LA ESCUELA FRANCO FLAMENCA

Reporte de lectura elaborado

por Juan Antonio Torres Dávila

Según menciona E. Casares florece en las actuales Bélgica, Holanda y Norte de Francia. Es
la más importante al comienzo del Renacimiento y a través de ella hay una evolución en la
polifonía en toda Europa. El florecimiento de esta escuela coincide con un numeroso
renacer de todas las artes en esta región.
Surgen dos generaciones de músicos de gran valía, en la primera esta Gillermo
Dufay (1400-1474) y Gilles Binchois (1400-1460) Dufay cultiva el motete y la misa, sobre
todo cuando esta en Roma. En la segunda generación hay músicos de gran talla como
Johannes Ockeghem (1420-1495) Obrecht (1430-1505) y principalmente Josquin des Prés
(1440-1521) quien labora en las cortes de los Sforza de Roma y otras ciudades como Milán.
Es un maestro insuperable en tratar de transmitir a través de la música las ideas del texto.
Se le valora como una de las cumbres de la música del Renacimiento por sus motetes y
misas.
Aparte de ellos la escuela Franco Flamenca sigue produciendo otra abundante serie
de músicos que trabajan en Italia como Enrique Isaac (1450-1517) Alejandro Agricola
(1446-1506).
La guía Akal por su parte menciona que en la corte de Borgoña germinó un
esplendido ambiente cultural al calor del mecenas Felipe el Bueno. Entre los compositores
de la escuela borgoñona se encontraba Dufay quien fuera la figura más representativa de
este período y que nació en la región de Cambrai al norte de Francia, pasó varios años en
Italia, siendo un viajero incansable, su posición era muy apropiada para llevar a cabo la
fusión del estilo medieval tardío de su Francia natal y el temprano estilo renacentista
italiano.
Aproximadamente hay doscientas obras conservadas de este compositor en las que
se incluyen composiciones polifónicas completas para el “ordinarium” además de otras
composiciones litúrgicas.
El genio de Dufay alcanza su cima en la música sacra pero también fue uno de los
más grandes compositores de “Chansons” polifónicas del siglo XV.
Si hablamos de “Chansons” hubo un compositor que quizás se igualó a Dufay
además de ser su contemporáneo, se llamaba Gilles de Bins conocido como Binchois. Era
franco- flamenco y pasó alrededor de treinta años en Borgoña al servicio de Felipe el
bueno, es muy conocido por sus numerosas chansons que reflejan un mayor gusto por lo
popular que las de Dufay.
Posterior a estos dos músicos tenemos a Johannes Ockeghem quien fue otro franco-
flamenco y puede ser que haya recibido enseñanzas de Binchois. Fue muy apreciado por su
espléndida voz de bajo como por sus composiciones. Su muerte fue muy lamentada entre
los artistas de la época. Célebre por su ingenioso uso del canon en sus misas y motetes.
Por su parte Josquin des Prés quien fuera alumno de Ockeghem y que era francés,
pasó la mayor parte de su vida adulta en Italia, primero como cantor de la catedral de Milán
y después al servicio de la poderosa familia Sforza que gobernaba Milán.
Sus experiencias en Italia lo pusieron en contacto con un estilo más flexible y fluido
que el de sus antecesores influenciado por formas profanas más ligeras. Fue muy prolífico y
su producción muy variada, las misas ocupan gran parte de su producción, aunque también
escribió motetes y canciones profanas, la mayoría con texto en francés.
El motete de Josquin suena muy diferente a los del siglo XIV, sus ritmos son
variados, las melodías son más fluidas y variadas y la armonía es más rica, los intervalos
son más sonoros y las progresiones de acordes discurren con más naturalidad.