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Pereira, 07 de noviembre 2023

Señor
JUEZ DE TUTELA DE PEREIRA (REPARTO)
E. S. D.

REFERENCIA: ACCIÓN DE TUTELA


ACCIONANTE: CARLOS JOSE LOPEZ TRUJILLO
ACCIONADO: SANITAS EPS - CONFAMILIAR
CARLOS JOSE LOPEZ TRUJILLO identificado con cédula de ciudadanía número
10.198.696 expedida en Belalcazar,Caldas. con todo respeto instauro acción de
tutela en contra EPS SANITAS de conformidad con el artículo 86 de la Constitución
Política de Colombia desarrollado por el decreto 2591 de 1991, basándome en los
siguientes:

HECHOS

1) Desde el 31 de enero del 2023 me remitieron a cirugía general.


2) Pasaron 7 meses y me vio el cirujano general el cual me encontró una
HERNIA INGINAL IZQUIERDA DE APORXIMADAMENTE 12MM.
3) Ya van 3 meses mas y no ha sido posible realizar dicha cirugía.
4) La clínica confamiliar es el prestador para realizar dicho procedimiento y
hasta la fecha no hemos recibido respuesta alguna.
5) Esto esta afectando mi diario vivir ya que me duele al hacer ejercicio.
6) Esto afecta mi diario vivir.

PRETENSIONES

1) TUTELAR los derechos fundamentales a la DIGNIDAD HUMANA, VIDA,


SALUD Y MINIMO VITAL de CARLOS JOSE LOPEZ TRUJILLO
2) ORDENAR a EPS SANITAS y a CONFAMILIAR se realice dicha cirugía.

FUNDAMENTOS JURÍDICOS

Objeto de la acción de tutela

En su artículo 86 la Constitución Política de 1991 consagró la acción de tutela


como un mecanismo al cual tiene acceso toda persona para reclamar en cualquier
momento y lugar la protección inmediata de sus derechos fundamentales en el
evento en que éstos resulten vulnerados o amenazados por la acción o la omisión
de cualquier autoridad pública o de particulares en los casos establecidos en la
ley; precepto constitucional que está desarrollado en el artículo 5º del Decreto
2591 de 1991.

Conforme a tales preceptivas, la procedencia del mecanismo de amparo


constitucional exige que exista alguna acción u omisión atribuible al sujeto pasivo
de la acción, de tal manera que sea posible analizar si aquélla ha comportado una
vulneración o amenaza de los derechos fundamentales de quien acciona en tutela.

Entonces, cuando se aduce la vulneración de derechos fundamentales es


menester acreditar que la entidad contra quien se eleva la acción ha incurrido en
una acción u omisión que pone en peligro tales derechos al negarse a prestar
uno de los servicios que constitucional y legalmente está llamada a brindar, pues
de ello depende que la tutela sea procedente.

DERECHOS FUNDAMENTALES VIOLADOS

La dignidad humana

Consagrada como principio en el artículo 1° de la Constitución Política, según el


cual la vida no implica la mera subsistencia sino que, además, su ejercicio está
supeditado a unas reglas mínimas que hagan la vida lo más llevadera posible en
un rango de normalidad, como reiteradamente lo ha puntualizado el Máximo
Tribunal Constitucional, que en sentencia T-1059 de 2006, con ponencia de la
magistrada Clara Inés Vargas Hernández, sostuvo lo siguiente:

“El derecho a la vida no significa la simple posibilidad de existir sin


tener en cuenta las condiciones en que ello se haga, sino que, por el
contrario, supone la garantía de una existencia digna, que implica para
el individuo la mayor posibilidad de despliegue de sus facultades
corporales y espirituales, de manera que cualquier circunstancia que
impida el desarrollo normal de la persona, siendo evitable de alguna
manera, compromete el derecho que establece el artículo 11 de la
Constitución Política”1.

El derecho a la salud

Definido por la Corte Constitucional como “la facultad que tiene todo ser humano
de mantener la normalidad orgánica funcional, tanto física como en el plano de la
operatividad mental, y de restablecerse cuando se presente una perturbación en
la estabilidad orgánica y funcional de su ser” que “implica, por tanto, una acción de
conservación y otra de restablecimiento.”2 Para la jurisprudencia constitucional
“(…) no brindar los medicamentos previstos en cualquiera de los planes
obligatorios de salud, o no permitir la realización de las cirugías [o tratamientos,
exámenes o servicios, por supuesto] amparados por el plan, constituye una
vulneración al derecho fundamental a la salud3”.

Igualmente ha precisado ese alto Tribunal que el derecho a la salud abarca no


sólo los eventos de tratamiento de una enfermedad curable sino también de todo
aquello que permita el ejercicio de una vida digna, porque al “hombre no se le
debe una vida cualquiera, sino una vida saludable” 4 y por ello tiene derecho “a
abrigar esperanzas de recuperación, a procurar alivio a sus dolencias y buscar la
posibilidad de una vida que pueda llevarse con dignidad”5.

1
Sentencia T-1059 de 2006.
2
T-597/93 M.P. Eduardo Cifuentes Muñoz
3
T-736 de 2004.

4
T-494 de 1993
5
T-597 de 2003, T-1218 de 2004, y T-361 de 2007, entre otras.
Sobre el derecho a la salud como derecho fundamental autónomo en relación con
su contenido esencial la Corte Constitucional precisó en sentencia T-575 de mayo
de 2005:

“La Corte ha considerado que existe un derecho fundamental a la salud


como derecho constitucional que (i) funcionalmente está dirigido a
lograr la dignidad humana, y (ii) se traduce en un derecho subjetivo. En
efecto la Corte ha considerado que, en sí mismo, (sin la regulación que
establezca prestaciones y obligados) el derecho a la salud no puede
ser considerado fundamental porque no es un derecho subjetivo. Sin
embargo, “(a)l adoptarse internamente un sistema de salud en el cual
se identifican los factores de riesgo, las enfermedades, medicamentos,
procedimientos y, en general, los factores que el sistema va a atender
para lograr la recuperación y el disfrute del máximo nivel posible de
salud en un momento histórico determinado, se supera la instancia de
indeterminación que impide que el propósito funcional del derecho se
traduzca en un derecho subjetivo”.

“Por consiguiente, puede sostenerse que tiene naturaleza de derecho


fundamental, de manera autónoma, el derecho a recibir la atención de
salud, definidas en el Plan Básico de Salud, el Plan Obligatorio de
Salud y el Plan Obligatorio de Salud Subsidiado, así como respecto de
los elementos derivados de las obligaciones básicas definidas en la
Observación General No 14, del Comité de Derechos Económicos,
Sociales y Culturales de las Naciones Unidas. De conformidad con el
cual el derecho a la salud se estima fundamental; comprende el
derecho al disfrute del más alto nivel posible de salud que le permita
vivir dignamente y la efectividad del derecho se sujeta a la realización
de procedimientos.”

Criterio que reiteró, entre otras, en las sentencias T-760 de 2008 y T-548 de 2011.

La protección reforzada a la salud en sujetos de especial protección


constitucional

Cuando de sujetos de especial protección constitucional se trata y en aras de


proteger y garantizar los derechos fundamentales de quienes por su condición
específica requieren una mayor atención por parte del Estado, nuestra Carta
Política ha determinado que aquellos individuos que por específicas condiciones
particulares se encuentran en situación de debilidad manifiesta son sujetos de
especial protección y debe brindárseles atención prioritaria.

Y por virtud de ese mandato constitucional todas las instituciones involucradas en


la prestación de los servicios de salud están llamadas a evitar que a los sujetos de
especial protección -como son los niños, adultos mayores, discapacitados y
personas con enfermedades de alto costo- les sean afectados sus derechos
fundamentales a la salud, vida, dignidad humana e integridad física. Así, los
sujetos de especial protección constitucional se tornan en una prioridad para todas
las autoridades públicas o privadas que presten servicios públicos como el de la
salud, debiendo evitar éstas que los derechos fundamentales de aquéllos se vean
amenazados o vulnerados mediante sus acciones u omisiones.

Al respecto, la Corte Constitucional precisó en sentencia T-495 de 2010:

“…el Estado tiene el deber de garantizar los servicios de seguridad


social integral a estos, dentro de los cuales se encuentra la atención en
salud”.

“A manera de conclusión tenemos que los adultos mayores y los niños


pertenecen al grupo de sujetos de especial protección constitucional y
sus derechos deben ser protegidos de manera reforzada por el Estado,
porque su situación de debilidad manifiesta los ubica en una posición
de desigualdad material con respecto al resto de la población.”

En el mismo sentido se pronunció en sentencia T-091 de 2011, donde


puntualizó:

“Tratándose de personas en estado de debilidad, sujetos de especial


protección por parte del Estado como es el caso de los niños, los
discapacitados y los adultos mayores (C.P. arts. 13, 46 y 47) la
protección al derecho fundamental a la salud se provee de manera
reforzada, en virtud del principio de igualdad y la vulnerabilidad de los
sujetos enunciados.”

“…tienen derecho a una protección reforzada en salud y, en tal


medida, el Estado y las entidades prestadoras de salud se encuentran
obligadas a prestarles la atención médica que requieran, de
conformidad con lo prescrito por el médico tratante”6.

“(…).

“En consecuencia, “a nivel jurisprudencial se ha reconocido una


protección reforzada del derecho a la salud…que se materializa con la
garantía de una prestación continua, permanente y eficiente de los
servicios de salud que requiera”7.

“En conclusión, una vez reconocida la condición de sujetos de especial


protección…el Estado tiene el deber de garantizarles los servicios de
seguridad social integral, dentro de los cuales se encuentra el servicio
de salud. Bajo este supuesto, la acción de tutela es el mecanismo
idóneo para materializar el derecho a la salud de dichas personas8.”

Del principio de continuidad del servicio de salud

Para la jurisprudencia constitucional las entidades prestadoras del servicio de


salud no pueden efectuar actos ni incurrir en omisiones que comprometan la
continuidad del servicio y su eficiencia, ya que no es admisible que se niegue la
autorización de exámenes, medicamentos, procedimientos quirúrgicos o
tratamientos que se encuentran en curso, pues ello amenaza los derechos a la
vida y a la integridad física de los afiliados, no solamente cuando se demuestra

6
Sentencia T 018 de 2008, M.P: Jaime Córdoba Triviño
7
Sentencia T 745/09, M.P: Gabriel Eduardo Mendoza Martelo
8
que sin ellos el paciente puede morir, sino cuando se puede ver afectado el estado
de salud del usuario8.

Al respecto, en sentencia T-065 de 2010 dijo la Corte Constitucional:

“Desde sus primeros pronunciamientos, la jurisprudencia de esta


Corporación ha entendido que uno de los principios que gobierna la
prestación de los servicios públicos, como el de salud, es el principio
de continuidad, el cual se encuentra inmerso dentro del principio de
eficiencia. En efecto, en sentencia T-406 de 1993, la Corte señaló que
“El servicio público responde por definición a una necesidad de interés
general; ahora bien, la satisfacción del interés general no podría ser
discontinua; toda interrupción puede ocasionar problemas graves para
la vida colectiva. La prestación del servicio público no puede tolerar
interrupciones”. De igual manera, en posterior desarrollo
jurisprudencial, sentencia SU-562 de 1999, el Tribunal Constitucional
sostuvo: “Uno de los principios característicos del servicio público es el
de la eficiencia. Dentro de la eficiencia está la continuidad en el
servicio, porque debe prestarse sin interrupción”.

“(…) El alcance del principio de continuidad en la prestación del


servicio de salud ha sido progresivamente concretado por la
jurisprudencia de esta Corporación. El criterio de necesidad ha fungido
como pauta para lograr dicho cometido. En sentencia T-829 de 1999 el
Tribunal Constitucional lo definió en los siguientes términos: “Por
necesarios, en el ámbito de la salud, deben tenerse aquellos
tratamientos o medicamentos que de ser suspendidos implicarían la
grave y directa afectación de su derecho a la vida, a la dignidad o a la
integridad física. En este sentido, no sólo aquellos casos en donde la
suspensión del servicio ocasione la muerte o la disminución de la salud
o la afectación de la integridad física debe considerarse que se está
frente a una prestación asistencial de carácter necesario. La
jurisprudencia ha fijado casos en los que desmejorar inmediata y
gravemente las condiciones de una vida digna ha dado lugar a que se
ordene continuar con el servicio”.

DERECHO AL MINIMO VITAL-Se deriva de los principios de Estado


Social de Derecho, dignidad humana y solidaridad Uno de los derechos
más característicos de un Estado Social de Derecho es el mínimo vital.
Según la Corte Constitucional, este derecho se deriva de los principios
de Estado Social de derecho, dignidad humana y solidaridad, en
concordancia con los derechos fundamentales a la vida, a la integridad
personal y a la igualdad. Este derecho adquiere relevancia en
situaciones humanas límites, relativas a la extrema pobreza y la
indigencia, cuando frente a las necesidades más elementales y
humanas, el Estado y la sociedad no responden de manera congruente

Por lo anterior, se solicita al Juez de tutela amparar el derecho al MINIMO VITAL,


como principio constitucional, para CARLOS JOSE LOPEZ TRUJILLO .
PRUEBAS Y ANEXOS

1. Copia simple de mi cédula de ciudadanía.


2. Copia orden medica
3. Copia orden OSC
4. Copia pagos particular de prótesis
JURAMENTO

Para los efectos de que tratan los artículos 37 y 38 del Decreto 2591 de 1991,
manifiesto bajo la gravedad de juramento que no he instaurado una acción de
tutela por los mismos hechos y derechos.

NOTIFICACIONES

las recibiré en mzn 6 casa 36 hacienda cuba, teléfono 3137321337 - 3225974774.

Notificaciones electrónicas: Acepto expresamente notificación por medios


electrónicos del presente derecho de petición basado en el artículo 56 del Código
de Procedimiento Administrativo y de lo Contencioso Administrativo.

Mi dirección electrónica es natalopezcol7@gmail.com

Respetuosamente,

_________________________________
CARLOS JOSE LOPEZ TRUJILLO

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