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Trabajo Práctico N° 1
Profesor:
Alumna:
Contrera, Carolina
Pintos, Paola
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El escenario:
El peronismo heredó del régimen del 43, funcionarios ultranacionalistas que querían
para la escuela el carácter de un regimiento. No entendían de la misma manera el
problema de la participación popular y tenían distintas concepciones pedagógicas.
Se demandaba aprender oficios, las mujeres querían estudiar, los empresarios
reclamaban personal más capacitado, los inmigrantes del interior necesitaban
atención educacional. El sistema educativo argentino vivía una crisis de crecimiento.
Algunos normalistas formados con ideas de la Escuela Nueva coincidieron en la
postura anti racionalista y anti positivista del peronismo. Enfrentados el peronismo y
los liberales, avanzó el nacionalismo católico en educación.
El primer ministro de educación, Belisario Gaché Pirán , decía que la justicia social
se debía ejercer mediante la educación humanística, desde una doctrina antimateria
lista, anti totalitaria y anti racionalista. Proponía que la educación estimulara la
iniciativa, la capacidad creadora y el sentido de justicia social. Ivanissevich, segundo
ministro, impulsó tanto desde la UBA, como desde el ministerio, una política
oscurantista, con contenidos enciclopédicos y elitistas. Jorge Pedro Arizaga ,
secretario de educación, docente, adherente del escolanoismo; diseñó una reforma
del sistema escolar que introducía criterios nacionalistas democráticos y daba
mucha importancia a la educación práctica. Relacionaba la enseñanza con el medio
social y con el desarrollo económico.
Pero la reforma tuvo corta vida. El sistema del bachillerato clásico, fundado por
Mitre, resistió. Una brecha entre distintas concepciones del sujeto de la educación
argentina atravesaría el cuerpo de la educación media peronista. Se construyó un
discurso político educativo que incorporaba algunos elementos nuevos. La reforma
del primer gobierno peronista pretendía erradicar la discriminación. Se daba
respuesta sin precedentes a la demanda de educación de los sectores populares.
Pero se les diseñaba una zona especial del sistema, separada del tronco clásico,
por reglamentaciones y requerimientos. La educación superior universitaria, sería
gratuita y exigía calificaciones suficientes en el secundario para acceder a ella.
Estaría gobernada por un Consejo Universitario, acordado por el Senado,
profesores, y alumnos. En el cuerpo docente, habría profesores extraordinarios
plenos, extraordinarios y titulares. Ingresarían por oposición pública, y su cargo,
sería remunerado dignamente. Los alumnos serían regulares o libres. Se formaría
un fondo de becas por parte del Estado.
La derecha contraataca
Perón iniciaba un doble juego de poder con la Iglesia. Por un lado favorecía al
liberalismo católico que quería desarrollar un sistema escolar propio y ratificaba la
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enseñanza religiosa en las escuelas públicas; por otro lado, incorporaba formas de
control de la acción eclesiástica dentro de la educación. Organizó en 1947 la
Dirección General de Instrucción Religiosa, que controlaba los programas de religión
de escuelas públicas. Con la Ley 13047/47, se ordenaron los establecimientos
particulares en varias categorías: adscripto, oficial, libre, y de enseñanza general.