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REPUBLICA DE COLOMBIA

RAMA JUDICIAL DEL PODER PÚBLICO

JUZGADO PRIMERO CIVIL DEL CIRCUITO DE VILLAVICENCIO

Villavicencio, Veinticuatro de marzo de dos mil veinte (24-03-2020)

RADICACION: 50001400300420200009001

DEMANDANTE: JOSE FRANCISCO MEJIA LOZANO.

DEMANDADO: MEDISALUD UT.

VINUCLADO: DISCOLMEDICA S.A.S.

CLASE DE PROCESO: TUTELA DE SEGUNDA INSTANCIA

1. PETICIÓN DE AMPARO

El ciudadano JOSE FRANCISCO MEJIA LOZANO, actuando en su propio nombre,


pide que se le ampare sus derechos fundamentales de salud en conexidad con el
derecho a la vida en condiciones dignas, que están siendo vulnerados por parte de
sus accionados y con ocasión de los siguientes hechos:

1.1. Aduce que le fue diagnosticada una patología de “TUMOR MALIGNO DE


PRÓSTATA”.

1.2. El galeno tratante le ordeno el medicamento conocido como “LEUPROLIDE


ACETATE DE 45Mg AMPOLLA”, lo cual fuere dispuesto desde el 26 de
diciembre de 2019.

1.3. Se autoriza el medicamento, empero, no se materializa la entrega.


2

1.4. Por tal motivo impetra el amparo y con miras a que se le protejan sus
derechos ius fundamentales, solicitando que se autorice y materialice el
medicamento.

2. DE LA DECISIÓN ADOPTADA POR EL FUNCIONARIO A QUO.

La acción constitucional le correspondió por reparto al juzgado Cuarto Civil


Municipal de Villavicencio (Meta), quien en decisión del pasado 21 de febrero de
cursantes, concedió el amparo y dispuso la entrega de la medicación.

3. DEL MOTIVO DE INCONFORMIDAD CON LA DECISIÓN DE INSTANCIA.

Oportunamente la pasiva impugno la decisión de primer grado manifestando para


el efecto:

3.1. Se ha presentado un hecho superado.

3.2 .La medicación se entrega el día 13 de febrero de 2020, es decir, antes del
proferimiento del fallo de instancia.

3.2. Por tal motivo esa decisión debe ser revocada.

4. CONSIDERACIONES DEL DESPACHO

PARA RESOLVER ESTE CASO

Los derechos a la salud y a la seguridad social, hacen parte de los denominados


derechos de segunda generación, que corresponden al Capítulo II del Título II de la
Constitución Política, “Los derechos económicos, sociales y culturales”.
3

Según lo ha expresado reiterada jurisprudencia constitucional1, estos derechos son


prestacionales propiamente dichos, porque para su efectividad requieren normas
presupuestales, procedimientos y organización, que hagan viable el servicio público
de salud.

Mas sin embargo, la jurisprudencia de la Honorable Corte Constitucional ha sido


reiterativa en manifestar que:

 “la condición meramente programática de los derechos económicos, sociales y


culturales tiende a transmutarse hacia un derecho subjetivo, en la medida en que
se creen los elementos que le permitan a la persona exigir del Estado la obligación
de ejecutar una prestación determinada, consolidándose entonces (el deber
asistencial), en una realidad concreta en favor de un sujeto específico”.2

Luego entonces, los derechos económicos, sociales o culturales se tornan en


fundamentales cuando su desconocimiento pone en peligro derechos de rango
fundamental o genera la violación de éstos, de suerte tal que exista una conexidad
in disoluble entre los citados derechos, pues de desconocerse uno de ellos, de
contera se desconoce la existencia del derecho fundamental.

Así, si se desconoce el derecho a la salud, puede llegar a desconocerse el derecho


a la vida en condiciones dignas, que según nuestra carta fundamental ostenta la
connotación de derecho fundamental, por ser ese derecho el bien jurídico por
excelencia en nuestro ordenamiento, simplemente porque sin vida no existe ningún
otro derecho.

Ahora bien, el artículo 48 de la Carta Política reconoce a la seguridad social como


un servicio público de carácter obligatorio que se presta bajo la dirección, y control
del Estado, con sujeción a los principios de eficiencia, universalidad y solidaridad,
en los términos que establezca la ley. Así mismo, se trata de un derecho
irrenunciable de todos los habitantes según nuestra carta política.

1
Cfr. Corte Constitucional. Ver entre otras, las sentencias T -102 de 1998 y T -
560 de 1998.
2
Al respecto pueden consultarse las sentencias T -108 de 1993, T -207 de 1995
y T-042 de 1996.
4

Por su parte, el artículo 49 de la Constitución dispone que la atención de la salud


es un servicio público a cargo del Estado, que se garantiza a todas las personas en
cuanto al acceso a los servicios de promoción, protección y recuperación de la
salud. Agrega el precepto que corresponde al Estado organizar, dirigir y reglamentar
la prestación de servicios de salud a los habitantes conforme a los principios de
eficiencia, universalidad y solidaridad.

Una de las hipótesis en que los derechos a la seguridad social y a la salud cambian
su carácter programático, e involucran el poder para exigir del Estado el derecho a
la atención, es la del afiliado a una entidad de seguridad social, pues para ello se
ha expedido una reglamentación que orienta la materia.

Empero, en ese caso, para que los derechos a la seguridad social o a la salud se
consideren como derechos fundamentales, es necesario que cumplan los
presupuestos determinados por la jurisprudencia de la Corte Constitucional3, a
saber:

 "primero, que opere en conexión con otro derecho fundamental; segundo,


entendida como la asistencia pública que debe prestarse ante una calamidad que
requiera, de manera grave e inminente la vida humana o la salud; tercero, ante
casos de extrema necesidad, y cuarto, que se pueda prestar de acuerdo con las
posibilidades reales de protección de que disponga el Estado para el caso
concreto." (subrayas fuera del texto).

Ulteriormente, la corte morigero su inicial postura y llego a considerar que la salud


si es un derecho fundamental autónomo, tal y como se deja entrever en la novísima
jurisprudencia que se traduce en la sentencia No T 035/2010, así:

o “Esta corporación ha señalado que el derecho a la salud posee una doble


connotación: (i) como un derecho fundamental y (ii) como un servicio
público y en tal razón se ha considerado que:

o “en materia de amparo del derecho fundamental a la salud por vía de tutela
una vez adoptadas las medidas de orden legislativo y reglamentario
orientadas a determinar cuáles son las prestaciones obligatorias en salud y
a trazar las vías de acceso a la seguridad social, si se cumplen los requisitos
previstos en estos escenarios, todas las personas sin excepción pueden
acudir a la acción de tutela para lograr la efectiva protección de su
derecho constitucional fundamental a la salud cuando quiera que este

3
Corte Constitucional, sentencia No. T -290 de junio 21 de 1994. Magistrado
Ponente Vladimiro Naranjo Mesa.
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derecho se encuentre amenazado de vulneración o haya sido


conculcado.

o Por tal motivo, la jurisprudencia de la Corte Constitucional ha sido


constante y enfática en afirmar que tratándose de la negación de un
servicio, medicamento o procedimiento incluido en el Plan Obligatorio de
Salud (P.O.S.), en el Plan Obligatorio de Salud Subsidiado (POSS), en el
Plan de Atención Básica (PAB), en el Plan de Atención Complementaria
(PAC) así como ante la no prestación de servicios relacionados con la
obligaciones básicas definidas en la Observación No. 14 del Comité de
Derechos Económicos, Sociales y Culturales, puede acudirse directamente
a la tutela para lograr su protección”[7].

o Lo anterior quiere decir que procede el amparo en sede de tutela cuando


resulta imperioso velar por los intereses de cualquier persona que así lo
requiera[8]. En tal sentido, la salud como servicio público esencial a cargo
del Estado, además de regirse por los principios de eficiencia, universalidad
y solidaridad, que consagra expresamente el artículo 49 de la Constitución
Política, debe dar cumplimiento al principio de continuidad, que conlleva
su prestación de forma ininterrumpida, constante y permanente, sin que sea
admisible su interrupción sin la debida justificación constitucional.

o 4.4. En cuanto al principio de continuidad en la prestación del servicio de


salud, esta corporación en Sentencia C-800 de 2003, señaló en qué
eventos son constitucionalmente inaceptables las decisiones de interrumpir
abruptamente el servicio por parte de las entidades prestadoras de salud,
tanto del régimen subsidiado como del contributivo”

Por último, la ley 1751 de 2015 en su artículo 6º consagro que la salud es un


derecho fundamental autónomo.

Establecido entonces, que el derecho a la salud es un derecho fundamental


autónomo, a continuación analizaremos los variados prolegómenos que apareja el
caso a estudio.

4.1. De la presunta lesión a los derechos del actor generada por la dilación en
la materialización de los servicios y procedimientos médicos

Ahora bien, en el caso que nos ocupa, tenemos que un ciudadano que presenta una
afectación en su salud relativa a un “tumor maligno de próstata”, le fue ordenado el
día 26 de diciembre de 2019 el medicamento conocido como “LEUPROLIDE
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ACETATE DE 45Mg AMPOLLA; si bien se emite la autorización pero no hace


entrega oportuna del medicamento, y con ello se fractura la continuidad del servicio
de salud y vulnera gravemente los derechos del actor.

En efecto, la alta colegiatura constitucional en sentencia No T 932 de 1999, con


ponencia del DR CARLOS GAVIRIA DIAZ, sentó el siguiente precedente
jurisprudencial.

 “La Corte reitera su jurisprudencia según la cual, quien presta un servicio de


salud no debe efectuar acto alguno que pueda comprometer la continuidad
del servicio y en consecuencia la eficiencia del mismo. Es obligación primordial,
tanto de las entidades estatales como de los particulares que participen en la
prestación del servicio público de salud, garantizar su continuidad.

 (…)
 No es normal, que se retrase la autorización de cirugías, exámenes o
tratamientos que los médicos recomiendan, pues ello va en contra de los
derechos a la vida y a la integridad física de los afiliados, no solamente
cuando se demuestre que sin ellos el paciente puede morir sino cuando se
extienden injustificadamente tratamientos que son necesarios para recuperar
el restablecimiento de la salud perdida.” (Negrillas y subrayas fuera del texto
original).

Y en la sentencia No T 347 de 1996, con ponencia del DR JULIO CESAR ORTIZ


GUTIERREZ, se adujo lo siguiente:

 “Las entidades públicas y privadas prestadoras de servicios asistenciales de


salud y de seguridad social en salud, deben, directamente o mediante un
tercero, suministrar la atención médica, quirúrgica, hospitalaria y demás
servicios indispensables en los lugares y condiciones que exija el caso
concreto de cada paciente, teniendo muy en cuenta su estado de gravedad;
el Estado es responsable de garantizar que las entidades de previsión social
estén dispuestas en todo momento a brindar atención oportuna y eficaz a
sus usuarios.

 Con el trato diferencial positivo se aplica la filosofía esencial del Estado Social
de Derecho, que se traduce en el deber de proteger a las personas que por
su condición económica, física o mental, se encuentren en circunstancias
de debilidad manifiesta, para hacer que la igualdad sea real y efectiva; por
ello no resultaría eficaz el principio de igualdad, si todas las personas
fueran tratadas de la misma manera, es decir, sin tener en cuenta las
particulares circunstancias en que cada una se encuentra. ”(Negrillas y
subrayas fuera del texto original).

Y para cerrar este ciclo jurisprudencial tenemos lo expuesto en la sentencia T- 027


de 1999, Magistrado Ponente Vladimiro Naranjo Mesa:
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 "La dilación injustificada podría agravar el padecimiento y, eventualmente,


llevar la enfermedad a límites inmanejables donde la recuperación podría
resultar más gravosa o incierta, comprometiendo la integridad personal e,
incluso, la vida del afectado. En consecuencia, es obligación de la entidad
prestadora del servicio, adelantar las gestiones en el menor tiempo posible
para que el usuario no padezca el rigor de su mal, más allá de lo estrictamente
imprescindible."” (Negrillas y subrayas fuera del texto original).

Por ello hemos de colegir sin ambages que la conducta asumida por el ente
accionado resulta a todas luces violatoria de los derechos fundamentales del
promotor del amparo, tanto más, si por mandato del decreto 19 de 2012, en su
artículo 131, el ente demandado supero con creces el término para la entrega del
medicamento.

 “ARTICULO 131. SUMINISTRO DE MEDICAMENTOS


 . Reglamentado por la Resolución Min Salud 1604 de 2013. Las Entidades
Promotoras de Salud tendrán la obligación de establecer un procedimiento de
suministro de medicamentos cubiertos por el Plan Obligatorio de Salud a sus
afiliados, a través del cual se asegure la entrega completa e inmediata de los
mismos.
 En el evento excepcional en que esta entrega no pueda hacerse completa
en el momento que se reclamen los medicamentos, las EPS deberán
 disponer del mecanismo para que en un lapso no mayor a 48 horas se
coordine y garantice su entrega en el lugar de residencia o trabajo si el
afiliado así lo autoriza.
 Lo dispuesto en este artículo se aplicará progresivamente de acuerdo con la
reglamentación que expida el Ministerio de Salud y Protección Social, dentro de
los seis (6) meses siguientes a la entrada en vigencia del presente decreto,
iniciando por los pacientes que deban consumir medicamentos
permanentemente.” (negrillas y subrayas fura del texto original).

No obstante lo anterior, el ente accionado recapacitó y con ello autorizo y materializo


la entrega del medicamento, lo cual pudo acreditar exhibiendo EL ACTA DE
ENTREGA DE MEDICAMENTO visible a folio 38 vto, por medio de la cual el propio
actor el di 13 de febrero de 2020 recibió los mencionados medicamentos, pues no
hay prueba en contrario, ni se ha reargüido de falsa tal acta.

Sobre este punto, la jurisprudencia ha sostenido que en aquellos eventos en los


cuales la pretensión fue satisfecha, la acción de tutela pierde eficacia e
inmediatez y, por ende su justificación constitucional, por lo que el amparo
deberá negarse. Al respecto la Corte ha dicho que:
8

“El objetivo de la acción de tutela, conforme al artículo 86 de la Constitución


Política de Colombia, al Decreto 2591 de 1.991 y a la doctrina constitucional,
es la protección efectiva y cierta del derecho constitucional fundamental,
presuntamente vulnerado o amenazado por la acción u omisión de una
autoridad pública o de un particular en los casos expresamente señalados por
la ley.

“En virtud de lo anterior, la eficacia de la acción de tutela radica en el deber que


tiene el juez, en caso de encontrar amenazado o vulnerado un derecho
alegado, de impartir una orden de inmediato cumplimiento orientada a la
defensa actual y cierta del derecho que se aduce.

“No obstante lo anterior, si la situación de hecho que origina la violación o la


amenaza ya ha sido superada en el sentido de que la pretensión erigida en
defensa del derecho conculcado está siendo satisfecha, la acción de tutela
pierde su eficacia y su razón de ser..”4.

En este orden de ideas, diáfano resulta colegir que no existe violación al derecho
fundamental de la salud, por la potísima razón de que el ente accionado satisfizo el
derecho mutuo propio y con ello era claro que se debía denegar el amparo por hecho
superado.

En este orden de ideas, lo procedente es entrar a revocar el fallo de primer grado,


empero, no porque no haya existido la vulneración denunciada, sino porque el ente
accionado reflexiono y por sí y ante sí satisfizo la necesidad médica sin necesidad
del requerimiento judicial, todo lo cual se estructura como un hecho superado.

En mérito de lo expuesto el Juzgado Primero Civil del Circuito de Villavicencio


(Meta), administrando Justicia en nombre de la República de Colombia y por
autoridad de la ley,

RESUELVE

4
S e n t e n c i a T - 4 9 5 d e 2 0 0 1 M a gi s t r a d o P o n e n t e D r . R o d ri go E s c o b a r G i l
9

PRIMERO: Revocar la decisión de primer grado y conforme a lo indicado en la parte


motiva.

SEGUNDO: Denegar el amparo deprecado por la existencia de la satisfacción extra


procesal que conlleva a un hecho superado y conforme a lo indicado en la parte
motiva.

TERCERO: Notificar la presente decisión a las partes implicadas en este juicio de


amparo, así como al funcionario a quo y con el fin de verificar el cumplimiento de lo
aquí decidido.

CUARTO: E nvíese el diligenciamiento a la Corte Constitucional para su eventual


revisión.

N O T I F I Q U E S E P O R E L M E D I O M ÁS E X P E D I T O Y E F I C AZ , Y
C U M P L AS E .

EL JUEZ

Original firmado

GABRIEL MAURICIO REY AMAYA.

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