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En el año 409 llegaron a la Península ibérica tres pueblos germanos: los Suevos que
formaron un reino que comprendía Galicia y norte de Portugal, que pervivió hasta el año 585;
los Vándalos, que acabarían dirigiéndose al norte de África; y Alanos que se instalaron en el
sur y después se perdió su rastro. Roma se vio obligado a establecer un pacto con los
Visigodos (un pueblo germano bastante romanizado), por el que les concedía tierras en el sur
de Francia y en Hispania a cambio de expulsar a los invasores. Los Visigodos fueron
derrotados por los Francos, en el 507 y se asentaron definitivamente en la península,
estableciendo su capital en Toledo (hasta la invasión musulmana del 711).
Desde el punto de vista económico las tierras de la Hispania visigoda, a quedaban
repartidas entre los nobles visigodos (2/3 de las tierras) y los aristócratas romanos (1/3 de las
tierras).
En materia social y política, en la parte superior de la pirámide social visigoda se
encontraba el monarca, por debajo los duces (jefes militares, civiles y judiciales de las
provincias) y los comes civitatis (gobernadores de las ciudades). Las principales instituciones
visigodas eran el Aula Regia (era el órgano consultivo del monarca en asuntos
administrativos, militares y de justicia, formado por nobles próximos al rey, personas de su
máxima confianza, miembros del Officium Palatino). El Officium Palatino era el conjunto de
nobles (condes) que desempeñaban cargos en palacio, participando algunos de ellos en el
Aula Regia. Por último nos encontramos con los Concilios que eran asambleas legislativas
formadas por obispos, miembros de la nobleza y el rey, reunidos para tratar asuntos religiosos
pero también políticos.
En lo referente a la religión, se alcanzará la unidad religiosa en el III Concilio de
Toledo (589) en época de Recaredo en el cual, el reino abandonaba la confesión arriana1 y se
convertía al catolicismo.
En materia de justicia, al principio, los visigidos y los hispanorromanos van a tener
leyes propias e independientes hasta el año 653 cuando el rey Recesvinto mande redactar el
Liber Iudiciorum o Lex Gothica o Fuero Juzgo, siendo un compendio de leyes bajo las
cuales se regía todo el reino. En este cuerpo legislativo, se van a dictar una serie de leyes muy
duras en contra de los judíos, los cuales serán perseguidos a partir del III Concilio de Toledo.
A partir del s. VI su inestabilidad política, guerras civiles, poderes locales autónomos,
disputas sucesorias (de electivo a hereditario), facilitó la irrupción de los musulmanes en la
península y el fin de la monarquía visigoda.
En lo referente a la cultura, Toledo será el centro cultural en el que desaparecerá la
influencia clásica romana, abandonándose las ciudades imperiales, surgiendo la arquitectura
visigoda con sus iglesias pequeñas y toscas de sillares de buena cantería repartidas por la
Península en las que se emplea el arco de herradura. Destacamos la obra de San Isidoro de
Sevilla (s. VII), en cuya obra más importante Las Etimologías, realiza un resumen del saber
de la antigüedad.
A finales del siglo VII afloraron las luchas entre facciones nobiliarias por hacerse con
el trono. Así, a la muerte del rey Witiza (+710), comenzó un enfrentamiento entre el legítimo
heredero Aquila II y el noble Rodrigo que llevará a la invasión de la Hispania visigoda en
manos del Islam.
1
Arrianismo:
es
el
conjunto
de
doctrinas
cristiana
expuestas
por
Arrio
(256-‐336),
sacerdote
de
Alejandría,
probablemente
de
origen
libio,
así
como
por
algunos
de
sus
discípulos
y
simpatizantes
que
mantenían
que
Jesús
era
Hijo
de
Dios,
pero
no
Dios
mismo,
lo
cual
se
trataba
de
una
herejía
que
iba
en
contra
del
dogma
cristiano
de
la
doble
naturaleza
de
Jesucristo,
el
cual
tenía
en
todo
su
ser
una
naturaleza
humana
y
divina.