actualización, no sólo hacia el mantenimiento, sino también hacia el
mejoramiento del organismo.
La trágica condición de la humanidad es que ha perdido confianza en sus propias direcciones internas no conscientes.
Para mí, el remedio a esta situación está en la increíblemente difícil pero no imposible tarea de permitirle al individuo
humano crecer y desarrollarse en una relación continua y confiada con la tendencia formativa actualizante y con su
proceso interno. Si la conciencia y el pensamiento consciente son vistos como parte de la vida, no como su maestro ni
como su oponente, sino como una iluminación que se desarrolla dentro del individuo, entonces toda nuestra vida
puede ser la experiencia unificada y unificadora que parece ser característica en la naturaleza.” C. Rogers.
Empatía: Desde la investigación de la emoción se define la empatía como la habilidad de darse cuenta de las
emociones de las de otras personas, unida a la habilidad de imaginar lo que implica sentir lo que está sintiendo.
Aceptación incondicional: “La curiosa paradoja es que cuando me acepto tal como soy, entonces, puedo cambiar”.
Carl Rogers
EXPERIENCIA INTERNA
Cuando la persona centra la atención internamente dentro de un contexto de relación de apoyo interpersonal, la
experiencia tácita interna es:
La seguridad y el apoyo en la relación interpersonal son elementos clave para mejorar la atención disponible
para la auto conciencia y la exploración
Las terapias humanistas son terapias centradas en la persona de manera consciente. Esto incluye una genuina
atención y respeto por cada persona, única e irrepetible
La persona es vista de manera holística, nunca como un síntoma ni como un diagnóstico
PROCESO
El más reciente meta análisis en resultados, logros, éxitos y efectos de las terapias humanistas experienciales incluye
investigación pre post con una magnitud de cambio de una muestra de 1999 pacientes atendidos en terapias atendidos
en tratamientos humanista experienciales y derivadas de 186 estudios.
Un total de 14,206 pacientes en los últimos 10 años que recoge el estudio y manual.
Con un efecto de 0.86 sd (Hedges) y de 0.93 en el previo meta análisis (Elliot et al., 2013).
En resumen, la investigación sugiere que:
- Hay una relación causal fuerte entre los tratamientos desde el enfoque humanista experiencial y el cambio de
los clientes.
- Los efectos de control son equivalentes al efecto pre-post. Esto es consistente con la idea de que
prácticamente todas las mejoraspre-post obtenidas pueden ser atribuidos a la terapia y no a factores externos o
fuera del tratamiento
Estudios comparativos entre terapia humanista experiencial y otros enfoques
Entendemos como factores del terapeuta las habilidades de facilitación interpersonal como predictor de éxito
terapéutico.
The facilitative interpersonal skills task and coding system (FIS) es un test de rendimiento y desempeño
para el uso de las habilidades relacionales comunes en el terapeuta, como es la empatía, el desarrollo de
expectativas y la capacidad para desarrollar vínculo en la alianza terapéutica.
Destacan la afluencia verbal, la expresión emocional, la persuasión, el optimismo y la esperanza
(expectativas)
Empathy (EMP): es la capacidad de responder con una expresión que entienda a la experiencia subjetiva del
cliente, incluyendo la comunicación de una comprensión precisa de los pensamientos y emociones del cliente.
Hope and Positive Expectations (HPE): facilitar a través de la comunicación la auto agencia y la auto
eficacia del cliente a través de la esperanza, optimismo realista y expectativas positivas. Refiriéndose a las
habilidades y recursos del paciente para cambiar y lograr sus metas.
Persuasiveness (PER): Transmitir con claridad y de manera convincente perspectivas, marcos de referencia y
procesos adaptativos y reflexivos que permitan la reevaluación y que pueden diferir de aquellos comunicados
por el cliente. Otorgan confianza, certeza y autoridad al cliente mientras se reencuadra la experiencia de este.
Emotional Engagement (EEn): aportar una involución emocional a través de mensajes y estrategias de
comunicación que elicitan el compromiso emocional por parte del paciente.
Warmth, Acceptance and Understanding (WAU): Demostrar la capacidad de cuidado y
aceptación del cliente. Mostrar a través de la comunicación, que el cliente es importante para ti y la
determinación de ayudarle. Al contrario de un tono juicioso, condescendencia o exasperación.
Alliance – Bond Capacity (ABC): La capacidad para crear y mantener un ambiente y contexto colaborativo
Alliance Rupture Repair Responsiveness (ARRR): Dar respuesta, con sensibilidad precisa y adecuada, a las
dinámicas de relación que puedan conllevar aspectos interpersonales, implícitos o explícitos, que
potencialmente puedan impedir el progreso terapéutico.
Medium sensitivity (MS): Utilizar estrategias de comunicación y un estilo conversacional que se traduzca
bien en el contexto de la entrega de mensajes en la terapia. Por ejemplo, paralingüística, puntuación, emojis en
los mensajes de texto etc.
Reflejos empáticos.
Elicitar, definir, reflejar el valor y la motivación implícita de la comunicación de las
diferentes partes involucradas en la terapia (Intención positiva).
Aclaración de mensajes.
Silla vacía. Facilitación de la empatía entre las diferentes partes involucradas.
Re encuadre, re significación, reformulación.
Afrontar/Aceptar las emociones incómodas y observar el problema (mindfullness).
Incertidumbre.
Generación de posibilidades.
Recepción del Insight (nuevas soluciones y aprendizajes).
Integración de la nueva solución.
Intervenciones orientadas a las soluciones
REENCUADRE
Cuando el terapeuta reformula:
Por parte del terapeuta: El terapeuta reformula la expresión de cada paciente, dando una salida o salidas diferentes a
la motivación o valor implícito de la comunicación, experiencia o síntoma, de los pacientes. Dando lugar a la creación
e integración de nuevas soluciones.
Cuando se facilita que los pacientes realicen un reencuadre:
Preguntas y reflejos para:
Juego de imaginación donde se favorece que la persona se “ponga en los zapatos” del otro, encaminando hacia la
aceptación del mundo del otro, con su propio marco de referencia, diferente al propio. Ampliando la perspectiva para
colaborar en la creación de nuevas posibilidades y soluciones, ampliando la empatía entre los pacientes, permitiendo
observar “desde fuera” para poder reflexionar con una mayor claridad sobre lo que sucede y lo que se quiere.
Intervenciones desde la terapia breve orientada a las soluciones
- Definir los objetivos
- Definir las excepciones
- Proyección al futuro
- Pregunta Milagro
- Elogios
- Tareas
- Escalas
- Mensaje final
TAREAS
Con las tareas aludimos a conductas a realizar o reflexionar en los espacios entre sesiones. Dichas tareas han de ser
adaptadas al lenguaje de la persona y a lo que está trabajando en la sesión. Estas se pueden crear conjuntamente entre
pacientes y terapeutas. Ha de existir un consenso.
BÚSQUEDA DE EXCEPCIONES
Consiste en definir e intervenir sobre los eventos y experiencias en los que el problema no se da, bien porque su
intensidad es menor, bien porque no aparecen las conductas y aparecen conductas diferentes a la que se refiere al
problema, bien porque presenta alguna diferencia a la conducta problema.
Intervención:
Elicitar, apreciar, ampliar y ofrecer control a los pacientes sobre dichas excepciones.
PROYECCIÓN AL FUTURO
Imaginar futuros posibles. Imaginar escenarios imaginarios donde el objetivo se ha desarrollado y la integración de las
soluciones ya se ha dado. Ofrece información sobre los objetivos y feedback sobre su consecución.
ELOGIOS
Señalar aquellos aspectos y conductas que los pacientes están realizando que les ayudan a crear e integrar las
soluciones y que les permiten desarrollar excepciones al problema.
II. Evaluación
ESCALAS
Indican a terapeutas y pacientes sobre la confianza, decisión y avance de los participantes en la sesión.
Orientan hacia el presente y futuro y evalúa la consecución de los objetivos a lo largo del proceso terapéutico.
Nos sirven como feedback para saber sobre nuestra siguiente intervención. Nos indican donde está el paciente y qué
elogiar.
Escala de confianza
Escala de decisión
Escala de avance
Escala milagro (en base a la pregunta milagro).
Escala de Evaluación de la Sesión (EES)
Para indicarnos cómo ha ido la sesión se pide a los participantes que respondan del uno al diez o delimitado en una
línea sobre los siguientes aspectos:
- Relación con el terapeuta o terapeutas.
Para saber si se han sentido escuchados, comprendidos y respetados.
- Objetivos y temas.
Para saber si se ha trabajado o no lo que los pacientes querían trabajar.
- Enfoque o método.
Para saber si el enfoque trabajado encaja con los participantes.
- En general.
Para saber si la sesión ha sido buena para los participantes o si ha faltado algo
El juego es un tipo de transacción oculta que encuentra su origen en la acumulación de sentimientos de inferioridad
registrados desde la infancia.
El niño por lo general, se ve obligado a sacrificar sus propias satisfacciones para obtener la recompensa de la
satisfacción paterna. Asimismo, a esto se añade la percepción que tiene de sí mismo que suele ser de tipo negativo
“Soy muy pequeño”, “yo no sé”, “vosotros lo sabéis todo”, etc.
El análisis transaccional tiene como objetivo señalar la presencia de estos juegos para desarrollar comunicaciones
francas y auténticas en las que seamos conscientes de los correspondientes papeles del niño y del padre y procedamos
a hacer un esfuerzo de escucha y comprensión
Los tres estados del yo en el análisis transaccional
P: En el padre se hallan todos los avisos, todas las reglas, prejuicios, opiniones y leyes se han oído desde los
progenitores y observado en el modo de vida.
A: El adulto corresponde al registro de datos adquiridos y calculados por medio de la exploración y del testimonio
personal
N: El niño, corresponde al registro de vivencias reales desde el nacimiento, los sentimientos experimentados por el
paciente en su niñez.
Dos sub-estados del yo Padre
El Padre Crítico (PC) o Padre Autoritario (PA) es aquel que critica, juzga, evalúa, mantiene, controla, prohíbe,
acusa, señala, protesta, razona, ordena no actuar. Es el Padre «malo», el Padre severo y autócrata, aquel que engendra
la actitud de contra-dependencia de quienes están bajo su “espada". (PC-) es también el que limita los
comportamientos, en sus excesos, quien vela por la seguridad de los demás y avala unas leyes
(PC+).
El Padre Nutricio (PN), por el contrario, es aquel que ayuda, alaba, permite u ordena hacer,
dice lo que está bien y es justo, mantiene, acaricia, consuela, compadece, se hace cargo de los
problemas y favorece su resolución; es el que acude en ayuda, eleva la moral, “vigila el
grano". Es el Padre gentil (PN+) pero que puede también sofocar, acaparar, ser demasiado posesivo y paternalista, e
incluso demagogo. Es el Padre que induce la actitud de dependencia en otro.
El Niño adaptado (NA) se subdivide a su vez en sumiso o rebelde siendo el segundo el que
discute, supone crítica y tan solo se rinde después de pataletas, lloros, gritos y caprichos.
El Niño libre (NL) es aquel que juega, que no tiene autocensura ni restricciones, está alegre o
triste, ríe o llora naturalmente, se encuentra libre de trabas dice las verdades que no son
convenientes.
- P: “este libro es muy difícil para ti”
- A: “ten calma, puedes volver sobre este libro más adelante”
- N: “sáltate las páginas que no te interesan”