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ISP Nº2 “Dr. Joaquín V. González”


Profesorado de Inglés para la Educación Secundaria
Política e Historia Educativa Argentina
Natalia Kovalsky
Características de la Educación Primaria Durante el Peronismo
Barreiro Julia, Basano Agustina, Domínguez María Laura

Rafaela, 8 de junio de 2021


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Durante el peronismo se llevaron a cabo diversas reformas con respecto al sistema educativo,

fundamentadas en los principios del Primer Plan Quinquenal. La escuela fue utilizada con fines

políticos. La democratización del acceso a la educación, la centralización de su administración,

los sumarios, las suspensiones y la propaganda política para la difusión del régimen fueron

algunas características llevadas a cabo desde el gobierno.

Tras la llegada del peronismo, el régimen educativo estatal atravesó cambios, reformando

organismos y leyes, e incrementando el número de alumnos y escuelas. Se crea la Secretaría de

Educación en 1948, la cual pasa a ser Ministerio de Educación en 1949, tras la sanción de la Ley

Orgánica de Ministerios. Jorge Pedro Arizaga elaboró un programa para reformar el sistema

educativo basado en el Primer Plan Quinquenal. Desde el oficialismo se sostenía que los

problemas educativos se debían, entre otras cosas, a la falta de sentido nacional, a la persistencia

del enciclopedismo y a defectos en la organización escolar de base positivista. Los planes y

programas tendrían como principio básico organizador el idioma y la historia nacional. Arizaga

incluía la educación moral y religiosa, ya que consideraba que el hombre no puede vivir de la

razón y que los niños necesitan sentir la religión por contagio, por la emoción sugerente, por la

incitación a la imaginación. Se trataba de vitalizar la escuela dándole activa participación en la

vida social. El factor considerado más eficiente para lograrlo era el trabajo, entendido

integralmente y no sólo como adiestramiento. Por esa razón la reforma introducía formas de pre-

aprendizaje general que no llegaban a orientar al alumno hacia una profesión u oficio, sino que le

permitían ejercitar el trabajo manual paralelamente al intelectual durante el ciclo elemental.

En cuanto a la organización del sistema educativo, la enseñanza primaria estaba constituida

por tres ciclos: uno opcional, y dos de carácter obligatorio. El primero era un ciclo optativo

preescolar de dos años, que abarcaba a niños de entre 4 y 5 años de edad. El segundo ciclo estaba
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destinado a niños de 6 a 11 años de edad. Y el tercero, que comprendía a alumnos de 12 a 14

años, estaba orientado a un aprendizaje general. Este último ciclo se componía de cursos mixtos y

separados para varones y niñas. De esta manera, el pre-aprendizaje atendía a la urgencia de

formar obreros para todas las especialidades, mediante el manejo de herramientas para oficios y

prácticas de huertas y granjas experimentales, manufactureras y comerciales. Este ejercicio del

trabajo manual que comenzaba a formarse en las escuelas primarias, sostendría la industria

nacional. Dicha enseñanza debía ser entendida como un patrimonio igual para todos,

compensando a través de una modalidad a quienes no habían tenido las oportunidades de

educación que otros poseían.

El gobierno de Perón llevó a cabo transformaciones relacionadas al sistema de valores que se

fueron generando paulatinamente.

El proceso comenzó con la institucionalización de un cambio que había sido introducido

por el gobierno militar de junio de 1943. En 1947 el peronismo convirtió en ley el decreto

militar de 1943 que había instaurado la enseñanza religiosa en las escuelas públicas,

medida que como se sabe, alteraba uno de los principios fundamentales del sistema

educativo nacional: la laicidad. (Fiorucci, 2012, pp 142-143)

La ruptura del proceso liberal y laico de la enseñanza se dio a partir del acceso del

nacionalismo católico a las decisiones de la política educativa. En 1943, bajo el gobierno

de facto de Pedro Ramírez, se dicta el decreto 18.411 que deroga el artículo 8 de la ley

1420 y establece la enseñanza religiosa. La Iglesia se incorpora al discurso de la

educación pública, a través de la enseñanza religiosa en las escuelas, legitimando el lugar

que pasa a ocupar: la nación y lo cívico, se tornan católico. La enseñanza de la religión en

horario escolar fue parte de la gestión de Manuel Fresco (1936-1940), y se mantendría


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hasta 1955 en el marco del conflicto del gobierno peronista con la Iglesia. Una vez electo

democráticamente, Perón mantuvo una continuidad con el decreto impulsando, y  en el

año 1947 se sanciona de la ley n° 12.978 que ratificaba ese decreto de 1943. La ley

12.978 establece la educación religiosa para las escuelas nacionales, manteniendo así una

continuidad con la obra educativa de la dictadura.

Tras la promulgación del Segundo Plan Quinquenal, se declaró la doctrina peronista como

Doctrina Nacional, modificando los programas y en especial los textos escolares incluyendo en

ellos el nuevo ideario político. Como consecuencia, la escuela comenzó a ser utilizada como un

instrumento de adoctrinamiento por parte del poder político, convirtiéndose en una herramienta

fundamental de su proyecto. Se llevó a cabo un control ideológico y doctrinal sobre maestros y

directivos, iniciando sumarios a quienes no cumplían con la tarea que les había sido asignada; ya

que ellos eran quienes estaban encargados de “la formación del pueblo” y, por consiguiente,

quienes debían colaborar con la operación de difusión de la doctrina peronista en las aulas.

Durante el gobierno peronista no solamente los docentes estaban obligados a comentar los

actos de gobierno más importantes y difundir dicha doctrina, sino que además los textos escolares

comenzaron a incorporar dibujos, fotografías y textos de Perón y Evita. A través de ellos, el

régimen buscaba transmitir su doctrina. A los niños se les enseñaba a leer a partir de frases como

“mamá Evita y papá Perón quieren a los niños”. También, los nombres de Perón y Evita eran

utilizados para aprender a deletrear y escribir. Algunos de los textos más conocidos que fueron

difundidos por el gobierno son: “Justicialismo”, “Tiempos Nuevos”, “Privilegiados”, “Evita”,

“Patria Justa”, “Pueblo Feliz”, “La Razón De Mi Vida” y “Mi Mamá Me Mima, Evita Me Ama”.

Entre las rutinas, los rituales y los símbolos introducidos en las escuelas, pueden mencionarse los

siguientes ejemplos: en las aulas u oficinas administrativas, debía haber fotografías o imágenes
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de los líderes del partido; en los discursos pronunciados durante los actos patrios, se debía elogiar

a Perón y Evita y hablar de su gobierno y también, todos los niños debían aprender la marcha

peronista.

Podemos concluir que, si bien en una primera instancia se buscó democratizar el acceso a la

educación, durante los gobiernos peronistas se utilizó a la escuela como un instrumento de

adoctrinamiento y propaganda. La misma fue escenario de los conflictos sucedidos a partir de la

emergencia del gobierno de Juan Domingo Perón.


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REFERENCIAS

 Fiorucci, Flavia. (2012). El campo escolar bajo el peronismo 1946-1955. Revista Historia

de la Educación Latinoamericana, 14(18), 139-154.

 Petitti, E. M. (2013). La educación estatal en Argentina durante el peronismo: El caso de

la provincia de Buenos Aires (1946-1955). Trabajos y Comunicaciones (39). En Memoria

Académica.

 Puiggrós Adriana. (2002). Qué pasó en la educación argentina. Breve historia desde la

conquista hasta el presente. Capítulo: “El peronismo” Editorial Galerna. Buenos Aires.

 Sassera, Jorgelina Silvia. (2004). La enseñanza religiosa durante 1943 y 1947: una nueva

mirada. VI Jornadas de Sociología. Facultad de Ciencias Sociales, Universidad de Buenos

Aires, Buenos Aires.

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