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AEROPUERTO INTERNACIONAL DE CHINCHEROS

CONTAMINACIÓN AMBIENTAL
También hay que alertar sobre el proceso de creciente urbanización del llamado «Valle
sagrado de los incas». Los cambios de uso del suelo rural, para su urbanización
informal en zonas de riesgo; la conurbación a lo largo de las carreteras y en las
márgenes de los ríos; la construcción de proyectos hoteleros; la sustitución de predios
agrícolas por «casas de campo» de limeños adinerados o de forasteros provenientes
del mundo globalizado; además de la compulsiva expansión urbana de los
asentamientos instalados en el valle, son algunos de los indicadores físicos del grado
de alteración que está sufriendo el valle del Urubamba.

Esta grave situación afecta sus posibilidades futuras de desarrollo territorial y destroza
los excepcionales paisajes culturales que, en cuanto patrimonio, están ligados de
forma integral e indisoluble a los monumentos arqueológicos.

Asimismo, en el soporte de este tipo de decisiones no es ajeno un cierto ánimo


«imperial» cusqueño que aspiraría a conectarse de manera directa con el mundo
global y «puentear» así a Lima y a su odioso centralismo, por medio de un aeropuerto
internacional en condición de recibir directamente del extranjero aviones de gran
envergadura. Pero, paradójicamente, puede también suceder que el propio Cusco
resulte «puenteado» por Chinchero y por los centros turísticos instalados en el valle
del Urubamba.

El impacto en Chinchero

En cuanto a la discusión estricta, referida no solo a la decisión de trasladar el


aeropuerto del Cusco, sino a la de hacerlo precisamente a la localidad de Chinchero,
hay que prestar atención a los notables y críticos impactos. En los planos disponibles se
observa que se propone emplazar el aeropuerto prácticamente como un anexo al
oeste del casco urbano de Chinchero y de su área arqueológica. Es decir, se puede
prever nuevamente la colindancia perniciosa entre la futura expansión urbana de
Chinchero y las áreas asignadas para el desarrollo de las pistas de aterrizaje y las
demás instalaciones aeronáuticas.
No hay que ser adivino para prever que el proyectado aeropuerto seguramente
quedará inscrito en un contexto urbano cuya expansión sería detonada con el inicio de
las operaciones del aeropuerto, con la instalación de servicios de transporte, hoteles,
restaurantes y tiendas comerciales y el acompañamiento de la cadena de otros
servicios. Es decir, existe una escasa planificación y proyección acerca de sus
previsibles consecuencias.

Obviamente, habría una severa afectación del paisaje del territorio rural, de sus
condiciones productivas y de su identidad cultural. Es previsible, también, la afectación
del entorno del paisaje cultural excepcional que forma parte integral de la arquitectura
del establecimiento real Inca de Chinchero y que, por lo mismo, debiera contar con
una amplia área de amortiguamiento.

Tomar en cuenta el factor geológico

No menos importante en la evaluación crítica del emplazamiento propuesto para el


nuevo aeropuerto es la necesaria consideración de la compleja geomorfología y
geodinámica que caracteriza la altiplanicie de Chinchero-Maras. Es conocido que en
ella se producen fenómenos kársticos, generados sustancialmente por la disolución del
agua de las rocas calizas, que crean galerías y cuevas subterráneas que, por
hundimiento parcial, forman una suerte de cráteres como los que se pueden apreciar
en el sitio arqueológico de Moray.

Igualmente complejo es el sistema hidrológico que provoca este fenómeno, con el


avenamiento de aguas subterráneas y su posterior afloramiento en manantiales,
muchas veces ricos en sales, como los que dan origen a las célebres salinas de Maras.
Bastaría considerar estos aspectos, para sopesar con mayor criterio las severas
consecuencias que podría traer el riesgo de infiltración de sustancias contaminantes,
con la instalación aeroportuaria en un sistema tan complejo y delicado.

En resumen, podemos coincidir en el requerimiento técnico que plantea el traslado del


aeropuerto del Cusco. Sin embargo, el emplazamiento propuesto en Chinchero no
parece ser el más conveniente y, por lo tanto, deben estudiarse otras alternativas que
impliquen un menor impacto en el territorio, desde el punto de vista productivo y
cultural, como también un menor margen de riesgo por los factores geológicos y de
compromiso ambiental que hemos señalado.

Estudio de Impacto Ambiental

De manera negligente y sorprendente, carece de estudios de estimado de ruido (sólo


hay un estimado de ruido dentro del propio aeropuerto, de estos estimados de ruido
en los primeros minutos de vuelo no carece ningún proyecto de Aeropuerto). Debido
al conocimiento de estimados de ruido de otros Aeropuertos necesariamente el
estimado de ruido para las ciudades de Urubamba y el Parque Arqueológico de
Ollantaytambo serán considerablemente más altas de las permisibles para la salud
humana según los criterios de la OMS. El caso de la ciudad de Urubamba, de manera
inmediata, es mucho más grave, porque al ser un valle, el valle será una caja de
resonancia. Y constituye una presunción razonable considerar que en el mediano y
largo plazo el Parque Arqueológico de Ollantaytambo sufrirá daños irreparables como
espacio arqueológico.

En el Estudio de Impacto Ambiental ni siquiera se menciona la palabra


«Ollantaytambo». Tampoco la palabra «cambio climático». Lo primero es importante
porque el Parque tendrá que ser atravesado en los primeros minutos de vuelo, lo
segundo también, porque un estudio para un Aeropuerto de altura sin la mención del
cambio climático no es un estudio serio en la actualidad.

El Estudio de Impacto Ambiental fue contratado por Kuntur Wasi a la empresa ACON
Ambientales Consultores SAC, la que tomó el estudio de ALG Europraxis como
referencia (es decir, ACON Ambientales… no lo realizó). ALG Europraxis no está inscrita
en OACI (Organización de Aviación Civil Internacional) para realizar Estudios de
Impacto Ambiental en el Perú. Por todo lo anteriormente dicho, lo mínimo que puede
suceder es que se realice un nuevo Estudio de Impacto Ambiental a partir de
estándares mínimos de análisis y de calidad en el mismo.

El proyecto señala que no requirió de consultar al SERNANP (Servicio Nacional de


Áreas Protegidas) cuando la ruta de despegue de este Aeropuerto obliga a pasar
necesariamente por el Parque Arqueológico de Ollantaytambo, el Santuario de Machu
Picchu y el Parque Arqueológico de Choquequirao, todos estos con áreas naturales
muy pero muy importantes para el Cusco y el Perú.

Los puntajes establecidos en la evaluación para paisaje natural de Chinchero son bajos,
así también los de fauna, y altos para sus pésimos suelos, lo que es un absurdo, porque
el paisaje natural de Chinchero es notable y único en el mundo, y sus aves estacionales
en las lagunas constituyen un ecosistema que está articulado a otros ecosistemas, así
que no hay forma de explicar esos puntajes que de habérselos evaluado
correctamente, impedirían la construcción de un Aeropuerto en ese lugar, dada la
importancia clave e imprescindible del agua y de los sistemas cíclicos de las aves en el
mundo natural en la actualidad. De otro lado, hay un asunto general que es
completamente anómalo: las tierras para el Aeropuerto se venden en su primera parte
en 2012, y el contrato se firma en 2014.

RIESGOS

Para el periodista los riesgos son reales: hace tres años, antes de colocarse la primera
piedra del proyecto, frente a Chinchero surgió un poblado llamado Las Lomas, sin
redes de agua ni desagüe, totalmente descontextualizado en relación al paisaje natural
y cultural de la zona. "En el Perú, los parques arqueológicos no tienen una zona de
amortiguamiento como sí ocurre con las Áreas Naturales Protegidas. Las Lomas es la
prefiguración de lo que sería Chinchero con el aeropuerto", alerta. Natalia Majluf
opina lo mismo sobre estos edificios, algunos de cuatro pisos de alto. Los define como
la cara visible de una modernización "achorada", emprendida sin planificación ni
criterio. Para el recordado conductor de "Tiempo de viaje", la preocupación por el
futuro de Chinchero se origina por la abundancia de antecedentes lamentables, sea el
pueblo de Machu Picchu (antes Aguas Calientes), el manejo de Ollantaytambo, la
periferia urbana de Cusco, Chivay y otros pueblos del Colca, la ruta del Salcantay, entre
muchos otros lugares que crecieron de manera silvestre en torno a la alta
concentración de turistas. "Es exactamente lo que sería Chinchero de concretarse el
aeropuerto", lamenta León.
CONTAMINACION AMBIENTAL AEROPUERTO INTERNACIONAL CHINCHEROS

AEROPUERTO INTERNACIONAL CHINCHEROS

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