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Introducción
En esta lectura, nos introduciremos en la comprensión de las nociones generales del esqueleto
axial, que comprende el cráneo, la columna vertebral, las costillas y el esternón como estructuras
anatómicas, para luego relacionarlo con la actividad osteomioarticular, donde numerosas
articulaciones aportan estabilidad y movimiento al momento de transferir cargas al raquis en su
conjunto.
Para poder comprender los conceptos y contenidos que estudiaremos, haremos relaciones con
las ocupaciones que el individuo pueda llegar a desarrollar en su cotidianeidad, siempre
comprendiendo a la persona como todo un conjunto, al analizar sus movimientos biomecánicos.
Para dar respuesta al caso de análisis, debemos comenzar con los conceptos principales para
poder comprender nuestra fisiología articular.
La columna vertebral es una estructura esencialmente mecánica. Cada vértebra se
articula con otra de forma controlada a través de un complejo sistema de articulaciones,
ligamentos y palancas. Aunque la columna presenta una estabilidad ligamentosa
inherente, la mayor parte de esta estabilidad mecánica se debe a su altísimo desarrollo,
tanto de las estructuras neuromusculares dinámicas como del sistema de control.
La columna vertebral cumple tres funciones biomecánicas fundamentales:
1. Soporta la mitad superior del cuerpo (tronco y cabeza), lo que representa el 60 % del
peso total, que gravita sobre ella en posición erecta.
2. Posee una flexibilidad suficiente para permitir los movimientos del tronco en los tres
planos, permitiendo no solo la marcha, sino el alcance y la carga de objetos.
3. Por último, y la más importante, protege las delicadas estructuras nerviosas
medulares y radiculares.
La existencia de las curvaturas en la columna vertebral logra aumentar la resistencia del raquis a
las fuerzas de compresión axial. En la siguiente imagen, podemos observar la resistencia de la
columna con curvaturas y una columna rectilínea donde la resistencia es nula.
Figura 1. Curvaturas de la columna vertebral. En una columna con dos curvas, como
podemos ver en la imagen (c), la resistencia es cinco veces mayor que la columna rectilínea;
y en la columna con tres curvas móviles (d), con su lordosis lumbar, su cifosis torácica y su
lordosis cervical, su resistencia es diez veces mayor que la de la columna rectilínea.
División funcional de una vértebra
Si bien las divisiones que se pueden realizar sobre las vértebras tienen fines didácticos, son
necesarias para comprender el movimiento y la postura propia de Estela.
Por delante, se localiza el cuerpo vertebral, que se integra en el pilar anterior. Este pilar
desempeña una función principalmente de soporte. Por detrás, encontramos las apófisis
articulares, cuyo apilamiento conforma las columnas de las apófisis articulares (Kapandji,
2007, p. 8).
Figura 2: Vista lateral de dos vértebras articuladas entre sí
Existe una relación funcional entre el pilar anterior y el pilar posterior que queda
garantizada por los pedículos vertebrales. Si se considera la estructura trabecular de los
cuerpos vertebrales y de los arcos posteriores, se puede comparar cada vértebra a una
palanca de primer género, denominada interapoyo, donde la articulación cigapofisaria
desempeña la función de punto de apoyo. Este sistema de palanca permite amortiguar las
fuerzas de compresión axial sobre la columna: amortiguación directa y pasiva en el disco
intervertebral 2, amortiguación indirecta y activa en los músculos de las correderas
vertebrales 3, todo esto mediante las palancas que forman cada arco posterior. Por lo
tanto, la amortiguación de las fuerzas de compresión es, a la vez, pasiva y activa.
(Kapandji, 2007, p. 18).
Figura 3: Relación funcional entre el pilar anterior y el pilar posterior
Cada vértebra está formada por un cuerpo vertebral y por un arco posterior. Ambas partes
permiten la articulación de la columna en general.
En las siguientes imágenes, podemos observar, en los diferentes cortes del cuerpo vertebral, el
cruce de tres diferentes sistemas trabeculares en donde se establecen puntos de gran resistencia
(imágenes 5-6-7), pero también un punto de menor resistencia y, en particular, un triángulo de
base anterior donde no existen más trabéculas verticales (imagen 8).
Figura 6: Fractura cuneiforme del cuerpo vertebral. Una de las alteraciones que se pueden
presentar en las vértebras es la fractura por aplastamiento, como la que se representa en la
imagen.
Aparte de la sintomatología dolorosa que podría provocar en Estela, también se altera su postura
general. Todo dependerá de la zona donde se produzca la fractura. En este caso, no existe una
historia de traumatismo, sin embargo, sí el antecedente de osteoporosis. ¿Podrías pensar qué
sector del cuerpo vertebral fue afectado en Estela?
Cuando Estela acude al servicio médico por dorsolumbalgia, el estudio radiológico evidenció,
comparado con estudio previo, una fractura-aplastamiento con pérdida de altura de cuerpo
vertebral D9. A partir del diagnóstico de fractura vertebral osteoporótica, se instaura tratamiento
antiosteoporótico con denosumab, suplementos con calcio y vitamina D, más la prescripción del
uso de un corsé toracolumbar como inmovilización de la fractura.
Pasado el tiempo de inmovilización, llega a la consulta de TO sin dolor. Sin embargo, la postura
de Estela fue modificada, presenta una escoliosis en C derecha con un aumento significativo de
su cifosis dorsal.
Discos intervertebrales
La articulación entre dos cuerpos vertebrales contiguos es una anfiartrosis. Está
constituida por las dos mesetas de las vértebras adyacentes unidas entre sí por el disco
intervertebral. La estructura de este disco es muy característica, consta de dos partes:
-Una parte central, el núcleo pulposo. Se trata de una gelatina transparente, compuesta
por un 88 % de agua y, por lo tanto, muy hidrófila, y formada químicamente por una
sustancia fundamental. No hay vasos ni nervios en el interior del núcleo pulposo.
-Una parte periférica, el anillo fibroso, conformado por una sucesión de capas fibrosas
concéntricas, cuya oblicuidad está cruzada cuando se pasa de una capa a la siguiente.
(Kapandji, 2007, p. 22).
Figura 8: Disco intervertebral
Figura 8: Disco intervertebral. Estructura del disco intervertebral donde se pueden observar el
núcleo pulposo (N) y el anillo fibroso (A) que constituyen un verdadero tejido de fibras, que
en un individuo joven impide cualquier exteriorización de la sustancia del núcleo pulposo.
Es momento de analizar esta situación: ¿la columna de Estela tendrá la misma estabilidad que
antes de la fractura? ¿Los movimientos de columna y de miembros superiores tendrán rangos
articulares conservados, disminuidos, aumentados?
Te invito a que busques la información para pensar en estos interrogantes, será necesario
conocer cuáles son los movimientos de columna y cuáles sus rangos de movimiento esperados.
Además, puedes probar tú mismo, ¿qué movimientos puedes realizar con la columna alineada y
qué movimientos se modifican con la postura de Estela?
Columna torácica
El raquis torácico representa el eje de la parte superior del tronco y es el soporte del tórax, está
dedicado a la respiración y ocupado por el aparato cardiorrespiratorio.
El diafragma y su mecanismo
Así como la postura y el movimiento de Estela fueron afectados, la respiración también se verá
afectada, ya que la región dorsal se relaciona de manera directa con la caja torácica y su
biomecánica. Para comprender mejor lo que puede ocurrir en la paciente, será preciso conocer la
cinemática y la fisiología normal de la respiración.
El diafragma forma una cúpula músculo-aponeurótica que cierra el orificio inferior del tórax
y separa a este del abdomen. Está constituido por el centro frénico y por haces de fibras
musculares. Lo atraviesan la arteria aorta, el esófago y la vena cava inferior.
Se origina en la cara medial de los cartílagos costales, en los extremos de las undécima y
duodécima costillas, en los arcos que unen los extremos de las tres últimas costillas y, por
último, en el raquis a la altura de los cuerpos vertebrales lumbares, mediante unos pilares
—izquierdo y derecho— en las arcadas del músculo psoas mayor y del músculo cuadrado
lumbar. (Kapandji, 2007, p. 160).
Figura 9: Vista anterior del diafragma
Figura 9: Vista anterior del diafragma. Se puede apreciar la cara convexa del diafragma y su
concavidad a la altura de los pilares. También se pueden distinguir los orificios por donde
pasa el esófago por arriba, y la aorta por debajo. Se distingue el centro frénico, el orificio
esofágico, las fibras musculares que se dirigen el inferior del tórax para insertarse en la cara
medial de los cartílagos costales de los extremos de la undécima y duodécima costilla para
terminar en el raquis, a la altura de los cuerpos vertebrales, mediante el pilar derecho e
izquierdo, en las arcas del músculo psoas y cuadrado lumbar.
Cuando las fibras musculares del diafragma se contraen, el centro frénico desciende y, de este
modo, el diámetro vertical del tórax se ensancha. La puesta en tensión de los elementos del
mediastino y, sobre todo, la presencia de la masa visceral abdominal limita este descenso del
centro frénico (Kapandji, 2007). A partir de este instante, el centro frénico se convierte en punto
fijo y las fibras musculares que actúan a partir de la periferia pasan a ser las que elevan las
costillas inferiores (Kapandji, 2007).
Si se considera el punto P como fijo y la costilla que gira alrededor del centro O, su extremo
describirá un arco de círculo AB, mientras que la fibra muscular correspondiente se va a
acortar una distancia A´B. Al elevar las costillas inferiores, el diafragma ensancha el diámetro
transversal del tórax inferior, pero simultáneamente, a través del esternón, eleva también las
costillas superiores y, en consecuencia, ensanchan el diámetro anteroposterior.
Se puede, entonces, afirmar que el diafragma es un músculo primordial de la respiración, ya
que, por sí solo, ensancha los tres diámetros del volumen torácico:
- Ensanchamiento del diámetro vertical por descenso del centro frénico.
- Ensanchamiento del diámetro transversal por elevación de las costillas inferiores.
- Ensanchamiento del diámetro anteroposterior por elevación de las costillas superiores
mediante el esternón.
Se comprende así, la importancia del diafragma en la fisiología de la respiración. (Kapandji,
2007, p. 160).
Figura 11: Inspiración (frente y perfil). Durante la inspiración, la tensión del diafragma
aumenta, mientras que el tono de los músculos abdominales decrece.
Durante la espiración
Los músculos abdominales descienden el orificio inferior del tórax, lo que disminuye los
diámetros transversal y anteroposterior del tórax. Además, aumentan la presión
intraabdominal que desplaza a las masas de las vísceras hacia arriba y hacen ascender el
centro frénico, lo que disminuye el diámetro vertical del tórax. (Kapandji, 2007, p. 164).
Figura 12: Espiración (frente y perfil)
Fuente: elaboración propia con base en Kapandji, 2007, p. 165.
Figura 12: Espiración (frente y perfil). Durante la espiración, la tensión de los músculos
abdominales aumenta, mientras que el tono del diafragma disminuye.
Los músculos abdominales son, pues, los antagonistas perfectos del diafragma, ya que
disminuyen simultáneamente los tres diámetros del tórax.
En la siguiente figura, se puede observar en una gráfica cómo cada uno de estos grupos
musculares se contraen de manera permanente, aunque su tono evoluciona de manera inversa.
Figura 13: Gráfico de tono muscular. El gráfico representa el equilibrio dinámico que existe
entre los dos grupos musculares.
Durante la inspiración, la tensión del diafragma aumenta, mientras que el tono de los
músculos abdominales decrece. En cambio, durante la espiración, la tensión de los
músculos abdominales aumenta, mientras que el tono del diafragma disminuye. De este
modo, entre estos dos grupos musculares existe un equilibrio dinámico que se desplaza
perpetuamente en un sentido o en otro y que ilustra con claridad la noción de antagonismo
- sinergia. (Kapandji, 2007, p. 164).
¿Cuál es la relación entre el diafragma y los abdominales en el transcurso
de las fases de la respiración?
Antagonismos - agonista.
Antagonista – antagonista.
Antagonismo - sinergia.
Sinergista - sinergista.
Justificación
Durante la entrevista de ingreso a TO, Estela comenta la molestia de cuello, dado que fue
modificada su postura y esto generó más tensión en los músculos posterolaterales derechos del
cuello. Además, comenta que una de las tareas más complejas de realizar es la alimentación, por
una parte, debido a la limitación de algunos movimientos de hombro y la escasa apertura bucal
ocasionada posterior a un tratamiento odontológico donde tuvo que permanecer por tres horas
con la boca abierta.
Será necesario conocer: ¿cuál es la alteración postural en el cuello de Estela? ¿Cómo son sus
movimientos? ¿Qué músculos están implicados? Con esta postura, ¿es necesario modificar los
movimientos de hombro para alimentarse? ¿El hombro deberá moverse más si no puede abrir
bien la boca? ¿Cuánto debe abrir la boca una persona para alimentarse?
Para poder comprender las posibilidades ocupacionales de Estela desde el modelo biomecánico,
será necesario avanzar en algunos conceptos básicos de columna cervical y de ATM.
Columna cervical
La columna cervical constituye:
El segmento superior del raquis, la prolongación del raquis torácico, y sujeta la cabeza a la
par que constituye el esqueleto del cuello. Tiene como función orientar la cabeza en un
sector del espacio de aproximadamente 180°, tanto en sentido vertical como en sentido
transversal. (Kapandji, 2007, p. 186).
El raquis cervical está constituido por dos partes anatómica y funcionalmente distintas:
Las vértebras cervicales son todas del mismo tipo, excepto el atlas y el axis, que difieren
entre sí y de las demás vértebras cervicales. Dadas las diferencias anatómicas, es lógico
que los movimientos de los segmentos superior e inferior también sean distintos (Kapandji,
2007).
Raquis cervical superior
Articulaciones atlantoaxiales y atlantoodontoideas
El centro real de movimiento de flexoextensión del atlas sobre el axis… es un punto
representado en la [siguiente figura] por una estrella y que se proyecta casi en el centro de
la apófisis odontoides vista de perfil. En consecuencia, durante el movimiento de
flexoextensión, la carilla inferior de las masas laterales del atlas rueda y se desliza al
mismo tiempo sobre la superficie superior del axis.
La articulación atlantoaxial media es una trocoide con dos superficies cilíndricas encajadas
la una sobre la otra. El movimiento más importante de esta articulación es el movimiento
de rotación, el 50 % del movimiento de rotación de la columna cervical se produce en este
nivel. Durante el movimiento de rotación, hacia la izquierda, por ejemplo, la apófisis
odontoides permanece fija y el anillo osteoligamentoso, formado por el atlas y el ligamento
transverso, gira en sentido inverso a las agujas de un reloj alrededor de un centro que
corresponde al eje de la apófisis odontoides; la cápsula articular se distiende a la izquierda
y se tensa a la derecha. Simultáneamente, existe un desplazamiento en las dos
articulaciones atlantoaxiales derecha e izquierda, mecánicamente unidas: en la rotación
de la izquierda hacia la derecha, la masa lateral izquierda del atlas avanza, mientras que
la masa lateral derecha retrocede. Durante la rotación de la derecha hacia la izquierda,
sucede a la inversa. (Kapandji, 2007, p. 196).
Figura 15: Rotación en las articulaciones atlantoaxiales
Articulación atlantooccipital
La articulación atlantooccipital puede, entonces, considerarse como una enartrosis, es decir,
como una articulación de superficie esférica con tres ejes, pero de poca amplitud: rotación axial
en torno a un eje vertical; flexoextensión en torno a un eje transversal; inclinación lateral en torno
a un eje anteroposterior. (Kapandji, 2007, p. 198).
Cuando el hueso occipital gira sobre el atlas, participa en un movimiento general de rotación del
atlas sobre el axis, que se efectúa en torno al eje vertical que pasa por el centro de la apófisis
odontoides. Sin embargo, esta rotación no es un fenómeno sencillo, ya que hace intervenir la
tensión de los ligamentos y, en particular, la tensión del ligamento alar. (Kapandji, 2007, p. 202).
Figura 16: Rotación en las articulaciones atlantooccipitales
“El eje oblicuo, en cada segmento, realiza un movimiento mixto de inclinación y de rotación que
se añade al movimiento de flexoextensión” (Kapandji, 2007, p. 220).
Por lo tanto, se puede afirmar que, además de los movimientos de flexoextensión, el
raquis cervical solo puede realizar movimientos siempre parecidos a sí mismos,
estereotipados, movimientos mixtos de inclinación-rotación-extensión, teniendo en cuenta
que el componente de extensión se ve, en cierta medida, automáticamente compensado
por una flexión en el mismo raquis cervical inferior. (Kapandji, 2007, p. 220).
Modelo cervical
Partiendo de esas concepciones mecánicas y de la división funcional entre raquis cervical
superior suboccipital y raquis cervical inferior, se ha realizado un modelo mecánico que
permite poner de manifiesto los distintos tipos de funcionamiento de las articulaciones del
raquis cervical…
Este modelo permite entender cómo los dos segmentos del raquis se completan
funcionalmente; así, en el esquema, se puede ver que el movimiento de inclinación-
rotación a la derecha del raquis cervical inferior se transforma, en el raquis suboccipital, en
un movimiento de inclinación pura, gracias a la eliminación de los componentes no
deseados, mediante una contrarrotación y una ligera flexión. (Kapandji, 2007, p. 224).
Figura 17: Modelo mecánico de la región cervical
Figura 17: Modelo mecánico de la región cervical. En esta figura del modelo, pueden
reconocerse los elementos mecánicos que corresponden anatómicamente a los distintos
elementos del raquis suboccipital:
El axis (F) con su apófisis odontoides: eje 1; el atlas (E), que se articula con la apófisis
odontoides y la cara superior del axis; el hueso occipital (A), que corona un conjunto
funcional de tres ejes perpendiculares entre sí, los de la articulación atlantoaxial: eje de
rotación 2, eje de flexoextensión 3 y el eje de inclinación 4. Estos dos últimos forman entre sí
un sistema de cardan. Para obtener la rotación pura, una vez que el raquis cervical inferior
haya efectuado su movimiento de inclinación-rotación, la cadena articular suboccipital, con
tres ejes y tres grados de libertad, debe realizar tres componentes de corrección: rotación a
la derecha, extensión y contrainclinación. (Kapandji, 2007, p. 230).
Musculatura cervical
La zona de la nuca se compone de cuatro planos musculares superpuestos. De la
profundidad a la superficie, se puede observar: el plano profundo; el plano de los
complejos; el plano de los esplenios y del elevador de la escápula; el plano superficial.
Aparte los músculos del plano profundo, la mayor parte de los músculos de la nuca son
oblicuos hacia abajo, hacia adentro y hacia atrás. Están adosados al plano profundo y
determinan simultáneamente la extensión, la rotación y la inclinación hacia el lado de su
contracción, es decir, exactamente los tres componentes del movimiento mixto del raquis
cervical inferior en torno a los ejes oblicuos analizados con anterioridad. En cambio, la
capa superficial contiene músculos de dirección cruzada respecto a los planos
intermedios; es decir, oblicua hacia abajo, hacia delante y hacia fuera y que, esta vez, no
actúan directamente sobre el raquis cervical inferior, sino sobre el cráneo y el raquis
suboccipital, en cuyo nivel determinan, como los de los planos subyacentes, la extensión y
la inclinación hacia el lado de su contracción, aunque con una rotación hacia el lado
opuesto. De este modo, son, a la vez, sinergistas y antagonistas de los músculos del
plano profundo, a los que complementan funcionalmente. (Kapandji, 2007, p. 248).
Actividad de repaso
Si Estela realiza una rotación inclinación a la derecha con su cabeza para
mantener la alineación visual, ¿qué ocurre en el raquis cervical superior de
ella?
Justificación
Articulación temporomandibular
Para analizar la tarea de alimentación de Estela será necesario conocer que:
La masticación es el proceso de mascar, desgarrar y moler los alimentos con los dientes.
Este proceso comprende una mera acción de los músculos de la masticación, los dientes
y el par de articulaciones temporomandibulares (ATM). Las articulaciones forman el punto
de pivote entre la mandíbula y la base del cráneo. (Neumann, 2007, p. 359).
Referencias
Gómez Prat, A. y Roca Burniol, J. (2000). Biomecánica de la columna vertebral. En A. Viladot
Voegeli, Lecciones básicas de biomecánica del aparato locomotor. Springer Verlag Ibérica.
Kapandji, A. I. (2007). Fisiología articular. Tomo 3. Editorial Médica Panamericana.
Neumann, D. A. (2007). Fundamentos de rehabilitación física: cinesiología del sistema
musculoesquelético. Editorial Paidotribo.