MAR ADENTRO

1. Introducción
1.1. La situación legal de la eutanasia en el Perú
1.2. ¿Debería legalizarse la eutanasia para personas con enfermedad en fase terminal?
1.3. Legalización de la eutanasia con el fin de darle una muerte digna al paciente
1.4. Presentación de los argumentos que defenderán nuestra tesis
2. La eutanasia debería ser legalizada con el fin de contrarrestar el sufrimiento del paciente y
darle fin a su vida para propio y colectivo alivio.
2.1. Definición de muerte asistida según Montero L. (2019)
2.1.1. Administración de las dosis letales en el proceso de eutanasia
2.1.2. La vitalidad de la empatía con el paciente y el apoyo emocional
3. La legalización de la eutanasia frente a males incurables e intratables
3.1. El caso del colombiano Ovidio Gonzáles
3.1.1. La eutanasia como alivio y auxilio según Montero (2019)
3.1.2. Lo que implica la eutanasia para los seres queridos del paciente
3.2. El caso del español Ramón Sampedro
3.2.1. El detrimento de la humanidad del hombre según Bonilla y Tarquino (2020)
3.2.2. Priorizar el bien morir frente a la mala vida
En casos como estos, de enfermedades incurables difíciles de sobrellevar, la
ley debe dar un paso al costado ya que es un tema de vida o muerte.
4. Legalizar y aplicar la eutanasia reduce el desgaste emocional y económico.
4.1. La indiferencia frente al sufrimiento de las personas en etapa terminal
4.1.1. La falibilidad de los medicamentos frente al dolor del paciente. (Ángelo, 2016)
4.1.2. La ineficiencia de los equipos médicos
4.2. El estado emocional y la calidad de vida del paciente con enfermedad terminal
4.2.1. El endeudamiento ocasionado por la vana recuperación del paciente. (Larry,
2018)
4.2.2. El negativo entorno familiar ocasionado por el estado del paciente
5. Es erróneo identificar a la eutanasia como asesinato.
5.1. Las desigualdades al momento de aplicarse el principio de proporcionalidad.
(Mendo,2019)
5.1.1. El tutelar de los derechos vulnerados
5.1.2. Consentimiento del sujeto pasivo que no vulnere al tutelado
5.2. Un atrevimiento al cambio para resguardar la dignidad humana. (Ocaño, 2023)
5.2.1. Los cambios que la sociedad necesita
5.2.2. La controversia que la muerte provoca
6. La aplicación de la eutanasia y la calidad de vida
6.1. El caso de Ana Estrada
6.1.1. Encuesta para evidenciar la calidad de vida de las personas que padecen
enfermedades terminales
6.1.2. La mala calidad de vida de las personas que padecen enfermedades terminales
6.2. El caso de Brittany Maynard
6.2.1. Estudio para evidenciar la salud psicológica de los familiares de personas con
cáncer terminal
6.2.2. Existe gran influencia en la salud psicológica de los familiares de personas con
cáncer terminal
7. Consideramos que la eutanasia debería ser legalizada en el Perú.
7.1. Contrarrestar el daño a las personas damnificadas con la eutanasia
 7.1.1. La vulneración del derecho a la vida. (Chivílchez, 2020).
7.1.2. La desconsideración de la importancia de la eutanasia por parte de la legislación
7.2. Los diferentes enfoques de la legalidad de la eutanasia
7.2.1. Comparación entre Holanda y Colombia sobre la eutanasia. (Chivílchez, 2020).
7.2.2. Evolución histórica de la eutanasia

8. Cierre
8.1. Conclusiones
8.2. Reiteración de nuestras tesis
8.3. Síntesis de cada argumento
8.4. Reflexión

Mar adentro

Estar postrado en una cama durante 30 años y solo permitirse mirar el mar desde la ventana
de un cuarto, los primeros días parece agradable; pensemos que son vacaciones pero que
pasen años y sigamos viendo el mismo mar y por la misma ventana, ¿podemos seguir
llamándole vacaciones? El tipo de enfermos en los que con mayor frecuencia se plantea la
eutanasia son los que se hallan en situación terminal, el término incurable hace referencia a la
imposibilidad de mejorar o superar la enfermedad. La sociedad está en un debate constante
cuando sale a relucir el tema de la eutanasia sobre el aspecto humano de este acto, y si debía
complacerse el deseo del afectado u obligarle a vivir contra su voluntad. Esto nos lleva a
plantear la siguiente pregunta: ¿Debemos vivir con una enfermedad terminal y con sufrimiento
solo porque la sociedad insiste con luchar por la vida? La eutanasia es un imperativo humano
que trasciende la modalidad impuesta por la sociedad. (Kevorkia,2018). Consideramos que la
eutanasia debería ser legalizada con el fin de contrarrestar el sufrimiento de los pacientes y
darles una muerte digna. Este tema nos lleva a un territorio complejo donde se entrelazan los
derechos individuales, la compasión, la autonomía y a su vez podemos notar como la sociedad
se esfuerza por equilibrar el respeto por la vida con el alivio del sufrimiento extremo. A
continuación, alegaremos con argumentos concretos, respaldando así nuestra postura.

Consideramos que la eutanasia debería ser legalizada con el fin de contrarrestar el sufrimiento
del paciente porque se considera al suicidio asistido como darle fin a la vida para alivio propio.
En cuanto a lo argumentado, es necesario definir muerte asistida. Esta consiste en la
administración de dosis letales hasta llegar al deceso de la persona. Este es un tema de
creciente importancia, pues, en muchas ocasiones, las personas que están desahuciadas se ven
inmersas en un dolor intenso y otros síntomas debilitantes hasta que llega el día de su deceso.
La aplicación de la muerte asistida, en una etapa terminal, puede acabar con el sufrimiento,
poniendo fin a su vida para alivio propio.” (Montero L., 2019). Con el propósito de ilustrar lo
mencionado es importante conocer información relevante. Según señala Diario El Comercio
(2015) en Lima, Perú se muestran a favor de la eutanasia. El 52% de los limeños lo aprueban,
mientras que el 40% lo desaprueba. Por lo tanto, en lugar de prolongar su agonía, la
legalización de la muerte asistida puede ser una forma de ser empáticos y brindarles la opción
de poner fin a su sufrimiento, garantizando al mismo tiempo que esta decisión sea tomada de
manera informada y cuidadosamente supervisada.
Asimismo, la eutanasia debería ser legalizada porque es el remedio único frente a un mal
incurable e intratable. Tal es el caso de Ovidio González, de 79 años de edad, quien pidió
formalmente la eutanasia a raíz de un cáncer que le causaba terribles dolores y le había
desfigurado el rostro. Inicialmente se lo negaron, pero después de semanas en evaluaciones
por fin le dieron luz verde a su petición. González manifestó alivio ante la nueva decisión que le
permite “morir dignamente”, convirtiéndose así en el primer colombiano en ser sometido a la
eutanasia.

De acuerdo a Luz Marlene Montero (2019), la eutanasia implica un significado auxiliador y

aliviador, de remedio, en casos de sufrimiento extremo. La eutanasia no solo actúa como el
único remedio para el sufrido paciente, sino del entorno social de este. Alivia y brinda calma a
los familiares y amigos quienes también son testigos de este vía crucis. El 5 de enero de 1998
Ramón Sampedro cumplía 55 años, pero llevaba 29 años postrado en una cama. Solo podía
mover la cabeza después de golpearse la nuca contra una roca cuando nadaba. En 1994 había
comenzado una larga batalla para que la justicia española autorizara su muerte, pero nunca lo
logró. Fue entonces cuando por su propia decisión y en complicidad de 11 personas que
cumplieron determinadas funciones y de su amiga Ramona Maneiro, bebió cianuro. Su deseo
de morir se cumplió el 12 de enero de 1998, “a escondidas, como un criminal”.

Según Martina de Los Ángeles Bonilla, María Polo y Juan Tarquino (2020), la eutanasia debe ser
una opción ya que es la única salida a las adversidades causadas por padecimientos imposibles
que lo único que ocasionan es el detrimento de la humanidad del hombre. Incluso si el
Derecho tiene que dar un paso adelante. Habrá casos extremos en los que ni la ley ni los
derechos serán más importantes que la libre elección de la tranquilidad y paz humana. Es en
estos casos en donde la muerte digna parece ser la única cura frente a dolencias incurables.

La eutanasia debería ser legalizada con el fin de contrarrestar el sufrimiento del paciente y
darle una muerte digna, es por eso que es erróneo identificarlo como un asesinato. Esta idea la
comparte Mendo, el abogado y maestro en derecho constitucional quien en 2019 realizó una
investigación sobre el principio de proporcionalidad y la interpretación de los derechos
fundamentales por el Tribunal Constitucional Peruano. Luego de una delimitada formulación
del problema, se procedió a la justificación del estudio, dando como pesquisa a la investigación
un sustento legal de absolución punible al sujeto que lo consuma mediante los actos de
clemencia, en donde, el juzgador los condena conforme a lo regulado en el art. 112.

Otro importante aporte al tema en controversia lo realiza la abogada Ocaño (2023) quien
realizó un análisis de la eutanasia a favor de la muerte digna en el Perú. Por ello, es necesario
mirar fuera de nuestras fronteras donde se han atrevido al cambio y resguardar la dignidad
humana de quienes padecen enfermedades incurables graves, como es el caso de países bajos,
Bélgica, Luxemburgo, España, Canadá, Colombia y Nueva Zelanda donde han regulado la
muerte digna causada por enfermedades graves que traen consigo un agónico sufrimiento
para la persona que lo padece.

Se debe legalizar la eutanasia, porque ocasiona un dolor y sufrimiento en las personas con
enfermedades en etapas terminales y gastos económicos que no se pueden solventar.
Últimamente las normativas no toman en consideración el sufrimiento y/o dolor extremo que
sufren las personas en etapas terminales y de salud mental. Asimismo, El Dr. Ángelo (2016) nos
indica que: Las drogas por vía intravenosa pueden ser administradas por los médicos, para
pacientes adultos con enfermedades terminales que pueden provocar 125 tipos de dolores
intensos y sufrimiento significativo que no pueden aliviarse”. Por ejemplo, la medicina
moderna a menudo puede prolongar la vida de los pacientes, pero no siempre puede
proporcionar una cura o un alivio completo del dolor o sufrimiento de pacientes en gravedad o
etapa terminal. Además, el estado emocional y calidad de vida del paciente con enfermedad
terminal o condición médica no pueden ser solventados económicamente. A su vez, el Dr.
Larry José (15 de junio del 2018) de la universidad San Pablo (Madrid) y de acuerdo con
muchos estudios de CRM (Customer Relationship Management) los endeudamientos
económicos familiares vienen a ser más recurrentes por casos de un familiar con
enfermedades terminales o condiciones médicas crónicas graves. Finalmente, los gastos
económicos del paciente o familiar pueden ocasionar un estado emocional negativo en el
entorno del paciente tanto como la preocupación del paciente y el endeudamiento o recurso
que se gasta para su recuperación.

Consideramos que la eutanasia debería ser legalizada porque genera una carga económica y
emocional para el entorno de las personas que padecen enfermedades en etapas terminales.
Percy Castillo, abogado de Ana Estrada, asegura que ella es una persona que está inmovilizada
debido a sus condiciones personales, y se encuentra permanentemente bajo el cuidado de
otras personas. Según una encuesta realizada a 80 pacientes con enfermedades terminales del
Hospital José Carrasco Arteaga, la mayoría calificó su calidad de vida como pésima. (Cuenca,
2018). Con relación a lo mencionado anteriormente, consideramos que se debe legalizar la
eutanasia con el objetivo de otorgarles una muerte digna a las personas que padecen
enfermedades terminales.

En el caso de la norteamericana Brittany Maynard, quien padecía de cáncer terminal, sus

médicos le informaron que le quedaban pocos meses de vida y un sufrimiento prolongado a
causa de esta enfermedad. A raíz de esto ella decidió someterse a la muerte asistida, para ello
era necesario trasladarse debido a que solo en 5 estados avalan el derecho a una muerte
digna. Según un estudio realizado a 30 familiares de pacientes con cáncer terminal en
diferentes Hospitales del Perú, un 30% de los encuestados mostró una actitud negativa o muy
negativa respecto a la dimensión psicológica. (Rojas y Romero, 2018). Con relación al estudio
podemos destacar la importancia de abordar las necesidades emocionales y psicológicas de los
familiares de pacientes con cáncer terminal.

Consideramos que la eutanasia debería ser legalizada en el Perú porque se desarrolla con el fin
de contrarrestar el daño que sufren las personas damnificadas por enfermedades crónicas y
son estas personas quienes deben gozar de una muerte digna. Álvarez del Río (2017) sostiene
que la decisión de culminar con su vida debido a las condiciones en las que se encuentra,
deben ser consideradas como una extensión del derecho a la libertad individual y a la vida,
debido a que la vida es concebida como un derecho y no como una obligación; sin embargo,
nuestra legislación no ha tomado en consideración la importancia que tiene la eutanasia,
obligando a que dichas personas se mantengan con vida a pesar de las afecciones físicas y
psicológicas que generan los tratamientos médicos a los que son sometidos. Por lo tanto, se
puede sostener que los pacientes terminales deberían tener la capacidad de decidir sobre su
vida. Asimismo, los enfoques diferentes de la legalidad que mantienen los países sobre la
eutanasia. Comparemos como en el año 2014 la Corte Constitucional de Colombia determinó
que era necesario que el parlamento de su país regule la eutanasia como derecho fundamental
a la muerte digna, sosteniendo que la vida de la persona no solo se resume a su mera
existencia sino a la calidad de vida que esta tiene y a la autonomía de la persona para poder
decidir sobre sí misma, ello en conjunto es la definición de dignidad humana que sostiene la
corte colombiana; así mismo Holanda, luego de que el país se enfrentase a muchas solicitudes
de aplicación de la eutanasia, el estado determinó que era indispensable tomar en
consideración la situación real de los enfermos terminales y analizar si las solicitudes iban
acorde a sus pretensiones, una clara muestra de ello es el informe Remmelink, el cual
constituye la base de la reforma legal de la eutanasia, así como el precedente para las
posteriores reformas a la ley y el reglamento a través del cual se regula la práctica de la
eutanasia. Como podemos observar, diversos países regulan la eutanasia con el propósito de
resguardar y promover el derecho.

Es por eso que concluimos que, la eutanasia debería ser legalizada para darle fin al sufrimiento
constante del paciente; brindar el remedio único frente enfermedades que no tienen cura; da
un deceso tranquilo, pacífico y consentido, por lo tanto, no puede ser considerado un
asesinato; los medicamentos y tratamientos no pueden hacer nada frente a los casos ya
presentados, produciéndose vanos desgastes económicos y emocionales seguido de entornos
familiares negativos y desoladores. Esto nos lleva a la reflexión entre el respeto por la
autonomía de los individuos y la protección de los valores éticos y morales de la sociedad y su
conjunto. Además, proporcionar atención médica y apoyo emocional adecuado a las personas
que enfrentan enfermedades terminales, es fundamental para ayudarles a tomar decisiones
informadas sobre su propia vida y muerte.

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