Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
3.1. Reyes Católicos: La “Unión Dinástica”. Características del nuevo Estado y los acontecimientos de
1492.
3.2. Los Austria: Imperios territoriales de Carlos I y Felipe II (1516-1556-1598).
3.3. Política respecto a América en el siglo XVI. Consecuencias de la conquista y la colonización.
3.4. Proyectos de reforma del Conde Duque de Olivares.
3.5. Guerra de los Treinta Años. Causas y consecuencias.
3.6. Guerra de Sucesión Española: el nuevo orden europeo surgido de la Paz de Utrecht.
3.7. Decretos de Nueva Planta: la configuración del nuevo Estado borbónico.
3.8. Ilustración: ideas fundamentales. Despotismo ilustrado.
Historia de España – 2º Bachillerato.
BLOQUE 1. LA PENÍNSULA IBÉRICA: PREHISTORIA Y EDAD ANTIGUA.
1
Historia de España – 2º Bachillerato.
BLOQUE 1. LA PENÍNSULA IBÉRICA: PREHISTORIA Y EDAD ANTIGUA.
PALEOLÍTICO. Amplio período de la Prehistoria que abarca desde la aparición del hombre (unos 2,5 millones de
años), hasta el desarrollo de la agricultura y ganadería (domesticación plantas y animales) hace unos 10.000 años.
Distintos Homos: Habilis, Erectus, Antecesor, Neandertal y Sapiens. Los primeros pobladores partieron desde
África hasta Europa. En la Península Ibérica se encuentran los restos más antiguos de homínidos en Europa, el
Homo Antecessor (Sierra de Atapuerca - Burgos) hace unos 900.000 años.
El Paleolítico se subdivide en tres etapas: Inferior, Medio (dominio del fuego y ritos funerarios) y Superior
(microlitos, nuevos materiales como el hueso, aparece el arte rupestre).
Características: 1. economía depredadora (no producían alimentos, “depredan” lo que aportaba la naturaleza: caza,
pesca, carroñeo y recolección de frutos y semillas); 2. nomadismo (desplazamiento estacional en busca del alimento
o de mejores condiciones climáticas); 3. instrumentos de piedra tallada, hueso, astas y sílex para fabricar diferentes
objetos y útiles (bifaces, raederas, agujas, arpones, etc.), también objetos decorativos (collares, bastones de mando); 4.
pequeños grupos (bandas, clanes) sin jerarquización social (necesidad de cooperación para sobrevivir); 5.
habitaban lugares cercanos a fuentes de agua, en abrigos naturales de rocas y entradas de cuevas (no solían ocupar su
interior, oscuro y húmedo), también construían tiendas y cabañas con palos, ramas y pieles.
NEOLÍTICO. Segunda etapa de la Prehistoria. Es un concepto tecnológico, “piedra nueva”, por el pulido de la
superficie. Características: 1. se generaliza la agricultura y ganadería (economía productora); 2. sedentarismo
(no tener que desplazarse constantemente en busca de alimentos, necesidad de cuidar los cultivos y rebaños); 3.
nuevos útiles, instrumentos especializados para las tareas agrícolas, cerámica (almacenamiento, transporte y cocinado
de alimentos), tejidos (huso y telares); 4. jerarquización social (desigualdades por la gestión y administración de los
recursos, acumulación de riqueza -excedentes-, aparición de nuevas ocupaciones -división del trabajo- y propiedad
privada; 5. poblados en elevaciones del terreno próximas a cursos de agua, protegidos con muros o fosos; 6.
autosuficientes (consumían casi todo lo que producían, aunque pudieran darse algunos intercambios sobre todo de
objetos valorados); 7. sepulturas en necrópolis (Megalitismo).
En la Península Ibérica se inicia en torno al 4500 a.C. (Levante y sur muy pronto; resto de la Península neolitización
tardía). Gran diversidad de culturas, caracterizadas por el tipo de cerámica. En la costa mediterránea, la cerámica
cardial (incisiones de conchas); en Andalucía destaca la cultura almeriense con la cerámica almagra, de color rojizo.
3
1.2. Diferencias entre la PINTURA RUPESTRE CANTÁBRICA y la PINTURA LEVANTINA.
A finales del Paleolítico se datan las primeras muestras de arte, arte rupestre. Además de estas pinturas en las
cuevas y abrigos naturales, también existe un amplio conjunto de objetos esculpidos y grabados en piedra, hueso y
asta (arte mobiliar); destacando las pequeñas figuras femeninas conocidas como Venus paleolíticas.
PINTURA RUPESTRE. La Península Ibérica es muy rica en arte rupestre, presentando dos grandes zonas
geográficas diferenciadas:
PINTURA RUPESTRE CANTÁBRICA: Modalidad artística pictórica del Paleolítico Superior
(40.000-10.000 a.C.). Arte parietal, en paredes o techos de las cuevas y abrigos (refugios rocosos). Se
concentra en la cornisa cantábrica, destacando los ejemplos de la Cueva de Altamira y El Castillo (Cantabria) y
Tito Bustillo (Asturias).
Rasgos definitorios, características: 1. Representación naturalista de animales (realistas, con mucho
detalle, volúmenes aprovechando los salientes de la roca); 2. figuras aisladas (bisontes, caballos, ciervos,
mamuts, etc.; ausencia de composición, no son escenas); 3. tendencia a la policromía, colores vivos,
pigmentos naturales mezclados con grasa de animal, preferencia por el ocre terroso y negro, en un amplio
abanico de matices; 4. contornos en negro o en blanco; perfiles precisos que, en ocasiones, va precedido de
un dibujo inciso; 5. enorme variedad de signos abstractos o símbolos geométricos (tectiformes) y
estampaciones de manos. En ningún caso aparecen figuras humanas.
Interpretaciones de la pintura. Sin saber con precisión las causas o motivaciones de la aparición de las
pinturas ni el significado concreto que daban a sus obras; los estudiosos tienden a admitir que NO se trataba
de simples obras decorativas, proponiendo diversas interpretaciones: 1. Magia propiciatoria: favorecer la
caza y/o la fertilidad (algunos signos geométricos se han interpretado como representaciones sexuales,
relacionándolos con la reproducción o un culto a la fertilidad). 2. Santuarios: Las pinturas están en las partes
más profundas de las cuevas que no eran habitadas, por lo que se cree que constituían una especie de
“santuarios”. 3. Comunicación: lenguaje.
4
Historia de España – 2º Bachillerato.
BLOQUE 1. LA PENÍNSULA IBÉRICA: PREHISTORIA Y EDAD ANTIGUA.
5
1.4. COLONIZACIONES: FENICIOS, GRIEGOS Y CARTAGINESES.
Desde el primer milenio a.C., las costas del sur y el este peninsular conocieron la influencia de colonizadores
mediterráneos. La llegada de estos pueblos a las costas peninsulares fue un hecho de enorme relevancia porque
aportaron a las poblaciones indígenas conocimientos nuevos y relaciones culturales y económicas distintas.
Además, significó la entrada de estas poblaciones a los tiempos históricos.
Motivos: 1. Económico-comerciales (comerciar y explotar diversos recursos, especialmente riquezas mineras: cobre
y estaño, plata y oro, hierro; también aceite, sal, etc.). 2. Razones geoestratégicas: lugar de paso entre el Mediterráneo,
el Atlántico y el norte de África.
Pueblos colonizadores:
1. Fenicios, desde el siglo IX a.C.; procedentes del Mediterráneo oriental (Líbano actual). Fundaron Gadir (Cádiz),
Abdera.
2. Griegos, desde el s. VIII a.C.; proceden del Egeo. Establecimientos: Rhode, Emporion, Mainake.
3. Cartagineses, desde el s.VI a.C.; proceden de Cartago, norte de África, antigua colonia fenicia. Rivalizaron con
los griegos por el control de la costa peninsular. Establecimientos: Ebusus, Cartago Nova. Controlaron la zona
sudeste, llegando a sustituir a los fenicios en el control del comercio de metales (estaño y plata) y de las factorías
de salazones. Junto a los motivos económicos, su otro objetivo fue militar, utilizando la Península como base de
operaciones (pactos con pueblos indígenas) en su enfrentamiento bélico con Roma.
Consecuencias: Por su influencia, las sociedades locales se hicieron más complejas, modificando
profundamente sus estructuras sociales, económicas y culturales.
Nuevos cultivos (olivo y vid) y domesticación de nuevas especies de animales; importante desarrollo tecnológico
(nuevas técnicas agrícolas, uso sistemático del hierro y técnicas de explotación minera, aprovechamiento de las
salinas, industria de salazones). Artesanía más desarrollada (torno de alfarero). Mano de obra esclava, estructuras
políticas más complejas, urbanismo, uso de la moneda y la escritura. También en sus creencias religiosas y en el
arte al introducir divinidades, ritos y manifestaciones artísticas orientales.
6
Historia de España – 2º Bachillerato.
BLOQUE 1. LA PENÍNSULA IBÉRICA: PREHISTORIA Y EDAD ANTIGUA.
La presencia romana en Hispania se prolongó durante siete siglos, hasta el siglo V (476 d. C.).
ROMANIZACIÓN: Término con el que se conoce el proceso de asimilación cultural por el que los diversos
pueblos que habitaban la Península Ibérica, tras la conquista romana, se adaptaron a la civilización, a la forma de
vivir de los romanos (presencia romana desde 218 a.C. hasta 476 d.C.), a su organización política, social, económica,
cultural, religiosa y lingüística.
Medios:
- El latín fue convirtiéndose en la lengua que utilizaban los pueblos de Hispania.
- Urbanización: extensión de la vida urbana, modelo de ciudad.
- Ejército: contingentes de tropas indígenas que con el tiempo obtenían la ciudadanía.
- Producción económica (comercio, artesanía, minería) y uso de la moneda. La riqueza de la Hispania romana
provenía esencialmente de la explotación de sus recursos naturales: la agricultura y la minería; exportando gran
parte de su producción al resto del Imperio.
- Derecho romano (unificación jurídica): una de las grandes aportaciones de los romanos. Se distingue por
primera vez entre el derecho público (relaciones Estado-ciudadanos), el derecho privado y el internacional.
- Religión: el cristianismo se convirtió en religión oficial. La crisis del Imperio y de sus instituciones convirtió a
la Iglesia en la organización más fuerte y capaz de conservar la cultura romana.
- Gestión administrativa: cargos políticos, burocracia (funcionarios) en las ciudades y para el control del
territorio (organización en municipios y provincias), el calendario, etc.
Resultado: Extensión del latín (lenguas romances, idiomas actuales), Derecho romano, vías de comunicación,
progreso económico, desarrollo tecnológico, urbanismo, instituciones de gobierno, creencias y costumbres de los
hispanorromanos, enorme legado artístico, etc. Fue un proceso lento en el tiempo y desigual en el espacio: en
la costa mediterránea la romanización fue muy rápida e intensa; en la Meseta y en el norte fue lenta y desigual. La
resistencia de la población indígena, especialmente difícil fue el sometimiento de las tribus de galaicos, cántabros y astures,
prolonga la conquista hasta los tiempos del emperador Augusto (29-19 a.C.).