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Elegía

Yo quiero ser llorando el hortelano


de la tierra que ocupas y estercolas,
compañero del alma, tan temprano.
Alimentando lluvias, caracolas
y órganos mi dolor sin instrumento.
A las desalentadas amapolas
Daré tu corazón por alimento.
Tanto dolor se agrupa en mi costado,
que por doler me duele hasta el aliento.
Un manotazo duro, un golpe helado,
un hachazo invisible y homicida,
un empujón brutal te ha derribado.
No hay extensión más grande que mi herida,
lloro mi desventura y sus conjuntos
y siento más tu muerte que mi vida.
Ando sobre rastrojos de difuntos,
y sin calor de nadie y sin consuelo
voy de mi corazón a mis asuntos.
Temprano levantó la muerte el vuelo,
temprano madrugó la madrugada,
temprano estás rodando por el suelo.
No perdono a la muerte enamorada,
no perdono a la vida desatenta,
no perdono a la tierra ni a la nada.
En mis manos levanto una tormenta
de piedras, rayos y hachas estridentes
sedienta de catástrofes y hambrienta.
Quiero escarbar la tierra con los dientes,
quiero apartar la tierra parte a parte
a dentelladas secas y calientes.
Quiero minar la tierra hasta encontrarte
y besarte la noble calavera
y desamordazarte y regresarte.
Volverás a mi huerto y a mi higuera:
por los altos andamios de las flores
pajareará tu alma colmenera
de angelicales ceras y labores.
Volverás al arrullo de las rejas
de los enamorados labradores.
Alegrarás la sombra de mis cejas,
y tu sangre se irán a cada lado
disputando tu novia y las abejas.
Tu corazón, ya terciopelo ajado,
llama a un campo de almendras espumosas
mi avariciosa voz de enamorado.
A las aladas almas de las rosas
del almendro de nata te requiero,
que tenemos que hablar de muchas cosas,
compañero del alma, compañero.

Autor: Miguel Hernández


Miguel Hernández
Miguel Hernández Gilabert. (Orihuela, 30 de octubre de
1910 - Alicante, 28 de marzo de 1942). Poeta y
dramaturgo español.
De familia humilde, tiene que abandonar muy pronto la
escuela para ponerse a trabajar; aun así desarrolla su
capacidad para la poesía gracias a ser un gran lector de la
poesía clásica española. Forma parte de la tertulia literaria
en Orihuela, donde conoce a Ramón Sijé y establece con él
una gran amistad.
A partir de 1930 comienza a publicar sus poesías en
revistas como El Pueblo de Orihuela o El Día de Alicante.
En la década de 1930 viaja a Madrid y colabora en
distintas publicaciones, estableciendo relación con los
poetas de la época. A su vuelta a Orihuela redacta Perito
en Lunas, donde se refleja la influencia de los autores que
lee en su infancia y los que conoce en su viaje a Madrid. 

Ya establecido en Madrid, trabaja como redactor en el


diccionario taurino de Cossío y en las Misiones
pedagógicas de Alejandro Casona; colabora además en
importantes revistas poéticas españolas. Escribe en estos
años los poemas titulados El silbo vulnerado e Imagen de
tu huella, y el más conocido El Rayo que no cesa (1936).
Toma parte muy activa en la
Guerra Civil española, y al
terminar ésta intenta salir del país
pero es detenido en la frontera
con Portugal.  Condenado a pena
de muerte, se le conmuta por la
de treinta años pero no llega a
cumplirla porque muere de
tuberculosis el 28 de marzo de
1942 en la prisión de Alicante.
Durante la guerra
compone Viento del
pueblo (1937) y El hombre acecha (1938) con un estilo
que se conoció como “poesía de guerra”. En la cárcel
acabó Cancionero y romancero de ausencias (1938-1941).
En su obra se encuentran influencias de Garcilaso,
Góngora, Quevedo y San Juan de la Cruz.
Canción amarga
¡Ay! ¡Juguemos, hijo mío, 
a la reina con el rey! 

Este verde campo es tuyo. 


¿De quién más podría ser? 
Las oleadas de la alfalfa 
para ti se han de mecer. 

Este valle es todo tuyo. 


¿De quién más podría ser? 
Para que los disfrutemos 
los pomares se hacen miel. 

(¡Ay! ¡No es cierto que tiritas 


como el Niño de Belén 
y que el seno de tu madre 
se secó de padecer!) 

El cordero está espesando 


el vellón que he de tejer. 
Y son tuyas las majadas, 
¿De quién más podrían ser? 

Y la leche del establo 


que en la ubre ha de correr, 
y el manojo de las mieses 
¿de quién más podrían ser? 

(¡Ay! ¡No es cierto que tiritas 


como el Niño de Belén 
y que el seno de tu madre 
se secó de padecer!) 

¡Sí! ¡Juguemos, hijo mío, 


a la reina con el rey!

Autor: Gabriela Mistral


Gabriela Mistral
Hija de Juan Jerónimo Godoy Villanueva, profesor de ascendenciadiaguita,5
y de Petronila Alcayaga Rojas, de ascendencia vasca,6 Gabriela Mistral nació
en Vicuña, ciudad en la que hoy existe un museo7 dedicado a ella en la calle
donde nació y que actualmente lleva su nombre. A los diez días sus padres se
la llevaron a La Unión (Pisco Elqui), pero su «amado pueblo», como ella
misma decía, era Montegrande, donde vivió de los tres a los nueve años, y
donde pidió que le dieran sepultura.
Sus abuelos paternos, oriundos de la actual región de Antofagasta, fueron
Gregorio Godoy e Isabel Villanueva; y los maternos, Francisco Alcayaga
Barraza y Lucía Rojas Miranda, descendientes de familias propietarias de
tierras del valle de Elqui. Gabriela Mistral tuvo una media hermana, que fue
su primera maestra, Emelina Molina Alcayaga, y cuyo padre fue Rosendo
Molina Rojas.
Casa-escuela de Montegrande.

Aunque su padre abandonó el hogar cuando ella tenía aproximadamente tres


años, Gabriela Mistral lo quiso y siempre lo defendió. Cuenta que
«revolviendo papeles», encontró unos versos suyos, «muy bonitos». «Esos
versos de mi padre, los primeros que leí, despertaron mi pasión poética»,
escribió.8
A los 15 años se enamoró platónicamente de Alfredo Videla Pineda, hombre
rico y hermoso, más de 20 años mayor que ella, con el que se carteó durante
casi año y medio. En 1906 conoció a Romelio Ureta, un funcionario de
ferrocarriles. Este sacó un dinero de la caja del ferrocarril donde trabajaba
con el fin de ayudar a un amigo; como no lo pudo devolver, Ureta se suicidó
en 1909. Más tarde ―a raíz de su triunfo en los Juegos Florales con Sonetos
de la muerte, versos que relacionaron con el suicida― nació el mito, que
tuvo amplia difusión, del gran amor entre ambos.
En 1904, comenzó a trabajar como profesora ayudante en la Escuela de
la Compañía Baja (en La Serena) y empezó a mandar colaboraciones al
diario serenense El Coquimbo. Al año siguiente continuó escribiendo en él y
en La Voz de Elqui, de Vicuña.9
Desde 1908 fue maestra en la localidad de La Cantera y después en Los
Cerrillos, camino a Ovalle. No estudió para maestra, ya que no tenía dinero
para ello. Quiso ingresar en una escuela normal de la que fue excluida por
perjuicios religiosos.10 Posteriormente, en 1910, convalidó sus
conocimientos ante la Escuela Normal № 1 de Santiago y obtuvo el título
oficial de «profesora de Estado», con lo que pudo ejercer la docencia en el
nivel secundario. Este hecho le costó la rivalidad de sus colegas, ya que este
título lo recibió mediante convalidación de sus conocimientos y experiencia,
sin haber concurrido al Instituto Pedagógico de la Universidad de Chile.11
Posteriormente su valía profesional quedó
demostrada al ser contratada por el Gobierno
de México para asentar las bases de su nuevo
sistema educacional, modelo que actualmente
se mantiene vigente casi en su esencia, pues
solo se le han hecho reformas para
actualizarlo.
SIEMPRE TÚ
Entre el mínimo incendio de la rosa
y la máxima ausencia del lucero,
se quedó tu recuerdo prisionero
viviendo en cada ser y en cada cosa.

Te recuerdo en la cita milagrosa


que se dan la mañana y el jilguero,
y en el aire, traslúcido tablero
Donde escribe en color la mariposa.

Todo me habla de ti. Sobre la brisa


Persiste la nostalgia de tu risa
como una dulce música remota.

En los labios tu nombre me florece,


y al saberte lejana, me parece
que me bebo tu ausencia gota a gota.

Autor: Jorge Robledo Ortiz


Jorge Robledo Ortiz
Jorge Robledo Ortiz (Santa Fe de Antioquia, 30 de
septiembre de 1917-Medellín, 22 de agosto de 1990), fue
un poeta periodista colombiano. Inició estudios de
ingeniería, que más tarde sustituye por los de Periodismo
y Letras (cursados en España). Sirvió en el Cuerpo
Diplomático colombiano como Embajador en Nicaragua y
ejerció diversos cargos públicos en los ministerios de
Educación y Relaciones Exteriores. Ejerció el periodismo en
rotativos de Cali, Medellín y Bogotá. Poseía numerosas
condecoraciones otorgadas por instituciones cívicas y
culturales, tanto nacionales como extranjeras. Hombre
cristiano, de educación jesuítica, fue laureado como "poeta
mariano" con solemne ceremonia en la Catedral
Metropolitana de Antioquia.

Ganó numerosos certámenes. Presidió numerosas justas


poéticas y Juegos Florales. Correspondía a la vieja imagen
decimonónica del rapsoda popular, declamando en
audiciones de radio y grabando en disco sus propios
poemas. Su poesía, emotiva pero sin exceso de artificio
retórico, afín a la de otros vates del pueblo como Gutiérrez
González y Epifanio Mejía, gozaba de excelente acogida
pública. Se distingue por la exaltación a su amada región
antioqueña, a sus gentes y tradiciones; por la repulsa a
crueldad y despotismo. Ello le valió el honorífico apelativo
de "Poeta de la raza." Posee también abundante creación
de tono intimista y sentimental. El volumen Barrio de
Arriería presenta una antología de sus mejores poemas.
Fue un personaje importante en la literatura.
Poema XX
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Escribir, por ejemplo: “La noche está estrellada,
y tiritan, azules, los astros, a lo lejos.”
El viento de la noche gira en el cielo y canta.
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Yo la quise, y a veces ella también me quiso.
En las noches como ésta la tuve entre mis brazos.
La besé tantas veces bajo el cielo infinito.
Ella me quiso, a veces yo también la quería.
Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos.
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido.
Oir la noche inmensa, más inmensa sin ella.
Y el verso cae al alma como al pasto el rocío.
Qué importa que mi amor no pudiera guardarla.
La noche está estrellada y ella no está conmigo.
Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lo lejos.
Mi alma no se contenta con haberla perdido.
Como para acercarla mi mirada la busca.
Mi corazón la busca, y ella no está conmigo.

La misma noche que hace blanquear los mismos


árboles.
Nosotros, los de entonces, ya no somos los
mismos.
Ya no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise.
Mi voz buscaba el viento para tocar su oído.
De otro. Será de otro. Como antes de mis besos.
Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos.
Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero.
Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido.
Porque en noches como ésta la tuve entre mis
brazos,
mi alma no se contenta con haberla perdido.
Aunque éste sea el último dolor que ella me causa,
y estos sean los últimos versos que yo le escribo.

Autor: Pablo Neruda


LA POESIA
Y fue a esa edad... Llegó la y escribí la primera línea
poesía vaga,
a buscarme. No sé, no sé vaga, sin cuerpo, pura
de dónde tontería,
salió, de invierno o río. pura sabiduría
No sé cómo ni cuándo, del que no sabe nada,
no, no eran voces, no eran y vi de pronto
palabras, ni silencio, el cielo
pero desde una calle me desgranado
llamaba, y abierto,
desde las ramas de la planetas,
noche, plantaciones palpitantes,
de pronto entre los otros, la sombra perforada,
entre fuegos violentos acribillada
o regresando solo, por flechas, fuego y flores,
allí estaba sin rostro la noche arrolladora, el
y me tocaba. universo.

Yo no sabía qué decir, mi Y yo, mínimo ser,


boca ebrio del gran vacío
no sabía constelado,
nombrar, a semejanza, a imagen
mis ojos eran ciegos, del misterio,
y algo golpeaba en mi me sentí parte pura
alma, del abismo,
fiebre o alas perdidas, rodé con las estrellas,
y me fui haciendo solo, mi corazón se desató en el
descifrando viento.
aquella quemadura,

Autor: Pablo Neruda


Pablo Neruda
Pablo Neruda, seudónimo de Ricardo Eliécer Neftalí
Reyes Basoalto (Parral, Región del Maule; 12 de
julio de 1904-Santiago, Región Metropolitana de
Santiago; 23 de septiembre de 1973), fue un poeta
chileno, considerado entre los más destacados e
influyentes artistas de su siglo; «el más grande poeta
del siglo XX en cualquier idioma», segúnGabriel García
Márquez.1

Entre sus múltiples reconocimientos, destacan el Literatura


en 1971 y un doctorado honoris causa por la Universidad
de Oxford. «Ningún poeta del hemisferio occidental de
nuestro siglo admite comparación con él», ha escrito el
crítico literario Harold Bloom,2 quien lo considera uno de
los veintiséis autores centrales del canon de la literatura
occidental de todos los
tiempos.3

Además, fue un destacado


activista político, senador,
miembro del Comité Central
del Partido Comunista,
precandidato a
la presidencia de su país y
embajador en Francia.
En la noche
Esta noche me estiran las calles.
Con amor de hermanas, algo llevan
de mí que es de ellas, mis hermanas.
Y en el hilo de oro de una estrella
–fina escala–
de mi dispara y sube, cautiva de este tiempo
una antigua ilusión que ya olvidaba.

Desde allá abajo asciende el canto de los


gallos
y un aire recién amaneciendo va esponjando
a la tierra.
Ah! el canto de los gallos
donde la noche prolonga su agonía...

Se orquestan en mi pecho todos esos cantos


y son ahora –frente al día–
un clamor de adioses al ensueño.

Autor: Líber Falco


Líber Falco
Líber Falco nació el 4 de octubre de 1906 en Montevideo,
en el barrio Jacinto. Sus primeros versos los escribió a la
edad de dieciséis años.
Siendo hijo de un peón de panadería, alternó por distintos
trabajos, entre los que se encontraron el de empleado de
imprenta, peluquero, vendedor de pan y luego corrector de
pruebas de diarios y libros. Contrajo matrimonio a los 29
años y no tuvo hijos.
Sus intereses literarios fueros variados, destacándose
algunos escritores rusos como Dostoyevski y Tolstói,
franceses como Romain Rolland y gran parte de la poesía
latinoamericana, en particular, la última etapa de César
Vallejo.
A pesar de que la edición de sus textos se realiza en la
década de 1940, es considerado integrante de la
denominada "Generación del centenario" (término referido
al centenario de la independencia uruguaya, es decir a la
generación de artistas que florecieron en 1930). A esta
generación pertenecen Emilio Oribe, Carlos Sabat
Ercasty y Paco Espínola, entre otros.
Sus comienzos literarios pueden
ubicarse hacia 1937 cuando
asume la dirección de la
revista Banderín de la cual se
editaron solo cinco números.
Años después participa también
en varias publicaciones literarias,
como la revista Asir.
Su obra está contenida en los
libros Cometas sobre los
muros de 1940, Equis
andacalles de 1942 y Días y
noches de 1946. El libro que
había comenzado bajo el título de Tiempo y tiempo quedó
inconcluso debido a su fallecimiento. El mismo fue editado
como una obra recopilatorio por un grupo de sus amigos
de la revista "Asir".
Sus poemas ejercieron una gran influencia en
generaciones posteriores de artistas uruguayos. Asimismo,
los mismos han sido fuente de numerosas canciones
interpretadas por artistas de la talla de Eduardo Larbanois
y Mario Carrero, Abel García, Eduardo Darnauchans, Jorge
Lazaroff, Jorge Bonaldi y Daniel Viglietti entre muchos
otros.
Sucesiva
Déjame acariciarte lentamente,
déjame lentamente comprobarte,
ver que eres de verdad, un continuarte
de ti misma a ti misma extensamente.

Onda tras onda irradian de tu frente


y mansamente, apenas sin rizarte,
rompen sus diez espumas al besarte
de tus pies en la playa adolescente.

Así te quiero, fluida y sucesiva,


manantial tú de ti, agua furtiva,
música para el tacto perezosa.

Así te quiero, en límites pequeños, aquí y allá,


fragmentos, lirio, rosa,
y tu unidad después, luz de mis sueños.

Autor: Gerardo Diego


Gerardo Diego
Nació el 3 de octubre de 1896 en Santander. Fue alumno de la Universidad de
Deusto donde estudió la carrera de Filosofía y Letras, y donde conoció a quien
sería después un amigo esencial en su vida literaria, Juan Larrea. Finalizada la
carrera, se doctoró en Madrid. Desde 1920 fue catedrático de Lengua y Literatura
en institutos de Soria, Gijón, Santander y Madrid. En Santander dirigió dos de las
más importantes revistas del 27, Lola y Carmen. Fue uno de los principales
seguidores de la vanguardia poética española, y en concreto del ultraísmo y
del creacionismo. En 1925 obtuvo el Premio Nacional de Literatura. Según lo
explicó el diario ABC en su edición de 10 de junio de 1925:

Elaboró las dos versiones de la famosa Antología de poesía que dio a conocer a los
autores de la Generación. Como profesor, dio cursos y conferencias por todo el
mundo. Fue además crítico literario, musical y taurino y columnista en varios
periódicos. Se casó en el año 1934, y al año siguiente se traslada como
catedrático al Instituto de Santander. Su tarea poética se sigue completando con
sus estudios sobre diferentes temas, aspectos
y autores de la literatura, con su labor de
conferenciante y su destacada crítica musical,
realizada desde diferentes periódicos.

La Guerra Civil estalla cuando se halla de


vacaciones en Sentaraille (Francia). A
diferencia de gran parte de sus compañeros,
Gerardo Diego tomó partido por el bando
sublevado y permaneció, por tanto, en España
al finalizar la misma. Finalizada la contienda,
se traslada al Instituto Beatriz Galindo de
Madrid, en el que permanecería hasta su
jubilación. Durante la guerra y la posguerra,
son además frecuentes en la obra de Diego los
poemas políticos en defensa de los sublevados
y de los voluntarios falangistas de la División
Azul.
LA EXORCISTA 
Mi vida parece sin misterio y

monótona

a quienes me ven

de paso a la oficina

en las mañanas apuradas.

La verdad es muy distinta.

Cada noche debo salir a pelear

contra un espíritu malvado

que, valiéndose de

disfraces -perro, grillo,

nube, lluvia, vago,

ladrón- trata de

infiltrarse en la ciudad

para estropear la vida humana

sembrando

la discordia.

A pesar de sus disfraces yo

siempre lo descubro

y lo espanto.

Nunca ha conseguido engañarme

ni vencerme.
Gracias

a mí, en esta ciudad

todavía es posible

la felicidad.

Pero los combates nocturnos me

dejan exhausta y magullada.

En pago de mis

refriegas contra el enemigo,

les pido unas sobras

de afecto y amistad.

Autor: Mario Vargas Llosa


Mario Vargas Llosa
Jorge Mario Pedro Vargas Llosa (Arequipa, 28 de marzo de 1936),Marqués de
Vargas Llosa,12 conocido como Mario Vargas Llosa, es un escritor peruano que
cuenta también con la nacionalidad española desde 1993. Considerado uno de los
más importantes novelistas y ensayistas contemporáneos, su obra ha cosechado
numerosos premios, entre los que destacan el Nobel de Literatura 2010,
el Cervantes (1994) —entendido como el más importante en lengua castellana—,
el Premio Leopoldo Alas (1959), el Biblioteca Breve (1962), el Rómulo
Gallegos (1967), el Príncipe de Asturias de las Letras (1986) y
el Planeta (1993) entre otros. Desde 2011 recibe el tratamiento protocolar
de Ilustrísimo señor al recibir de Juan Carlos I de España el título de Marqués de
Vargas Llosa.

Vargas Llosa alcanzó la fama en la década de 1960 con novelas como: La ciudad y


los perros (1962), La casa verde (1965) y Conversación en La Catedral (1969).
Continúa escribiendo prolíficamente en una serie de géneros, incluyendo la crítica
literaria y el periodismo. Entre sus novelas se encuentran comedias,
novelas policiacas, históricas y políticas. Varias de ellas, como Pantaleón y las
visitadoras (1973) y La fiesta del Chivo (2000), han sido adaptadas y llevadas al
cine.

Muchas de las obras de Vargas Llosa están influidas por la percepción del escritor
sobre la sociedad peruana y por sus propias experiencias como peruano; sin
embargo, de forma creciente ha tratado temas de otras partes del mundo. Desde
que inició su carrera literaria en 1958 reside en Europa(entre España, Gran
Bretaña, Suiza y Francia) la mayor parte del tiempo, de modo que en su obra se
percibe también una cierta influencia
europea.

Al igual que otros autores


hispanoamericanos, ha participado en
política, pero él, a diferencia de los
anteriores hispanos galardonados por la
Academia, es defensor de las
ideas liberales. Fue candidato a la
presidencia en las elecciones de
1990 por la coalición política de
centroderecha 

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