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Supremacía del ser humano frente a la religión

En la Edad Moderna el hombre las cuestiones humanas y naturales empiezan a adquirir una
gran importancia dentro del debate filosófico; esto hace que los aspectos religiosos empiecen
a formar un segundo plano pero sin llegar a desaparecer del todo. Este cambio viene dado por
la nueva ciencia promovida por Galileo que aboga por una interpretación mecanicista de la
realidad aportando datos seguros e indudables.

Esta nueva concepción científica influye a las corrientes filosóficas que empiezan a
replantearse aspectos de sí mismos y de la realidad que puedan ser verificables y
comprobados científicamente.

Aparece la teoría del conocimiento o gnoseología

Esto significa que la realidad primitiva y medieval de la ontología deja paso a una nueva
corriente en la que se reflexiona sobre la realidad, no se da por hecho ni se acepta como tal,
sino que se convierte en un objeto filosófico abierto al debate y al intercambio de opiniones.

Este es el motivo por el cual muchos filósofos de la filosofía moderna empezarán a


cuestionarse nuestras capacidades sensoriales y cognoscitivas que nos permiten comprender
realmente nuestro entorno.

Nuevo concepto de "verdad"

Anteriormente, la verdad era todo aquello que era real: la naturaleza, el ser humano, etc. Pero
en la Edad Moderna, esta concepción cambia porque la verdad ya no es lo que hay en nuestro
exterior sino que, ahora, la verdad se encuentra en nuestra mente, en nuestro intelecto.
Nosotros somos los que tenemos la propiedad del conocimiento y, por tanto, tenemos la
capacidad de alcanzar la realidad suprema.

El racionalismo y la filosofía moderna

Para empezar este resumen corto de la filosofía moderna tenemos que prestar atención a una
de las primeras corrientes filosóficas que tuvieron lugar en esta época: el racionalismo. Esta
actitud filosófica confía plenamente en la capacidad de razonar del ser humano. Esta corriente
nación en la Francia del XVII y se difundió por toda Europa con una premisa básica: las ideas
del pensamiento son la base de la realidad y no la información que recibimos mediante los
sentidos.

El autor principal de la filosofía moderna racionalista fue Descartes que junto a otros
pensadores como Spinoza y Leibniz consiguieron posicionar en una situación central al ser
humano y su capacidad para pensar, reflexionar y razonar lo que se recibe a través de los
sentidos. Este pensamiento basa en diferentes doctrinas que resumimos de esta forma:

 Ideas innatas: Descartes y todos los racionalistas consideraban que el ser humano
contenía un cúmulo de ideas de forma innata en su mente y, estas, eran el punto de
partida del conocimiento.

 Pensamiento y realidad: consideraban que existía una relación directa entre el


pensamiento humano y la realidad creyendo que nuestra mente tenía la capacidad
natural de conocer la realidad si sabíamos cómo usarla.

 Conocimiento deductivo: es decir, tal y como se establece el conocimiento en ciencias


como las matemáticas, los racionalistas creían que para poder averiguar el
funcionamiento del mundo teníamos que partir de las premisas de una idea para, así,
llegar a sus conclusiones. Si la premisa resultaba ser verdadera, entonces la conclusión
también lo sería aunque no hubiera manera de probarlo.

 Exclusión de la experiencia: los racionalistas NO experimentaron sus propias tesis de


forma real sino que, únicamente, realizaban su debate mediante la razón, las ideas y el
pensamiento ya que consideraban que si lograban pensar de forma correcta, hallarían
la auténtica realidad.

La filosofía moderna y el empirismo

Continuamos con nuestro resumen breve de la filosofía moderna para, ahora, hablar de la
corriente empírica. Esta palabra procede del griego "empeiría" y se refiere a la experiencia,
aquello experimentado; así pues, podemos deducir que esta doctrina se basa en la necesidad
de la experimentación para poder conocer la realidad. Esta experiencia puede ser tanto de
sentido psicológico, es decir, que vamos teniendo conocimiento a medida que tenemos
experiencia, como epistemológico, es decir, que legamos al conocimiento después de haberlo
experimentado personalmente.

Uno de filósofos de la Edad Moderna empíricos que más destaca es Francis Bacon. Bacon
defendía el razonamiento inductivo, es decir, lo contrario que los racionalistas que, como
hemos dicho antes, defendían el deductivo. ¿Y qué significa exactamente este tipo de lógica
inductiva? Pues que era necesario evaluar las pruebas, la experiencia, para poder refutar una
tesis; las pruebas pueden indicarnos qué probabilidad de veracidad tienen los argumentos
propuestos y, por tanto, nos acerca a un mayor conocimiento de la naturaleza.

 Rechazo de las ideas innatas: según el empirismo, el ser humano no tiene ideas de
forma natural sino que las va consiguiendo a medida que va viviendo en el mundo y,
por tanto, va acumulando experiencias.

 El conocimiento procede de la experiencia propia: esta puede ser tanto interna como
externa, pero las propias vivencias en el mundo son las que nos darán nuestra base
filosófica y nos permitirán conocer mejor la naturaleza.

 Importancia de las sentidos: a diferencia de los racionalistas, esta corriente promovía


que los sentidos y sensaciones eran la base del conocimiento porque este comienza
con la propia experiencia.

El idealismo en la filosofía moderna

Y para terminar con el resumen corto de la filosofía moderna vamos a hablarte de la tercera
corriente ideológica que tuvo lugar en este periodo: el idealismo. Este pensamiento se
centraba en considerar que la realidad es algo mental, no existe en nuestro exterior y, por
tanto, esta debe siempre explicarse como "idea".

Se trata de un movimiento metafísico que considera que incluso el ser humano es una idea y,
por tanto, la verdad que tanto estamos buscando no existe más que en nuestra mente. Como
ves, esta concepción rompe totalmente con el realismo y, en parte, también con el empirismo
siendo, así, una auténtica revolución en la historia del pensamiento.
De los autores de la filosofía moderna que defendieron el idealismo destacamos a Kant y a
Hegel. En unPROFESOR te ofrecemos una lección de la filosofía de Immanuel Kant para que
comprendas mejor su aporte a esta ciencia de las ideas.

Las principales características de la filosofía moderna del idealismo son las siguientes:

La realidad es subjetiva: no existe una realidad "extra-mental", es decir, fuera de nuestra


mente. Sí que creen que la reflexión puede ayudarnos a conocer mejor nuestra naturaleza
pero estos pensamientos siempre estarán vinculados a la persona que los está razonando, por
tanto, serán subjetivos.

Teoría del idealismo objetivo: los idealistas creen que la realidad que nos envuelve, los objetos
y las formas, existen porque los pensamos, los adentramos en nuestra mente, es así como su
verdadera esencia aflora. Por tanto, el sujeto es el que construye el objeto de la realidad.

El conocimiento no es la experiencia: porque no es necesario tener experiencias con la realidad


ya que esta forman parte de nuestra mente, de nuestras ideas y de nuestra subjetividad.

Sin embargo, la filosofía de Kant, uno de los máximos representantes de esta escuela, es
distinta a la que hemos indicado pues este filósofo sí que contempla que existe un mundo
exterior, independientemente al hombre; aunque, a diferencia de las otras corrientes, Kant
cree que estos objetos son residuos del idealismo.

La filosofía moderna nace entre los S.XVII-XVIII en Europa, siendo especialmente importante
en Inglaterra, Francia y Alemania. Además, estuvo directamente ligada a toda una serie de
movimientos sociales (la independencia de EE.UU, 1776) y culturales (Ilustración) que
clamaban más libertad y que conllevaron grandes cambios como los iniciados por la
Revolución Francesa (1789).

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