Está en la página 1de 5

EXAMEN FÍSICO DE APARATO GENITAL MASCULINO

EXAMEN GENERAL
Se debe evaluar:
- Movilidad
- Fuerza
- Tono muscular
- Habilidad de deambular en forma independiente o con ayuda.
- Alteración del estado nutricional como: Caquexia debe hacer presumir enfermedades
malignas o tuberculosis genitourinarias
- Obesidad determinada por alteraciones endocrinológicas y metabólicas.
- Edemas de miembros inferiores y genitales pueden deberse: Descompensaciones
cardíacas, fallo renal, síndrome nefrótico u obstrucciones linfáticas pelvianas o
retroperitoneales.

URÉTERES
Estado normal: No son palpables a través de la pared abdominal,
Se puede identificar: Puntos dolorosos ureterales en los procesos inflamatorios.
 Punto ureteral superior, o punto paraumbilical: Permite evaluar sensibilidad
pelvis renal. Se encuentra en: Intersección de una línea horizontal que pasa por el
ombligo y una vertical sobre el punto de McBurney.
Palpación profunda: Provoca dolor en las afecciones inflamatorias de la pelvis renal
y del riñón.
Sensación dolorosa puede irradiarse hacia la vejiga, con deseo de orinar: Signo de
Bazy.

 Punto ureteral medio: Punto en el cual el uréter cruza los vasos ilíacos.
Situado en: Unión de la línea que une ambas espinas ilíacas antero-superiores y la
vertical que pasa por la espina del pubis.

 Punto ureteral inferior: Punto en el que el uréter entra en la vejiga.


Para su exploración, el paciente debe tener: Vejiga llena
Hombre se realiza a través: Tacto rectal dirigiendo el dedo hacia arriba y hacia afuera
contra la pared pelviana lateral.

VEJIGA
INSPECCIÓN:
 Vejiga distendida se observa como: Tumoración ubicada por encima del pubis y
puede alcanzar la altura del ombligo en los casos de retención crónica de orina.
Por lo común es medial, y a veces puede tener ligeras desviaciones.
 Cicatrices por: Cirugías o traumatismos previos.

PERCUSIÓN:
 Vejiga distendida se percibe como: Matidez de convexidad superior
PALPACIÓN
Vejiga normal: No debe palparse
Se palpa: Cuando el volumen urinario supere 150 mL.
- Cuando es palpable: Masa globosa de consistencia firme o duroelástica, y sus límites
pueden delimitarse.
Palpación bimanual: Mediante el tacto rectal en el hombre o vaginal en la mujer.
- Para apreciar grado de distensión de la vejiga, su sensibilidad, el grado de infiltración
de la pared y de los tejidos circundantes.
Anestesia general, resulta útil en la estadificación de tumores vesicales.
Hernias deslizadas con contenido vesical puede distenderse aún más la vejiga cuando se
comprime la masa escrotal.

PENE
INSPECCIÓN:
- Debe incluir: Glande, ambas caras del prepucio y uretra.
- Piel irritada, con excoriaciones o eritematosa puede observarse por efecto:
Incontinencia urinaria y por el uso de pañales.
- Infecciones micóticas pueden generar: Balanopostitis, intertrigo o infecciones
escrotales.
- Hipopigmentación de la piel se observa en: Balanitis erótica obliterante o liquen
escleroatrófico.
- Vesículas o úlceras: Enfermedades de transmisión sexual.
- El meato uretral se encuentra en el vértice del glande, y su situación puede variar
debido: Malformaciones congénitas (hipospadias o epispadias) o a procesos
traumáticos o infecciosos. El calibre uretral puede estar disminuido, ser puntiforme o
amplio.
- Procesos infecciosos, el meato: Eritematoso y edematizado.
- Fístulas uretropenianas: Secundarias a cirugías de la uretra.

Palpación:
Se deben palpar: Coberturas del pene, cuerpos cavernosos y uretra peniana con maniobras
unimanuales o bimanuales. Si se realizan con una sola mano, la otra debe tomar el pene por
su extremo para fi-jarlo. Para explorar la cara inferior se lo debe apoyar sobre el hipogastrio.
Hay que retraer la piel del prepucio para poner de manifiesto la presencia de balanitis,
balanopos-titis o tumores. La imposibilidad de retraer la piel del prepucio debido a
adherencias de la piel con el glande o por la presencia de anillos se denomina fimosis. En
ocasiones quienes presentan fimosis logran exponer el glande, pero luego el anillo fimótico
atrapado en el surco balanoprepu-cial puede impedir el rebatimiento de la piel sobre el glan-
de, denominándose parafimosis. El meato uretral debe separarse con el pulgar y el índice
para descartar la presencia de tumores en la fosa navicular. La porción escrotal de la uretra
se palpa a través de las bolsas, y la porción perineal, a nivel del periné anterior: La uretra
membranosa y la prostática solo se palpan a través del tacto rectal.
Debe reconocerse la consistencia uretral y su sensibilidad, ya que la presencia de zonas
dolorosas puede indicar una periuretritis secundaria a estrecheces uretrales. También es
preciso buscar induraciones, divertículos y cuerpos extraños alojados dentro de ella o en sus
advacencias (litiasis en divertículos). El escurrimiento uretral puede revelar la presencia de
secreciones uretrales. En los cuerpos cavernosos hay que reconocer su superficie,
consistencia y elasticidad, determinando la búsqueda de induraciones y placas fibrosas, tal
como se observa en la enfermedad de La Pevronie.
ESCROTO
INSPECCIÓN
Paciente en posición: De pie y acostado.
Se deberán observar:
- Cambios que se producen con los esfuerzos (maniobras de Valsalva)
- Evaluar su tamaño, consistencia, asimetrías, forma, coloración, características de los
pliegues cutáneos, presencia de ulceraciones y fístulas y tumoraciones de la piel
(quistes sebáceos, angiomas cutáneos que sangran con facilidad).
- Elefantiasis del escroto por obstrucción linfática, sea por filariasis o por resecciones
linfáticas inguinales.
- Enrojecimiento de la piel del escroto asociado al aumento del tamaño y el borramiento
de los pliegues escrotales es sugestivo de procesos inflamatorios de las gónadas
(orquiepididimitis).

PALPACIÓN
Se deben buscar: Infiltraciones y adherencias pared escrotal.
El signo del pinzamiento de la vaginal permite retener la túnica vaginal y el resto de la pared
escrotal entre el pulgar y el índice. Si la presión de los dedos se incrementa, la hoja parietal
de la túnica vaginal se escapa.
Esta maniobra permite diferenciar las paquivaginalitis aguda y crónica de los tumores de
testículo, ya que este signo falta en las primeras y se halla presente en los tumores de
testículo (signo de Sebileau).

TRANSILUMINACIÓN
Colocando una fuente de luz (linterna) en el lado opuesto a la tumoración escrotal en un
ambiente oscurecido, el pasaje de la luz se pone de manifiesto con un halo de tinte rojizo y
permite determinar la presencia de líquido en la cavidad vaginal (caso clínico 76-2). Cuando
la vagina se encuentra engrosada y el contenido líquido es hemático, la translucidez se halla
disminuida, y está ausente en los tumores de testículo (aunque excepcionalmente ciertos
tumores embrionarios con abundante tejido mucoso pueden presentar transiluminación
positiva).

EPIDÍDIMO Y TESTÍCULO
INSPECCIÓN: Anomalías de forma, tamaño y posición testiculares, procesos inflamatorios y
tumorales
PALPACIÓN: fijando el testículo con la mano izquierda se palpa el epidídimo con los dedos
pulgar e indice. Se reconocerán entonces la cabeza, el cuerpo y la cola, determinando su
movilidad, forma, tamaño y sensibilidad, así como su relación con el testículo, y se puede
comprobar si existen anomalías en la rotación. Normalmente debe palparse en la cara
posterior de la gónada. Se buscarán la existencia de formaciones sólidas o quísticas, el
aumento de tamaño por procesos inflamatorios, y la sensibilidad. La epididimitis aguda suele
estar acompañada por orquitis y presenta una marcada disminución o ausencia del espacio
epididimotesticular. La piel del
escroto puede estar adherida y con signos de flogosis.
Los agentes causales más frecuentes son Neisseria gonorrhoeae, Chlamydia trachomatis y
Escherichia coli. En la epididimitis crónica, la induración es indolora y debe sugerir la
existencia de tuberculosis.
En lo que respecta al testículo, se palparán su tamaño, forma, sensibilidad y consistencia, así
como su fijeza y movilidad.

CONDUCTO DEFERENTE Y CORDÓN ESPERMÁTICO


Continuando con la palpación epididimotesticular, se realiza la palpación del cordón
espermático y del con-
ducto deferente, desde el epidídimo hasta el orificio in-guinal superficial, y de todos los
elementos del cordón.
El conducto deferente se palpa como un cordón resistente lumbriforme. Es liso e indoloro. Su
engrosamiento fusiforme o en forma de cuentas de rosario puede reve-lar una tuberculosis.
Su ausencia, si bien es rara, puede ser causa de infertilidad. El cordón espermático puede
presentar dilataciones venosas varicosas (varicocele)
(fig. 76-2). Su dilatación disminuye al acostarse y pue-de aumentar con las maniobras de
Valsalva. El cordón espermático puede estar ocupado por sacos herniarios que dificultan su
palpación y pueden confundirse con un hidrocele. Habitualmente, en el hidrocele se palpa el
cor-dón por encima de la túnica vaginal dilatada. Los procesos inflamatorios por lo común se
propagan al cordón, engrosándolo y haciéndolo doloroso.

PRÓSTATA
La palpación de la próstata solo se realiza por examen rectal. La posición del paciente varía
de acuerdo con las preferencias del examinador. Se puede ubicar en decúbito dorsal con los
muslos y las piernas flexionadas, en decúbito lateral con la pierna superior flexionada, en
posición de pie con el tronco flexionado y apoyando los codos en la camilla de examen, o en
posición genupectoral.
Se practica con el dedo índice enguantado y lubricado.
La introducción del dedo es precedida por un masaje cutáneo para explorar la sensibilidad
cutánea y lubricar el ano. Una vez que se introduce el dedo, se aguarda unos instantes y se
instruye al paciente para que realice contracciones anales, y así se evalúa el tono del esfinter
anal, información muy útil para determinar su compromiso de origen neurológico. Se evaluará
luego la mucosa rectal, determinando sus características, sensibilidad y temperatura. De este
modo se descartarán estenosis, hemorroides internas, criptitis, fístulas rectales, pólipos de la
mucosa y cáncer de recto. La palpación de la próstata normal se percibe como una ligera
saliencia cuya forma es similar al corazón de un naipe francés; su punta co-responde a la
uretra membranosa y su volumen es similar al de una castaña en el adulto. Los límites son
netos, con dos lóbulos y sus bordes laterales, y un surco me-dio. La consistencia es elástica
e indolora (semejante a la eminencia tenar de la región palmar). La superficie es lisa y regular.
Al exprimir la glándula pueden surgir algunas gotas de líquido de color blanquecino por el
meato.
En la prostatitis aguda, la glándula está aumentada de tamaño, es blanda, dolorosa y con
elevación de su tem-peratura. En el absceso prostático se palpa la glándula fluctuante y
dolorosa con temperatura aumentada. En la prostatitis crónica, la próstata se encuentra
dolorosa, pero sin alcanzar la intensidad de los casos agudos. El tamaño puede ser normal o
aumentado con su superficie regular o nodular. El masaje prostático, que se realiza
presionando firmemente el dedo índice contra la glándula desde los bordes hacia la uretra,
para luego vaciar las vesículas seminales de arriba hacia abajo, permite obtener abundante
secreción prostática por el meato uretral.
En la hiperplasia prostática benigna se percibe una glándula de tamaño aumentado, indolora,
de superficie lisa y con borramiento del surco medio. En el carcinoma de la próstata, la
glándula aparece aumentada de tamaño, con superficie nodular, irregular, de dureza pétrea.
Pueden palparse desde pequeños nódulos únicos, en caso de enfermedad temprana, hasta
una glándula completamente invadida que se extiende más allá de sus límites, borrando los
bordes laterales. La tuberculosis prostática presenta zonas induradas con otras
reblandecidas. La litiasis prostática, cuando los cálculos son múl-tiples, permite apreciar una
crepitación característica.

VESÍCULAS SEMINALES
 Estado normal: Difícilmente pueden palparse.
 Procesos inflamatorios agudos: Se las palpa turgentes y dolorosas, e induradas
 Procesos crónicos: Se la palpa sensible

También podría gustarte