¡La ley 31520 será un peligro para la educación!

Varios días atrás la ley 31520 fue aprobada por el Congreso de la República, que fue un
golpe a la cara contra la libertad de la SUNEDU (Superintendencia Nacional de Educación
Superior) y amenazando la reforma universitaria de nuestro país. Esto solo ha provocado
un quebradero de cabeza entre los educadores puesto que se piensa que solo empeorará
la calidad de la educación que se le brinda a los jóvenes. ¿Acaso habrá sido correcto?
Sus consecuencias, las cuales son diversas, se presenciaron a primera vista y no hay que
ser adivino, para saber lo que llegaría en el momento que se anunció esta normativa. Ante
esta percepción en el ámbito educativo nos preguntamos ¿la ley 31520 perjudicará
verdaderamente la reforma universitaria? En mi opinión, sí lo considero perjudicial, lo cual
afectará gravemente a las universidades y en la formación profesional. A continuación,
explicaré mis razones.
Opino que la ley 31520 destrozará el sistema de educación universitario debido al
descontrol y anulación de licenciamiento de carreras profesionales. En primer lugar, siento
que este se hace visible con la creación de carreras universitarias sin control, como si de
una corrida de toros se tratase, en distintas universidades alrededor del país. Por
ejemplo, en los últimos meses del presente año, varias instituciones educativas han abierto
2250 nuevas carreras profesionales, como si de un juego se tratara la calidad educativa.
¿Esto les parece correcto? No se sabe si estas cumplen con lo requerido para que los
estudiantes tengan una enseñanza decente y les aporte para su formación como
profesionales. Al hacer esto, se les esta dejando a su suerte por la horrible gestión y falta
de capacidad de las exigencias básicas en la instauración de programas. En segundo
lugar, se observa a primera vista el freno de evaluaciones y licenciamiento de programas
que se estaban realizando con anterioridad, sin ninguna complicación. Con la aparición de
esta normativa, que parece ser un calvario, solo ha provocado que las acciones
enfocadas en la autorización de carreras de medicina cayeran en picada, terminando con
su cancelación. Esto ha ocasionado que demasiados estudiantes que la cursan se vean
perjudicados, sin ninguna solución eficiente y teniendo el corazón en un puño ¡Me parece
injusto!
Opino que esta normativa no va a resultar para nada positivo en la educación superior,
porque debilita el papel de supervisión y regulación correcta de las instituciones
educativas. Para comenzar, siento que el reglamento corto las alas a la institución de
SUNEDU quitándole su autonomía e impidiendo que su rol de fiscalizador no se desarrolle
bien. Pues este indica que los representantes de las universidades peruanas tengan
permiso de formar parte del consejo y participen en las decisiones que tomen esta entidad
volviéndose su “mano izquierda”. Si anteriormente la entidad solía tener la autoridad para
cerrar una universidad si esta no cumplía con los requisitos mínimos, pues ahora esa
elección está en manos de los propios rectores, en otras palabras, la decisión de la
institución les importaría un pepino. Continuando, pienso que el sector educativo se
echara a perder volviéndola deficiente y ocasionando un desmejorar en su excelencia para
el alumnado. Se sabe lamentablemente que el Ministerio de Educación se desunión con
SUNEDU, quedando este último en la estancada con respecto del mejorar del sistema
educativo. Ello siendo provocado por un momento de crisis, en donde se pretendía que las
Universidades se autorregulen sin el ente rector principal del sistema universitario (ósea
sin Minedu), lo cual se puede decir que la calidad del sistema de enseñanza está en la
cuerda floja ¡Se debe hacer algo al respecto!
Por lo dicho, reafirmo mi postura, este reglamento es un atropello al sistema de enseñanza
superior, debido a la desorganización del licenciamiento de cursos universitarios y
rebajamiento del rol de monitoreo adecuado de los centros educativos. Entonces ¿por qué
no anular esta ley del sistema universitario? Debemos recordar que la calidad de la
educación es fundamental para el futuro de nuestra sociedad. Además, se debe abogar por
la transparencia, la calidad y la rendición de cuentas en la educación, para asegurarnos de
que los jóvenes tengan las mejores oportunidades de aprendizaje y crecimiento. La
educación es una inversión en el futuro, y debemos tomar decisiones con sabiduría y
consideración y no pisotearla. Por favor, no nos conformemos con normativas que
arruinan la educación universitaria en el país