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COMETARIO DE TEXTO. LUCÍA LORENZO SERRANO.

OBRA HASTA 1940: “BERNARDA ALBA”

Francisco García Lorca, es el autor de este drama rural. Es una de sus mejores obras y a la vez, una de las piezas
más importantes de nuestro teatro contemporáneo. “La casa de Bernarda Alba” fue terminada el 19 de junio de
1936, dos meses antes de su muerte, pero no se estrenaría hasta 1945.

El contexto sociopolítico que rodea a la obra está marcado por la Dictadura de Primo de Rivera y el estallido de la
Guerra Civil Española. Fue un periodo de gran inestabilidad y la situación social no era la más favorable. No
obstante, en el ámbito literario surgieron movimientos vanguardistas y la denominada Generación del 27 a la que
pertenece Lorca. El autor tiene la intención de llevar a la escena fotogramas de la vida real, de ahí el subtítulo,
“Drama de mujeres en los pueblos de España”. Su obra refleja fielmente la “España Negra” y sus aspectos
negativos. En este drama se identifican dos bandos antagónicos: la libertad frente a la imposición externa de una
autoridad.

Una de las peculiaridades de la obra radica en su estructura circular. Comienza y termina de la misma manera,
con Bernarda pidiendo silencio ante la muerte de su marido e hija respectivamente. En la primera, el silencio
pretende cortar el lamento por la muerte de un ser querido. Mientras que al final, manda callar para enterrar los
rumores e intentar ocultar la vergüenza por el comportamiento de su hija. Adela, la hija menor, siguiendo la larga
tradición literaria, se suicida al creer que su amado había muerto. Ante esta situación, la madre intenta ocultar la
pérdida de la honra de su hija, haciendo creer que ha muerto virgen. El guardar las apariencias es uno de los
temas principales de la obra y uno de los códigos exigidos por Bernarda.

Hay una lucha entre la autoridad de la madre y los deseos de libertad de las hijas, que se plasman en los
continuos enfrentamientos entre ellas y en los intentos de conseguir a un hombre para escapar de la casa. Fruto
de esas luchas son la continua envidia entre las hermanas (tres de ellas amaban al mismo hombre), la hipocresía,
el odio…

Durante toda la obra están presentes numerosos símbolos que refuerzan el carácter de los personajes y el
ambiente en el que se desarrolla la trama. El bastón de la madre simboliza su autoridad, el cual es roto por Adela
pretendiendo luchar por su libertad. La casa representa una cárcel, donde deberán guardar ocho años de luto tras
la muerte del padre.

Para concluir, Bernarda impone un código de conducta que choca con la rebeldía de sus hijas. Además, el intentar
aparentar lo que no se es ante los demás, marca cada una de sus acciones, y ello genera una tensión que
desencadena el trágico final.

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