Está en la página 1de 2

Haendel

Reporte de lectura elaborado por Juan Antonio Torres Dávila

Otro de los grandes compositores del barroco tardío fue Georg Friedrich Haendel,
nació en Alemania en el mismo año que Bach con sólo cuatro semanas de
diferencia. Era un hombre que gustaba de viajar y plasmo sus vivencias en la
música que componía.
Los primeros años: Alemania e Italia
Nació en la ciudad sajona de Halle en 1685, su padre era cirujano y barbero
y no le gustaba ni tantito que Haendel le tirara a vivir de la música por lo que
intentó persuadirlo muchas veces instándolo a que estudiara leyes. Con esta
situación a Friedrich no le quedo de otra que meter un clavicordio en el desván
donde nadie lo oía. Gracias a una visita en la que Haendel tocó le aconsejaron a
su padre que le permitiera continuar estudiando y de esta forma se hizo alumno de
Zhachow gracias al cual progresó rápidamente como intérprete de violín e
instrumentos de teclas
Londres: Los primeros años
Cuando llegó a Hannover su primera condición fue el poder ausentarse un
año en el que aprendió inglés y perfeccionó técnicas, ya que su primera ópera
Rinaldo fue criticada por ser escrita en italiano y por contener aspectos novedosos
que se consideraron distractores. Como por ejemplo soltar gorriones en una
escena del bosque. Al regresar a Hannover duró aproximadamente un año en el
que compuso dúos instrumentales para la princesa Carolina, volvió a Londres con
la premisa de regresar en un tiempo considerable, Haendel ya nunca regresó
quedándose en Londres para el resto de su vida.
Las aventuras de la ópera
Siendo en esa época la vida operística pobre y azarosa se inició un
movimiento por elevarla sobre una base más firme así que fundaron una
asociación para regular la contratación de cantantes, músicos, escenógrafos, etc.
Denominaron a esta asociación Real Academia de Música. Haendel fue nombrado
director y el 1719 se anduvo recorriendo cortes y centros operísticos de Europa
para contratar cantantes.
El castrati Senesino y la soprano Francesca Cuzzoni fueron nombres que
destacaron en la segunda temporada de óperas llevando a este arte a un nivel
desconocido hasta entonces. Con su ópera Giulio Cesare Haendel muestra el
mejor ejemplo de la ópera seria del barroco tardío. Por medio de recitativos se
relatan sucesos de la campaña militar de Julio César en Egipto y su relación con
Cleopatra.
La transición al oratorio
En continuas ocasiones otros músicos tomaban música de Haendel y la
interpretaban como si fuera propia, ante esto y la ausencia de regulación legal al
respecto el compositor optaba por recomponer sus piezas, agrandándolas y
perfeccionándolas aun más. El éxito que logró con esas obras le abrió la
perspectiva hacia el futuro llegando a crear el oratorio Deborah que basó en una
historia bíblica y que representó durante épocas de cuaresma cuando las óperas
estaban prohibidas. Otro de sus oratorios más famosos es El Mesías para la cual
se pidió a los hombres que asistieran hacerlo sin espadas y a las mujeres llevar
sus vestidos sin tontillos para dar espacio a más personas. El Mesías no solo ha
llegado a ser la obra más admirada de Haendel si no la obra coral mejor valorada
de la lengua inglesa.

También podría gustarte