Está en la página 1de 21

ACLARACIÓN DE JURISPRUDENCIA 7/2010.

SOLICITANTE: MAGISTRADO PRESIDENTE


DEL SEGUNDO TRIBUNAL COLEGIADO EN
MATERIA CIVIL DEL SÉPTIMO CIRCUITO.

MINISTRO PONENTE: ARTURO ZALDÍVAR LELO DE LARREA.


SECRETARIA: ALEJANDRA SPITALIER PEÑA.

México, Distrito Federal. Acuerdo de la Primera Sala de la


Suprema Corte de Justicia de la Nación, correspondiente al día
dieciséis de noviembre de dos mil once.

Visto Bueno:
Señor Ministro

VISTOS, para resolver los autos del expediente ********** relativo


a la aclaración de jurisprudencia sustentada por la Primera Sala de
esta Suprema Corte de Justicia de la Nación, publicada con el número
1a./J. 35/99, en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta,
tomo X, octubre de 1999, página 139, novena época, número de
registro 193,178 de rubro: “DIVORCIO, JUICIO DE. LA
DEMOSTRACIÓN DE LA ACCIÓN PRINCIPAL, NO DEJA SIN
MATERIA LA EJERCIDA EN LA VÍA RECONVENCIONAL
(LEGISLACIÓN DEL ESTADO DE VERACRUZ)”.

R E S U L T A N D O:
Cotejó:

PRIMERO. Mediante escrito recibido en la Oficina de


Certificación Judicial y Correspondencia de este Alto Tribunal el
veintitrés de noviembre de dos mil diez, el Magistrado Presidente del
VOTO ACLARACIÓN DE JURISPRUDENCIA 7/2010.

Segundo Tribunal Colegiado en Materia Civil del Séptimo Circuito,


formuló escrito en el que solicitó al Ministro Presidente de la Primera
Sala que proponga oficiosamente la aclaración a la jurisprudencia
número 1a.J. 35/99, de rubro: “DIVORCIO, JUICIO DE. LA
DEMOSTRACIÓN DE LA ACCIÓN PRINCIPAL, NO DEJA SIN
MATERIA LA EJERCIDA EN LA VÍA RECONVENCIONAL
(LEGISLACIÓN DEL ESTADO DE VERACRUZ)”.

SEGUNDO. En el escrito de referencia se expresaron los


argumentos que, en lo que interesa, a continuación se transcriben:

“[…]
Al resolver la contradicción de tesis, se fijó la litis precisando que era
procedente el análisis de todas las causales de divorcio invocadas por
los contendientes, ello atendiendo al principio de congruencia y
exhaustividad que debe imperar en todo acto de autoridad, además
porque cada una de las invocadas eran autónomas, pero no se dijo que
se podían actualizar todas las planteadas, ya que eso es un problema
de congruencia interna de la resolución, y ello no fue abordado.

La aplicación de la tesis en comento ha producido en la práctica que


los tribunales del orden común consideren que cuando se ejercite
como acción principal la causal de divorcio por separación de más de
dos años y en reconvención la de adulterio, y a su juicio las dos se
acrediten, se debe condenar por ambas.

En otras palabras resuelven que, resulta procedente tanto la acción de


divorcio del actor y del demandado (actor en reconvención).

[…]

Con base a lo anterior, respetuosamente se hace la siguiente solicitud


de aclaración.

Precisar que la jurisprudencia se refiere a la congruencia externa, esto


es, que el juzgador al resolver deberá atender y decidir tanto lo
deducido por la parte actora con su escrito de demanda, como lo
alegado por la demandada en la acción reconvencional, pero aclarado
que, ello no quiere decir que ambos se puedan acreditar
simultáneamente, ya que eso es un problema de congruencia interna
del que no se ocupó la tesis.

[…]”.

2
VOTO ACLARACIÓN DE JURISPRUDENCIA 7/2010.

TERCERO. La ejecutoria mencionada en el ocurso antes


transcrito, se dictó en sesión de veintiséis de mayo de mil novecientos
noventa y nueve, al resolverse la contradicción de tesis 31/98, entre
los criterios sustentados por Primero y Segundo Tribunales Colegiados
en Materia Civil del Séptimo Circuito, cuyas consideraciones, en lo
conducente, fueron:

“SEXTO.

[…] El principio de congruencia que establece el antecitado artículo 57


del código adjetivo del Estado, implica la exhaustividad de las
sentencias, en el sentido de obligar al juzgador a decidir las
controversias que se sometan a su conocimiento, tomando en cuenta
todos y cada uno de los argumentos aducidos tanto en la demanda,
como aquellos en que se sustenta la contestación a ésta y demás
pretensiones deducidas oportunamente en el pleito, de tal forma que se
condene o absuelva al demandado, resolviendo sobre todos y cada uno
de los puntos litigiosos que hubiera sido materia del debate,
debiéndose tomar en cuenta que en el caso de la reconvención, el actor
principal se convierte a su vez en demandado.

En efecto, el principio de congruencia de las sentencias que invocan


las resoluciones en contradicción y del que hacen una diversa
interpretación, consiste en que las sentencias no solo deben de ser
congruentes consigo mismas, en el sentido de no contener
resoluciones ni afirmaciones que se contradigan entre sí - congruencia
interna -, sino que también deben de ser congruentes en el sentido de
resolver la litis tal y como quedó formulada por medio de los escritos
de demanda y contestación - congruencia externa -.

Sirve de apoyo a lo anterior, la tesis consultable en el Semanario


Judicial de la Federación, Séptima Época, Tomo 217-228 Cuarta Parte,
página 77, cuyo rubro y texto dicen:

“CONGRUENCIA DE LA SENTENCIA. EN QUE CONSISTE ESTE


PRINCIPIO.- La congruencia significa conformidad en cuanto a
extensión, concepto y alcance entre lo resuelto por el órgano
jurisdiccional y las demandas, contestaciones y demás pretensiones
deducidas oportunamente por las partes”.

En el caso que se resuelve, la contradicción se refiere a la denominada


congruencia externa, pues mientras el Primer Tribunal Colegiado en
Materia Civil del Séptimo Circuito, afirma que se viola dicho principio
cuando en la sentencia no se resuelve sobre las causales de divorcio
planteadas en la reconvención; el Segundo Tribunal del mismo Circuito
y materia, afirma que no es incongruente la sentencia de un juicio de
divorcio en el que, quedando acreditada la pretensión de la parte
actora, se declara sin materia la acción de divorcio intentada en vía
reconvencional por la parte demandada, sin que sea necesario resolver

3
VOTO ACLARACIÓN DE JURISPRUDENCIA 7/2010.

sobre el fondo de las diversas causales de divorcio aducidas por este


último, pues el vínculo matrimonial ha quedado disuelto.

Si como quedó dicho, en términos del Artículo 57 del Código de


Procedimientos Civiles para el Estado de Veracruz, las sentencias para
apegarse al principio que se viene invocando, deben ser congruentes
con la demanda, la contestación y las demás pretensiones deducidas
oportunamente por las partes, resulta apegado a derecho que si la
reconvención, que no es mas que una contrademanda que el reo hace
valer frente al actor en el mismo juicio a que fue emplazado, es
presentada oportunamente y cumpliendo con los requisitos de forma,
tal como lo establece el artículo 213 del código adjetivo civil de la
Entidad, el juzgador, al resolver, deberá necesariamente, atender y
decidir en la misma sentencia, tanto lo deducido por la parte actora en
su escrito de demanda, como lo alegado por la demandada en la acción
reconvencional, así lo establece el código procedimental antes citado,
en su artículo 214, que a la letra dice:

“ARTÍCULO 214.- Las excepciones y la “reconvención se discutirán al


propio tiempo de la “demanda y se decidirán en la misma sentencia”.

Por otra parte, no asiste la razón al Segundo Tribunal Colegiado en


Materia Civil del Séptimo Circuito, cuando afirma en la tesis
jurisprudencial motivo de la presente contradicción, que por tratarse
en la especie de un juicio de divorcio, demostrada la acción principal,
el vínculo matrimonial queda disuelto y, por tanto, la acción de divorcio
intentada por la parte demandada en vía reconvencional, debe
declararse sin materia por falta de interés jurídico.

En efecto, el hecho de que el juez natural resuelva que han quedado


debidamente probadas las pretensiones de la parte actora, en cuanto a
la o las causales de divorcio que haya aducido en su demanda, no
implica que deba de emitir sentencia disolviendo sin más el vínculo
matrimonial, pues ello implicaría dejar inaudita a la contraparte, en
clara violación del principio de congruencia de las sentencias,
establecido en el artículo 57 del Código de Procedimientos Civiles para
el Estado de Veracruz, que obliga al juzgador a sentenciar en
congruencia con la litis planteada, litis que queda debidamente
integrada por las pretensiones deducidas oportunamente tanto por la
parte actora, como por la parte demandada.

Por otra parte, el matrimonio se disuelve, como ya se dijo, en virtud de


la sentencia, que debe dictar el juez después de haber analizado las
pretensiones de ambas partes, y no, por la sola circunstancia de que el
juzgador, en su estudio, haya encontrado fundada una causal de
divorcio, sino por la determinación que toma después de estudiarlas
todas.

En tal virtud, no encuentra sustento lógico ni jurídico, la afirmación del


Segundo Tribunal Colegiado en Materia Civil del Séptimo Circuito
(página 26), en el sentido de que, si la acción de divorcio intentada con
base en la causal aducida por el actor resulta fundada, la hecha por el
demandado en la acción reconvencional con base en una diversa
causal, debe declararse sin materia, “porque el vínculo matrimonial

4
VOTO ACLARACIÓN DE JURISPRUDENCIA 7/2010.

había sido disuelto en razón de aquella determinación”, habida cuenta


que la determinación se toma en los puntos resolutivos de la sentencia
y no en su parte considerativa.

Esto es así, pues no basta la simple pretensión formulada por el actor


al órgano jurisdiccional, para que ésta se conceda, sino que es
necesario que la contraparte también sea oída - “auditur et altera pars”,
a fin de que sea cumplido el principio contradictorio que rige todo
proceso y que no tiene otro significado en el fondo, que lograr la
igualdad de las partes.

Por otra parte, si bien la acción contradictoria de divorcio es única en


cuanto produce como último fin la disolución del vínculo matrimonial;
es también múltiple, en razón de las diversas causas en que puede
originarse, tal como lo establece el artículo 141 del Código Civil del
Estado de Veracruz y, además, dada la autonomía e independencia de
cada una de las causales contempladas en la norma legal de referencia,
los efectos jurídicos que pueden producir cada una de ellas, son
diversos en términos de lo señalado por el artículo 157 del código
sustantivo civil del Estado y, por tanto, obligan al juzgador a decidir
sobre todas las causales planteadas por las partes en el juicio natural,
a fin de determinar de acuerdo a las que les sean imputables a cada
uno de los cónyuges, las consecuencias a que se harán acreedores de
acuerdo a las reglas que prevé el antecitado artículo 157.

Especial importancia revisten los principios de congruencia y


exahustividad de la sentencia tratándose de juicios de divorcio, pues
siendo el matrimonio una institución de orden público, para que su
disolución proceda, deben quedar debidamente acreditadas por las
partes y analizadas por el juzgador, todas las causales que sean
invocadas, pues de ello dependerá no sólo la disolución del vínculo
matrimonial, sino la situación de los hijos respecto de la persona que
ejercerá sobre ellos la patria potestad.

Así las cosas, resulta inconcuso que el juez del conocimiento deberá
resolver la acción contradictoria de divorcio, tomando en
consideración no sólo las pretensiones deducidas por la parte actora,
hayan quedado o no acreditadas durante la secuela del procedimiento,
sino también, las defensas propuestas por la parte demandada, sean
éstas, excepciones o acción reconvencional, tomando en cuenta que
esta última, no es mas que una nueva demanda dentro del propio
juicio, surgida con posterioridad a la deducida por el actor original, con
lo cual, las posiciones originales se invierten, y ambas partes aparecen
a la vez, según se trate de la demanda principal o de la reconvencional,
como demandantes o demandados, por lo que no es aplicable, en este
sentido, lo afirmado por el Segundo Tribunal Colegiado en Materia Civil
del Séptimo Circuito, cuando establece en la tesis que apoya su
criterio, que al no existir disposición expresa de la ley, opera el
principio general de derecho, “prior tempore, potior iure”.

Esto debe de ser así, en cumplimiento con lo establecido en los


artículos 57 y 214, del Código de Procedimientos Civiles para el Estado
de Veracruz, y en acatamiento a los principios del contradictorio del
proceso, congruencia de las sentencias y dispositivo del proceso, este

5
VOTO ACLARACIÓN DE JURISPRUDENCIA 7/2010.

último en el sentido de que el juzgador debe sentenciar según lo


alegado y probado en autos, respetando siempre los términos en que
se formuló la litis, de acuerdo a la máxima del Derecho común:
‘secundum allegata et probata iudex iudicare debet’.

Cabe precisar que el juzgador deberá atender al estudio integral de las


acciones principal (s) reconvencional (s), que derive del planteamiento
que se haya hecho en cada caso concreto, es decir, de acuerdo con la
prelación lógica que de cada planteamiento se desprenda; a fin de que
exista congruencia en la sentencia que se emita, con lo cual, incluso,
se observará además el principio de imparcialidad que debe prevalecer
entre las partes.”.

CUARTO. Mediante acuerdo de seis de diciembre de dos mil


diez, el Presidente de la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia
de la Nación, admitió la presente petición de aclaración de
jurisprudencia.

Con fecha siete de enero de dos mil once, se ordenó remitir el


asunto a la ponencia del señor Ministro Arturo Zaldívar Lelo de Larrea
para que determinara lo conducente.

C O N S I D E R A N D O:

PRIMERO. La Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de


la Nación es legalmente competente para conocer de la presente
solicitud de aclaración de jurisprudencia, de conformidad con lo
dispuesto en el artículo 197, último párrafo, de la Ley de Amparo, y 21,
fracción XI, de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación,
por derivar de una contradicción de tesis resuelta por esta Sala, que
pertenece a la materia civil en que se encuentra especializada.

SEGUNDO. Previo al análisis de fondo, es necesario destacar


las diferencias entre los conceptos de aclaración de jurisprudencia y
modificación de jurisprudencia, para comprender el objeto y alcances
que, en su caso, pueden imprimirse a la presente ejecutoria.

6
VOTO ACLARACIÓN DE JURISPRUDENCIA 7/2010.

Según lo dispone el artículo 197, párrafo cuarto, de la Ley de


Amparo1, en principio, el único procedimiento por el que se puede
obtener la modificación de una jurisprudencia, es mediante la petición
que se realice con motivo de un acto concreto, en la que se expresen
las razones que justifiquen la modificación. De igual forma, se advierte
que se encuentran legitimados para formularla: a) las Salas de la
Suprema Corte; b) los Ministros que las integren; c) los Tribunales
Colegiados de Circuito; y, d) los Magistrados que los conformen.

Por su parte, la aclaración de jurisprudencia es aplicable a


aquellos casos en que no se pretende una modificación sustancial de
una jurisprudencia, esto es, del criterio jurídico sostenido, sino que la
petición se formula con el objeto de poner de manifiesto probables
inexactitudes o imprecisiones de la propia jurisprudencia. Así pues, la
aclaración tiene por objeto salvaguardar el principio de seguridad
jurídica2.
1
Artículo 197.
[…]
Las Salas de la Suprema Corte de Justicia y los Ministros que las integren, los Tribunales Colegiados de
Circuito y los Magistrados que los integren, y el Procurador General de la República, con motivo de un caso
concreto podrán pedir al Pleno de la Suprema Corte o a la Sala correspondiente que modifique la
jurisprudencia que tuviesen establecida, expresando las razones que justifiquen la modificación; el Procurador
General de la República, por sí o por conducto del agente que al efecto designe, podrá, si lo estima pertinente,
exponer su parecer dentro del plazo de treinta días. El Pleno o la Sala correspondiente resolverán si modifican
la jurisprudencia, sin que su resolución afecte las situaciones jurídicas concretas derivadas de los juicios en
los cuales se hubiesen dictado las sentencias que integraron la tesis jurisprudencial modificada. Esta
resolución deberá ordenar su publicación y remisión en los términos previstos por el artículo 195”.
2
Este criterio, que se comparte plenamente, puede leerse en la jurisprudencia de la Segunda Sala de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación, que esta Primera Sala comparte, 2a./J. 109/2002, publicada en el
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, tomo XVI, octubre de 2002, página 291, novena época,
cuyo texto es:

“JURISPRUDENCIA. FORMA EN QUE DEBE PROCEDER UN TRIBUNAL COLEGIADO DE


CIRCUITO CUANDO ESTIME QUE LA EMITIDA POR LA SUPREMA CORTE DE JUSTICIA DE LA
NACIÓN PRESENTA ALGUNA INEXACTITUD O IMPRECISIÓN, RESPECTO DE UNA CUESTIÓN
DIVERSA AL FONDO DEL TEMA TRATADO. Cuando la variación pretendida sea atinente al criterio
jurídico sustentado en la jurisprudencia, es decir, sobre la materia de que trata, el Tribunal Colegiado de
Circuito o los Magistrados que lo integran podrán solicitar la modificación de aquélla, surtiendo los requisitos
y conforme al trámite previsto para tal efecto por el artículo 197, párrafo cuarto, de la Ley de Amparo. En
cambio, si la petición se formula con el objeto de poner de manifiesto probables inexactitudes o imprecisiones
de la propia jurisprudencia que no guarden relación con el tema de fondo tratado, y si bien la ley de la materia
no contempla la posibilidad de solicitar directamente ante el Tribunal Pleno o las Salas de la Suprema Corte
de Justicia de la Nación, la corrección de la tesis de que se trate y, menos aún, desconocerla, aduciendo la
irregularidad advertida, es indudable que, atento el principio de seguridad jurídica, lo procedente es que el

7
VOTO ACLARACIÓN DE JURISPRUDENCIA 7/2010.

Ahora bien, el Magistrado Presidente del Segundo Tribunal


Colegiado en Materia Civil del Séptimo Circuito, sugiere al Ministro
ponente que proponga oficiosamente la aclaración de la jurisprudencia
de rubro: “DIVORCIO, JUICIO DE. LA DEMOSTRACIÓN DE LA
ACCIÓN PRINCIPAL, NO DEJA SIN MATERIA LA EJERCIDA EN LA
VÍA RECONVENCIONAL (LEGISLACIÓN DEL ESTADO DE
VERACRUZ)”, para efectos de que se precise que la
jurisprudencia se refiere a la congruencia externa de las
sentencias de divorcio; esto es, que el juzgador al resolver deberá
atender y decidir tanto lo deducido por la parte actora en su
demanda, como lo alegado por la demandada en su escrito
reconvencional, pero aclarando que ello no quiere decir que las
distintas causales invocadas por las partes se puedan acreditar
simultáneamente, ya que ello es un problema de congruencia
interna que a juicio del Magistrado que solicita la presente
aclaración, no se trató en la jurisprudencia de mérito.

Al respecto, debe decirse que los Magistrados que conformen los


Tribunales Colegiados de Circuito, carecen de legitimación para
solicitar directamente ante el Tribunal Pleno o las Salas de este
Máximo Órgano Jurisdiccional la aclaración de una jurisprudencia; por
lo que debe determinarse si el Ministro Ponente estima pertinente la
aclaración de la jurisprudencia referida por el Tribunal Colegiado
solicitante.

Tribunal Colegiado de Circuito o los Magistrados que lo integran, lo comuniquen a cualquiera de los
Ministros integrantes del órgano emisor de aquel criterio, preferentemente al Ministro ponente, para que éste,
de considerarlo adecuado, haga uso de sus facultades y, en su caso, solicite se efectúe la aclaración que estime
apropiada; lo anterior es así, en virtud de que los mencionados Tribunales de Circuito y los Magistrados que
los integran carecen de legitimación para solicitar directamente ante el Tribunal Pleno o las Salas de este
Máximo Órgano Jurisdiccional la aclaración o corrección de una tesis de jurisprudencia, lo cual sólo le
compete a estos últimos órganos, de manera oficiosa”.

8
VOTO ACLARACIÓN DE JURISPRUDENCIA 7/2010.

La inquietud del Magistrado solicitante, deriva de los criterios


sostenidos por el propio Segundo Tribunal Colegiado en Materia Civil
del Séptimo Circuito al resolver los amparos directos **********.
Amparos que tienen como antecedentes procesales, demandas
principales y reconvencionales de divorcio en las que invocaron por un
lado la actualización de la causal prevista en la fracción XVII, del
artículo 141 del Código Civil para el Estado de Veracruz, referente a la
separación de los cónyuges por más de dos años; y, por el otro, la
causal contenida en la fracción I, del propio precepto 3, que se refiere al
adulterio.

Al resolver los amparos arriba referidos, el Segundo Tribunal


Colegiado en Materia Civil del Séptimo Circuito estimó que las
consideraciones sustentadas por la Primera Sala de este Alto Tribunal
al resolver la contradicción de tesis 31/98, lo obligaban al estudio
integral de las causales invocadas tanto en la demanda como en la
demanda reconvencional de divorcio.

Como resultado de lo anterior, en los amparos ********** y


**********, el Tribunal Colegiado sostuvo que no resulta incongruente
condenar al pago de pensión alimenticia al cónyuge culpable por
adulterio, en aquellos casos en que también se hubiese tenido por
acreditada la causal de disolución de matrimonio por separación de los
cónyuges4; ello, pues la condena es el resultado de la simple
3
ARTICULO 141. Son causas de divorcio:
I.- El adulterio debidamente probado de uno de los cónyuges;

(ADICIONADA, G.O. 4 DE ABRIL DE 1992)


XVII.- La separación de los cónyuges por más de dos años, independientemente del motivo que haya
originado la separación, la cual podrá ser invocada por cualquiera de ellos;
…”
4
El artículo 162 del Código Civil para el Estado de Veracruz, en su segundo párrafo, establece que en
el caso de que se actualice la causal de divorcio contenida en la fracción XVII, por separación de
los cónyuges por más de dos años, ninguno ellos tiene derecho a pensión alimenticia (salvo caso de
necesidad manifiesta); esto, en los siguientes términos:

“ARTICULO 162:

9
demostración de la existencia de un cónyuge culpable, independiente
de que se haya acreditado también la causal de separación de los
consortes.

Por su parte, al resolver el amparo directo **********, el Colegiado


sostuvo que la Sala responsable vulneró al principio de congruencia al
no haber analizado las consecuencias derivadas de encontrarse
acreditadas diversas causales de disolución del matrimonio (adulterio y
separación de cónyuges), por lo que otorgó un amparo para efectos.

Ahora bien, la contradicción de tesis 31/98, que dio lugar a la


jurisprudencia que se pretende aclarar, se ocupó de “determinar, si
entablado un juicio de divorcio, el juez del conocimiento debe
considerar al resolver, las diversas causales de divorcio hechas
valer por la parte demandada al interponer su acción
reconvencional, no obstante haya quedado demostrada la acción
principal, o bien, una vez acreditada esta última, debe declararse
disuelto el vínculo matrimonial y, por tanto, declarar sin materia la
acción de divorcio hecha valer por la parte demandada en la
reconvención”.

Los criterios contradictorios fueron los siguientes:

 El Primer Tribunal Colegiado en Materia Civil del Séptimo


Circuito, consideraba que cada una de las causales que prevé el
artículo 141, del Código Civil de la entidad, son autónomas e
independientes, de modo que los efectos que puede producir una
de ellas son distintos a los que pueden generar las demás. Por lo

…..
En el divorcio por mutuo consentimiento, salvo pacto en contrario los cónyuges no tienen derecho a
pensión alimenticia, ni a la indemnización que concede este artículo. Igualmente, en el caso de la
causal prevista en la fracción XVII del artículo 141 de este ordenamiento, excepto que el juez
tomando en cuenta la necesidad manifiesta de uno de los dos, determine pensión a su favor.”
anterior, el juzgador debe analizar todas y cada una de las que se
hagan valer en la controversia natural, tanto en lo principal como
en la reconvención, para estar en posibilidad legal de decidir
respecto de la aplicación de las reglas que prevé el diverso 157 5,
del Código de Procedimientos Civiles para el Estado de Veracruz,
en relación con la situación que guardarán los hijos menores.

 Por su parte, el Segundo Tribunal Colegiado en Materia


Civil del Séptimo Circuito, estimaba que cuando se hubiese
ejercitado una causal de divorcio y ésta hubiese sido procedente, la
promovida en la vía reconvencional, carecía de materia, pues las
causales de divorcio son autónomas. Así, si se acreditaba la acción
principal el vínculo matrimonial se disolvía y, por tanto, ya no podía
ser declarada procedente la acción reconvencional.

Para resolver la contradicción de tesis planteada y emitir la


jurisprudencia cuya aclaración se solicita, la Primera Sala sostuvo, en
esencia, lo siguiente:

 En términos de lo dispuesto en el artículo 57 del Código de


Procedimientos Civiles para el Estado de Veracruz, las sentencias
deben ser congruentes con la demanda, la contestación y las
demás pretensiones deducidas oportunamente por las partes, por
lo que resulta lógico deducir que si una reconvención es
5
ARTICULO 157. La sentencia de divorcio fijará en definitiva la situación de los hijos, para lo cual
el juez deberá resolver todo lo relativo a los derechos y obligaciones inherentes a la patria potestad,
su pérdida, suspensión o limitación según el caso, y en especial a la custodia y al cuidado de los
hijos. De oficio o a petición de parte interesada durante el procedimiento, se allegará los elementos
necesarios para ello, debiendo escuchar a ambos progenitores y a los menores, para evitar conductas
de violencia familiar o de cualquiera otra circunstancia que amerite la necesidad de la medida,
considerando el interés superior de estos últimos. En todo caso protegerá y hará respetar el derecho
de la convivencia con los padres, salvo que exista peligro para el menor.
La protección para los menores incluirá las medidas de seguridad, seguimiento y terapias necesarias
para evitar y corregir los actos de violencia familiar, las cuales podrán ser suspendidas o
modificadas en los términos previstos por el artículo 58 del Código de Procedimientos Civiles.
presentada con todos los requisitos legales, el juzgador, al
resolver, deberá necesariamente atender y decidir en la misma
sentencia, tanto lo deducido por la parte actora en su escrito de
demanda, como lo alegado por la demandada en la acción
reconvencional.

 El hecho de que el juez natural resuelva que han quedado


debidamente probadas las pretensiones de la parte actora, en
cuanto a la o las causales de divorcio que haya aducido en su
demanda, no implica que deba de emitir sentencia disolviendo sin
más el vínculo matrimonial, pues ello implicaría dejar inaudita a la
contraparte, en clara violación del principio de congruencia de las
sentencia.

 Así, no basta la simple pretensión formulada por el actor al


órgano jurisdiccional, para que ésta se conceda, sino que es
necesario que la contraparte también sea oída a fin de que sea
cumplido el principio contradictorio que rige todo proceso y que no
tiene otro significado en el fondo, que lograr la igualdad de las
partes.

 Además, se debe tener en cuenta que si bien la acción


contradictoria de divorcio es única en cuanto produce como último
fin la disolución del vínculo matrimonial; es también múltiple, en
razón de las diversas causas en que puede originarse y, dada la
autonomía e independencia de cada una de ellas, los efectos
jurídicos que se pueden producir son diversos. En este sentido, el
juzgador debe decidir sobre todas las causales planteadas por las
partes en el juicio natural, a fin de determinar de acuerdo a las que
les sean imputables a cada uno de los cónyuges, las
consecuencias a que se harán acreedores.
 Cabe precisar que el juzgador deberá atender al estudio
integral de las acciones, que derive del planteamiento que se haya
hecho en cada caso concreto, es decir, de acuerdo con la prelación
lógica que de cada planteamiento se desprenda; a fin de que exista
congruencia en la sentencia que se emita, con lo cual, incluso, se
observará además el principio de imparcialidad que debe
prevalecer entre las partes.

Ahora bien, el Magistrado que solicita al Ministro Ponente


sostenga de oficio la presente aclaración de sentencia, consideró -en
sendos votos particulares-, que el pronunciamiento de la Primera Sala
se refiere exclusivamente al problema de congruencia externa de la
sentencia que se emite en estos casos, pero en ningún modo se refirió
al tema de congruencia interna.

En este sentido, sostiene que si bien el objeto de la


jurisprudencia es obligar al estudio de todas las causales de divorcio,
ello no quiere decir que las mismas se puedan acreditar
simultáneamente, ya que eso es un problema de congruencia interna
del que no se ocupó el criterio de la Primera Sala.

Sobre el punto concreto, recalca que el Máximo Tribunal nunca


estableció que se deba preferir sólo una de las causales que se
invoquen por las partes, por lo que resulta incorrecto condenar al pago
de pensión alimenticia al cónyuge culpable cuando se actualiza otra
causal que lo absuelve de tal prestación, pues esto representa un
problema de congruencia interna.

Ahora bien, de conformidad con lo hasta ahora expuesto, esta


Primera Sala considera que no es procedente aclarar la tesis
jurisprudencial derivada de la contradicción de tesis 31/98, cuyo rubro
es: “DIVORCIO, JUICIO DE. LA DEMOSTRACIÓN DE LA ACCIÓN
PRINCIPAL, NO DEJA SIN MATERIA LA EJERCIDA EN LA VÍA
RECONVENCIONAL (LEGISLACIÓN DEL ESTADO DE
VERACRUZ)”, puesto que el tema que el Magistrado solicitante
pretende puntualizar no es resultado de una inexactitud o imprecisión
de la tesis emitida o de su ejecutoria, tal y como se muestra a
continuación.

Según se desprende de la ejecutoria de la contradicción de tesis


que nos ocupa, esta Primera Sala determinó que en los juicios de
divorcio en los que se hubiese presentado demanda principal y
reconvencional, el juzgador se encuentra obligado a atender y resolver
sobre la totalidad de las causales invocadas, de acuerdo con la
prelación lógica que de cada planeamiento se desprenda; y que ello es
necesario, además, para determinar las consecuencias a que se harán
acreedores cada uno de los cónyuges, de acuerdo a las reglas que
prevé el artículo 157 del Código Civil del Estado para determinar la
situación de los hijos menores.

Por su parte, de la solicitud de aclaración que nos ocupa, se


desprende que el Magistrado sugiere se precise que la
jurisprudencia de esta Primera Sala se refiere a la congruencia
externa de las sentencias de divorcio; esto es, que el juzgador al
resolver el juicio de divorcio deberá atender y decidir tanto lo deducido
por la parte actora en su demanda, como lo alegado por la demandada
en su escrito reconvencional, pero aclarando que ello no quiere
decir que las distintas causales invocadas por las partes se
puedan acreditar simultáneamente, ya que ello es un problema de
congruencia interna que no se trató en la jurisprudencia de
mérito.
En concreto, la inquietud del Magistrado solicitante deviene de
aquellos casos de divorcio necesario en los que en la demanda
principal y en la reconvencional, los cónyuges invocan: por un lado, la
actualización de la causal de separación por más de dos años; y por
otro, la de adulterio; pues considera que en estos casos no pueden
acreditarse simultáneamente ambas causales. Ello, ya que de
conformidad con la legislación aplicable, la actualización del
adulterio condena al cónyuge culpable al pago de pensión
alimenticia, mientras que la acreditación de la causal de
separación por más de dos años, libera a ambos cónyuges del
pago de alimentos.

En virtud de lo anterior, tal y como ya se había adelantado,


después de analizar el texto de la jurisprudencia que nos ocupa, su
ejecutoria y los argumentos mediante los cuales se solicita se haga de
oficio su aclaración, esta Primera Sala estima que la petición del
Magistrado Presidente del Segundo Tribunal Colegiado en Materia
Civil del Séptimo Circuito no implica esclarecer a una imprecisión o
inexactitud cometida en la jurisprudencia de rubro “DIVORCIO,
JUICIO DE. LA DEMOSTRACIÓN DE LA ACCIÓN PRINCIPAL, NO
DEJA SIN MATERIA LA EJERCIDA EN LA VÍA RECONVENCIONAL
(LEGISLACIÓN DEL ESTADO DE VERACRUZ)”, o en su ejecutoria.

Lo anterior en virtud de que la supuesta aclaración obedece a un


tema distinto de aquellos analizados al resolver la contradicción de
tesis que dio origen a la jurisprudencia que nos ocupa, y que tal y
como el propio Magistrado lo refiere, no fue abordado en la tesis
emitida o en su ejecutoria.

Esto es, la Primera Sala estableció en la jurisprudencia de mérito


-en completa congruencia y consistencia con su ejecutoria-, que en los
juicios de divorcio necesario que se tramiten conforme a la legislación
del estado de Veracruz, el juzgador debe pronunciarse por la totalidad
de las causales invocadas tanto por el actor principal como por el actor
reconvencional; ello sin abordar el tema de si se podían o no tener por
acreditadas dos ó más de las causales argumentadas por los
consortes y sin referirse a los casos en que se hicieran valer por un
lado la causal de adulterio (que de acreditarse, condena al cónyuge
culpable al pago de pensión alimenticia), y por el otro la separación de
cónyuges por más de dos años (que de acreditarse, libera a ambos
consortes del pago de alimentos).

Por lo anterior, esta Primera Sala considera que no puede


aclarar la jurisprudencia de mérito, en términos de la solicitud del
Magistrado Presidente del Segundo Tribunal Colegiado en Materia
Civil del Séptimo Circuito, pues ello implicaría atribuirse ilegalmente de
facultades para estudiar y resolver de oficio y con efectos
vinculatorios, criterios jurídicos que no se han sometido a su
conocimiento por la vía procesal correcta.

Por lo expuesto y fundado, se resuelve:

ÚNICO. Es improcedente la aclaración de jurisprudencia a que


este toca se refiere.

Así, lo resolvió la Primera Sala de la Suprema Corte de


Justicia de la Nación, por unanimidad de cuatro votos de los
señores Ministros: José Ramón Cossío Díaz, Guillermo I. Ortiz
Mayagoitia, Olga Sánchez Cordero de García Villegas y
Presidente (Ponente) Arturo Zaldívar Lelo de Larrea. Ausente el
Ministro Jorge Mario Pardo Rebolledo. El Ministro Cossío Díaz,
manifestó que formulará voto concurrente.
Firman el Presidente de la Sala y Ponente con el Secretario
de Acuerdos, que autoriza y da fe.

PRESIDENTE DE LA PRIMERA SALA Y PONENTE:

MINISTRO ARTURO ZALDÍVAR LELO DE LARREA.

SECRETARIO DE ACUERDOS
DE LA PRIMERA SALA:

LIC. HERIBERTO PÉREZ REYES.

Esta hoja forma parte de la Aclaración de Jurisprudencia 7/2010, Solicitante:


Magistrado Presidente del Segundo Tribunal Colegiado en Materia Civil del
Séptimo Circuito, fallada el dieciséis de noviembre de dos mil once, en el sentido
siguiente: ÚNICO. Es improcedente la aclaración de jurisprudencia a que este toca
se refiere. CONSTE.

ASP

En términos de lo previsto en los artículos 3° fracción II, 13, 14 y 18 de


la Ley Federal de Transparencia y Acceso a la Información Pública
Gubernamental, en esta versión pública se suprime la información
considerada legalmente como reservada o confidencial que encuadra
en esos supuestos normativos.
VOTO CONCURRENTE QUE FORMULA EL MINISTRO JOSÉ
RAMÓN COSSÍO DÍAZ EN LA ACLARACIÓN DE TESIS
JURISPRUDENCIAL 7/2010.

En sesión celebrada el dieciséis de noviembre de dos mil once, la


Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación declaró
improcedente la aclaración de jurisprudencia 7/2010, por unanimidad
de cuatro votos, al considerase que la Primera Sala no podía aclarar la
jurisprudencia número 1ª.J.35/99, de rubro: “DIVORCIO, JUICIO DE.
LA DEMOSTRACIÓN DE LA ACCIÓN PRINCIPAL, NO DEJA SIN
MATERIA LA EJERCIDA EN LA VÍA RECONVENCIONAL
(LEGISLACIÓN DEL ESTADO DE VERACRUZ”, en términos de la
solicitud del Magistrado Presidente del Segundo Tribunal Colegiado en
Materia Civil del Séptimo Circuito.

Lo anterior, en virtud de que ello implicaría atribuirse ilegalmente


facultades para estudiar y resolver de oficio y con efectos vinculatorios
criterios jurídicos que no se han sometido a su conocimiento por la vía
procesal correcta.

Para arribar a tal conclusión, en el fallo se comparte el criterio


sustentado por la Segunda Sala en la jurisprudencia número
2a./J.109/2002, de rubro: “JURISPRUDENCIA. FORMA EN QUE
DEBE PROCEDER UN TRIBUNAL COLEGIADO DE CIRCUITO
CUANDO ESTIME QUE LA EMITIDA POR LA SUPREMA CORTE DE
JUSTICIA DE LA NACIÓN PRESENTA ALGUNA INEXACTITUD O
VOTO ACLARACIÓN DE JURISPRUDENCIA 7/2010.

IMPRECISIÓN, RESPECTO DE UNA CUESTIÓN DIVERSA AL


FONDO DEL TEMA TRATADO”, en la que se sostiene que:

“[…] si bien la ley de la materia no contempla la posibilidad


de solicitar directamente ante el Tribunal Pleno o las Salas
de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, la corrección
de la tesis de que se trate y, menos aún, desconocerla,
aduciendo la irregularidad advertida, es indudable que,
atento al principio de seguridad jurídica, lo procedente es
que el Tribunal Colegiado de Circuito o los Magistrados que
lo integran, lo comuniquen a cualquiera de los Ministros
integrantes del órgano emisor de aquel criterio,
preferentemente al Ministro ponente, para que éste, de
considerarlo adecuado, haga uso de sus facultades y, en su
caso, solicite se efectúe la aclaración que estime apropiada;
lo anterior es así, en virtud de que los mencionados
Tribunales de Circuito y los Magistrados que los integran
carecen de legitimación para solicitar directamente ante el
Tribunal Pleno o las Salas de este Máximo Órgano
Jurisdiccional la aclaración o corrección de una tesis de
jurisprudencia, lo cual sólo le compete a estos últimos
órganos, de manera oficiosa”.

Dicha solución me genera algunas dudas, ya que, desde mi punto


de vista, la improcedencia de la aclaración solicitada por el Tribunal
Colegiado deriva de que la figura de “aclaración de jurisprudencia” no
tiene sustento legal y, por ende, no es una vía idónea para aclarar,
corregir, precisar o modificar una jurisprudencia de la Suprema Corte
de Justicia de la Nación, aun cuando se pretenda que dicha aclaración
sea oficiosa.

En tal sentido, no comparto el criterio sustentado por la Segunda


Sala en la tesis a que se hizo alusión, toda vez que en ella se
establece una figura que no fue contemplada por el legislador y que,
por ende, no tiene existencia jurídica.

2
VOTO ACLARACIÓN DE JURISPRUDENCIA 7/2010.

Tan es así que, no obstante que en la presente resolución se


distingue entre las figuras de “modificación de jurisprudencia” y
“aclaración de jurisprudencia”, en el considerando primero, relativo a la
competencia de la Sala para conocer del asunto, la misma se
fundamenta en el artículo 197, último párrafo, de la Ley de Amparo, en
el que se prevé precisamente la “modificación de jurisprudencia”, al
carecerse de un fundamento específico para la “aclaración”.

Consecuentemente, me parece que, en el caso concreto, la


improcedencia de la solicitud no deriva en primer lugar del hecho de
que el Tribunal Colegiado pretenda que la Corte se pronuncie sobre
cuestiones novedosas, sino de que la “aclaración de jurisprudencia” no
es una figura reconocida por la Ley de Amparo, ni por el Código
Federal de Procedimientos Civiles, de aplicación supletoria a aquel
ordenamiento legal.

De hecho, me parece que en la especie la vía por la que la


Suprema Corte hubiera podido, en dado caso, corregir o aclarar la
tesis de jurisprudencia en cuestión habría sido a través de la figura de
“aclaración de sentencia”, la cual sí está contemplada en el Código
Federal de Procedimientos Civiles (art. 223 y ss.) y tiene límites muy
precisos acerca de sus alcances (exclusivamente puede utilizarse para
solicitar la aclaración de una contradicción, ambigüedad u obscuridad
de las cláusulas o de las palabras, o bien una omisión de la
sentencia). Ello, tomando en cuenta que la tesis que se solicitaba
aclarar en este caso deriva de una contradicción de tesis y que, por
tanto, forma parte de la sentencia respectiva.

De ahí que se estime que este asunto debió declararse


improcedente, aunque por razones diversas a las plasmadas en el
fallo.

3
VOTO ACLARACIÓN DE JURISPRUDENCIA 7/2010.

Finalmente, cabe puntualizar que, si bien es cierto que en sesión


de veintiuno de abril de dos mil diez se resolvió por unanimidad de
cinco votos de la Sala la Aclaración de Jurisprudencia 2/2010 con
consideraciones muy semejantes a las que se plasman en la presente
resolución, una nueva reflexión hizo que me apartara de dicho
precedente y me reservara el derecho de formular el presente voto
concurrente.

Ministro José Ramón Cossío Díaz

Lic. Heriberto Pérez Reyes


Secretario de Acuerdos

También podría gustarte