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En ese momento, con la cordura que le quedaba, se da cuenta de que lo que hizo no
estuvo bien, arrepentida cobra razón, pero ya es tarde para salvarse porque su
imagen está manchada. Mariana dejó todo de lado por su amor, incluso a sus hijos.
Quería ser libre, pero su amor la privó de eso llevándola a la muerte. Sin embargo,
su muerte también es un simbolismo de que fue libre, se liberó de todo dolor y
carga. Adquiriendo lo que su amado más deseaba.
En Mariana Pineda, nos encontramos con una mujer que es más libre, a
comparación de las hijas de Bernarda Alba, una adulta, viuda madre de dos hijos.
Su amor por Pedro provoca que tenga actitudes rebeldes. Esta obra demuestra una
vez más como se veía a la mujer por aquella época, Mariana era una mujer fuerte en
lo público, más en lo privado no era a lo que se le dice ángel del hogar, no tenía en
cuenta a sus hijos, a éstos los cuidaba su madre adoptiva, ya que ella estaba
pendiente a los movimientos de Pedro. Pero para aquel hombre la libertad tenía más
peso que su amada, a quien deja morir. Sin embargo, me parece interesante como,
mezclando la actividad hogareña con lo prohibido, Lorca presenta a una mujer que,
desde lo privado, en el confinamiento de su hogar, confabula a favor de la libertad
de su pueblo. Como Lorca logra adentrar la política al hogar y la labor impuesta en
la mujer, en este caso el bordado, se convierte en conspiración, siendo Mariana una
mujer que carga con la revolución en sus hombros. Mas, mediante Pedro, se nos
demuestra como él queda impune siendo el cabecilla de la causa antimonárquica y
ella, siendo inocente, es condenada a muerte por bordar una bandera; la mujer carga
con una pena mayor que el hombre, ella misma eligió morir porque no quería el
desprecio de los suyos por lo que había hecho, manchando su honor, parecido a lo
que ocurre en “Señorita Julia”.
Esta obra posee un paralelismo con “Casa de Muñecas”, pero en cambio, la
protagonista se sobre pone ante los demás, decidiendo buscar el amor en sí misma,
poniendo en segundo plano el amor por sus hijos, como Mariana, pero Nora rompe
su matrimonio, que solo estaba edificado bajo la opresión y apariencia social. Nora
se libera de todo lo que no la deja ser ella, priorizándose, algo que no logra Mariana,
pero que también anhelaba. La presión que se ejerce sobre las mujeres, de ser
perfectas, siendo juzgadas por códigos de hombres llega a ser ridículo. ¿Por qué la
mujer tiene que dejar de ser ella misma y poner a todos sobre ella? Si no es así, se
les condena socialmente y terminan muertas en vida.
“Doña Rosita la soltera” es otro gran ejemplo de Lorca, mostrando la manera en la
que la mujer era juzgada y presionada durante ese lapso. Refleja el drama de una
doncella provinciana, cuya única salida es casarse, sin embargo, esto no se lleva a
cabo y espera inútilmente a que su enamorado regrese de las Américas, ya que este
hombre ya había contraído nupcias con otra mujer. Esta situación provoca que Doña
Rosita quede soltera de por vida, con las ilusiones y esperanzas ya destruidas. Se da
cuenta que, por dejar marchar a su prometido a América, corre el riesgo de quedarse
soltera de por vida; ve como todo el mundo a su alrededor va evolucionando y ella
está estancada esperando a alguien que no llegará.
Lorca en esta obra demuestra, de una manera hermosa, como la mujer se va
marchitando por la presión de la sociedad, Doña Rosita empieza como una bella
rosa roja, llena de vida y termina deshojada y marchita. Obra en la cual presionan a
la protagonista a que se case, y ella al no aceptar, se ve las consecuencias de esto en
la mirada juzgadora de la sociedad. La condenación a la mujer que prefiere quedarse
soltera, al no querer seguir con la tradición impuesta en la mujer, de ser madre,
ángel del hogar. Donde se mira, erróneamente, a la mujer no casada como fracasada
en la vida, por no cumplir con el rol establecido por el prejuicio social, y esto es al
final lo que consume a Doña Rosita, la frustración de no tener un amor idealizado,
de ver como la vida pasa a través de sus ojos, ella marchitándose sin haber vivido
“lo que debía vivir”. Esta frustración solo se produce por la presión social impuesta,
que se debe estar con alguien para tener una vida plena, que se debe tener familia.
Esta problemática afectó a la mujer del drama burgués, a las mujeres de Federico y
sigue hasta hoy. Sin embargo, lo que más le duele no es el engaño de su novio, sino
que, lo molesto son los comentarios de los demás, para quienes solo es la
“solterona”. A quien se le condena una vida sin sentido por ser soltera, llegando al
punto de marginarla socialmente.
Por último, “Bodas de sangre”. Muestra la tragedia ocasionada por un matrimonio
convenido, por negar la pasión y tratar de retenerla, la cual solo aumentó con el
paso del tiempo, provocando que la novia escapara el día de su boda con Leonardo,
un antiguo novio. Aquí se ve reflejada la represión de la mujer y el ambiente
machista en el que debían vivir, donde se les daba un rol por ser hombre o mujer, si
eras hombre trabajabas en el campo, si eras mujer te dedicabas al hogar. Donde para
ser una buena mujer, debías callar, no tenías derecho a opinar. Sin embargo, Lorca
pone a la mujer empoderada, revelándose en contra de su sociedad y su rol
establecido, huyendo con su antiguo novio para obtener su propia felicidad, aunque
esto no termina bien.
Sin embargo, al leer las obras de Lorca y ver cómo desarrolla a sus personajes
femeninos, me impresiona, porque siempre busca mostrar la lucha que esta tenía
para poder alcanzar su felicidad propia, e incluso para poder vivir SU vida. Federico
revelaba en gran manera las problemáticas que la mujer poseía, criticando a la
sociedad por esto mismo. Si comparamos estas obras con el de las mujeres del
drama burgués, veremos que se aproxima, más de lo que se aleja, debido a que la
lucha de la mujer por dejar de ser estereotipada siempre existió, el luchar para lograr
sobresalir y para dejar de ser vista como un ángel del hogar, incluso se refleja la
presión que sentían y lo que esta llegaba a provocar.
2. A partir del Requiem por un campesino español, presenta el papel de la iglesia
católica en la literatura española de principios del siglo XX. Utiliza, como
marco epistemológico, la obra de M. de Unamuno, en particular, San Manuel
Mártir Bueno.
En cuanto al papel de la iglesia católica en los primeros años del siglo XX, se nos
presentan dos puntos de vista diferentes, que se cruzan entre sí; estos son los
representantes con relación el lo religioso y la gran influencia que posee la Iglesia.
Jugó un papel destacado en todos los ámbitos de la vida en la España del siglo XX,
era ineludible en todos los aspectos: movimientos sociales, culturales, políticos, y
también, literarios.
Se refleja en la obra de Sender, al ver la influencia que posee el cura Mosé Millán
en el pueblo de Aragón, siendo este incluso quien relata la vida del difunto. Influía
no solo socialmente, también económicamente, siendo una imagen de poder
presentando conexión con el estado.
En busca de seguir ejemplificando el papel de la iglesia católica en la literatura
española, nos encontramos con “San Manuel Mártir Bueno”, esta obra, como marco
epistemológico, giran en torno a ciertas visiones del mundo, tales como: la fe
y cómo esta no muere con la celebración del primer año de la muerte de Paco en
la iglesia, la aparente felicidad de las personas y el amor incondicional al prójimo,
que es demostrado por Paco, quien estaba totalmente dedicado a una causa: ayudar a
su pueblo a salir de la pobreza. Viéndose, de igual manera, ejemplificado en la obra
de Unamuno, el poder que adquiría la persona por ser parte de la iglesia, como se
refleja con Don Manuel, quien tenía influencia en el pueblo por ejercer como cura.
De esta manera vemos en ambas novelas, la influencia que adquiría la iglesia
católica dentro de las personas, y así también como las obras de esa época lo
representaban y se veían repercutidas por ella. Basando sus textos en la fe y en la
búsqueda de lo inmortal, siendo la iglesia la fuente de estos tópicos, representados
como el abrigo de fe y la solidaridad con el prójimo, siendo esta última no funcional
en ciertos casos, ya que era “la voluntad de Dios”.
El sacerdote guardaba la bolsa de los óleos. Paco dijo que iba a avisar a los vecinos
para que fueran a ver al enfermo y ayudar a su mujer. Iría de parte de mosén Millán
y así nadie se negaría. El cura le advirtió que lo mejor que podía hacer era ir a su
casa. «Cuando Dios permite la pobreza y el dolor —dijo— es por algo». —¿Qué
puedes hacer tú? —añadió—. Esas cuevas que has visto son miserables, pero las
hay peores en otros pueblos. (Ramón J, Réquiem por un campesino 20).
Resulta bastante irónico comparar a Don Manuel y a Mosén Millán, quien ayudaba
a quien lo necesitase en el pueblo, siendo este el único que toma en cuenta al
pequeño Blasillo. Aunque a este cura, algo le angustiaba, su pérdida de fe. Esto no
era más que una representación de lo que el mismo Unamuno se encontraba
viviendo.
A finales del siglo XIX, el autor sufre una crisis religiosa debido a todos los
acontecimientos que ocurrían en España, y por el exilio involuntario obligado. Don
Manuel es una representación de lo que sentía Miguel de Unamuno, como ambos
tratan de mantener en sus pueblos el amor por la fe, siendo este el mártir de ambos.
En “Réquiem por un campesino español” se nos expone la realidad de España por
esa época, la cual estaba atravesando una guerra civil que duró tres años (1936-
1939). Es en este contexto en el que se nos presenta la vida de Paco, y teniendo la
iglesia una influencia tan grande en la vida, y decisiones, de las personas creyentes;
estas no hacían nada que no tuviera que ver con la iglesia, su fe y la religión. Esto se
nos presenta cuando Mosén relata la vida de Paco en su funeral, desde su bautizo,
comunión, matrimonio, llegando finalmente, a su funeral.