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FILOSOFÍA DEL DERECHO

CAPÍTULO I. LA FILOSOFÍA COMO CIENCIA

Puntos 1.1, 1.2 y 1.3

Objetivo: Explicar las diferentes concepciones de la Filosofía, a partir de los


problemas que intenta resolver, distinguir sus ramas de las ciencias particulares.
El nacimiento de la filosofía tuvo lugar hasta que el pensamiento abstracto pudo
expresarse sin tener que recurrir a las personificaciones, y cuando la comprensión del
mundo resultó posible sin que fuese necesario invocar la intervención de los dioses.

Desde sus orígenes, la filosofía tuvo por objeto las representaciones y las
proposiciones derivadas de la reflexión que trascienden o van más allá del
conocimiento inmediato proporcionado por la experiencia sensible,

FILOSOFÍA DEL DERECHO.- Rama de la filosofía que tiene por objeto el estudio de lo
jurídico, desde un punto de vista universal, para alcanzar el conocimiento de sus fines
esenciales y hacer de este modo, posible la aplicación a las relaciones humanas de los
principios de equidad y justicia.

DERECHO.- Técnica de los fines y principios supremos de la convivencia humana,


fines y principios que la dan dignidad a un ordenamiento jurídico positivo y lo vinculan,
a través de la esfera ética, con el orden universal de las cosas.

FILOSOFÍA.- Ciencia suprema que conoce con la luz natural de la razón, la


universalidad de las cosas por sus primeros principios, por las razones más elevadas, y
realiza así una unificación total del conocimiento. Esto significa que sobre cada objeto
o sector de la realidad es posible filosofar, es decir, elevarse a la consideración de los
primeros principios o de las verdades más generales relacionadas con tal objeto.

FILOSOFAR.- Reflexionar.

CIENCIA (DE ACUERDO A LA FILOSOFÍA).- La ciencia se define como un conjunto o


sistema de verdades generales demostradas sobre un objeto determinado.

En sentido lato (amplio) la ciencia comprende, como el género a una de sus


especies, a la filosofía, y en sentido restringido la ciencia está subordinada a la
filosofía, ya que parte de postulados cuya validez discute y establece la filosofía, y se
refiere a un objeto o sector determinado de la realidad y no a la totalidad de las cosas,
como ocurre con la filosofía.

Para explicar y justificar tal distinción, conviene tomar en cuenta que el


entendimiento humano, es limitado, y que esta limitación obliga a la inteligencia a
proceder con lentitud, elevándose gradualmente hasta el conocimiento de lo puramente
inteligible.

Existen corrientes filosóficas que no admiten una diversidad de grados del saber,
con validez científica y rechazan el concepto de filosofía en sentido lato, con un objeto
formal propio, o bien reducen la filosofía a una especie de suma o resumen de las
ciencias particulares.

POSITIVISMO

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Para el positivismo, sólo el conocimiento verificable en la experiencia tiene
validez científica. No hay más experiencia que la sensible, el orden fenoménico, los
hechos o acontecimientos que caen bajo el dominio de los sentidos; la ciencia se ocupa
exclusivamente de hechos y leyes, busca siempre verdades de orden experimental, y
debe abstenerse de investigar las causas primeras y la esencia de las cosas, ya que no
conoce sino el encadenamiento de los fenómenos; lo que está más allá de los datos
que suministra la percepción, no es sino concepción subjetiva del espíritu, objeto de
sentimiento o de fe personal, pero no es ciencia.

El error del positivismo estriba en que limita el campo de la experiencia y no


admite más intuición que la sensible. Sin embargo, la más elemental introspección nos
permite comprobar que hay datos conocidos por el ser humano, que no son meros
fenómenos, y de los cuales estamos tan ciertos como de los hechos que percibimos a
través de las sensaciones, a través de la intuición sensible. Por ejemplo, estamos
ciertos de la verdad de estos juicios: que una cosa no puede ser y dejar de ser al
mismo tiempo y bajo la misma relación; que el todo es mayor que cualquiera de sus
partes; que dos cosas iguales a una tercera, son iguales entre sí; que no es igualmente
valioso hacer el bien y evitar el mal, que hacer el mal y abstenerse de practicar el bien;
que no podemos pensar sino a base de ideas, juicios y raciocinios, sujetos a leyes que
no expresan relaciones de causalidad, pero que son necesarias lógicamente.

Por medio de las sensaciones, cada uno de los sentidos nos revela un aspecto
distinto, siempre individual, de un objeto corpóreo. Frente a una manzana, la vista nos
muestra su color, el olfato su olor, el tacto su consistencia y peso, el gusto su sabor.
Pero la unificación de estas diversas imágenes referidas al mismo objeto, supone un
nuevo sentido, al que designó Aristóteles: “sentido común”, sentido que para darnos
una impresión completa del objeto, necesita recurrir a la idea de relación. Y esta idea
ya es un dato inteligible, no sensible; pues los sentidos solo nos suministran imágenes
completas, en tanto que las relaciones que descubrimos entre tales imágenes no tienen
extensión, peso o medida, ni se ven con los ojos del cuerpo, ni se oyen, gustan o tocan.
Se ven ciertamente, pero a través de una intuición intelectual.

Todos los principios evidentes o demostrados, las ideas, las leyes del
pensamiento, son datos que el ser humano capta o aprende mediante un tipo de
intuición (la intelectual) que no cabe reducir a la intuición sensible. Por ejemplo cuando
digo que la distancia de un metro es menor que la distancia de 2 metros esta
diferencia, esta relación, es el objeto de una intuición que no es un objeto sensible.

Cuando en la actitud de la intuición el filósofo pone principalmente en juego sus


facultades intelectuales, entonces tenemos la intuición intelectual.

REALISMO MODERADO
El realismo moderado (aristotélico-tomista) ha distinguido la filosofía, de las
ciencias particulares, de la ciencia en sentido restringido, no por el objeto material que
les es común, o sea la totalidad de las cosas, sino por el objeto formal; pues mientras la
filosofía conoce con la luz natural de la razón las causas últimas, los primeros
principios, las razones más elevadas de las cosas, las ciencias particulares se ocupan
del estudio de las causas segundas de los principios próximos.

La filosofía demuestra que hay diversos grados en el saber. Así la filosofía y la


ciencia en sentido restringido no son dos conocimientos opuestos e independientes;
sino que más bien representan dos momentos o etapas del movimiento que realiza la
inteligencia en la búsqueda de la verdad.

Entendida la filosofía como el grado supremo del saber, fácilmente se


comprenden las relaciones que guardan con ella las ciencias particulares. Estas son
autónomas en cuanto operan dentro del sector de la realidad que constituye su objeto
material, considerando desde el punto de vista de los principios próximos o causas
segundas, su objeto formal. Ahora bien, los principios que sirven de punto de partida a

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cada una de las ciencias particulares, constituyen verdaderos postulados para ellas,
correspondiendo su demostración a la filosofía.

Lo expuesto sobre los conceptos de filosofía, ciencia y sus relaciones, es


aplicable respecto de las nociones de filosofía jurídica y ciencia jurídica, y sus
relaciones, dado que la filosofía del derecho es una parte de la filosofía general, y a su
vez la ciencia jurídica constituye un sector de la ciencia en sentido restringido.

OBJETO DE LA FILOSOFÍA DEL DERECHO.

El objeto material de la filosofía jurídica es todo el derecho, lo mismo el derecho


positivo que el natural, el estatal y el social considerados en las grandes ramas que
comprenden y en sus diversas manifestaciones: la total realidad de lo jurídico
constituye el objeto material, y su objeto formal, el ángulo desde el cual contempla lo
jurídico, es la investigación de las causas últimas, de las razones más elevadas, de los
primeros principios del derecho.

La filosofía del derecho, es la ciencia que expone los principios cardinales del
derecho, concebidos por la razón y fundados en la naturaleza del hombre, considerada
en sí misma y en sus relaciones con el orden universal de las cosas.

La filosofía de derecho, asigna a cada una de las ciencias particulares su objeto


propio, y al mismo tiempo lleva la unidad de pensamiento jurídico al establecer la
validez de los conceptos jurídicos fundamentales, que por su naturaleza misma son
comunes a todas las disciplinas jurídicas particulares

De lo antes referido, se desprende la necesidad de filosofar sobre el derecho; en


primer lugar porque el derecho positivo resulta incomprensible si no lo referimos a
nociones y criterios que el propio derecho positivo postula y cuya validez corresponde
precisamente a la filosofía jurídica establecer. En segundo término porque no podemos
desconocer que ese objeto llamado derecho, tiene en su entraña misma una referencia
a criterios racionales éticos de tal suerte que no se puede comprender el derecho, si no
se le considera en relación con los valores jurídicos filosóficos que constituyen su
causa final. (Continua abajo)

Y en tercer lugar, porque así como es indispensable a la vida humana contar con
una filosofía, contar con una tabla de valores éticos al grado de que la vida humana no
se explica sin esa tabla de valores que todos los seres humanos poseen; de modo
semejante, la vida jurídica no tiene sentido, carece de verdadera significación, si no se
relaciona con esos valores, pues la vida jurídica es parte de la vida humana, como la
filosofía jurídica es parte de la filosofía general.

1.4. RAMAS DE LA FILOSOFÍA.

La filosofía se puede dividir en tres partes generales:

Lógica, filosofía especulativa y filosofía práctica: la lógica se subdivide en lógica menor


o formal que tiene por objeto las reglas para razonar, y en lógica mayor o material que
tiene por objeto la materia misma del razonamiento; la filosofía especulativa
comprende: filosofía de las matemáticas, cuyo objeto es la cantidad. Filosofía de la
naturaleza cuyo objeto lo constituyen el mundo material y el ser humano; y la
metafísica, cuyos objetos son la verdad, el ser en general y es la rama de la filosofía
que estudia la naturaleza, estructura, componentes y principios fundamentales de la
realidad; por último, la filosofía práctica, se subdivide en filosofía del arte, cuyo objeto
es el hacer y en ética moral cuyo objeto es el obrar.

Por otro lado, la filosofía se divide en dos grandes partes: ontología y axiología.
Para esta clasificación, la ontología significa una explicación sintética y total del ser,
independientemente de cualquier estimación; en tanto que la axiología constituye una

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teoría general de los valores. La ontología se subdivide en cosmología o teoría
filosófica del universo, y la antropología filosófica o estudio filosófico del ser humano;
comprendiendo la antropología dos grandes ramas, la teoría del conocimiento
(Gnoseología) y la Psicología; y subdividiéndose finalmente la teoría general del
conocimiento en lógica, o ciencia de las leyes de pensamiento; metodología, o estudio
de los métodos propios de la investigación filosófica y Epistemología o investigación
sobre las posibilidades, origen y límites de la facultad de conocer.

La Axiología comprende cuatro disciplinas: Ética, o teoría del bien; Estética, o


estudio de lo bello; Filosofía de la Religión (Teología) o doctrina de lo santo o sagrado;
y filosofía de derecho o teoría acerca de la esencia y de los valores propios de lo
jurídico.

La Teleología (rama de la metafísica) o doctrina filosófica de las causas finales.

Dialéctica es la teoría y técnica retórica de dialogar y discutir para descubrir la verdad


mediante la exposición y confrontación de razonamientos y argumentaciones contrarios
entre sí.

CAPÍTULO II. LA FILOSOFÍA DEL DERECHO


Objetivo: Analizar de manera crítica la relación entre el Derecho y la Filosofía, a
través de la importancia de ambos, para definir la Filosofía del Derecho.

2.1. LA FILOSOFÍA y EL DERECHO.


La importancia que tiene la filosofía de derecho frente a las ciencias jurídicas
estriba en qué respecto a las mismas no sólo establece la validez de sus postulados,
sino que en cierto sentido, les integra el objeto material de su conocimiento.

DERECHO.- Son las leyes o reglas de conducta social que el poder público dicta y
cuyo cumplimiento trata de asegurar, valiéndose del aparato coercitivo de que dispone,
con miras a establecer el orden en el seno de una sociedad determinada.

En el derecho se conjugan datos de la experiencia sensible regidos por leyes


físicas, biológicas, económicas, psicológicas y sociológicas, así como actos aprendidos
a través de una intuición intelectual y regidos por leyes lógicas y también datos
correspondientes a lo que podríamos llamar experiencia moral, y regidos por leyes
éticas.

Sólo la reflexión filosófica del derecho nos permite integrar jerárquicamente los
diversos datos y aspectos que implica una noción completa de lo jurídico y de este
modo logra la verdadera sistematización de las ciencias jurídicas, evitando las
contradicciones a que están expuestas y en que frecuentemente incurren, cuando
manejan conceptos jurídicos fundamentales, a los cuales atribuyen significados no
siempre coincidentes, o que expresan un aspecto parcial de objeto del conocimiento al
que se refieren.

INFLUENCIA DE LA FILOSOFÍA DEL DERECHO EN LA VIDA SOCIAL Y EN LA


ACTIVIDAD DEL ESTADO.

Al ser el derecho un elemento necesario de la sociedad, y ésta a su vez es


necesaria al ser humano, es obvio que una correcta concepción filosófica del Derecho,
contribuye al perfeccionamiento del orden jurídico del que se trata al de la sociedad y al
de los seres humanos que la integran. La evolución del Derecho implica un anhelo
insatisfecho del perfeccionamiento de las instituciones jurídicas, con el fin de hacer
justas y pacíficas las relaciones entre dichos seres humanos.

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El progreso de un pueblo depende fundamentalmente de las instituciones
jurídicas que lo rigen. Si éstas garantizan las libertades humanas, las actividades
legitiman y reglamentan debidamente las formas de conveniencia social naturales y en
este sentido necesarias al ser humano, el progreso material y espiritual de la sociedad
de que se trate, es su resultado lógico.

Un pueblo solo puede progresar cuando cuenta con un buen gobierno, y un


buen gobierno se funda siempre en un auténtico orden jurídico, en un derecho justo.
Carnelutti afirma que no son útiles ni duraderas las leyes injustas; no son útiles porque
no conducen a la paz, no son duraderas porque antes o después más bien que en el
orden desembocan en la revolución. Ahora bien, es precisamente la filosofía del
derecho, la que tras el planteamiento riguroso de los problemas que implica la
formulación de un ordenamiento jurídico, ofrece las soluciones adecuadas a estos
problemas, de acuerdo con los primeros principios del derecho.

IMPORTANCIA DE LA FILOSOFÍA JURÍDICA EN LA FORMACIÓN DE LOS


JURISTAS
Los abogados actúan como directores de seres humanos, ejercen una función
de gran responsabilidad, como es la de dar consejo en asuntos que tienen repercusión
social y cuyas consecuencias dependen del consejo dado.

Por tanto, solo desconociendo esta función social y moral de la abogacía, puede
sostenerse que al jurista le basta conocer el derecho positivo y dar en cada caso la
solución legal a los problemas que se someten a su juicio.

En virtud de que la abogacía tiene que ver con la moral desde el momento en
que toda la actividad humana está regida por principios morales en el abogado, aparte
de que su profesión debe ejercerla con honradez y lealtad, el conocimiento de su
disciplina no es completo, sino relaciona el derecho con la moral. La palabra misma
“Derecho” implica la idea de rectitud, y este concepto no se explica satisfactoriamente
si no se relaciona con los principios racionales de la conducta humana con los
principios éticos. No basta ni interesa fundamentalmente la solución legal de un caso,
sino la solución justa.

El abogado que interviene como legislador o consejero de legisladores, como


juez y como postulante, sabe muy bien que para cumplir debidamente con su misión en
cada uno de esos casos no le basta saber lo que se puede hacer legalmente sino lo
que es justo hacer.

Es la filosofía jurídica, la que ha ahondado en el estudio de los problemas


fundamentales del derecho, descubre al estudiante la naturaleza o esencia de lo
jurídico y sus primeros principios de ética, permitiéndole de este modo formarse un
verdadero criterio jurídico a la luz del cual podrá apreciar no solo la legalidad de las
situaciones que sean planteadas desde el punto de vista del derecho positivo, sino
también la legitimidad de las leyes o instituciones que con carácter jurídico traten de
imponerse o de hecho se impongan a la sociedad en que viven.

CONTENIDO DE LA FILOSOFÍA DEL DERECHO.


En el derecho se puede considerar por una parte su materia o contenido y por
otra su forma.

La materia o contenido de un orden jurídico determinado, son los bienes,


conducta y fines protegidos con los normas e instituciones jurídicas, las que a su vez
representan lo que hay de construcción en ese orden, es decir su disposición o forma.
Se puede afirmar que la validez de un ordenamiento jurídico depende de condiciones
formales y materiales. La más perfecta técnica jurídica nada vale, si en lugar de
garantizar la debida protección de la libertad y de las demás prerrogativas esenciales
de la persona humana, solo sirve para sojuzgar a los seres humanos, en aras de
ideales o postulados políticos contrarios a las legítimas aspiraciones de la comunidad.

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Y los más elevados principios proclamados en una constitución no pasan de ser meros
enunciados teóricos, y en este sentido fracasan, si no se estructuran técnicamente las
instituciones jurídicas eficaces para asegurar su observancia, lo que significa que la
filosofía del derecho debe estudiar los primeros principios del derecho, atendido por
igual a las condiciones formales y materiales de su validez.

La expresión propia del derecho es la norma jurídica y como esta es una


especie de la norma, en su acepción genérica, se puede concluir que el derecho
participa del orden normativo.

Por otra parte, como el contenido o la materia de la norma jurídica es una


relación social, una relación entre personas y cosas, el derecho participa del orden
social. Y por último, como las esferas de lo normativo y de lo social carecen de sentido
si no las referimos al orden ético que comprenden los principios racionales supremos
que rigen la conducta humana, es claro que el derecho participa del orden ético.

Para alcanzar una idea integral del derecho, para comprender su esencia,
determinar sus primeros principios o razones últimas, es preciso considerarlo
sucesivamente, en relación con cada uno de estos tres órdenes: normativo, social y
ético de los cuales participa.

Aplicando al derecho la división de las disciplinas filosóficas que hace la filosofía


en base de los conceptos del ser y el deber (objetos respectivamente de la ontología y
de la axiología), la filosofía del derecho se ha dividido en ontología jurídica, que tiene
por objeto el estudio del ser del derecho (su determinación conceptual) y axiología
jurídica que comprende el estudio de los valores supremos del derecho (Idea del
Derecho o noción de lo justo)

CAPÍTULO III. CATEGORÍAS DEL CONOCIMIENTO FILOSÓFICO


Objetivo: Explicar las categorías del saber filosófico y del conocimiento jurídico
filosófico.

La sociedad implica la existencia de diversas formas de actividades, arte,


política, comercio, deporte, etc. Cada una de esas actividades se desarrolla y puede
subsistir como tal, diferenciada de las demás, gracias a que supone determinados
modos de comportamiento que cabe esperar por parte de los sujetos que las llevan a
cabo. Dichos comportamientos deben proyectarse en el cerebro de su ejecutor, antes
de ponerlos en práctica, de forma que cuando se realicen tengan un resultado
determinadas actividades que, antes de llevarse a cabo, ya existían en la mente del
actor, es decir, actividades que tenían ya existencia ideal previa a su realización.

En ese orden de ideas, lo ideal es el ser incorpóreo de la realidad en la fase de


su proceso de formación en la actividad interna o mental del sujeto, en forma de su
imagen interior, de necesidad, de motivo o de fin.

El ser humano es sujeto de actividad social desde el momento en que reproduce


activamente las maneras del comportamiento que se esperan de él, mediante su
trabajo (todas las actividades que nos van formando).

En el mundo del derecho, los hechos materiales o las conductas reales de los
seres humanos, se denominan el mundo del ser. A su vez, el conjunto de normas
ideales que prescriben mediante el lenguaje las conductas esperadas de los sujetos en
cada caso reciben el nombre de deber ser. En el mundo del derecho, por ser se
entiende el conjunto de objetos del mundo material que se relacionan con las normas
jurídicas susceptibles de ser captadas mediante los sentidos; por su parte, el deber ser
es un mandato expresado mediante el lenguaje que prescribe una obligación a cargo
de un ser humano. Los mandatos concretos del deber ser se denominan reglas de
conducta. El mandato, supone una autoridad cuyo deseo es el objeto de un deber; de
esta forma, el deber expresa el sentido de un quer

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Con la existencia de lo ideal surge la necesidad del lenguaje, el cual constituye
la forma de expresión de lo ideal. Así, la actividad social es susceptible de asimilarse
por el pensamiento, en virtud de expresarse de maneras idiomáticas generalmente
aceptadas, capaces de fungir como equivalenciales, ideales de toda posible realidad.
De esto resulta que sólo donde se ha desarrollado la capacidad para reconstruir la
realidad con apoyo en el lenguaje es posible hablar de lo ideal.

La formulación lingüística que expresa los objetos del ser o los del deber ser, se
denomina juicio. De esta manera existen juicios del ser y juicios del deber ser, según
expresen acontecimientos del ser, o mandatos del deber ser. El juicio del ser, se forma
de modo descriptivo y tiene como fin expresar la verdad de dicho objeto; a su vez el
juicio del deber ser se plantea en forma prescriptiva y pretende servir como principio
ideal de orientación de la conducta humana.

En derecho, el mundo de ser se integra con factores de tipo histórico social,


psicológico, político y moral que inciden en la creación, aplicación y extinción de las
normas jurídicas. Las denominadas fuentes reales del derecho, entendidas como los
factores y elementos que condicionan la existencia de las normas jurídicas, son parte
del mundo del ser del derecho.
Los actos mediante los cuales los miembros de una sociedad reconocen un
mandato como una norma, corresponden al aspecto del ser jurídico. Si se atienden a
los actos de voluntad mediante los cuales los sujetos obligados por la norma deciden
llevar a cabo una conducta prescrita por aquella, o si deciden ir en contra de lo que se
establece en ella, también se considerará al derecho en su aspecto del ser. Si el
derecho es el conjunto de normas jurídicas a las que los jueces reconocen validez
efectiva en sus sentencias, se está del igual forma ante una concepción del derecho en
su aspecto del ser. Finalmente, sí se consideran los actos políticos mediante los cuales
se pone en vigor o deroga una norma, también se atenderá al lado del ser del derecho.

Desde el punto de vista de la doctrina jurídica, el mundo del deber ser se refiere
al aspecto ideal de las normas, o sea, como debe ser. Una norma es un enunciado que
prescribe aquello que debe ocurrir y no lo que efectivamente reconocen los seres
humanos, como una norma. Como debe ser, una norma, es un juicio que confiere el
carácter de actos jurídicos o antijurídicos a ciertos hechos y es producida a su vez por
otros actos jurídicos.

El mundo del deber ser no es fenoménico como el del ser, sino espiritual e ideal;
como tal, es objeto no de un conocimiento explicativo, como los hechos naturales o
sociales, sino de un conocimiento normativo. Como ciencia normativa, la misión del
derecho no es explicar de qué modo acontecen los hechos sociales que dan vida y
existencia concreta al medio de control social, sino analizar las proposiciones
normativas que pertenecen al sistema jurídico, con total dependencia de la experiencia
que se relaciona con ellas.

ARTÍCULO 303 CÓDIGO CIVIL DEL D.F.: Los padres están obligados a dar
alimentos a sus hijos. A falta o por imposibilidad de los padres, la obligación recae en
los demás ascendientes por ambas líneas que estuvieren más próximos en grado.

Si se considera porque motivo el legislador ha decidido incluir una disposición de


este tipo en el código civil, se llega a la conclusión de que aquella encuentra su razón
de ser en las necesidades biológicas de ser humano. Si un padre debe proporcionar
alimentos a sus hijos esto se debe a que sus hijos tienen que recibir alimentos para
subsistir.

Si una norma prescribe que los padres están obligados a alimentar a sus hijos,
esto se debe a que el legislador con base en el análisis de las condiciones en que se
encuentran los menores de edad ha concluido que éstos por sí solos no pueden
hacerse de los medios indispensables para satisfacer sus necesidades más
elementales; por tanto a ellos se les tienen que proporcionar dichos satisfactores y por
razones biológicas las personas que deben darlos son aquellas que tienen parentesco
con los menores.

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La relación entre ser y deber ser, en el presente ejemplo, se esquematiza de la
siguiente manera:

A) Porque los menores tienen que contar con medios para satisfacer sus
necesidades.
B) Porque los menores se encuentran imposibilitados para satisfacer sus
necesidades alimentarias por sí mismos.
C) Sus parientes deben proporcionarles alimentos.
Si dichos parientes no proporcionan los alimentos a los menores, se harán
acreedores a una sanción.

3.3. CATEGORÍAS JURÍDICO-FILOSÓFICAS

LA VALIDEZ
La validez de una norma es el atributo mediante el cual se determina que
aquella pertenece a un sistema normativo. El criterio de validez sirve para calificar la
esencia de la norma en el mundo del deber ser. Cuando se habla de validez jurídica,
significa que en el mundo del deber ser la proposición normativa cumple con los
requisitos indispensables para pertenecer al sistema jurídico. Los cuales son tanto
procedimentales (los que se siguieron para su creación) como de contenido, esto es la
proposición regula contenidos permitidos en las normas de superior jerarquía.

Kelsen expresa que las normas jurídicas son válidas por haber sido producidas
de determinada manera y, en última instancia, por haber sido producidas de la manera
determinada por una norma fundante básica propuesta. Además la validez de la norma
jurídica requiere que esta no regule contenidos prohibidos por una norma de superior
jerarquía.

EFICACIA
La eficacia de una norma se refiere al hecho real de su observancia por parte de
los sujetos que han quedado obligados por ella.

La norma tiene por objeto último provocar determinadas conductas: el deber ser
previsto en ella sólo puede concebirse en tanto existe la posibilidad de que la conducta
determinada en la norma realmente no se verifique.

La eficacia de una norma significa la traducción habitual del deber ser en ella
prevista, en la realidad social, o sea en el mundo del ser.

Un orden jurídico es considerado válido cuando sus normas, en términos


generales y a grandes rasgos, son eficaces, es decir, son fácticamente acatadas y
aplicadas.

CAPÍTULO IV. ESTRUCTURA DEL MUNDO NORMATIVO

Objetivo: Explicar el fundamento de la conducta humana sustentado en la razón y


distinguir los ámbitos normativos en que ésta se expresa a través de la Ética y el
Derecho.

4.1. LA LEY EN SU SENTIDO AMPLIO.


Las leyes en su significación más amplia son las relaciones necesarias que
derivan de la naturaleza de las cosas; y en este sentido todos los seres tienen sus
leyes, pero no todos los seres participan de la misma naturaleza, pues evidentemente
no son idénticas las leyes de la materia inerte, que las de la materia organizada,
viviente o sensible, ni mucho menos las leyes del espíritu, las leyes del pensamiento y
de la voluntad. Sin embargo, todas las leyes, estrictamente hablando, son naturales,

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puesto que todas expresan relaciones necesarias derivadas de la naturaleza de los
seres.

A fin de evitar errores y malentendidos, es conveniente hacer extensiva a las


leyes, la clasificación propuesta para las ciencias, en cosmológicas, cosmológicas y
noológicas, según qué tengan por objeto respectivamente la materia o el espíritu en
cualquiera de sus manifestaciones.

Las leyes noológicas tienen como especies a las leyes lógicas, morales,
históricas, etc. y las cosmológicas tienen como especies a las leyes físicas, químicas,
biológicas, etc.

En virtud del que la ley es la expresión de una relación necesaria, que deriva de
la naturaleza de las cosas, y la naturaleza de los seres no es idéntica, es claro que
tampoco la necesidad es la misma en todos los casos.

Pueden distinguirse tres tipos de necesidad: necesidad física, necesidad lógica y


necesidad moral.

La necesidad física relaciona dos fenómenos como causa y efecto. Su fórmula


es: “en igualdad de condiciones, las mismas causas producen los mismos efectos”.

Esta necesidad física es la relación a la que se da el nombre de Ley de la


Causalidad, la cual expresa el modo como se desarrolla forzosamente, fatalmente, los
fenómenos; de tal suerte que en este caso: necesidad equivale a forzosidad material.
Todas las leyes cosmológicas expresan una relación de causalidad.

La necesidad lógica es la que relaciona dos términos u objetos que no son


materiales sino entes de razón u objetos ideales, y en ella es también necesaria la
relación que se da entre el antecedente y la consecuencia, y en general son necesarias
esas formas y relaciones que llamamos leyes del pensamiento.

Es en el orden lógico en el que se realiza plenamente el concepto de lo


necesario: aquello que no puede ser de otro modo. Así, es necesario que todos los
radios de un círculo sean iguales, de otra manera si no se concibe el círculo, como no
se concibe un círculo cuadrado.

La necesidad moral relaciona dos términos; por una parte un acto, y por otra el
bien racional del ser humano, o bien se relaciona el acto y sus consecuencias con un
fin valioso. La necesidad moral es una exigencia racional que nos constriñe a realizar
determinados actos que nos perfeccionan, ya que están ordenados a nuestro bien
racional, así como a omitir otros que nos alejan del camino de nuestra perfección.

Se trata de algo necesario, desde el momento en que en el orden moral las


cosas no pueden ser de otro modo; es decir que solo los actos debidos perfeccionan al
sujeto que los realiza, en tanto que los actos indebidos lo degradan.

NORMA

La norma es una especie de la noción genérica de regla, entendiendo que la


regla es la fórmula que prescribe lo que es preciso hacer para alcanzar un fin
determinado, es decir, la idea de regla es más general que la idea de norma. Por
ejemplo, la idea de ser humano es más general que la idea de mexicano, por lo que
podemos decir que todo mexicano es un ser humano, pero no que todo ser humano es
mexicano.

Lo anterior significa, que toda norma es regla, pero no toda regla es norma, pues
el sentido común nos dice que hay gran cantidad de reglas que no tienen la categoría
de normas, por ejemplo las reglas artísticas, técnicas, etc.

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DIFERENCIAS ENTRE NORMAS Y REGLAS TÉCNICAS.
Las normas expresan siempre una relación de necesidad moral, un deber, en
tanto que las reglas expresan una relación de necesidad física o lógica, condicionada.
Las normas se refieren al obrar, mientras que las reglas al hacer.

En conclusión, se puede afirmar que entre los seres, ya sean materiales o


espirituales, existen relaciones necesarias que derivan precisamente de su naturaleza;
los casos de necesidad pueden reducirse a tres tipos, o sea la necesidad física, la
lógica y la moral.

En el campo de la ética, la ley es una proposición en indicativo, pues se limita a


enunciar cuál es la jerarquía de los bienes humanos, los actos adecuados a la
realización de esos bienes, y las consecuencias de los actos en orden al
perfeccionamiento del sujeto considerado en sus dimensiones: individual y social, en
tanto que la norma es una proposición, en modo imperativo, pues prescribe el deber de
realizar los actos que son conformes al bien moral y de omitir aquellos que le son
contrarios.

Siendo la norma la expresión imperativa de una relación necesaria moralmente,


su estructura formal o lógica corresponde a la de un juicio, puesto que toda relación
entre dos objetos y a la que afirmamos o la negamos, en cuanto constituye la materia
de una operación del intelecto y su obra consiguiente es un juicio; juicio en el que el
predicado es un criterio, una apreciación, un fin, un valor: algo que puede ser una
proyección del ser que funge como sujeto. A estos juicios se les llama juicios de valor.

Las normas expresan en forma imperativa una relación de necesidad moral; y


como esta relación necesaria moralmente en cuanto es conocida por el entendimiento
humano y se traduce en una exigencia racional para la voluntad, la llamamos deber.

El deber es la necesidad moral de realizar los actos que son conforme al bien de
la naturaleza humana y por esto mismo la perfeccionan, y del omitir aquellos que la
degradan.

RELACIONES Y DIFERENCIAS ENTRE LAS NORMAS

ENTRE LAS JURÍDICAS Y LAS RELIGIOSAS.


Existen relaciones muy estrechas entre la religión y el derecho; pues los
primeros principios del derecho descubiertos por la sola luz de la razón, se fundan en la
naturaleza de los seres, naturaleza que ha sido constituida conforme a un plan u orden
universal concebido por Dios. Este plan u orden universal es a lo que se llama ley
eterna, que comprende tanto las leyes noológicas como las cosmológicas, y la
participación de ser racional en esta ley eterna, es la ley natural fundamento próximo
de las normas morales y jurídicas.

En lo jurídico no intervienen exclusivamente datos o elementos racionales, sino


también los datos ideales o aspiraciones sociales, muchos de ellos inspirados en
convicciones religiosas.

Así, las aportaciones de la religión, si bien no pueden ser incorporadas como


principios de filosofía jurídica o de derecho natural primario, deben ser tomados en
cuenta como parte muy principal de la materia social regida por el derecho.

La religión ejerce una doble influencia sobre el derecho, fundando y


fortaleciendo el deber jurídico, así como las normas que lo expresan, como religión
positiva, inspirando costumbres, ideales y aspiraciones sociales que las normas
jurídicas correspondientes no pueden ignorar o desconocer.

La diferencia entre las normas religiosas y jurídicas derivan de la naturaleza de


los fines a que están ordenadas. Así, en tanto que las normas religiosas establecen los

10
deberes de ser humano para con su Dios, las normas jurídicas prescriben la justa
coordinación de las acciones humanas para realizar el bien común público, cómo miras
a alcanzar el perfeccionamiento individual.

Si en las normas religiosas el valor final es la santidad, en las normas jurídicas


ese valor está representado por la justicia y el bien común.

ENTRE LAS MORALES Y LAS JURÍDICAS


Las relaciones entre el derecho y la moral, equivalen a las relaciones entre la
justicia y el bien común por una parte, y el bien personal por la otra. Lo que el ser
humano hace justamente frente a sus semejantes contribuye a su bien personal, pero
no todo lo que perfecciona individualmente al ser humano y que constituye su bien
personal, se traduce en relaciones de justicia.

Las diferencias entre la moral y el derecho consisten en que la primera es


interna, unilateral, autónoma e incoercible (externamente), mientras que el derecho es
externo, bilateral, heterónomo y coercible.

La interioridad de la moral se funda en la naturaleza del fin que persiguen sus


normas, o sea, el perfeccionamiento de la persona individual, en cuanto es titular
imputable y responsable de los actos que realice.

En el acto humano pueden distinguirse tres etapas: deliberativa, determinativa y


de ejecución.

A la primera se le llama deliberativa, y comprende la concepción de varias


posibilidades o caminos abiertos a la acción, el análisis del pro y el contra que tienen
cada una de esas posibilidades. Ejemplo: entro a clases los viernes o no.

La segunda etapa llamada determinativa, consiste esencialmente en elegir


alguno de los caminos propuestos.

La tercera etapa, llamada de ejecución, es aquella en que se exterioriza la


decisión tomada, traduciéndose en acción.

LA UNILATERALIDAD: consiste en que la moral no compara los actos posibles para


una conciencia, con los actos posibles de otra conciencia, sí no exclusivamente las
posibilidades de actuación para una conciencia en relación con su bien.

La moral considera al ser humano, aun tratándose de aquellos actos que tienen
repercusión social, desde un punto de vista individual.

LA AUTONOMÍA: significa que las normas morales para obligar a un ser humano,
suponen que éste las haya reconocido. El acto moral requiere conocimiento y libertad
por parte del quien lo realiza.

LA INCOERCIBILIDAD DE LA MORAL: significa que el perfeccionamiento de ser


humano, la realización de su bien personal, sólo es posible con su esfuerzo conciente y
libre, es decir, sólo él es el responsable de su elevación o de su degradación.

LA EXTERIORIDAD DEL DERECHO: significa que el mismo no se propone el


perfeccionamiento individual del ser humano, sino que trata de establecer condiciones
sociales que hagan posible la pacífica coexistencia o convivencia humana. Por eso
relaciona a las personas entre sí y con las cosas.

11
LA BILATERALIDAD DE LAS NORMAS JURÍDICAS: significa que el derecho
coordina y compara las acciones que un ser humano pueden realizar frente a los
demás y que éstos, por tanto, no deben impedir.

Así aparece frente al derecho de uno, el deber de los demás.

LA HETERONOMÍA DEL DERECHO: se caracteriza por la exigencia de que los seres


humanos queden vinculados con la norma jurídica sin necesidad de su previo
reconocimiento. Todos los ordenamientos jurídicos positivos consagran el principio del
que la ignorancia de las normas de derecho, no sirve de excusa para su incurrimiento.

LA COERCIBILIDAD: significa que el orden que postula un ordenamiento jurídico, no


puede quedar supeditado su cumplimiento a la espontánea voluntad de los particulares.
Así, la naturaleza de fin que persigue el derecho, exige que todos los miembros de la
comunidad se sometan a ese orden, voluntariamente o por la fuerza y que exista un
órgano que garantice el cumplimiento de las normas jurídicas por medios coercitivos.

CAPÍTULO V. ANÁLISIS Y ESTRUCTURA DE LA NORMA JURÍDICA


Objetivo: Explicar la estructura de la norma jurídica a partir de sus elementos
reales y formales.

NORMAS JURÍDICAS

En el orden jurídico no debe confundirse el derecho con la norma jurídica.

La norma jurídica es la fórmula imperativa de lo que es derecho; en tanto que el


derecho es una relación objetiva entre personas, acciones y bienes, un ajustamiento o
coordinación de las acciones humanas tendientes al bien común.

Las relaciones jurídicas se presentan vinculando a dos personas con un objeto, que lo
mismo puede ser una acción o un bien.

La relación jurídica no se da directamente entre dos personas, sino a través de


un objeto, que sirve por esto mismo de medida de la relación. Por ejemplo cuando
tenemos dominio sobre una cosa, esta propiedad es el objeto de una relación jurídica,
la cosa es nuestra, tenemos derecho sobre ella, lo que significa que otras personas
deben respetar nuestra propiedad. Lo mismo sucede si el objeto es una acción e
incluso una omisión; si exigimos que una persona observe determinada conducta, es
porque esa conducta, esa acción o esa prestación funge como objeto de una relación
jurídica.

Ese objeto es externo, real, y representa la medida objetiva de la relación


jurídica.

La norma prescribe lo que es preciso hacer para alcanzar un determinado fin; es


fundamentalmente dirección, que dada a la naturaleza del fin a que tiende, es
indispensable imponer, en caso necesario por medio de la fuerza. La función coercitiva
es consecuencia de la función directiva.

En la norma jurídica se enlazan un supuesto o hipótesis y una consecuencia,


pero no siempre la consecuencia es un acto coactivo o coercitivo

Por ejemplo las normas que organizan el poder público, establecen en primer
término requisitos o condiciones para la designación de los funcionarios, determinan
sus facultades y deberes y sólo en segundo lugar prevén las responsabilidades en que
pueden incurrir y la forma de exigírselas. Por su parte las normas civiles sobre los

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contratos, también se ocupan primero de precisar las consecuencias jurídicas
inmediatas de un convenio, y después reglamentan las sanciones o consecuencias
para los casos de incumplimiento por parte de los contratantes

5. ESTRUCTURA LÓGICA DE LA NORMA JURÍDICA


En los ejemplos planteados la estructura lógica de estas normas puede
reducirse al siguiente esquema:

A) si a) es, debe ser b), si b) no es, debe ser c); en la cual a) representa el
supuesto de la designación de los funcionarios, o de la celebración de un convenio, b)
es la consecuencia consistente en los deberes y facultades correspondientes a dichos
funcionarios, o bien las relaciones jurídicas que nacen para las partes por virtud del
convenio, y c) la sanción prevista por la ley para los casos de incumplimiento de sus
deberes por parte de los funcionarios o de las contrapartes.

5.1. ESTRUCTURA FORMAL DE LA NORMA JURÍDICA


Es el enlace de un supuesto y una consecuencia, ya que en las dos proposiciones que
integran una norma completa (los conceptos de supuesto y consecuencia) se repiten
aunque con contenidos diversos. La estructura formal de la norma jurídica es un juicio
de valor en modo imperativo, que atribuye a un supuesto una consecuencia.

Esta estructura formal de la norma jurídica, responde al razonamiento siguiente:


en orden al fin propio del ordenamiento jurídico, tal acción o tal conducta es necesaria,
opuesta, indiferente o sancionable, y por tanto debe ser, respectivamente, imperada,
prohibida, permitida, castigada, o premiada.

Los datos (elementos) formales de la norma jurídica son: el sujeto, el supuesto,


la relación, el objeto, el derecho subjetivo, el deber y la sanción. Se les llama datos
formales porque constituyen elementos de la estructura lógica de las normas; son
verdaderas categorías jurídicas sin las cuales no es posible pensar en las normas de
derecho ni en un ordenamiento jurídico. Si se prescinde de estas nociones, no es
posible planear, siquiera idealmente un orden jurídico cualquiera. Por eso se les llama
también conceptos jurídicos fundamentales de carácter formal.

El sujeto del derecho es el destinatario de la norma jurídica, su titular lógico. La


norma es una prescripción imperativa rectora de la conducta, y como esta conducta
pertenece siempre a alguien, ese alguien resulta el titular a quien por regla general la
norma imputa y hace responsable de esa conducta.

En virtud de que la norma jurídica atribuye facultades y obligaciones correlativas,


cabe distinguir el sujeto activo y el sujeto pasivo de la relación, es decir, el titular de la
facultad o derecho subjetivo y el titular de la obligación o deber jurídico.

El supuesto jurídico consiste en la hipótesis que prevé la norma y a cuya


realización atribuye determinadas consecuencias jurídicas. Este concepto de supuesto
jurídico comprende, en abstracto, tanto los hechos como los actos y los negocios
jurídicos; pues lo mismo puede ser supuesto de derecho un acontecimiento natural
como el nacimiento, un accidente y la misma muerte, como una declaración unilateral
de voluntad o un convenio; y también la existencia de una persona jurídica, individual o
colectiva. Desde el momento en que la norma rige una conducta futura lógicamente,
tiene que prever las hipótesis cuya realización darán lugar al nacimiento, modificación o
extinción de las relaciones jurídicas entre los sujetos de derecho.

La relación jurídica es el vínculo que se establece por virtud de la norma entre


los sujetos activo y pasivo, a través de un objeto determinado. Esta relación no se da
directamente de sujeto a sujeto, no es estrictamente intersubjetiva o interindividual, sino
que entre el sujeto del derecho y el sujeto del deber, se intercalan un objeto, cosa,
servicio o acto que mide la obligación de uno y el derecho del otro, que impone a los
dos sujetos en presencia y suministra a cada uno de ellos la regla de su conducta

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personal. Esto pone de manifiesto, que tanto como la relación jurídica como el objeto
de derecho son igualmente elementos esenciales de la norma jurídica.

El derecho subjetivo y el deber jurídico son los elementos en que podemos


descomponer la relación jurídica, refiriéndonos al sujeto activo o al sujeto pasivo. Así, el
derecho subjetivo viene a ser el poder, pretensión, facultad o autorización que
conforme a la norma jurídica tiene un sujeto frente a otro u otros, ya sea para
desarrollar su propia actividad o determinar la de aquellos. El deber jurídico se traduce
en la exigencia normativa para el sujeto pasivo de la relación, de no impedir la actividad
del titular del derecho subjetivo, y en su caso someterse a las pretensiones de éste.

La sanción jurídica consiste en la consecuencia que atribuye la norma a la


observancia o inobservancia de lo preceptuado por ella. En este sentido, si la nulidad
de un acto se considera como sanción, no hay razón para negarle ese mismo carácter
a la validez; pues tanto la nulidad como la validez son consecuencias preestablecidas
en la norma jurídica, y referidas a la actitud que adopta la persona jurídica frente al
precepto normativo.

ESTRUCTURA REAL.
Son conceptos jurídicos fundamentales de carácter material, aquellos elementos
igualmente esenciales que constituyen el contenido permanente de la propia norma
jurídica. Dichos datos son los siguientes:

Persona jurídica.- Es el dato real que corresponde al elemento formal que


llamamos sujeto de derecho, es el ser humano, ya que todo ser humano es sujeto
activo o pasivo de relaciones jurídicas.

Sociedad.- Es el ser humano mismo, considerado en su aspecto relacional. No


es una entidad sustancial, pero sí constituye una unidad institucional con un fin
específico que se realiza con el esfuerzo de todos los miembros que la integran y
aprovecha a todos. Así comprendida la sociedad, como una unidad institucional con un
fin específico, reúne los caracteres propios de una persona jurídica.

La norma jurídica, tanto por razón de su fin, como por su carácter de relación
societaria, postula la existencia de una autoridad, que en este caso no solo tiene la
misión de dirigir y servir, sino también la función coercitiva para mantener el orden
social establecido.

Fin o fines jurídicos.- se utiliza el término en plural porque no se trata de un fin


único sino de varios, aunque relacionados jerárquicamente (seguridad, justicia, bien
común). El derecho (la norma jurídica) implica un bien específico, fin que por referirse a
lo social y a lo humano constituye un dato real de la propia norma.

La norma jurídica tiene que expresar un tipo especial de deber, en relación con
el fin propio del derecho. El fin específico del derecho es la justicia. El deber que
expresan las normas jurídicas (deber de justicia) por estar fundado en el fin propio de
tales normas, es al igual que éste, un dato real.

Premio o castigo.- se traduce en la recompensa o pena que establece la norma


como sanción.

Como la esencia de la autoridad radica en un poder de dirección que se ejerce


no en beneficio inmediato de los directores, sino para provecho de quienes están
sujetos a ellos: si a esta capacidad de dirección y servicio se agrega en algunos tipos
de autoridad el poder de dominación, la facultad de constreñir o de someter por medio
de la fuerza, es claro que este poder de castigar, de someter por medios coercitivos,
encuentra su justificación en las funciones directivas y de servicio, que constituyen la
esencia misma de la autoridad.

14
CAPÍTULO VI. CONCEPCIONES FILOSÓFICO-JURÍDICAS

Objetivo: Comprender y explicar las tesis más relevantes que estudian el


Derecho.

6.1 EL IUSNATURALISMO.
Doctrina que defiende la existencia de derechos naturales inalienables (como el
derecho a la vida, a la libertad, y a la propiedad) que son anteriores a las normas
jurídicas positivas (las establecidas por los seres humanos) y a las que éstas deben
someterse, sirviéndoles de fundamento y de modelo.

El iusnaturalismo está conformado por: tesis teológica, tesis racionalista y tesis


empírico-biológica.

6.1.1. Tesis teológica del iusnaturalismo


Considera a la ley natural como una participación de la ley divina y habrá de
expresarse en la ley humana y positiva.

Los máximos representantes del iusnaturalismo teológico son los filósofos


tomistas quienes consideran que el origen del derecho natural es Dios y que las leyes
positivas deben derivarse de esto.

El cristianismo aportó tres ideas fundamentales:

A) La idea de Dios super-terreno y supermundano, trascendente, legislador en el


sentido absoluto con un mensaje de justicia y caridad.
B) La idea de la iglesia como institución encargada de la salvación de la
humanidad, funcionando paralelamente al estado y colocada por encima de él en
asuntos de la fe y la moral.
C) La idea de la persona en un sentido más profundo y con un objetivo
supraterrestre eterno que trasciende al Estado, el derecho, la costumbre y la sociedad.

6.1.2. El iusnaturalismo racionalista.

La escuela racionalista del derecho natural comienza con Hugo Grocio


quien sostenía que el derecho natural tendría la misma validez universal de siempre,
aunque Dios no existiese, pues se origina en la razón humana, que es absoluta.

El fundamento de tal derecho es la propia racionalidad humana, que es capaz de


descubrir en la naturaleza ciertas leyes universales e inmutables. Por ejemplo, las 3
reglas de oro de la jurisprudencia romana: "dar a cada uno lo suyo, vivir honestamente
y no hacer daño a nadie".

El iusnaturalismo racionalista, sostiene que el origen de los principios


morales se encuentran en la estructura o naturaleza de la razón humana.

Para Hugo Grocio el ser humano es social por naturaleza, por lo que las normas
de convivencia que existen en la sociedad son naturales e inherentes al ser humano y
constituyen objeto de derecho positivo.

6.1.3. Tesis empírico biológica del iusnaturalismo.

Tesis sustentada por los sofistas, consistente en reducir lo justo a lo que


imponga el más fuerte, con lo que el análisis jurídico se convierte en análisis de las
relaciones de poder, en el enfoque político y en observaciones de las fuerzas de la
naturaleza, en el enfoque biológico.

Para Calicles (personaje cuya existencia se duda pues se considera que


Platón lo inventó para exponer las tesis más comprometedoras y radicales de esos

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tiempos), las leyes positivas son obras de débiles para evitar ser sometidos por fuertes,
algo sin duda muy parecido a lo que en su momento pudo haber expresado Federico
Nietzsche

Platón pone en boca de Calicles, en el diálogo Georgias lo siguiente: "la


naturaleza demuestra que es justo que el mejor sobresalga sobre el peor, y el más
capaz sobre el menos capaz, el criterio de la justicia es este: el dominio y la
supremacía del más fuerte sobre el más débil.

Este autor sostenía que el derecho, tanto entre los animales como entre
los seres humanos y las naciones sólo es justo cuando sigue los dictados de la
naturaleza. Y la naturaleza ordena que el más fuerte, el más poderoso, el más valioso,
el mejor, tenga más o sea más que el menos fuerte y el menos poderoso, que el menos
valioso, el peor.

El iusnaturalismo biológico tuvo un importante auge a partir del siglo XIX


con el origen de las especies de Charles Darwin, en donde se afirma que en la
evolución, los aptos sobreviven y permanecen, mientras los no aptos perecen y
desaparecen.

6.2. IUSPOSITIVISMO

Es una corriente del pensamiento jurídico. Su principal tesis es la separación


entre moral y derecho, que supone un rechazo a toda relación conceptual vinculante
entre ambos.

El iuspositivismo sostiene que derecho y moral son conceptos distintos, no


identificables, dado que el derecho existe con independencia de su correspondencia o
no con una u otra concepción moral; una norma jurídica no tiene condicionada su
existencia a su moralidad, en todo caso, puede afectar su eficacia o legitimidad, más
eso es una cuestión distinta.

El derecho puede ser justo e injusto aunque lo deseable es que sea lo primero.

Hans kelsen define al derecho como un producto únicamente de la voluntad del


legislador, y a las consecuencias de derecho como el mero resultado lógico de
colocarse en el supuesto jurídico de que se trate en lo ordenado. El iuspositivismo se
integra por el sociologismo jurídico, la jurisprudencia analítica y la axiología jurídica.

6.2.1. Sociologismo jurídico.

Es la concepción de que el derecho parte del entendimiento de éste, no


desde la consideración de la justicia o de la validez, sino exclusivamente desde su
incidencia en la realidad en que opera.

El punto de partida del sociologismo en el derecho es Rudolf von Ihering,


quien combate la doctrina del positivismo dogmático y conceptualista que aislaba el
método jurídico de la realidad social. Así mismo, opone a la jurisprudencia de
conceptos la jurisprudencia de intereses, que son precisamente los intereses
colectivos, situados por encima de los parciales e individuales, intereses colectivos que
protege el derecho.

Para la escuela de jurisprudencia de intereses el derecho no es un


conjunto de imperativos formulados abstractamente o un sistema de proposiciones que
ligan un cierto efecto jurídico a un hecho, sino que es un complejo de valoraciones de
intereses que el legislador expresa en forma coactiva. El juez no puede limitarse a una
simple interpretación lógica gramatical, sino que debe penetrar en los intereses del
legislador.

El derecho es un producto sociológico y debe observarse como fenómeno social;


el sociologismo jurídico indica que las ideas morales que son el alma del derecho, son

16
en el individuo producto de la sociedad. La esencia de los fenómenos sociales es la
solidaridad que se manifiesta exteriormente por la coacción del grupo sobre el individuo
y el derecho es símbolo visible de esa solidaridad.

JURISPRUDENCIA ANALÍTICA.
La jurisprudencia analítica se ocupa de analizar e interpretar las reglas jurídicas
efectivas establecidas por los órganos del Estado. Concibe el derecho como un
imperativo del poder gubernamental, como un mandato del soberano. Su objetivo
principal es clasificar las normas jurídicas positivas, mostrar su conexión e
interdependencia dentro del marco total de sistema jurídico y definir los conceptos
generales de la ciencia del derecho.

Así, la jurisprudencia analítica toma como punto de partida un orden jurídico


dado y se entrega a la tarea de analizarlo en interés de la claridad y consistencia lógica
y sistemática. Fija por ejemplo el significado de los conceptos tales como: derecho
subjetivo, deber, obligación, daño, lesiones, reparación, etc. Explica las distinciones
entre las varias clases de derechos, deberes, obligaciones, daños, etc. y marca la
diferencia entre el derecho escrito y no escrito, entre derecho legislativo y derecho
creado por el juez, etc.

AXIOLOGÍA JURÍDICA.
La Axiología jurídica es una de las partes que tiene el ordenamiento jurídico, ya
que es la rama de la filosofía del derecho que trata el problema de los valores jurídicos,
explicando cuáles serán los valores que harán correcto un modelo de derecho. La
formación de valores de una sociedad determina la proyección de su sistema de
derecho.

Valor moral es todo aquello que lleva al ser humano a preservar y crecer en su
dignidad de persona.

La Axiología jurídica es el enjuiciamiento crítico del derecho positivo desde un


determinado sistema de valores; pero también es la confrontación racional y análisis
crítico de los diferentes sistemas de valores que tratan de presentarse como legítimos o
justos.

La axiología es una parte de la ética: ética jurídica o análisis de los valores


jurídicos; teoría de la justicia principalmente, pero incluyendo también los demás
valores como los del libertad, paz, igualdad, seguridad, etc.

La justicia se considera el valor más importante dentro de la Axiología jurídica,


sin embargo, la justicia no es dar o repartir cosas a la humanidad, sino el saber decidir
a quién le corresponde esa cosa por derecho.

RÉPLICAS Y DESACUERDOS ENTRE IUSNATURALISTAS Y IUSPOSITIVISTAS.

Los defensores del iusnaturalismo afirman que el derecho natural es un orden


intrínsecamente justo, que existe al lado o por encima del positivo.

De acuerdo con los defensores del positivismo jurídico, sólo existe el derecho
que efectivamente se cumple en una determinada sociedad y a una cierta época.

En este sentido tenemos la existencia de dos sistemas normativos diversos, que


por su misma diversidad pueden entrar en conflicto. La diferencia consiste en el distinto
fundamento de su validez. El natural vale por sí mismo, en cuanto intrínsecamente
justo; el positivo es caracterizado atendiendo a su valor formal sin tomar en
consideración la justicia o injusticia de su contenido.

Todo precepto vigente es formalmente válido. Las expresiones vigencia y validez


formal poseen en nuestra terminología igual significado. Estos atributos pueden

17
aplicarse tanto a las disposiciones establecidas legislativamente como a las reglas
nacidas de la costumbre. Frente a tales preceptos, los de derecho natural son normas
cuyo valor no depende de elementos extrínsecos. Por ello se dice que el natural es el
único auténtico y que el vigente sólo podrá justificarse en la medida que realice los
dictados de aquél.

IUSMARXISMO.
Marxismo es el conjunto de doctrinas políticas y filosóficas derivadas de la obra
de Karl Marx. Para Marx el comunismo sería una forma social en la que la división de
clases habría terminado y la estructura económica sería producto de la asociación de
productores libres, y el producto social se distribuiría según el criterio “de cual según su
capacidad; para cada cual según sus necesidades”.

Para los marxistas la sociedad capitalista se divide en clases sociales, de las


que toman en consideración principalmente dos: la clase trabajadora o proletariado,
que son quienes venden su mano de obra y no poseen los medios de producción, a
quienes considera responsables de crear la riqueza de una sociedad. La burguesía,
formada por quienes poseen los medios de producción y emplean al proletariado.

Para Marx las tesis en el campo del derecho se refieren a éste como una
superestructura que se deriva de la estructura económica sobre la que descansa la
sociedad. Con ello postula que el sistema de producción es el que amolda tanto a la
cultura como a las ciencias, es decir, éstas responden a los intereses de los que
poseen los medios de producción, en los que no escapa el derecho. Es decir, el
derecho responde a los intereses de la burguesía que se apropia de la riqueza de los
trabajadores, en el sistema de producción capitalista; sin embargo, bajo esta óptica del
pensamiento, se soslaya el hecho de que las ciencias en su conjunto, incluyendo al
derecho, tanto en el comunismo como en el capitalismo están hechas para proteger a
quienes detentan el poder, ya sea económico o político.
El materialismo histórico es la doctrina del marxismo sobre las leyes que rigen la
evolución de la sociedad humana, es la aplicación consecuente de los principios del
materialismo dialéctico al estudio de los fenómenos sociales. Antes de Marx imperaba
en la ciencia la interpretación idealista de la historia.

La producción de los medios materiales inmediatos de vida, y por consiguiente,


la correspondiente fase de la evolución económica de un pueblo o de una época son la
base sobre las que se han desarrollado las instituciones estatales, las concepciones
jurídicas, el arte y también las ideas religiosas de los seres humanos.

CAPÍTULO VII.- DERECHO POSITIVO

Objetivo: Definir el derecho positivo, partiendo de los postulados que lo


justifican y fundamentan.Derecho positivo.

Du pasquier define el derecho positivo como el conjunto de reglas que rigen la


conducta humana, impuestas efectivamente por el poder social.

Del Vecchio refiriéndose a la positividad del derecho, considera que no es otra


cosa que la mayor o menor eficacia poseída en cierto momento por una norma o por un
conjunto de normas, eficacia que siempre es variable dependiendo de factores
psicológicos y hasta físicos que precisamente constituyen la historia.

El derecho es positivo por diversas razones: porque es el derecho se una sociedad;


porque es vigente (representa una aplicación de principios o normas de derecho natural
mediante la intervención de la voluntad); porque es eficaz; porque cuenta con medios
coercitivos para imponerse a los rebeldes o sancionarlos; porque está impregnado de
elementos sociológicos; y porque en algún modo ha intervenido en su elaboración la
voluntad, contratando o eligiendo formas e instituciones sociales entre posibilidades

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que no son contrarias a los principios y normas del derecho natural y que en tal virtud
se convierten en jurídicamente obligatorias.

7.3. 1. FUNDAMENTACIÓN.
Siendo el ser humano un ser sociable, su situación material y espiritual lo que
obliga a buscar la ayuda que necesita para su desarrollo y perfeccionamiento en la
sociedad, y cómo ésta requiere una autoridad, un poder público que tenga a cargo la
gestión del bien común, y un ordenamiento jurídico formulado y garantizado por ella,
este ordenamiento jurídico tiene carácter positivo, tanto porque emana de un poder
social, como porque ese poder tiene entre otras funciones la de asegurar el
cumplimiento del derecho por medios coercitivos.

La teoría del ordenamiento jurídico y positivo, expuesta originariamente por Adolf


Merkel y desarrollada luego por Hans Kelsen y Alfred Verdross, establece que el
complejo de normas jurídicas que dan sentido al derecho de un país no se encuentran
aisladas, sino vinculadas entre sí por una fundamentación unitaria, en virtud de la cual
constituyen una estructura, una unidad, un sistema denominado ordenamiento jurídico.

El derecho positivo de un Estado no es un conjunto de normas destinadas a


resolver cada una distintos casos de la vida social, sin que exista entre ellas vínculo
alguno. Por el contrario, esa pluralidad de normas constituye un todo ordenado y
jerarquizado, es decir un sistema. Por ejemplo, una resolución de un funcionario
administrativo no debe ser contrario a un decreto del poder ejecutivo, ni una ley del
Congreso a la Constitución nacional, pues en tales casos serían impugnables mediante
diversos recursos.

El ordenamiento jurídico constituye no un sistema de normas jurídicas de igual


jerarquía, situadas una al lado de las otras, sino un orden gradado de diferentes capas
de normas, de una estructura escalonada que abarcando todas las normas jurídicas, se
extienden desde la norma fundamental hasta las normas individuales.

La estructura piramidal del ordenamiento jurídico nos permite ver con claridad
que el fundamento de validez de una norma jurídica está en otra norma
jerárquicamente superior, porque una norma es válida, no sólo cuando ha sido
establecida por los órganos y con el procedimiento prescrito por otra norma superior,
sino también cuando su contenido encuadra en lo que dispone la norma fundante. Por
ejemplo: una sentencia es válida cuando ha sido dictada de acuerdo con las leyes
procesales respectivas y cuando su contenido queda enmarcado por la norma superior.

7.3.3 FUENTES DE DERECHO.


Son fundamentos e ideas que ayudan al derecho a realizar su fin. Son los actos
o hechos de los que deriva la creación, modificación o extinción de las normas
jurídicas, incluyendo a los órganos de los cuales emanan dichas normas que
componen el ordenamiento jurídico. Conforman parte de esto, los factores históricos
que han incidido en la creación y evolución del derecho, donde existieron factores
políticos sociales y económicos que fueron tomados en cuenta al momento de crear las
normas jurídicas.

Estas fuentes de derecho han sido identificadas primero como reales o


materiales, constituyendo las causas que históricamente han influido en la generación
de normas, tales como factores ideológicos, sociales, económicos, etc.; en segundo
lugar como formales, constituyendo los actos a través de los cuales se producen las
normas, siendo las históricas el modo de expresión o documento que se emplea para
exteriorizar el producto de un acto normativo.

7.3.4 PIRÁMIDE DE KELSEN.


Concibiendo todo el ordenamiento jurídico como un sistema de normas, y siendo
el objeto de la ciencia del derecho precisamente la norma jurídica, Kelsen define que la
validez de todas las normas jurídicas emana y depende de otra norma superior, a la

19
que el resto debe su validez y su eficacia. El ordenamiento es jerárquico, escalonado,
una especie de pirámide cuya cúspide ocuparía la constitución como norma suprema
del sistema normativo de un Estado (más allá estaría el orden jurídico internacional, en
cuya superioridad Kelsen creía) y por debajo de las cuales con una eficacia derivada
de la norma fundamental, estarían las leyes, los reglamentos, otras disposiciones
gubernativas, decretos, ordenanzas, sentencias, etc.

Esto quiere decir que las normas o leyes que componen un sistema jurídico, se
relacionan unas con otras según el principio de jerarquías por lo que una ley que se
encuentra por debajo no puede contradecirse con otra que esté por encima ya que la
misma no tendría efecto jurídico.

La pirámide de Kelsen en un método jurídico estricto, mediante el cual quiere


evitar toda influencia psicológica, sociológica y teológica, en la construcción jurídica, y
acotar la misión del derecho al estudio exclusivo de las formas normativas posibles y
las conexiones esenciales entre las mismas.

Cuanto más nos acercamos a la base de la pirámide, el escalón es más ancho,


es decir, hay mayor número de normas jurídicas. Así, el escalón superior es muy
pequeño, pues Constitución solo hay una.

7.4 ESTRUCTURA DEL SISTEMA JURÍDICO POSITIVO.


Por sistema jurídico se entiende el conjunto de normas jurídicas, actitudes e
ideologías vigentes en un país sobre lo que es el derecho, su función en la sociedad y
la manera en que se crea o debería crearse, aplicarse, comprenderse, perfeccionarse,
enseñarse y estudiarse. De esta manera el sistema jurídico reúne las estructuras y
modalidades de funcionamiento de los órganos, instituciones y componentes sociales
encargados de la aplicación e interpretación de las reglas de derecho, así como de
aquellos que las crean o influyen en su creación, interpretación y modificación.

El sistema jurídico supone el conjunto de normas jurídicas, objetivas que están


en vigor en determinado lugar y época, integrando las diversas fuentes jurídicas, como
las leyes, las costumbres, la jurisprudencia de los tribunales y la doctrina que rige en
los diversos países del mundo, y los mecanismos de creación modificación,
interpretación y aplicación.

Cada país tiene su propio sistema jurídico y su peculiar manera de considerar el


derecho, sus fuentes y los componentes significativos en su creación interpretación y
aplicación.

7.5.1. Interpretacion lógica y gramatical. Consiste en otorgarle el sentido que


concuerda con la redacción y, el significado común de cada término. Por otra parte, en
ocasiones existe la convicción de que, bajo la tesis de la interpretación gramatical, ante
un término que tenga a la vez un significado común o vulgar y otro técnico, debe
prevalecer el significado común.

Una práctica que ayuda al interpretador en materias de cierto rango de


especialidad técnica y que se practica cada vez con mayor frecuencia en algunos
ámbitos de la legislación administrativa, es ubicar una o varias disposiciones en el
primer capítulo, en el cual se establece el significado de algunos términos que
aparecen en el desarrollo de la ley.

20
Por ejemplo, en la Ley federal de Telecomunicaciones publicada en el Diario
Oficial de la Federación el siete de junio de 1995, que en su artículo tercero, en sus
diferentes fracciones da la definición de términos como banda de frecuencias, espectro
radioeléctrico, estación terrena, orbita satelital, etc.

7.5.2. Interpretación auténtica. Es aquella que tiene como base los documentos que
demuestran la intención del legislador; se trata de desentrañar cual fue el sentido de
quién la formuló y quienes intervinieron en su autorización. Para este tipo de
interpretación se debe acudir a fuentes que den testimonio de los autores o quienes
intervinieron en el proyecto o en la iniciativa. Destacan las exposiciones de motivos y
los diarios de debates.

Con este método de interpretación se trata de desentrañar en la voluntad del


legislador, el propio sentido de la ley, se trata de saber en la voluntad del legislador que
dice, en efecto la ley.

7.5.3. La interpretación judicial es la actividad que llevan a cabo los jueces en el


ejercicio de la actividad jurisdiccional que les está encomendada, consistente en
determinar el sentido y alcance de las normas jurídicas y otros estándares de
relevancia jurídica (como los principios) que deben aplicar al caso concreto que están
conociendo y que deben resolver.

7.5.4. Interpretación doctrinal. "La interpretación doctrinal es aquella interpretación del


derecho que se realiza en las ciencias jurídicas en general y en la dogmática jurídica en
particular."

Es, como su nombre claramente lo indica, la interpretación practicada por los


doctrinarios, por los teóricos, por los juristas o jurisconsultos, por los tratadistas, por los
estudiosos del derecho, y en general por quienes se dedican a la ciencia del derecho;
de ahí que también se le conozca a esta Interpretación como “científica”.

La Interpretación doctrinal si bien se caracteriza por no ser obligatoria, sin


embargo, por su carácter científico y por la autoridad de quienes la practican, es la que
termina siendo predilecta.

Interpretación integral. Para conocer el significado de algunas disposiciones, se debe


considerar el contenido y también el significado de las demás disposiciones de la
propia ley de que se trate, esto para conocer el contexto y sentido de la norma en su
conjunto. Evidentemente todo sistema jurídico debe obedecer a una lógica y la
interpretación integral permite escudriñar cual es esa lógica a que obedece el
mandamiento; se busca la coherencia de la disposición dentro del pequeño sistema
normativo al que obedece pero siempre dentro de la jerarquía normativa respectiva.

Interpretación progresiva. El derecho debe ser acorde con la evolución de la sociedad,


y por lo tanto, con la realidad social. El retraso en el mundo de las leyes retrasa
también el propio Estado de Derecho.

7.6. TÉCNICAS DE INTEGRACIÓN (para cubrir lagunas en la ley).

En un modelo ideal parecería que un sistema jurídico debiera contemplar todas las
hipótesis posibles en la vida que regula. Esta aseveración se quiebra al primer asomo
serio con la realidad social, e incluso se conocen algunos intentos por cubrir la
pluralidad de supuestos, generándose normas con cantidades impresionantes de
disposiciones sin que tales ejercicios hayan resultado útiles ni tampoco realistas.

21
Pero el hecho de que las normas concretamente consideradas no cubran en
forma específica todos los casos de la realidad (existencia de lagunas en la ley), no
significa que dichos casos no deban ser resueltos por el sistema jurídico. Por ello se
crean los sistemas o técnicas de integración, con los que con reglas jurídicas
especializadas, el jurista puede cubrir las lagunas de la ley.

7.6.1, Razonamiento de analogía. La integración se realiza porque existe igualdad de


motivos. Es la idea de que en todos aquellos casos en que exista una misma razón
jurídica, la disposición debe ser la misma. Para que la aplicación del razonamiento
analógico sea correcta, no basta la simple semejanza de dos situaciones de hecho, una
prevista y otra no prevista por la ley; se requiere asimismo de la razón en la que la
regla legal se inspira.

La analogía es la técnica jurídica que se utiliza para salvar una laguna de ley, es
decir, cuando aparece un vacío normativo, el intérprete puede encontrar una norma
cuyo supuesto de hecho sea semejante al de la cuestión ante él planteada y cuya
consecuencia jurídica obedece a una razón idéntica a la que debe presidir la solución
del caso cuestionado.
Para que proceda la analogía debe haber una laguna legal para el caso a
decidir; una igualdad jurídica esencial entre el supuesto de hecho de la norma existente
y el de la cuestión planteada y no regulada; y que no exista una prohibición legal para
la aplicación analógica.

7.6.2. Contrario sensu. Cuando un texto legal encierra una solución restrictiva, en
relación con el caso a que se refiere, puede inferirse que los no comprendidos en ella
deban ser objeto de una solución contraria.

Por ejemplo, el razonamiento contrario sensu consistiría en plantear que si la


norma dice que se permite la rescisión unilateral en los casos de contratos de plazo
indeterminado, esto significa que no se permite en los casos de plazo determinado.

7.6.3. Mayoría de razón. La aplicación de una ley por mayoría de razón se finca en
elementos trascendentales o externos a la misma, los cuales ocurren en la integración
de su causa final, de tal manera que la existencia de ellos con mayores proporciones
en un caso concreto origina la referencia normativa a este.

Atribuir a situaciones mayores las mismas consecuencias jurídicas aplicables a


las situaciones menores (con mayor razón- previa identificación de la razón que se le
aplique una disposición jurídica). Por ejemplo, si se permite establecer intereses del
20%, con mayor razón se debe permitir establecer intereses del 10%. Si se prohíbe
tener en casa animales domésticos, con mayor razón, se prohíbe tener en casa
animales salvajes.

CAPÍTULO VIII.- DERECHOS HUMANOS.

Objetivo: Explicar la razón de ser de los derechos humanos y la trascendencia


en el individuo de su reconocimiento por el Estado Nacional.

Los derechos humanos son derechos inherentes a todos los seres humanos, sin
distinción alguna de nacionalidad, lugar de residencia, sexo, origen nacional o étnico,
color, religión, lengua o cualquier otra condición. Todos tenemos los mismos derechos

22
humanos, sin discriminación alguna. Estos derechos son interrelacionados
independientes e indivisibles.

Los derechos humanos universales están a menudo contemplados en la ley y


garantizados por ella a través de los tratados, el derecho internacional consuetudinario,
los principios generales y otras fuentes del derecho internacional.

El derecho internacional de los derechos humanos establece las obligaciones


que tienen los gobiernos de tomar medidas en determinadas situaciones o abstenerse
de actuar en determinada forma, en otras, a fin de promover y proteger los derechos
humanos y las libertades fundamentales de los individuos o grupos.

El principio de la universalidad de los derechos humanos es la piedra angular del


derecho internacional de los derechos humanos. Este principio se ha reiterado en
numerosos convenios, declaraciones y resoluciones internacionales de derechos
humanos. En la conferencia mundial de derechos humanos celebrada en Viena en
1993, por ejemplo, se dispuso que todos los Estados tenían el deber,
independientemente de sus sistemas políticos, económicos y culturales, de promover y
proteger todos los derechos humanos y las libertades fundamentales.

Los derechos humanos son inalienables no deben suprimirse, salvo en


determinadas situaciones y según las debidas garantías procesales. Por ejemplo, se
puede restringir el derecho a la libertad si un tribunal de justicia dictamina que una
persona es culpable de haber cometido un delito.

Todos los derechos humanos sean éstos los derechos civiles y políticos como el
derecho a la vida, la igualdad ante la ley y la libertad de expresión, los derechos
económicos, sociales y culturales como el derecho al trabajo, la seguridad social y la
educación; o los derechos colectivos, como los derechos al desarrollo y la libre
determinación, todos son derechos indivisibles, interrelacionados e interdependientes.
El avance de uno facilita el avance de los demás. De la misma manera la privación de
un derecho afecta negativamente a los demás.
Noviembre -13-, 2018.

POSTURAS DEL IUS POSITIVISMO Y IUS NATURALISMO

8.2.3 CONTRASTE ENTRE LAS POSTURAS DEL IUSNATURALISMO Y


IUSPOSITIVISMO RESPECTO DE LOS DERECHOS HUMANOS.

En la historia de la teoría general del derecho y de la filosofía jurídica ha sido


habitual distinguir entre los partidarios de la doctrina del derecho natural y los del
positivismo jurídico

La doctrina iusnaturalista dominó durante los siglos XVII Y XVIII,


caracterizándose dicha doctrina por postular la existencia de ciertos derechos innatos
al hombre cuya validez era independiente de lo dispuesto por los sistemas positivos.
Dicha doctrina alcanzó su mayor expresión en esa época a través de la declaración
francesa de los derechos del hombre y del ciudadano de 1789.

El siglo XIX presenció un paulatino retroceso del iusnaturalismo en favor del


positivismo jurídico. Así mismo el predominio doctrinal del positivismo jurídico perduró
buena parte del siglo XX, donde destaca la influencia de Kelsen quien objetaba el
carácter científico del iusnaturalismo

Sin embargo, después de la última guerra mundial, se apreció un resurgimiento


de la doctrina del derecho natural, primordialmente como reacción contra las
iniquidades morales que, bajo la tutela del derecho positivo, fueron cometidas por los
ciudadanos y funcionarios del régimen de la Alemania Nazi.

23
Tesis sobre los llamados derechos humanos que es sustentada y compartida por
los partidarios de la doctrina del derecho natural.
Para esta doctrina, los hoy llamados derechos humanos no representan más
que una nueva forma de lo que tradicionalmente se denominaban derechos naturales,
cuya validez, se considera independientemente de lo que disponen las normas que
integran el derecho positivo. Son facultades y poderes innatos al hombre, que los
tienen por el solo hecho de serlo y que existirían aun cuando hipotéticamente se
aboliera la técnica de regulación y motivación de la conducta humana que es
característica del derecho positivo. Así pues, lo único que puede hacer éste con los
derechos humanos es reconocerlos y reglamentar su ejercicio; incluso, si un sistema
positivo no lo hiciera así no podría ser considerado como derecho.

TESIS RESPECTO DE LA CONCEPCIÓN POSITIVISTA DEL DERECHO.


La tesis más representativa respecto de esta concepción es la formulada por
Bobbio, en el sentido que el derecho, esto es, las normas jurídicas constituyen un
fenómeno social condicionado por la experiencia, razón por la cual el concepto de
derecho debe estar determinado según propiedades fácticas o descriptivas, sin acudir a
criterios valorativos. Es obvio que los hechos jurídicos y morales se encuentran
relacionados entre sí de varias maneras. Las ideas morales son, sin duda, uno de los
factores causales, que determinan el contenido de las normas jurídicas, y éstas, por su
parte, frecuentemente influyen a las ideas y actitudes morales predominantes

Los partidarios del positivismo jurídico no se oponen a la idea de que pueda


haber ciertos derechos humanos con las características que los iusnaturalistas les
asignan (es decir, que son inherentes a la persona humana y que su existencia es
independiente de su reconocimiento por el Estado; pero sostendrán que tales derechos
son valores morales y no auténticos derechos jurídicamente considerados. Los límites y
la jerarquía de esos derechos humanos dependerán de su fundamentación en alguna
concepción de filosofía moral o política, o incluso metafísica, pero cuyo desarrollo no
representa estrictamente una tarea de la filosofía del derecho.
14 DE NOVIEMBRE 18

GARANTÍAS INDIVIDUALES Y GARANTÍAS SOCIALES.


8.1, 8.2
8.1.1 Hay una clara diferencia entre el ser político y el ser social, debido a la
transformación operada no solo de la teoría general del estado, sino también en la
doctrina de los derechos individuales, limitados por los sociales. Por ello se han roto los
moldes clásicos de las constituciones del pasado. Mientras que como su nombre lo
indican las garantías individuales son atributos exclusivos de los individuos, las sociales
corresponden al hombre visto desde la perspectiva social, surgen ante la necesidad de
proteger a determinadas clases económicamente débiles contra cualquier acto
perjudicial por parte del Estado. Efectivamente, la garantía individual implica una
relación jurídica entre dos sujetos que son del lado activo, los gobernados y del pasivo
el Estado y sus autoridades. Por el contrario, la garantía social se traduce en un
vínculo jurídico existente entre dos clases sociales económicamente diferentes desde
una óptica general e indeterminada.

En México, desde el punto de vista de la defensa de los derechos de los


ciudadanos, los antecedentes más lejanos de la Comisión Nacional de los Derechos
Humanos se encuentran en el siglo XIX con la promulgación de la ley de Procuraduría
de Pobres de 1847 que promovió Ponciano Arriaga en el estado de San Luis Potosí.

En 1975 se creó la Procuraduría Federal del Consumidor, teniendo como


finalidad la defensa de los derechos de los individuos, pero no necesariamente frente al
poder público.

El 29 de mayo de 1985 la Universidad Nacional Autónoma de México estableció


la Defensoría de los Derechos Universitarios, y en 1986 y 1987 se fundaron la
Procuraduría para la Defensa del Indígena en el estado de Oaxaca y la Procuraduría
Social de la Montaña en el estado de Guerrero, respectivamente.

24
El 13 de febrero de 1989 dentro de la Secretaría de Gobernación se creó la
Dirección General de Derechos Humanos. Un año más tarde, el 6 se junio de 1990
nació una institución denominada Comisión Nacional de Derechos Humanos,
constituyéndose como un organismo desconcentrado de dicha Secretaría.
Posteriormente, mediante una reforma constitucional publicada en el Diario Oficial de la
Federación el 28 de enero de 1992, se adicionó el Apartado B del artículo 102,
elevando a la Comisión Nacional de Derechos Humanos a rango constitucional y bajo
la naturaleza jurídica de un organismo descentralizado con personalidad jurídica y
patrimonio propios.

El 13 de septiembre de 1999, dicho organismo nacional se constituyó como una


institución con plena autonomía de gestión y presupuestaria, modificándose la
denominación de Comisión Nacional de Derechos Humanos por la de Comisión
Nacional de los Derechos Humanos.

CAPÍTULO IX.- PLANTEAMIENTO FILOSÓFICO-JURÍDICO: LA AXIOLOGÍA

Objetivo: Comprender el fundamento axiológico del derecho, explicando los


valores que lo sustentan

9.1. Concepto de Axiología y otras disciplinas con las que se relaciona


9.2. La axiología filosófica en algunos de sus valores.

La axiología jurídica es una de las partes que tiene el ordenamiento jurídico, ya


que es la rama de la filosofía del derecho que trata el problema de los valores jurídicos,
explicando cuáles serán los valores que harán correcto un modelo de derecho.

La formación de valores de una sociedad determina la proyección de su sistema


de derecho.

Valor moral es todo aquello que lleva al ser humano a preservar y crecer en su
dignidad de persona.

La axiología jurídica es el enjuiciamiento crítico del derecho positivo desde un


determinado sistema de valores; pero también es la confrontación racional y análisis
crítico de los diferentes sistemas de valores que tratan de presentarse como legítimos o
justos.

La axiología es una parte de la ética: ética jurídica o análisis de los valores


jurídicos, teoría de la justicia principalmente, pero incluyendo también los demás
valores como los de libertad, paz, igualdad, seguridad, etc.

La justicia se considera el valor más importante dentro de la axiología jurídica,


sin embargo la justicia no es dar o repartir cosas a la humanidad, sino el saber decidir a
quién le corresponde esa cosa por derecho.

9.1.1. Ontología de los valores.

Desde el punto de vista existencial, en la vida, que es lo único absoluto y auténtico, hay

cosas reales, hay objetos ideales y hay valores.

Las cosas reales y los objetos ideales los hay en mi vida y en la vida de cada

uno, en el sentido de Ser.

25
En cuanto a los valores en mi vida o en nuestra vida, las cosas del mundo nos
parecen algunas mejores que otras, porque el mundo en que vivimos no nos es
indiferente y ante cada cosa que vemos tomamos una posición valorativa, la preferimos
o no, le otorgamos poco o mucho valor.

La filosofía distingue entre juicios de existencia y juicios de valor.

Los juicios de existencia enuncian lo que esa cosa es, sus propiedades u otros
predicados de la cosa, desde la perspectiva de su existencia como ente y desde su
esencia que la define.

Frente a estos juicios de existencia se contraponen los juicios de valor.

Los juicios de valor enuncian algo de la cosa que no agrega ni le quita nada a su

esencia y existencia.

De modo que los valores no son cosas ni elementos de las cosas, son

impresiones subjetivas de agrado o desagrado que nos producen las cosas y que

nosotros proyectamos en ellas.

Sin embargo, el criterio del valor no consiste en el agrado o desagrado que nos

producen las cosas sino en algo diferente, porque muchas veces algo nos puede

agradar y ser considerado por otros malo; como el pecado en la religión católica, que

puede ser grato pero malo para la doctrina, o la virtud que puede ser desagradable de

practicar pero tener buena reputación.

Los valores se pueden discutir, porque son subjetivos, pero si podemos discutir

sobre ellos, significa que existe la convicción profunda de que son objetivos, que no

dependen de mi agrado o desagrado, que están ahí y que quedan en mi alma después

de contemplar el objeto.

Los valores se descubren tal como se descubren las verdades de la ciencia, o

sea que pueden no haber sido intuidos antes pero después sí.

Frente a este aparente dilema, el filósofo alemán Lotze, encontró la palabra

exacta: los valores no Son sino que valen, porque una cosa es valer y otra es Ser.

Cuando decimos que una cosa vale no decimos que Es sino que estamos

señalando que no nos es indiferente.

26
La no indiferencia contrapone el valer al Ser y es la esencia del valer, o sea que

los valores tienen la categoría del valer y no la categoría del Ser.

Que una cosa valga no significa que sea más ni menos que lo que no vale, sino

que quiere decir que es algo que tiene valor.

El valor pertenece al grupo ontológico que Husserl denominó, siguiendo a

Stumpf, objetos no independientes, o sea que no se sustentan por sí mismos, que no

son sino que están adheridos a otro objeto, y que llamamos cualidad.

Por ejemplo, el color y el espacio, no son independientes, porque no hay espacio

sin color ni color sin espacio.

El valor es una cualidad irreal porque no es una cosa, por ejemplo la belleza, no
es, sólo es la cualidad de algo.

Tampoco se trata de una cualidad ideal porque lo ideal es lo que tiene

fundamento y consecuencia, como los números, el círculo y el triángulo, así como lo

real es lo que tiene causa y produce efectos.

Los valores no se pueden demostrar, sólo se pueden mostrar; y son extraños a

la cantidad, al tiempo y al espacio; o sea que una cosa es valiosa independientemente

del tiempo, del espacio y del número.

Los valores, además, son absolutos, porque si fueran relativos serían valiosos

para unos individuos y para otros no, para un momento histórico y para otro no, cosa

que no puede ser, porque los valores son ajenos al tiempo, al espacio y al número.

Los hombres pueden intuir o no intuir tales valores, no verlos o verlos

claramente; no son históricos, lo que ocurre es que hay épocas en que no se pueden

percibir ciertos valores, pero los valores siempre están allí.

La tercera categoría en la esfera ontológica de los valores es la polaridad de la

no indiferencia, o sea que hay cosas que tienen valor porque no nos son indiferentes y

esto implica la polaridad, porque hay dos posibilidades de indiferencia, un polo positivo

y un polo negativo, ya que todo valor tiene su contravalor. Por ejemplo, al valor

conveniente se contrapone al valor inconveniente, bueno se contrapone a malo,

generoso a mezquino, bello a feo.

27
La cuarta categoría de esta esfera ontológica de los valores es la jerarquía,

porque los valores tienen jerarquía.

La clasificación de los valores según su jerarquía ha sido estudiada por la

mayoría de los filósofos contemporáneos que se ocuparon de este tema.

La jerarquía de un valor se establece de acuerdo a lo lejos o cerca que se

encuentra de la indiferencia; los valores de mayor jerarquía estarían más lejos de la

indiferencia y los valores de menor jerarquía más cerca.

La clasificación de los valores de Scheler agrupa los valores en las siguientes

clases:

Valores útiles: por ejemplo: conveniente, inconveniente, adecuado inadecuado.

Valores vitales: fuerte, débil.

Valores lógicos: verdad, falsedad

Valores estéticos: bello, feo

Valores éticos: justo e injusto y

Valores religiosos: santo, profano

Por ejemplo, la teoría pura de los valores útiles puede ser el fundamento de la

economía y los valores vitales permiten introducir método y claridad científica a

distintos problemas que desde hace muchos años preocupan a distintas disciplinas,

como por ejemplo la moda, la indumentaria, las formas de vida, el trato social, el

deporte, los juegos, las ceremonias, etc.

El estudio de los valores lógicos sirve de base a la lógica y el estudio de los

valores morales a la ética.

En la filosofía contemporánea una previa teoría de los valores es el fundamento

de la lógica, de la estética y de la ética.

Los valores no son, sino que valen, por lo tanto no atentan contra la unidad del

Ser. Son cualidades necesariamente de cosas, que están adheridas a las cosas, o sea

representan el valor que se le da a la realidad y es allí donde se encuentra la unidad

perfecta del ser de las cosas.

28
9.1.2. Filosofía del Derecho.

La filosofía del Derecho es una rama de la filosofía general, por lo que presenta los
mismos caracteres de esta, Encara las cuestiones más hondas y generales del
derecho. Ubicando su estudios en una sistematización general de los conocimientos
humanos, lo que nos permite comprender no sólo el sentido, o si se quiere, la
significación de lo jurídico en una concepción total del mundo de la vida, sino también
el carácter y fundamentación de las disciplinas que lo toman por objeto.

El filósofo del derecho, encara como problema lo que es un presupuesto para el


científico del derecho, tratando de llegar a un esclarecimiento cabal de esos conceptos.
Así por ejemplo, el concepto de derecho es un problema cuya solución pertenece a la
filosofía jurídica y no a las ciencias jurídicas. De este modo, una vez recorrido el amplio
panorama de la filosofía jurídica, se logra un conocimiento pleno del derecho, así como
de la fundamentación de las diversas disciplinas que a él se refieren, es decir sus
peculiares enfoques, métodos adecuados, etc.

Del Vecchio, eminente jusfilosofo italiano, define la filosofía jurídica como la


disciplina que estudia el derecho en su universalidad lógica, investiga los fundamentos
y caracteres generales de su desarrollo histórico y lo valora según el ideal de justicia
trazado por la pura razón.

Los problemas fundamentales que se asignan a la filosofía del derecho varían


según la posición filosófica del autor que los enuncia; es por eso que se encontrarán
diversos planteamientos.

9.1.3. Filosofía de las religiones.

Es la rama de la filosofía que se ocupa del estudio reflexivo a profundidad de la


religión, incluyendo el argumento sobre la naturaleza y existencia de Dios, el problema
del mal, la relación entre la religión y otros sistemas de valores como la ciencia y la
ética. Es frecuente distinguir entre la filosofía de la religión y la filosofía religiosa. La
primera refiere al pensamiento filosófico sobre la religión, que puede ser llevado a cabo
por creyentes y no creyentes por igual, mientras que la segunda alude a la filosofía
inspirada y guiada por la religión, como la filosofía cristiana y la filosofía islámica. Sin
embargo, pueden considerarse dentro del análisis filosófico de la religión cuestiones
basadas en la estructura de todas las religiones; a modo de comparación entre cada
una, en proporción con temáticas que abordan interrogantes sobre la perfección y el
sentido de la existencia en relación con un cosmos perfecto y por tanto un ente perfecto
que los creó. De ahí que pueden considerarse dentro de las diferentes religiones otras
manifestaciones de la filosofía de y sobre la religión, conforme a doctrinas orientales
como el hinduismo y el budismo, interesados fuertemente en la idea de un todo
absoluto, una esencia que lo reviste todo; por cuanto crea esperanza y despierta el
interés humano en el desarrollo de una dimensión más espiritual.

En ese sentido la filosofía de la religión intenta responder a interrogantes tales


como: ¿De dónde surgimos?, ¿Cuál es la verdadera naturaleza humana?, ¿Cuál es la
naturaleza de dios(a)?, ¡Es dios una creación del mejor ingenio humano o es un ente
superior a todo real y con cualidades humanas?, ¿Cómo se entienden el cielo o el
infierno (o inframundo)?, ¿Qué nos creó?, ¿Los milagros son casualidad u obra divina?
Entre otras.

29
CAPÍTULO X.- LA TEOLOGÍA EN EL DERECHO POSITIVO.
Objetivo: Explicar el derecho positivo a partir de los fines que persigue
explicando la problemática que enfrenta la teleología jurídica.

EXPLICAR EL DERECHO POSITIVO.

10.1. Los fines que persigue el derecho como ciencia ordenadora-coactiva.

La Teleología jurídica, es parte de la filosofía que explica los fines de las cosas, por lo
que en el derecho se encarga de estudiar los fines jurídicos que se presentan, o que se
o que se buscan en las leyes.

10.1.2 Principio de respeto.

Se basa en dos teorías ético-morales que dicen textualmente: el respeto por la


autonomía del individuo que se sustenta esencialmente en el respeto de la capacidad
que tienen las personas para su autodeterminación en relación con las determinadas
opciones individuales de que disponen.

10.1.3. LA SEGURIDAD JURÍDICA.


La seguridad jurídica es un criterio que se relaciona, más que con el aspecto
racional y ético del derecho, con su aspecto técnico, positivo y sociológico. La
seguridad es la garantía dada al individuo que su persona, sus bienes y sus derechos
no serán objeto de ataques violentos o que, si estos llegan a producirse, le serán
asegurados por la sociedad, protección y reparación.

Por seguridad jurídica se entiende también el conocimiento que tienen las


personas respecto de aquello que pueden hacer, exigir, o que están obligadas a evitar
o no impedir; esto es el conocimiento que tienen de las libertades, derechos y
obligaciones que les garantiza o impone el derecho positivo.

10.1.4 El bien común

Todos los valores son propuestos por el entendimiento, como motivos o razones,
es decir, bajo la razón formal del bien. La voluntad se mueve siempre hacia un bien.

Para entender lo antes mencionado debemos tomar en cuenta que:

A) El ser es el objeto formal del entendimiento, porque sin la noción del


ser no podríamos entender cosa alguna.

B) El bien es el objeto formal de la voluntad, porque sin la noción del bien


la voluntad no puede querer, no puede tender hacia un objeto que no conoce
intelectualmente.

Sin embargo, hay una gradación o jerarquía en los bienes y fines, puesto que
no todas las realidades valiosas son iguales

Cabe pues, hablar de diversas acepciones del bien, ya que constantemente


aplicamos esta noción a las realidades más diversas; a seres corpóreos, al hacer y al
obrar humano, así como a las personas. Por ejemplo, decimos que un reloj es bueno si
mide con precisión el tiempo, que la actividad de un escritor es buena si responde a las
reglas del arte de que se trata, que una conducta es buena si perfecciona moralmente
al sujeto, y que una persona es buena si su conducta individual y social es honesta.

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El bien moral es el bien ontológico del ser inteligente y libre. Un bien que para
realizarse requiere la libre o espontánea cooperación del ser a que se refiere; un bien
que es conocido por el ser humano y que éste puede querer eficazmente o rechazar;
un bien que implica para su titular una gran responsabilidad, que debe perfeccionarse o
degradarse, salvarse o perderse.

El bien común es una especie del bien en general, un criterio racional de la


conducta que se refiere en primer término a la sociedad como entidad relacional, como
la unidad de un todo que responde a lo que podríamos llamar la dimensión social de la
naturaleza humana.

Los seres humanos no poseen ese bien antes de su integración en el organismo


social que no sólo aprovecha a todos sino que a la vez requiere el esfuerzo coordinado
de todos los miembros que integran la comunidad, lo que significa que es un bien
específico que comprende valores que no pueden ser realizados por un solo individuo,
tales como el orden o estructura de la propia actividad social.

10.1.6. La equidad
La equidad no se identifica con la justicia, sino que la supone, puesto que se
refiere a la aplicación del derecho.

La equidad juega un papel importantísimo en la aplicación del derecho; exige


una particular prudencia en los jueces y encargados en general de interpretar la ley y
de aplicarla. Esa prudencia que se requiere en quienes deben ejecutar órdenes, en
este caso las órdenes o mandatos contenidos en la ley, prudencia que consiste en
obedecer inteligentemente

Así pues, la equidad es el criterio racional que exige una aplicación prudente de
las normas jurídicas al caso concreto, tomando en cuenta todas las circunstancias
particulares del mismo, con miras a asegurar que el espíritu del derecho, sus fines
esenciales y sus principios supremos, prevalezcan sobre la exigencia de la técnica
jurídica.

10.1.7. LA JUSTICIA.
Es el criterio ético que nos obliga a dar al prójimo lo que le debe conforme a las
exigencias ontológicas de su naturaleza en orden a su subsistencia y
perfeccionamiento individual y social. Es un criterio ético porque se trata de un principio
destinado a dirigir obligatoriamente la acción humana, pues se funda en los datos
constitutivos de la dignidad personal, que son esenciales al ser humano y que por eso
mismo excluye racionalmente toda discriminación en el trato a nuestros semejantes.

Si tenemos presente que el objetivo general regido por las normas jurídicas son
los actos humanos, el principio de imputación entendido en un sentido amplio, al igual
que el de responsabilidad, derivan de la justicia que manda dar y reconocer a cada
quien lo suyo.

CLASES DE JUSTICIA.
La justicia individual establece un orden interior, una jerarquía entre las diversas
potencias del ser humano considerado éste individualmente; orden que al ser
observado en la vida hace del individuo un ser armonioso, un ser humano justo. Esta
justicia individual exige que la voluntad se someta en sus actos a los dictámenes de la
razón.

La justicia social significa el principio de armonía en la vida de relación. Coordina las


acciones de los seres humanos entre sí como partes del todo que es la sociedad civil, a

31
la vez que ordena tales acciones al bien común e integra de este modo el orden social
humano. Y como la sociedad civil comprende un gran número de formas de asociación
intermedia (familia, municipio, asociación profesional o de trabajo, etc.), la misma
justicia social establece la jerarquía de los fines perseguidos por estas sociedades, con
miras asegurar el bien común de la especie humana, de ahí que se diga que justo es lo
que se iguala, y que la esencia de la justicia es la igualdad, pero de una igualdad regida
por los principios éticos fincados en el orden.

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