Está en la página 1de 9

Escuela Sec. Y Sup.

N°1 Roberto Scuitto

Historia y Política de la educación argentina

Parcial Domiciliario 2023

Consignas:

1- Puiggrós menciona que el primer gobierno radical de Hipólito Yrigoyen


propició la organización del sector docente y la entrada de las ideas de
la escuela nueva, gracias a la apertura democrática. Pero para el
segundo gobierno las opiniones de éstos eran desfavorables y no se
opusieron al golpe de 1930. Explique los acontecimientos y procesos
que llevaron a este descontento docente.

Si bien la apertura democrática con la llegada de Yrigoyen a la presidencia


significó un gran avance en cuanto a las reformas que se avecinarían en el
sistema educativo argentino (el mejor ejemplo es la Reforma Universitaria
de 1918), hacia la década de 1920 la relación docencia-gobierno se fue
desgastando. Gran parte del deterioro fue la llegada a la presidencia de
Alvear, quien, ante las demandas de mejores condiciones laborales de parte
de los docentes, tuvo la mala decisión de aliarse con el sector conservador
y ocupar los distintos cargos directivos en el sistema escolar con
funcionarios de ese sector político, caracterizándose por las deficiencias
administrativas, la escasez presupuestaria y el mal estado edilicio. La voz
opositora docente se hizo oír a través de la revista La Obra, fundada en
1921.

Con la llegada del segundo gobierno de Yrigoyen, éste heredó dicha


burocracia, la mala administración y la enemistad con los docentes.
Además, el ministro De la Campa introdujo un nuevo programa, llamado
Escuelas de Nuevo Tipo, que ramificaba la enseñanza primaria, y se dirigía
a niños de 6 a 8 años para formarlos en oficios artesanales, rurales y
urbanos. La Obra criticó la experiencia rechazando la educación laboral
temprana. Si bien durante estos gobiernos radicales la situación escolar
básica de los sectores populares había mejorada notablemente, con
aumento del porcentaje de inscripción a la escuela primaria llegando al
70,58% y reduciendo el analfabetismo del 35,65% de 1916 al 21,98% en
1930, ningún sector reconoció dichos progresos. La opinión de la prensa de
la época y la del sector docente fue totalmente desfavorable, apoyados en
el inconformismo hacia el ministro De la Campa, y no ofrecieron resistencia
cuando el 6 de septiembre de 1930 un golpe de estado derrocó a Hipólito
Yrigoyen. Ya en el gobierno de facto de Uriburu, con la presencia de Juan
Terán como presidente del Consejo Nacional de Educación, se
responderían inmediatamente las demandas insatisfechas de los docentes,
quienes apoyarían su gestión basada en la corriente normalista.

2- ¿Qué importancia considera que tuvieron las ideas de la escuela nueva


en el sistema educativo argentino? Para responder a esta pregunta:
A – Caracterice brevemente la corriente normalista hegemónica en el
sistema educativo argentino y en base a ellos las discusiones que
plantea la escuela nueva.
B- Mencione algunas reformas inspiradas en estas ideas.

Surgida en la Escuela Normal de Paraná, la corriente normalista


comenzó bajo la presidencia de Sarmiento, quien nombró a George
Stearns, liberal protestante, como primer director de aquella escuela.
Bajo distintas gestiones directivas, la escuela atravesó distintas etapas
en que adscribió a ideas del alemán Krause y luego alternó con el
positivismo pedagógico, que llegó a ocupar cátedras en las
universidades de La Plata y de Buenos Aires.
El normalismo adquirió rápidamente cierta autonomía respecto a las
políticas oficiales y a la pureza de las teorías de la época. Se sentía el
apóstol del saber y consideraba que educar al ciudadano era una
misión:
 Operaba bajo la antinomia civilización o barbarie, representando a
la primera y combatiendo a la segunda.
 Creía profundamente en la necesidad de la escuela pública.
 Apoyaba el laicismo escolar.
 Abogaba por el método, la organización, la planificación, la
evaluación y la disciplina en las prácticas.
 Buscaba organizar grupos escolares homogéneos, excluyendo a
aquellos que no daban con el perfil del buen alumno.
 Se vio influenciado por el higienismo, preocupado por hábitos
higiénicos, alimenticios y sexuales, acrecentado por la llegado de
inmigrantes.
Hacia 1910 el positivismo estaba en caída libre y surgían alternativas
pedagógicas espiritualistas y antipositivistas. Sin embargo, el
positivismo, en palabras el filósofo argentino Alejandro Korn, había
dejado huellas; no podía continuarse con él, pero tampoco abandonarlo.
Para muchos docentes argentinos democráticos, la exaltación de la
libertad y la democracia característica de los krausistas o espirituales se
había combinado con algunos aportes del positivismo, principalmente el
valor otorgado al pensamiento científico, es por ello que muchos tenían
un pensamiento de corte krauso-positivista. Este espiritualismo liberal
impregnó a la llamada Escuela Activa o Escuela Nueva, que comenzó a
gestarse en nuestro país junto al nacimiento del sindicalismo docente.
Tenía vínculos estrechos con el mutualismo, el anarquismo y el
socialismo, por ello este sindicalismo será protagonista de las primeras
huelgas de la docencia argentina, en 1912. Las demandas de este
período estaban basadas en mayor participación en la planificación,
gestión y conducción de las políticas educativas de parte de la docencia,
abogando por una educación nacional y democrática. El advenimiento
del gobierno radical de 1916 proporcionó a estos educadores
progresistas el marco político que posibilitaba desarrollar sus ideas, pero
no logró consolidar su propuesta pedagógica; sus demandas no fueron
capitalizadas.
Aunque el radicalismo no hizo ninguna reforma fundamental, la apertura
democrática que ofreció dio el marco para nuevas ideas y experiencias
pedagógicas; hacia 1918 se vislumbraba un clima de reformas del
sistema educativo; en jardines de infantes, escuelas para adultos,
primarias y sociedades populares de la Capital y de algunas provincias,
los docentes más progresistas desde el punto de vista pedagógico eran
también los dirigentes del naciente sindicalismo magisterial.
3- ¿Considera que las políticas educativas de los gobiernos peronistas del
46 y el 52, colaboraron en la democratización y masificación del sistema
educativo argentino? Justifique su respuesta atendiendo a: propósitos,
discursos, iniciativas, reformas e instituciones creadas.

Con la llegada al poder del peronismo, muchos temieron por la educación,


entre ellos la oligarquía y la clase media alta, que tenían miedo de que las
clases populares (los “cabecitas negras”) invadieran las limpias aulas como
había ocurrido a principios de siglo con la llegada de los inmigrantes. Muchos
liberales católicos, junto a los de tendencia laica, identificaron al peronismo con
el fascismo y se preocuparon por desarrollar un sistema de educación privado,
independiente del gobierno. En cambio, para los nacionalistas católicos, la
Argentina blanca e hispánica debía expandirse y la educación imbuir a la
población de la esencia de lo nacional, y aspiraban a controlar el sistema de
instrucción publica y ocupar lugares importantes en el área educativa, por ello
se volcaron hacia el justicialismo.

En los discursos político pedagógicos, hubo una profunda fractura entre los
movimientos radicales y peronistas. Los primeros, junto a los socialistas y los
demócratas progresistas formaban un bloque que defendía la educación
estatal, laica, obligatoria y gratuita y la reforma universitaria, identificando al
peronismo con el nacionalismo y el fascismo sin comprender su raigambre
popular y sus posibilidades democráticas.

El peronismo, en cambio, había heredado del régimen de 1943 a funcionarios


ultranacionalistas que querían imprimir a la escuela el carácter de un
regimiento, chocando con la oposición liberal. Sin embargo, las demandas de la
época reclamaban aprender oficios, capacitar operarios, empleados, o cursar
carreras técnicas.

La docencia, con la llegada del peronismo, estaba cargada de demandas


insatisfechas y requería un ordenamiento del campo técnico profesional, una
relgamentacion del ejercicio profesional que incluyera el régimen de ingreso a
la docencia y la promoción por concurso, legitimando una relación estable y
reglamentada entre funciones, status, remuneraciones y cargos en el sistema
educativo, capacitaciones adquiridas y antigüedad.

A comienzos de la década de 1950 muchos docentes reaccionaron contra la


creciente demanda de adhesión partidaria por parte del justicialismo,
provocando un enfrentamiento creciente con el gobierno. Ante la carencia de
los docentes de una organización nacional su posición era eminentemente
defensiva. El gobierno mantuvo la posición antinormalista casi hasta el final y
organizó un sindicato oficialista, la Unión de Docentes Argentinos (UDA), y
promulgaría en 1954 un Estatuto Docente que cometía el erro de darle al
cuerpo legal un tono partidario, empeorando las ya deterioradas relaciones
entre los docentes y el gobierno.

Las reformas más importantes al sistema educativo fueron realizadas durante


el primer gobierno peronista, bajo el Primer Plan Quinquenal, que entendía el
principio de democratización de la enseñanza como un patrimonio igual para
todos, y estableciendo una enseñanza práctica y profesional en el nivel medio.

El secretario de Educación Jorge Arizaga, luego de presentar un informe en


1947, llegó a la conclusión de que los problemas educacionales se debían a las
insuficiencias del normalismo positivista y liberal, a la falta de sentido nacional,
a la persistencia del enciclopedismo y a defectos en la organización escolar de
base positivista. Intentó entonces condensar en una propuesta pedagógica la
educación del espíritu, la instrucción para el trabajo, la vinculación con la
realidad circundante y la formación del hombre para la Nación, equilibrando
entre materialismo e idealismo. Para ello, pretendía formar en el niño la
inteligencia práctica, sin dejar de enseñar las normas y la voluntad de
superación; los planes y programas tendrían como principio básico organizador
el idioma y la historia nacionales; incluía la educación moral y religiosa porque
consideraba que el hombre no podía vivir de la razón.

Arizaga intentó vitalizar la escuela dándole activa participación en la vida social.


El factor más eficiente para lograrlo era el trabajo, por esa razón la reforma
introducía formas de pre-aprendizaje general que no llegaban a orientar al
alumno hacia una profesión u oficio, sino que le permitían ejercitar el trabajo
manual paralelo al intelectual. El nuevo Plan contemplaba una enseñanza
primaria de 2 años en un primer ciclo optativo (4 y 5 años de edad); un
segundo ciclo obligatorio de cinco años (6 a 11 años de edad); un tercer ciclo
obligatorio de dos años (12 a 14 años de edad), llamado de Preaprendizaje
general con cultura general, separado en cursos mixtos, y de varones y niñas.

La reforma mantenía los bachilleratos clásicos de 5 años con ingreso de


aptitudes previas, y se incluía la modalidad de las escuelas.

Pero la reforma de Arizaga no duró mucho: el sistema de bachillerato continuó


resistiendo, sin que el trabajo, como concepto y como elemento curricular,
fuera introducido en su interés particular.

Luego de este recorrido, y respondiendo al interrogante principal, podría


decirse que las políticas educativas peronistas sí permitieron la masificación y
la democratización del sistema educativo, incrementadas con la inclusión de la
demanda histórico de la inclusión de la educación laboral a través de la
creación de las escuelas técnicas. Sin embargo, los primeros brillos fueron
fugaces y pronto el clasicismo de las corrientes normalistas, los bachilleratos,
siguieron conformando la medida a seguir en la educación media.

4- ¿Cuáles considera que fueron las principales contribuciones a los


procesos sociales y/o económicos, de la educación técnica durante los
gobiernos peronistas de 1946 y 1952?

Como se mencionó anteriormente, una modalidad educativa introducida en el


Primer Plan Quinquenal, llevada a cabo por Arizaga, fueron las escuelas
técnicas de capacitación con 1 año de estudios, las de perfeccionamiento (2
años), y las de especialización (3 años). Para el ingreso a las de capacitación
se requería certificado de estudios primarios, y para las restantes, estudios
secundarios.

La educación técnica era gratuita para todo obrero, artesano o empleado que
viviera de su trabajo, y todas las empresas estaban obligadas en cooperar con
becas. La propuesta de Arizaga establecía también la reforma del viejo
Consejo Nacional de Educación transformándolo en una subsecretaria de la
cual dependían tres secciones: enseñanza primaria, media y técnica, ubicando
finalmente a la educación laboral, luego de varios intentos fallidos durante
décadas, dentro de las responsabilidades del sistema educativo oficial. De esta
se cumplía con la necesidad de capacitar obreros para las industrias y
empresas, y a los trabajadores que formaría la gran masa obrera, gran
impulsora y defensora del nuevo gobierno peronista.

5- ¿Qué opinión le merecen las ideas del desarrollismo en educación y el


papel subsidiario que va tomando el Estado a partir del 55? Para
responder esta pregunta considere el avance del sector privado y la
transferencia de escuelas.

Hacia la década de 1950 se produjeron en Argentina cambios importantes que


plantearían nuevos requerimientos al sistema educativo, principalmente en la
modificación de las relaciones existentes entre los distintos sectores
económicos, dado esto por los modos del proceso de industrialización que se
estaba llevando a cabo. Con las nuevas modalidades industriales, la atracción
de capitales extranjeros, la modernización tecnológica y el aumento de la
productividad con ahorro de mano de obra serán las nuevas características que
moldearán también las políticas educativas. Es decir, que la demanda de mano
de obra se trasladó a mayores grados de especializaciones para ramas más
dinámicas de la industria o se concentró, hacia 1960 y 1970 en los sectores de
servicios y comercios, donde las ocupaciones requerían niveles educacionales
muy diferenciados entre sí y no siempre con alta calificación. A estos
requerimientos de carácter económico se sumaron la aspiración creciente de la
población que aspiraba a incorporarse al sector económicamente activo y que
deseaba aumentar su nivel educativo para participar en la discusión política y
economica y en la toma de decisiones de los distintos ámbitos de la actividad
nacional. Estos lineamientos definirán las políticas educativas a partir de 1955.

El nuevo enfoque para el tratamiento de los problemas educativos estará


fundado, entonces, en el convencimiento de que el desarrollo económico puede
y debe ser impulsado por la elevación del nivel educativo de la población,
tomando como modelo a los países industrializados. Con el gobierno
desarrollista de Frondizi, la educación deja de verse como un gasto para
considerarse una inversión a largo plazo en capital humano, y esta concepción
será avalada por el ámbito empresarial. La consideración de la educación como
una inversión en capital humano hizo que se la viese como un aspecto de la
realidad social que debe ser planificado y analizada científicamente en función
de su productividad y eficiencia. Basados en la Alianza para el Progreso
(ideada por EEUU), cuya Carta de Punta del Este (1961) fue firmada por
Argentina, los países firmantes se propusieron como objetivo de política
educativa eliminar el analfabetismo en la población adulta y garantizar un
mínimo de 6 años de educación primaria. Sin embargo, la sociedad argentina
era un reflejo de diferenciaciones sociales con intereses difíciles de conciliar,
que se pudieron vislumbrar cuando se discutió el papel del Estado en materia
educativa, diferenciándose por un lado los sectores que postulaban su
responsabilidad en la organización, planificación y control de la educación
pública, y por los que defendían la subsidiariedad del Estado en materia
educativa, es decir, el principio de que la educación debe estar en manos de
particulares, debiendo el Estado impartir educación sólo donde los particulares
no alcancen a hacerlo.

Los foros más representativos de estas corrientes fueron por un lado la


Convención Nacional de Enseñanza privada (1964), que afirmaba la necesidad
de independencia economica, organizativa e ideológica de las instituciones
educativas, y el Congreso Nacional de Enseñanza Pública, que subraya, hasta
hoy, la necesidad de que el Estado retome el control riguroso de la enseñanza
privada y le reduzca paulatinamente los subsidios, al mismo tiempo que
suprima totalmente las escuelas normales privadas y los institutos de formación
docente que no sean oficiales.

Al hacer un análisis cuantitativo de este periodo, puede decirse que la historia


del sistema educativo refleja una victoria de aquellos sectores que postulan la
subsidiariedad del Estado en materia educativa, apoyándose en la posición de
privilegio que le fuera otorgada por la política educativa oficial desde 1955.

Otra tendencia significativa en la evolución del sistema educativo argentino fue


la disminución de la participación del gobierno de la Nación en el gobierno de la
enseñanza.
En el nivel primario, el Estado, luego de adoptar la subsidiariedad en materia
educativa en el periodo 1973-1976, fue desligándose paulatinamente de
responsabilidades educativas: la transferencia de las escuelas primarias
nacionales a las provinciales fue la medida causante de la mayor participación
de las mismas, al menos formalmente y muchas veces contra su propia
voluntad, en la acción educativa primaria, camino que había comenzado ya
desde 1962. La falta de continuidad de transferencias de escuelas primarias
nacionales a las provincias y posteriores devoluciones son un elemento más en
la inestabilidad docente y otro causal indirecto de la disminución de la calidad
de la enseñanza primaria estatal.

Criterios de evaluación:

- Argumentación de las respuestas utilizando los aportes de las fuentes


bibliográficas.
- Pertinencia de las mismas en función de lo aportes de los autores.
- Claridad en la elaboración de respuestas.
- Coherencia con lo solicitado en la consigna.

También podría gustarte