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Resumen del libro: La guitarra: historia organología y

repertorio
Presenta: Juan Antonio Torres Dávila

En un principio el libro nos habla acerca de la existencia de instrumentos de cuerda desde


tiempos inmemoriales ya que mucho antes de que apareciera el término guitarra
representaciones de instrumentos de cuerda, la más antigua representación la hallamos en
unas tablillas sumerias de cerca del año 3000 antes de Cristo.

Más tarde en el capítulo I se nos da una panorámica vihuela y la guitarra así como el
laúd en la época del Renacimiento misma que el autor describe pero histórico que no tuvo
la misma duración en todos los países, en él Dios dejó de ser el centro de toda creación
artística para dejar ese protagonismo al ser humano. Describe el autor que en esta época la
música para vihuela, laúd y guitarra fue frecuentemente constituida con préstamos de
música vocal, a esas adaptaciones las denominaron como “intabulaciones”, también se
escribían piezas sobre los bajos ostinatos, a todos así como piezas de carácter
improvisatorio. Es importante destacar ya en el tema de la guitarra que hasta el siglo XVI
se han encontrado diversos instrumentos que la preceden por ejemplo la guitarra morisca y
la guitarra Latina. Por su parte la vihuela que no tiene un origen del todo claro pero de la
cual puede afirmarse que sus antecedentes más inmediatos se encuentran en la edad media
y son las violas y las guitterns. Del laúd menciona que fue introducido en Europa por los
árabes tras la invasión de la península Ibérica en el año 711 y se cree que fue Ziryab quien
trajo el instrumento a la península, el nombre deriva de la palabra “UD” qué significa
madera o rama. Como ningún laúd anterior a 1500 ha sobrevivido se debe recurrir a la
iconografía y a los documentos escritos de información.

Ahora bien, si hablamos de repertorio de guitarra encontraremos nombres


destacados como el de Alonso Mudarra quién escribió 3 libros de música en cifra para
vihuela, también encontramos el nombre de Miguel de Fuenllana con su libro Orphenica
Lira. En cuanto al repertorio de vihuela destaca el nombre de Luys Milán con sus obras
“Libro de Motes” y el “libro de música para vihuela de mano” también conocido como “El
maestro”. Otro nombre importante es el de Luis de Narváez quien publicará su obra titulada
“Los 6 libros del Delphin”.

En cuanto al repertorio de laúd se conservan manuscritos de Vincenzo Capirola, otro


nombre que destaca el autor es el de Vincenzo Galilei quien fuera padre del astrónomo
Galileo Galilei y autor de la importante obra “Il fromino dialogo”.

Ya en el capitulo II el autor nos sitúa en la época del barroco y la guitarra de cinco


órdenes, él ubica este periodo entre los años 1600 y 1750 año de la muerte de Bach y
aunque en aquella época la palabra barroco se usaba en un tono despectivo para calificar el
arte en el siglo XIX se revalorizó la música y las demás artes del pasado llamando
“barroco” a todo ese periodo sin el tono despectivo original.
Concretándose a la música barroca se puede decir que según el método compositivo
que se utilizara la música instrumental del barroco se podía clasificar en piezas fugadas,
piezas tipo canzona, piezas con una melodía sobre un bajo dado, danzas y otras piezas con
ritmo de baile, así como otras piezas en estilo improvisado. También es destacable que
divide el periodo barroco en tres partes, el primer periodo en el que aún se continúan
usando formas renacentistas pero dentro del nuevo estilo, el barroco medio en el que existe
una especie de reacción en contra de la ausencia de continuidad de la música del primer
periodo y en la que se simplifica la melodía y unifica el flujo rítmico buscando fraseos más
largos y finalmente el tercer periodo en el que se produce el asentamiento definitivo de la
tonalidad, lo que dio paso al empleo de las progresiones de acordes, a los acordes de
séptima y a la absorción de la tonalidad por el contrapunto.

Con las nuevas ideas del barroco, la guitarra renacentista de cuatro órdenes
experimentó en España una transformación que daría lugar a la guitarra barroca, de la cual
la principal transformación fue el aumento de un orden de cuerdas en los graves y debido a
su origen español se le conoció como guitarra española.

Mientras que la vihuela de mano qué tanta importancia tuvo en el renacimiento en


España desapareció paulatinamente el laúd estuvo presente en Europa durante todo el
barroco y aunque fue perdiendo importancia muchos compositores escribieron música para
él.

En el capítulo 3 el autor nos instruye acerca del periodo clásico-romántico partiendo


del siglo XVIII que fue una época de transformaciones con grandes desigualdades
económicas y el deseo de cambios políticos que desembocarían en la revolución en la
revolución francesa. La influencia de la mentalidad de la ilustración, así como los cambios
que trajo la invención de la máquina de vapor en 1769 por James Watt haciéndose un
desarrollo industrial sin precedentes, la concentración de población en grandes ciudades así
como el intercambio de ideas políticas y religiosas introdujo consigo grandes
acontecimientos sociales.

En la música el bajo continuo fue desapareciendo poco a poco dejando una armonía
sencilla y una melodía asimétrica perfectamente construida que utilizaba como
acompañamiento patrones entre los que podemos destacar el Bajo Alberti. Asimismo, el
auge del comercio musical favoreció la mejora de la imprenta y el aumento de las ediciones
musicales de tipo pedagógico, así, el periodo conocido como clasicismo (que abarca
aproximadamente de 1770 a 1820) se convirtió en una era cosmopolita en la que hubo una
progresiva popularización del arte pretendiéndose que la música alcanzará el nivel del
lenguaje universal. Es en este nuevo estilo que la creación y desarrollo de la forma sonata
surge.

Concretándonos en la música para guitarra entre la época del clasicismo y el


romanticismo los cambios sufridos en el repertorio de guitarra se debieron a 2 causas
principales una los cambios organológicos del instrumento y la otra los cambios sociales, a
pesar de ser un instrumento que contaba con un gran número de ejecutantes los grandes
compositores no escribieron música para guitarra. El primer tratado de guitarra de 6
órdenes que conocemos en la actualidad en España fue obra de Juan Antonio Vargas y
Guzmán y se titula “Explicación de la guitarra”.

Cabe destacar que de la guitarra la forma más utilizada fue el “tema con
variaciones”, una forma que estuvo muy de moda sobre todo en Viena. Sor fue uno de los
grandes representantes de este tipo formal en la primera en la primera mitad del siglo XIX y
en la segunda mitad podemos nombrar a Julián Arcas como uno de los más prolíficos
autores de estas piezas.

Pasando el capítulo cuatro nos habla sobre la primera mitad del siglo a lo que
denomina como la guitarra moderna. Es en el siglo XX precisamente cuando la guitarra
reciba sus mayores reconocimientos a pesar de haber estado presente en todas las épocas.
Ya consumado en estos años el romanticismo en su forma extrema los compositores buscan
objetivos que resultan más compatibles con el sonido de la guitarra así por ejemplo
Debussy en su obra Estampes de 1903 evoca el sonido de la guitarra en la pieza titulada
“La soirée dans Grénade”. Es importante destacar que si hay una obra a través de la cual la
guitarra entró definitivamente en el siglo XX esta es Hommage pour le Tombeau de Claude
Debussy, que Manuel de Falla dedica al guitarrista catalán Miguel Llobet en el año 1920.
Por otro lado, el trabajo guitarrístico de Tárrega logró reunir un repertorio importante
ampliando el hasta entonces conocido. Andrés Segovia a quien puede considerarse el
guitarrista más conocido del siglo XX transportó a la guitarra a una nueva dimensión.
Durante la primera mitad del siglo otros nombres importantes en este desarrollo fueron los
de Villalobos, Tedesco, Rodrigo, etc. Indispensable es señalar también el desarrollo de la
guitarra en América en cuyo continente aparecieron guitarristas y compositores de la talla
de Villalobos y Ponce este último muy ligado a Andrés Segovia a quien le realizó
importantes aportaciones al repertorio de la guitarra. Otros nombres de peso en el desarrollo
del instrumento son Guido Santórsola (uruguayo) Carlos Guastavino (argentino) así como
Astor Piazzolla, también argentino.

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