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Ejercicio notarial
El Notario es un funcionario público investido de fe pública por el Estado, y tiene
a su cargo recibir, interpretar, redactar y dar forma legal a la voluntad de las
personas que ante él acuden, y conferir autenticidad y certeza jurídicas a los
actos y hechos pasados ante él, mediante la consignación de los mismos, en
instrumentos públicos de su autoría. Durante el ejercicio de esta tarea, el notario
tendrá como herramientas y será el custodio del protocolo y del libro de
intervenciones. Ambos elementos tienen reglas en cuanto a la forma en que
deben ser solicitados y luego utilizados por el escribano.
Protocolo
“Conjunto de folios anuales que comprende las escrituras autorizadas por el
escribano ( incluso las erradas), a más de la documentación complementaria, que
permite el resguardo de los hechos, actos, derechos y obligaciones que en el
mismo se plasman”.(Sierz, 2007).
Tomando esta definición, podemos decir que el protocolo se encuentra formado
por las escrituras matrices otorgadas dentro de un año calendario por un
escribano de registro y la documentación anexada a este por mandato legal,
orden judicial o requerimiento de partes. Así, forman parte del protocolo los
certificados solicitados al registro, la documentación habilitante (poderes,
contratos sociales, etc.), documentación legitimante (por ejemplo, declaratorias),
minutas, y otra documentación que la ley exige, por ejemplo, las copias de los
DNI (Documento Nacional de Identidad) de las partes intervinientes.
Del artículo 300 del Código Civil y Comercial, surgen los requisitos generales del
protocolo.
FOLIOS HABILITADOS PARA CADA REGISTRO
La habilitación de los cuadernillos de protocolo está a cargo, en la
provincia de Córdoba, del Tribunal de Disciplina Notarial, que es el
órgano de control encargado de habilitar y rubricar cada folio de los
cuadernillos adquiridos por el escribano de registro.
NUMERADOS CORRELATIVAMENTE
Es necesario, además de la numeración preimpresa que traen los
folios de protocolo, que se numere anualmente cada folio,
comenzando por el folio uno (01), donde estará contenida la nota de
apertura del protocolo, de manera que el primer acto que se otorgue
o el primer hecho que se constate comenzará a partir del folio dos
(02), y así correlativamente y en orden cronológico.
DOCUMENTOS QUE SE INCORPORAN EN VIRTUD DE LA LEY O
A SOLICITUD DE LAS PARTES
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Fuente: captura de pantalla de la web del Colegio de Escribanos de la Provincia de Córdoba, 2018.
Recuperado de: https://goo.gl/pJjqqz
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Figura 2: Ejemplo de cómo se debe hacer la foliatura del protocolo. Folio diez
(10). Es de resaltar que cada cuadernillo consta de diez folios, los que deberán ser
numerados correlativamente y hasta terminar el año.
Cada año, el protocolo deberá comenzar con una nota de apertura y finalizar con
una nota de cierre, cuyo contenido es regulado por cada legislación local.
Modelo de nota de apertura
En la ciudad de Córdoba, capital de la provincia del mismo nombre,
República Argentina, a UN día del mes de enero del año dos mil
DIECIOCHO, PROCEDO A DAR APERTURA al presente PROTOCOLO, para
el año en curso, correspondiente al registro notarial número ……………, a mi
cargo. CONSTE.
pero estos deben justificar tal carácter, es decir, deberán acompañar las
declaratorias de herederos y sus respectivos DNI. También se puede exhibir el
protocolo a otro escribano, como ocurre en los casos de estudio de título y en los
casos en que exista una orden judicial; ante esta última circunstancia, el notario
deberá exhibirlo a su señoría o al perito indicado al efecto. No hay que confundir
el secreto de protocolo con el secreto profesional, que se extiende no solamente a
los actos en los que el notario ha intervenido, sino también a todas las
declaraciones que las partes pudieran realizar con motivo del acto jurídico.
El libro de intervenciones
De acuerdo con lo que dispone el artículo 13 de la Ley 4183, el escribano deberá
llevar un libro de registro de intervenciones para todos los actos no protocolares.
En el libro de intervenciones, el notario dejará constancia de todos los actos no
protocolares que, en general, no requieren la formalidad de escritura pública,
como lo son las certificaciones de firmas. El valor que tienen estos actos no
protocolares es el de instrumento público. El notario debe realizar la compra del
libro registro de intervenciones en el colegio de escribanos. Este libro posee 250
folios móviles, numerados, y se solicita por nota al Tribunal de Disciplina Notarial
su habilitación. En Córdoba, también puede solicitarse mediante el sistema
SIDANO.
Figura 3: Hoja del libro de intervenciones con formato similar al utilizado en
la provincia de Córdoba
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Nota de solicitud
Señor presidente del Tribunal de Disciplina Notarial
de la provincia de Córdoba
S. / D.
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seguridad social. El nuevo Código Civil prevé en su artículo 313, para el caso de
los instrumentos privados, que, cuando uno de los firmantes no sabe o no puede
firmar, puede dejarse constancia de la impresión digital o mediante dos testigos
que deben suscribir el instrumento.
Creemos que es necesario analizar algunas cuestiones, ya que el acatamiento
literal de la norma podría atentar contra la seguridad de los documentos.
Diremos que la firma, en términos generales, cumple dos funciones: la primera es
la de identificación de quien la realiza y la restante es la conformidad o expresión
de voluntad de este. Cuando nos encontramos ante una impresión digital, solo la
primera función quedará satisfecha, es decir, la de identidad, pero de ningún
modo podremos establecer con certeza que el sujeto interviniente expresó su
voluntad, dado que tal impresión puede realizarse tomando la mano del individuo
dormido o hasta cuando ya hubiera fallecido. Hay que destacar que los testigos
que plantea el artículo no son firmantes a ruego. Creemos que es necesaria una
reforma del artículo, ya que el mismo código establece que la impresión digital
solo valdrá como principio de prueba por escrito, dando lugar a una gran
inseguridad jurídica, ya que, por un lado, permite la misma en los instrumentos
privados, pero, por otro, no le asigna el mismo valor que la firma.
Intervención en el registro del automotor El notario, en su actuación como
depositario de la fe pública, está facultado para certificar toda documentación
relacionada con el Registro Nacional de la Propiedad del Automotor. Interviene en
las certificaciones de firmas de las solicitudes o formularios tipo del registro del
automotor, como son los casos del formulario 08 de transferencias. La normativa
que regula lo referido a las certificaciones de las firmas por parte de los
escribanos de registros es el Digesto de Normas Técnico-Registrales del Registro
Nacional de la Propiedad Automotor.
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Referencias
Alterini, J. H. (2015). Código Civil y Comercial comentado. Buenos Aires, AR: La Ley.
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