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Federico García Lorca nació en Fuente Vaqueros (Granada) en 1898, la misma ciudad

en la que, un mes después de comenzada la Guerra Civil Española, moriría asesinado.


En esta ciudad andaluza se impregnó García Lorca del sentido y el ritmo de la
poesía tradicional, canciones y romances, las leyendas y sucesos populares, formas
poéticas del pueblo, esencialmente orales que, posteriormente, sabría adaptar de
modo admirable a su obra personal de autor. Federico García Lorca, poeta y dra-
maturgo, es uno de los autores más conocidos del siglo XX. Difundidas sus obras por
todo el mundo, es conocido - y reconocido- casi universalmente. Como dramaturgo, la
evolución de la obra del poeta granadino muestra un proceso de depuración formal y
de contenidos que le lleva a un concepto renovador del arte escénico. Desde Mariana
Pineda o Don Perlimlín hasta La casa de Bernarda Alba, Federico García Lorca
experimentó diversos modos de escritura dramática: vanguardista en Así que pasen
cinco años o El público, trágica en Bodas de sangre o Yerma y esencialmente
dramática en La casa de Bernarda Alba.

La casa de Bernarda Alba pertenece al género dramático, en el que unos personajes,


a través del diálogo, llevan a cabo un conflicto. Por su final trágico podríamos
vincular la obra al subgénero de
la tragedia, sin embargo, el propio Lorca prefirió subtitularla como "drama de
mujeres en los
pueblos de España".

2. Temas principales del fragmento

En cuanto al tema del fragmento, podemos decir que es el conflicto entre el


principio de autoridad y el principio de libertad, entre el deseo y la represión.
El resultado final es que acaba venciendo o imponiéndose la realidad social frente
a la individual: la tradición y la honra prevalecerán sobre los sentimientos. Esto
se observa en las imposiciones finales de Bernarda que reprime las emociones de sus
hijas ante la muerte de la hermana. Junto a este tema principal, cabe destacar
otros secundarios, como la moral tradicional y la honra que impiden a las hermanas
ser libres y condenan el destino de Adela. Por último, el machismo y la condición
social inferior de la mujer en la sociedad española de la época se observa en toda
la obra y también en este fragmento, ya que la mujer es la que tiene que llevar el
peso de la honra familiar sobre sus hombros y lo que más preocupa a Bernarda es
guardar las apariencias de que su hija ha muerto virgen, mientras el comportamiento
de Pepe no es juzgado del mismo modo. Todos estos temas vienen a reflejar la
preocupación de los escritores del 27 por la propia naturaleza humana (el amor, la
muerte, el
destino y la libertad).

3. Resumen del fragmento

La acción del fragmento comienza con la acusación de Martirio a su hermana menor de


haber mantenido relaciones con Pepe el Romano. Adela, al verse descubierta, se
rebela contra la autoridad materna y quiere salir al encuentro con su amado, sin
embargo, su hermana Angustias se lo impide. Bernarda, al enterarse de este
prohibido romance intenta asesinar a Pepe el Romano con una escopeta. En medio de
la confusión, el hombre huye, pero Martirio hace creer a Adela que su madre lo ha
matado y se suicida. Bernarda, de nuevo más preocupada por las convenciones
sociales y la honra que por la muerte de su hija, instaura otra vez su poder a
través del silencio y la ocultación.

4. Estructura

Externa: Estamos ante una obra dividida en tres actos que siguen el esquema
clásico: planteamiento, nudo y desenlace. Dentro de cada acto se presenta la misma
secuencia: calma inicial, sucesión de conflictos y violencia final. Por otro lado,
es relevante señalar que toda la obra presenta una estructura circular ya que
comienza con la muerte del marido de Bernarda y concluye con la muerte de su hija
Adela como se ve en este fragmento. Asimismo, Bernarda acaba con la orden de
silencio, que es la primera palabra que había pronunciado cuando apareció por
primera vez en escena en el primer acto.

Interna: En cuanto a la estructura interna de este fragmento, podemos afirmar que


el diálogo producido se divide en tres partes que reflejan la evolución ascendente
de las escenas hasta el clímax final. En primer lugar se nos presentan las
recriminaciones de Martirio a Adela a causa de su relación con Pepe y la rebelión
de Adela que se opone a su madre y rompe su autoridad. Por otro lado, en la segunda
parte, Bernarda, después de ser consciente de la relación amorosa entre su hija y
Pepe quiere dispararlo pero falla en el intento. La última parte de este fragmento
la constituye el suicidio final de Adela al creer que su enamorado ha sido
asesinado y la manifestación de silencio de Bernarda.

5. Personajes

En cuanto a los personajes, también se puede apreciar en el fragmento el


enfrentamiento entre los dos principios señalados: el de autoridad y el de
libertad. El primero se presenta bajo la forma de una moral opresora, producto de
una sociedad arcaica en la que la honra y el respeto a las apariencias son
principios indiscutibles. Esta moral condena a las mujeres a vivir sin tener
ninguna satisfacción.

Bernarda: encarna el principio de autoridad. Ella representa las convenciones


morales y sociales más tradicionales: la autoridad y la opresión. Es clasista,
machista y dictatorial. Defiende la decencia y la honra y ejerce en su casa el
poder absoluto (muestra de ello son el bastón que siempre lleva en escena, y el
lenguaje imperativo: órdenes y prohibiciones: "¡Silencio!" ¡las lágrimas cuando
estés sola!¡Nos hundiremos todas en un mar de luto! [...] ¿Me habéis oído?
Silencio, silencio he dicho. ¡Silencio! Es un personaje represivo que impide la
manifestación de sentimientos de sus hijas. En este sentido, son muy significativas
las palabras iniciales con las que entra en escena y con las que termina la obra:
"¡Silencio!".

Angustias: es, como su propio nombre indica, un personaje angustiado. Es la mayor e


hija del primer marido de Bernarda. Como ha heredado una buena fortuna de su padre,
atrae a Pepe el Romano con quien se va a casar a pesar de no existir amor entre
ellos. En este fragmento desahoga su frustración al enfrentarse a Adela: ¡Ladrona!,
¡deshonra de nuestra casa!

Magdalena y Amelia son personajes desdibujados en la obra que se caracterizan por


la resignación y la sumisión a las normas. Mientras que Martirio se conoce por su
resentimiento y su envidia. Está enamorada de Pepe y es la primera en percatarse de
que a Adela le ocurre lo mismo. Es un personaje acomplejado que se empeña en
cumplir con las imposiciones sociales que, en realidad, juegan en su contra, porque
también quiere ser amada y libre. Sus celos hacia Adela la llevan a envidiarla en
voz alta en esta escena: "Dichosa ella mil veces que lo pudo tener". Como no logra
reprimir a su hermana, la denuncia ante su madre y da a entender que Pepe ha
muerto: "Se acabó Pepe el Romano, hecho que propicia el desenlace final de la
muerte de Adela.

Por otro lado, el principio de libertad se manifiesta en la fuerza del instinto


erótico, encarnado principalmente en Adela, aunque todas las hermanas los sienten
con mayor o menor fuerza. Adela es la más joven y junto con la abuela María Josefa,
encarna la rebeldía y la libertad. Se enfrenta a su madre en múltiples ocasiones:
desde las más ingenuas (abanico de flores y vestido verde) hasta sus relaciones
ilícitas con el pretendiente de Angustias y el desafío final que observamos en esta
escena cuando le rompe a su madre el bastón: "esto lo hago yo con la vara
dominadora". Adela es, esencialmente, el amor, actitud vital en toda obra
lorquiana, de tal manera que, si no hay amor, la vida pierde su esencia y la muerte
se presenta como la única opción.

En la escena también aparece:

La Poncia, una criada que interviene en las conversaciones, da consejos y advierte.


Considera como suya la honra de la casa y, por ello, espía a las hermanas e informa
a Bernarda de las tensiones que se crean aunque esta no la cree hasta el final.

Por último Pepe el Romano: el joven espiado ya por las hijas en el duelo y
pretendiente oficial de Angustias. Conocemos su silbido y su sombra. Su fuerza va
creciendo conforme aumenta la tensión dramática de la obra y tiene un equivalente
animal en el caballo garañón que patalea las paredes del corral. Será causante de
la muerte de Adela en esta parte final de la obra, quien al creerlo muerto por el
disparo de Bernarda, se quitará la vida. A pesar de formar parte de los personajes
invisibles, es el auténtico motor de la acción porque casi todas las
conversaciones, insinuaciones y enfrentamientos giran en tomo a él.

6.Lenguaje

La casa de Bernarda Alba pertenece al género dramático, en el que unos personajes,


a través del diálogo, llevan a cabo un conflicto. Por su final trágico podríamos
vincular la obra al subgénero de
la tragedia, sin embargo, el propio Lorca prefirió subtitularla como "drama de
mujeres en los
pueblos de España".

Dado su carácter dramático, el texto se manifiesta a través de las intervenciones


de los personajes y estos a través de la modalidad discursiva del diálogo, breve y
conciso, a excepción de la intervención final de Bernarda. El lenguaje lorquiano de
los dialogos tiene un intenso sabor popular vinculado al habla andaluza "se acabó
Pepe el Romano", pero a su vez, en relación a esa mezcla entre tradición y
vanguardia de la Generación del 27, las intervenciones de los personajes tienen una
dimensión poética: "Hubiera volcado un río de sangre sobre su cabeza!" ya que están
cargadas de simbolismo e imágenes metafóricas. Como hemos advertido, la función
poética está presente en todo el fragmento. Las acotaciones y diálogos están llenos
de imágenes expresivas, de manera que son constantes los recursos literarios.
Destacan pues las metáforas como "un rayo entre los dedos, un rio de sangre y un
mar de luto", todas de gran fuerza expresiva en consonancia con el gran dramatismo
de la escena. También son visibles los símiles: "Ahi fuera está, respirando como si
fuera un león y En voz baja como un rugido", referidos a Pepe el Romano y a
Bernarda, que también aumentan la expresividad y dan cuenta del poder absoluto que
ejerce Pepe el Romano sobre la casa. También cobran relevancia los símbolos: el
bastón, que representa la autoridad de Bernarda, las campanas, que se escuchan al
principio y al final de la obra, por la muerte del padre y luego de la hija; los
muros, que separan el interior del exterior y significan cierre, presidio y su
contraste con el pajar que simboliza el espacio exterior de libertad. La escopeta y
el martillo, objetos de metal que simbolizan violencia, muerte. Se puede señalar
una aliteración de "s* al final de la escena cuando Bernarda impone "silencio* que
impregna el momento de una enorme tensión. Este lenguaje metafórico y simbolista es
el reflejo de una de las características que mueven y unen a los autores de la
Generación del 27:
la intención estética.
En el nivel léxico-semántico existen términos relacionados con el campo semántico
de la
violencia: "sangre", "escopeta", "muerte", "golpe", "disparo", "martillo",
"matado", todos
relacionados con la muerte que cierra la obra y favorece el carácter dramático. Por
lo que respecta al nivel morfosintáctico, se observan algunos adjetivos, cuyo uso
se reduce a juzgar a Bernarda y a Adela: "dominadora, ladrona, maldita,
endemoniada", o el adjetivo virgen que se repite para recalcar que se cumpla la
orden final de Bernarda. Asimismo, el uso del imperativo "Déjala", "Atrévete",
¡Abre!, "Llevada" e incluso el uso vulgar de infinitivo por imperativo
"Descolgarla" sirve principalmente a Bernarda para dar órdenes, potenciando así la
función apelativa del lenguaje.

Por último, si observamos las modalidades oracionales, vemos que abundan las
oraciones exclamativas: "¡Esa es la cama de las mal nacidas!", "¡En mi no manda
nadie más que Pepe!",
"¡Hubiera volcado un río de sangre sobre su cabeza!", que potencian la carga
retórica del diálogo
para expresar la intensidad dramática y ponen de manifiesto la función expresiva
del lenguaje.
También se usan oraciones interrogativas "¿Por qué lo has dicho entonces?", "¿Me
habéis oído...?" que acentúan la carga emocional y el ritmo agitado de la escena.

-Acotaciones

Por lo que se refiere a las acotaciones, destinadas a clarificar la comprensión y


el modo de presentación de la obra, estas nos proporcionan una información esencial
acerca de la puesta en escena y de la intención comunicativa del personaje. Por
estas sabemos que "Adela arrebata el bastón a su madre y lo parte en dos", que
suena un disparo o intuimos que Adela se ha ahorcado porque Poncia "se lleva las
manos al cuello". También nos aportan información sobre el tono de voz, los gestos:
"la criada se santigua, al entrar da un grito o bien tienen una función apelativa
para la actuación de los personajes: "Señalando a Adela, Haciéndole frente, Sale
Magdalena" .Tipográficamente se distinguen del resto del texto por la utilización
de cursivas.

7. El tiempo

. Mientras que sobre el tiempo interno no hay referencias concretas, sabemos que
todo sucede en los meses de verano por las constantes alusiones al calor. Este
elemento tienen un papel protagonista tanto para hacer referencia al valor de
erotismo, como para acrecentar el ambiente agobiante y asfixiante en el que las
hijas viven encerradas. Además, podemos añadir que los acontecimientos de este
fragmento suceden en la noche, el momento es idóneo para mostrar las pasiones
ocultas e ilícitas de los personajes y acentuar el carácter dramático del
conflicto. Asimismo, aunque cada acto está ambientado en un tiempo diferente
(mañana, tarde y noche respectivamente), creando así la ilusión de que todo ocurre
en el mismo día, sabemos que los hechos pertenecen a días distintos. Por ello, se
puede decir que existe un tiempo no representado en cada acto.

8. El espacio

La casa de Bernards alba es una obra de interiores ya que todo se desarrolla en el


interior de una casa, refiriéndose a ella como un convento, el infierno... Además
Lorca es dramaturgo y un gran poeta, en todas sus composiciones aparece la lírica
pero está obra utiliza muy poco la lírica. Siendo todo lo que que saben ellas del
exterior la vida, la libertad o los chismes que le trae la poncia. Lorca cambia el
espacio de este acto con distintas partes de la casa ya que cada vez se va
adentrando más

Acto 1 al principio de la calle


Acto 2 las habitaciones
Acto 3 la cocina mientras cenan y el corral siendo un acto de libertad

En cuanto al espacio, debemos distinguir entre el escénico y el dramático. El


espacio escénico de la obra es la casa, único lugar en donde transcurre la acción,
en concreto se nombra el patio interior de paredes con reflejos azulados. Cabe
señalar que el espacio tiene una vital importancia porque a medida que avanza la
obra este también cambia, como vemos con las paredes que inicialmente tienen un
color blanco, que en cada acto va oscureciendo a medida que se va perdiendo la
pureza y la virginidad de Adela. En el texto la casa es descrita como un lugar
cerrado y asfixiante durante una noche calurosa de verano. Por otro lado, el
espacio dramático se amplia más allá de los límites del escenario, pues hay
distintos lugares en los que se desarrollan
situaciones que componen la acción del mundo exterior al que las hijas no tienen
acceso y que está impregnado de connotaciones de libertad. Para Bernarda los actos
inmorales ocurren de su puerta hacia afuera y ella, con su control absoluto sobre
lo que pasa adentro, se asegura de que su familia no pueda ser objeto de críticas.

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