Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
– POCITOS
2023
MODULO IV
PSICOMOTRICIDAD
Es una técnica o disciplina para ayudar a los niños a desarrollar su movimiento corporal, la
relación con los demás, a controlar sus emociones y conocimiento integrando todo entre sí.
1. PSICOMOTRICIDAD
Definición
Este término se divide en dos: psicología (psico) y motriz (motricidad). Por tanto, cuando se
hable de psicomotricidad o psicomotriz se están refiriendo a todo lo relacionado con la
psicología y la motricidad, así como todas las complejas relaciones que existen entre estos
dos campos, que son muchas. Cuando se habla de psicología del niño se refiere a todo lo
relacionado con su personalidad, autoestima, conocerse él mismo, relaciones, emociones.
Y cuando se habla de motricidad se refiere al conocimiento, conciencia de su cuerpo,
moverse, manipular objetos, equilibrio, contacto.
Los beneficios de la psicomotricidad infantil se vinculan a las tres grandes áreas del
desarrollo:
Área motora
Área cognitiva
Área socio-afectiva
Ayuda a enfrentar y superar temores, sobre todo los relacionados con inseguridades
sociales y con la percepción del propio cuerpo.
Por ejemplo, cuando un niño está jugando con una pelota a primera vista parece que sólo
está trabajando habilidades físicas; pero su cerebro también está trabajando en unir el
movimiento que hacen sus manos con el movimiento que hacen sus ojos, algo fundamental
a partir de los 4 años para la lectoescritura.
Dominio corporal o conciencia de las dimensiones del propio cuerpo: conocimiento que la
persona tiene de su propio cuerpo. Esta habilidad permite a los niños que usen su cuerpo
como medio de aprendizaje.
Lateralidad: los seres humanos tenemos preferencia por un lado de nuestro cuerpo.
Por ejemplo, si usamos la mano derecha para escribir es porque nuestro hemisferio
2. MOTRICIDAD
Puede entenderse a la motricidad como el dominio del cuerpo por parte de las personas. El
ser humano no solo está en condiciones de reproducir movimientos, sino que puede
expresar su intencionalidad de manera creativa o espontánea.
El sistema nervioso central, las articulaciones y los músculos participan en los movimientos
voluntarios. A través de un proceso de aprendizaje, los niños van desarrollando la
motricidad desde el nacimiento, adquiriendo poco a poco habilidades como pararse o
caminar. Primero despliegan la motricidad gruesa y luego, una vez que alcanzan la madurez
y el crecimiento físico necesarios, la motricidad fina. Para favorecer esos procesos es
importante que los niños realicen actividad física y sean estimulados por los adultos.
Cuando el bebé es recién nacido, su cerebro no está lo suficientemente maduro como para
controlar el movimiento. El desarrollo comienza en la cabeza, y luego pasa a su cuerpo. El
niño será capaz de llevar los brazos juntos antes de que aprenda cómo pasar un juguete
de mano en mano.
Ahora bien, en cualquier área del cuerpo del bebé, sus habilidades motoras gruesas se
desarrollan antes que sus habilidades motoras finas. Sin embargo, para que el bebé
realmente haga cosas por sí mismo, necesitará usar habilidades gruesas y finas juntas:
Motricidad Gruesa
La motricidad gruesa es la que nos permite realizar movimientos de amplio recorrido con la
participación de diferentes músculos y la intervención del equilibrio, la agilidad, la fuerza y
la velocidad implicada en cada movimiento.
Los movimientos típicos de la motricidad gruesa son caminar y saltar o actividades más
complejas como ir en bicicleta o nadar, es decir, movimientos en los que se necesita del
funcionamiento de una gran cantidad de músculos. Cuando se produce una enfermedad
que afecta a la movilidad gruesa esta habilidad queda limitada, lo cual se observa en
individuos con falta de coordinación, con movimientos torpes, lentos e imprecisos.
Del mismo modo, este tipo de motricidad nos permite mantener el equilibrio y efectuar
cambios en nuestra posición corporal de manera coordinada. En comparación con la
motricidad fina, estos son movimientos algo menos precisos y más vinculados a la fuerza.
El niño empieza gateando e irá madurando hasta así poder ejecutar actividades más
complejas como ir en bicicleta.
En referencia a los niños, la Prueba Denver de Desarrollo se utiliza con la finalidad de medir
el progreso de las habilidades motoras tanto gruesas como finas, así como el lenguaje, la
personalidad y el desarrollo social, desde el primer mes de vida hasta los 6 años de edad.
A los 6 logra sentarse sin ningún apoyo, consiguiendo a los 8 años y medio hacerlo
sin ayuda.
Se ha comprobado que la motricidad gruesa es esencial para que los niños puedan
desplazarse para explorar, descubriendo así el entorno que les rodea. También se ha visto
importante para el desarrollo de las habilidades de aprendizaje y atención, ya que permite
entrenar las capacidades visoespaciales, integración lateral, orientación capacidades
relacionadas con las funciones cognitivas en especial con la lectoescritura.
Cabe señalar también que la motricidad gruesa empieza a desarrollarse antes que la
motricidad fina, que engloba la realización de movimientos más pequeños, precisos y con
mayor control, necesitando de músculos más pequeños.
El lóbulo que más se relaciona con el movimiento es el frontal, aunque también hay otros
implicados, como el parietal. Como toda función la motricidad, consta de un área motora
primaria y unas áreas de asociación; el área motora primaria es el número 4 según la
clasificación de Brodmann, y las áreas de asociación (también denominadas en este caso
"premotoras") son las 6 y la 8 de Brodmann.
Para la realización del movimiento voluntario son necesarias distintas fases. Primero tendrá
lugar la preparación o planificación del objetivo, en esta primera fase interviene el área
El cerebelo es otra región importante para el movimiento, ya que tiene la función de realizar
ajustes en este, regulando también la postura, el tono muscular y permitiendo así un
correcto equilibrio.
Existen distintos trastornos que repercuten a la correcta realización del movimiento, que
presentan diferentes variaciones según en el momento en los que se desarrollaron y de si
son adquiridos o si el paciente ya presentaba la afectación desde el nacimiento, o de si
aparece un aumento o una disminución de la movilidad.
Este trastorno aparece durante el período de desarrollo, observando que los niños que lo
sufren se tropiezan y se caen con más facilidad de lo habitual, les cuesta coger y manejar
objetos y presentan hipotonía muscular, que consiste en una debilidad en el tono muscular,
flacidez.
ejemplo, se puede observar aleteos de los brazos, balanceo del cuerpo o tendencia a
golpearse la cabeza. Así pues, será necesario señalar si se produce comportamiento
autolesivo y si la afectación es leve (si desaparece con la estimulación), moderada (si es
necesario emplear medidas de protección) o grave (cuando requiere de vigilancia continua
para evitar lesiones graves).
Por último, el tercer trastorno clasificado dentro de las alteraciones motoras en el DSM 5 es
el trastorno por tics. Se caracteriza por los movimientos repetitivos, rápidos, recurrentes y
no rítmicos, pudiendo ser motores simples (como parpadear), motores complejos (como
saltar), vocales simples (consistirán en realizar sonidos o ruidos sin sentido) o vocales
complejos (donde se produce repetición de palabras). De los distintos tics planteados los
más frecuentes son los motores.
Se diagnosticarán distintos tipos de trastornos por tics según la modalidad de tic que se
presente y la duración de estos. Así pues, el trastorno de la Tourette presenta tics motores
múltiples y como mínimo un tic vocal, que persisten durante más de un año y que tienen su
comienzo antes de los 18 años.
Dada la dificultad que se presenta para ejecutar ciertos movimientos será fundamental
trabajar y entrenar para conseguir una mejora y así ayudar también a que presente más
confianza y seguridad en uno mismo. De este modo, se realizan distintas actividades tanto
en la consulta del profesional de la salud como en casa con la ayuda y colaboración de los
padres.
Materiales, juegos dinámicos y entretenidos para los niños y que le ayudan a la práctica
motriz, pueden ser el paracaídas, que consiste en una tela que permite jugar en grupo,
mejorando así la motricidad y la coordinación; el recorrido motriz, que permite coger
confianza en uno mismo; o los circuitos de formas, donde se puede trabajar la lateralidad,
la coordinación y el equilibrio.
Motricidad Fina
Ahora bien, se puede indicar que la motricidad fina es la coordinación de las partes y
órganos del cuerpo (músculos, huesos y nervios) necesarios para la realización de
movimientos precisos, coordinados y controlados con las zonas más distales del cuerpo, es
decir manos y dedos, realizando con ello movimientos voluntarios. Muchas de estas
actividades están presentes en el día a día de cualquier persona como cambiarse de ropa,
alimentarse, usar un lapicero, escribir en un ordenador, etc. Estas competencias irán
adquiriéndose a lo largo del desarrollo psicomotor del niño, pero que muchas veces pueden
tener dificultades tanto en su aprendizaje como en su automatización.
Para que exista un control correcto de la motricidad fina, es necesario que haya una
planeación de la ejecución de la actividad que queremos realizar, una correcta fuerza
muscular y una sensibilidad acertada, puesto que con estos rasgos, junto con el tiempo y
la práctica, ayudarán a crear una correcta coordinación. Actividades tan sencillas como
recortar con tijera, dibujar círculos, escribir con un lápiz, doblar ropa y/o apilar bloques,
ayudan a mejorar estas destrezas sensomotoras en la persona. Aunque no solo realizamos
actividades de motricidad fina con las manos, puesto que el habla, la cual es importante
recalcar la correcta coordinación de los órganos bucofonatorios como la lengua, los labios
y las mejillas, necesitan de una destreza.
artrosis, u otras más severas como la ELA, EM y/o Alzheimer, van perdiendo esta habilidad
con el paso del tiempo, y es necesario reforzar para evitar su pérdida.
De 0 a 6 meses: presentarle objetos delante para que alce los brazos e intente
agarrarlos, como sonajeros, llaves de juguete, etc.
De 1 a 2 años: golpear juguetes para que hagan sonidos, encajar, sacar, garabatear
dibujos.
Físico Periféricos: afectan las articulaciones, los músculos, los huesos y las
extremidades;
Para favorecer en los niños la motricidad gruesa se puede trabajar de dos maneras:
De forma dirigida. Es una propuesta desde la mirada del adulto. Que dirige los
movimientos. Haciendo circuitos, acotando el ejercicio a algo específico.
Teniendo en cuenta que el ritmo de evolución de los niños varía de unos niños a otros se
puede ayudar a que se desarrolle de su motricidad gruesa desde casa con los siguientes
juegos:
Las huellas. La idea es que con unas cartulinas de colores se pueda poner unas
huellas grandes en el suelo. La idea consiste en mejorar el equilibrio y su
coordinación. Una vez puestas se puede empezar haciendo un circuito de poca
dificultad y cuando vaya superando las pruebas ir poniendo más dificultad. Se
pueden crear tantas combinaciones como queramos.
La tela de araña. Para poder hacer esta actividad se necesita cinta adhesiva o hilo
de lana y un pasillo. Utilizando el equilibrio, los niños han de pasar hacia el otro
extremo del pasillo “esquivando” la telaraña.
Jugar a los bolos. Con este juego los niños trabajan los brazos y las piernas a la
hora de lanzar. Además, aprender a coordinar los movimientos con la intención de
tirar la mayoría de los bolos.
Circuito con aros. Para hacer esta actividad solo necesitaremos unos aros. Se
ubicarán de forma distintas y el niño tendrá que seguir el camino trazado saltando
de un aro al otro.
Lanzamiento de pelotas. Los niños y los padres se podrán situar unos en frente de
otros cada uno con una caja. La idea será mantener el equilibrio y lograr que las
pelotas entren dentro de la caja del otro.
Que el globo no caiga. El juego es sencillo. El objetivo es que el niño logre golpear
el globo varias veces seguidas sin que caiga al suelo.
Hacer la carretilla. Este es un juego que suele gustar a todos los niños. Sirve para
que cojan fuerza en los brazos y mejoren la motricidad. Consistirá en ir a un punto
determinado a modo carrera o relevos tomando de carretilla a otro niño.
Circuito de equilibrios. Para ello se puede usar algún mueble de la casa y estando
atentos de que no haya peligro. Podemos hacer un recorrido donde el niño ejercite
sus piernas, trabaje el equilibrio y la coordinación proponiendo que lo hagan
caminando por encima sin caerse. Si existe miedo a que se suban a los muebles se
pueden crear líneas en el suelo con cinta adhesiva y que los niños lo pasen sin
salirse de la línea como si fuera un funambulista.
Hay muchas dimensiones que considerar a la hora de desarrollar la motricidad fina. Por
ello, en este post te presento 10 tipos de actividades que puedes incluir en casa o en el aula
para trabajar la movilidad de los músculos finos en niños y niñas. Todas ellas son con
materiales que, probablemente, se tenga en casa o en el aula.
1. Abrir y cerrar
Más que a actividades, este punto podría referirse a las tareas del día a día. Como hemos
dicho al inicio de este post, el objetivo final de desarrollar la motricidad fina es dar autonomía
e independencia en actividades cotidianas ¿Qué mejor forma que dándole al niño
responsabilidades que impliquen desarrollar su motricidad fina?
Uno se acostumbra fácilmente a que otros le hagan las cosas. Y, los papás, mamás, e
incluso los maestros, nos acostumbramos a hacerlas para no “perder tiempo”, entre que el
niño las hace y no.
Esto es un grave error. Si privamos a los niños de la oportunidad de usar sus habilidades
motoras, no le hacemos ningún favor al desarrollo de su motricidad fina.
Evidentemente, el niño no va a ser capaz de abrir y cerrar todos los objetos que se
encuentre, pero podemos dejar que practique con algunas actividades diarias como:
2. Plastilina
Aunque simple, es una de las mejores formas de desarrollar la motricidad fina. Es frecuente
utilizar esta actividad para el desarrollo de la fuerza de agarre, pero la verdad es que ayuda
con muchas otras destrezas motoras finas.
Con la plastilina el niño puede aplastar, amasar, estirar, desgarrar, enrollar, construir…
entre un sinfín de posibilidades. No te preocupes porque esté un poco dura, desarrolla su
paciencia y haz que vaya soltando la masa poco a poco, estimulando la fuerza de los
músculos no solo de las manos, sino del brazo, antebrazo y aquellos que actúan sobre la
muñeca.
Las plantillas imprimibles son muy prácticas para que los niños jueguen con la
plastilina sin manchar mucho mientras realizan una actividad. Con las plantillas se
pueden trabajar diversas áreas como matemáticas o lectoescritura, o simplemente
dejar que el niño dé rienda suelta a su imaginación.
Otra actividad divertida puede ser esconder dentro de la plastilina algunos objetos
como botones, macarrones, ojos móviles para manualidades, monedas.
3. Construcciones
Dependiendo del tipo de bloque, las habilidades motrices a desarrollar pueden variar:
Bloques de madera. Los bloques de madera no suelen necesitar encajarse con otras
piezas, sino que se superponen y necesitan una buena coordinación ojo-mano y
sentido del equilibrio para poder hacer con ellas torres infinitas.
Bloques estilo LEGO. Estos bloques necesitan fuerza en las manos para encajar
unas piezas con otras, e incluso más fuerza aún para separarlas. También son
bastante buenas para trabajar la coordinación bilateral, al tener que utilizar ambas
manos para unirlas.
Bloques con velcro. O cualquier juguete que consiste a juntar o separar piezas con
velcro. Ahora está de moda jugar a las comiditas con piezas unidas por velcro,
cortándolas con el cuchillo de juguete o separándolas con las manos es una buena
forma de estimular nuestras manitas.
4. Ensartar e hilar
Las actividades con hilos, cuentas, limpiapipas, en las que haya que coser, bordar o insertar
objetos, entre otras cosas, necesitan precisión y estabilidad. Los niños tienen que ser
capaces de aislar los movimientos del brazo, muñeca, manos y dedos para poder llevar a
cabo las tareas de forma satisfactoria. Además, en todas ellas se practica la coordinación
óculo-manual y el desarrollo de la pinza.
Insertar objetos. Insertar objetos es una de las primeras actividades motoras finas
que se trabajan con bebés y niños. Podemos desarrollar la pinza inferior, la superior,
la fuerza de agarre y, además, trabajar la tensión y la extensión de los músculos de
la mano y dedos.
Tarjetas de Bordado. Es una actividad muy sencilla que va a tener al peque muy
ocupado. Con las tarjetas de bordado, desarrollará la paciencia y practicará la
coordinación bilateral asimétrica. Necesita que sus dos manitas trabajen en un
mismo proyecto, pero con una pequeña diferencia: cada manita tiene su propia
función. Además, es posible que necesite cruzar la línea media corporal, poniéndole
otro reto evolutivo a superar.
Ensartar Cuentas. Es necesario saber que estén preparados para realizar esta
actividad, ya que es la más complicada de las tres. Necesita poder controlar la
muñeca, saber cómo aislar los dedos y hacer la pinza superior, con una buena
coordinación ojo-mano y precisión. Para que sea más sencillo, empecemos con
cuentas u objetos con agujeros grandes. Conforme vaya progresando, lo vamos
complicando.
5. Trazos
La motricidad fina es esencial en la lectoescritura porque permite a los niños, no solo trazar
las letras para luego escribirlas, sino también implicarse en la tarea y ser capaz de seguir
visualmente las letras y palabras que en un futuro tendrá que leer.
Por ello, una buena práctica puede ser exponer a los peques a actividades que impliquen
trazar, seguir letras o formas, o coger un lápiz y aislar los distintos grupos musculares
involucrados en el proceso de escritura. A continuación, presento algunas formas de
practicar el trazado.
Con los dedos. Trazar con los dedos puede ser una muy buena forma de iniciar al
niño en el mundo de la lectoescritura. Puedes planear una actividad en arena, nieve,
o cualquier material de similar consistencia.
Pegatinas, sellos o rotuladores para hacer círculos. Y, por supuesto, trazar con
materiales varios. Trata de presentar distintas herramientas para mantener la
curiosidad, pero tampoco ofrezcas todo a la vez. Deja que explore las posibilidades
de cada material.
Con tiza. A los niños les encanta la tiza. Déjale que juegue con tizas de distintos
colores y tamaños. No descartes las tizas muy pequeñas, ya que podría ir trabajando
la pinza al intentar cogerlas y utilizarlas. Una variación de la actividad puede ser
borrar con un pincel lo escrito con la tiza. Esta actividad trabajaría especialmente la
estabilidad de la muñeca y ayudará al niño con las mociones básicas de la escritura.
Aprestamiento
Otro
En el caso del aprestamiento escolar encontramos que comienza a muy temprana edad y
se desempeña para promover y estimular el correcto desarrollo de las destrezas,
habilidades y buenos hábitos.
Este proceso puede ser recomendado por distintos psicólogos familiares, pues se ha
demostrado que en algunas ocasiones y oportunidades los niños pueden sufrir de un
choque emocional al pasar a estar en una etapa tan compleja, como puede ser la escuela.
Básicamente, el aprestamiento escolar tiene como objetivo y finalidad captar la atención del
niño y que, gracias a la implementación de las respectivas actividades, se pueda aumentar
y mejorar su concentración, dando como resultado final la realización de actividades
planeadas.
-Los estímulos suelen realizarse a través de los sentidos: vista, tacto y oído son los
enfoques fundamentales y las principales áreas en las que se basa esta técnica para captar
la atención de los infantes.
-El aprestamiento escolar tiene un enfoque aristotélico, en donde los niños son enseñados
desde las nociones más amplias, a conceptos particulares. Lo abstracto y simbólico pasa a
ser concreto y representativo.
-Gracias al aprestamiento escolar, el niño puede tener un mayor desarrollo social y una
mayor capacidad para la resolución de problemas y conflictos; esto puede evidenciarse a
largo plazo.
-El aprestamiento escolar, se realiza con fines educativos y puede llegar a cambiar –para
mejor– la conducta de un niño: aumentará su madurez y su capacidad de concentración.
-En segundo y tercer lugar, tendrá un mayor desarrollo corporal y del lenguaje,
respectivamente. El niño aumentará su capacidad de reconocimiento de tiempo-espacio.
-El aprestamiento escolar, suele comenzarse con las primeras enseñanzas del alfabeto, los
números y colores. De esta manera, tiene un mayor contacto con el lenguaje, pero también
con el proceso de memorización.
-Las actividades a realizar, deben obligar al niño a utilizar sus capacidades para expresarse
a nivel oral, pero también visualmente (mediante la lectura y escritura). Debe existir un reto
a nivel de tiempo y espacio, además, los niños tienen que aprender a distinguir pequeñas
diferencias y similitudes entre objetos, así como también su color, textura y tamaño.
-Por último, es importante mencionar que además de ser graduales, las actividades van de
acuerdo a las distintas personalidades, capacidades y características de cada niño. Por lo
tanto, se tiene una planificación previa que permite identificar los objetivos a alcanzar.
Allí las maestras y cuidadoras se preocupan por cumplir un programa rígido que no permite
la entrada a la enseñanza de técnicas que, sin duda alguna, le serán útiles a los niños a
largo plazo.
Si se enseña a los niños a estar listos a cualquier reto que se puedan enfrentar, se estarán
criando hombres y mujeres de bien, que en un futuro no tendrán temor a ningún obstáculo
o dificultad que pueda presentárseles.
Poesías: Con la poesía, los niños pueden acostumbrarse al ritmo y al igual que con
los cuentos, a mejorar su memoria y atención. Si son leídas por ellos mismos,
ayudará a que su lectura sea más fluida y espontánea.
Conversaciones: Ayuda a los infantes a tener un mejor orden de sus ideas y una
mayor claridad al comunicarse.
Rimas: Por su longitud, llaman la atención de los niños y los ayudan a pensar y a
memorizar.
La importancia que tiene la motricidad fina en la etapa preescolar es que enriquece en los
niños y niñas cada movimiento que ellos realizan y desarrollan, adquiriendo destrezas y
habilidades, es decir, que logran aprender. Por esto, La estimulación de la motricidad fina
es fundamental antes del aprendizaje de la escritura la cual requiere de una coordinación y
entrenamiento motriz en las manos, una buena estimulación se reflejará cuando el niño
comience a manejar los signos gráficos con movimientos armónicos y uniformes de su
mano en la hoja del cuaderno.
La motricidad fina, implica precisión, eficacia, armonía y acción, lo que podemos llamar
movimientos dotados de sentido útil, También puede definirse como las acciones del ser
humano en cuya realización se relaciona la intervención del ojo, la mano, los dedos en
interacción con el medio, aunque no es exclusiva de la mano, donde además se incluyen
los pies y los dedos, la cara con referencia a la lengua y los labios.
El rasgado
El recortado
La pintura dactilar
Moldeado con plastilina
Nociones de colores
Dactilopintura
Pintura sobre lija con tiza blanca y negra
El troquelado
Collage
College con volumen
Ensartados
Trenzados
Enhebrados
El bebé desde que nace recorre un largo camino de desarrollo, maduración y aprendizaje,
son muchas las habilidades que necesita adquirir poco a poco para completar su desarrollo
tanto físico como psicomotor y adquirir destrezas que le permitan valerse por sí mismo. Hoy
hablamos del desarrollo físico y desarrollo psicomotor del niño.
El desarrollo psicomotor y físico del niño se rige por dos leyes de desarrollo:
Ley céfalo caudal. La ley céfalo caudal determina la dirección del desarrollo,
primero se desarrollan las partes más cercanas a la cabeza, y de manera gradual
las que se van alejando. Así primero se adquiere fuerza y dominio en la musculatura
del cuello y de los hombros.
Ley próximo distal. La ley próximo distal explica del sentido del desarrollo físico
desde la parte central del tronco al exterior. De este modo primero se adquieren
destrezas musculares de los hombros, después los brazos, a continuación, las
manos y finalmente los dedos.
El bebé poco a poco adquiere mayores destrezas, pero debemos tener en cuenta las leyes
que rigen su desarrollo psicomotor y físico. Un bebé que no tenga adquiridas domino y
destrezas en los brazos, no podrá adquirir las mismas con las manos.
El bebé pasa de ser un ser completamente dependiente, sin apenas control sobre su cuerpo
y cuyos movimientos se reducen a actos reflejos, a un ser con autonomía y dominio de su
cuerpo, capaz de controlar sus movimientos y efectuarlos para lograr un fin determinado.
En pocos meses el bebé será capaz de caminar solo y podrá desplazarse, también será
capaz de manipular objetos y de utilizarlos a modo de herramientas.
Para que el bebé desarrolle sus movimientos y destrezas físicas se debe tener en cuenta
algunas cuestiones:
Es un proceso gradual que se rige según las leyes céfalo caudal y próximo distal
mencionadas. Y para lograr nuevos hitos han de sustentarse en logros de hitos
previos.
Respetar el ritmo de cada niño, observar sus logros y basarse en ellos para
continuar estimulando al bebé.
Durante la infancia de los niños pequeños son muchas las dudas que se tiene sobre su
crecimiento y su desarrollo psicomotor correcto; alguna de las preguntas de los padres de
familia circula en torno a “sus compañeros de guardería ya gatean y mi pequeño todavía
no; ¿Es normal?; ¿A qué edad debe sentarse por sí solo?; ¿Cuándo debe empezar a
andar?”.
Se dará a conocer las etapas del desarrollo psicomotor para que se pueda tener una
referencia de aquello que se espera en cada etapa cronológica y se pueda alertar ante
cualquier señal, para consultar con un especialista en fisioterapia lo antes posible:
Por ello se presenta a continuación una pequeña guía sobre los hitos a alcanzar
relacionados con el desarrollo motor:
RECIÉN NACIDO
Mira bien, pero sólo tiene un alcance de 15 a 20 centímetros. Esta es la distancia entre el
pecho y la cara de la madre. No puede enfocar, mira directamente a los ojos y debemos
entrar en su campo de visión.
Todavía no tiene control de la cabeza, a pesar de que ya es capaz de mover los brazos,
gesticular y estirarlos.
1 MES
2 MESES
Es capaz de levantar la cabeza por sí solo durante más tiempo cuando está
acostado boca abajo.
Las manos están cada vez más abiertas, especialmente boca arriba.
3 MESES
Al tumbarse boca abajo ya es capaz de utilizar sus brazos como apoyo y levantar
totalmente la cabeza.
4 MESES
Acostado boca abajo, eleva la cabeza con el apoyo de las manos y los antebrazos
y gira la cabeza.
Boca arriba, eleva las piernas 90º y estira los brazos totalmente. En ocasiones se
juntan las manos con las piernas.
5 MESES
Boca abajo, eleva la cabeza y una parte del tronco, apoyado en sus antebrazos.
Boca arriba explora sus piernas y sus rodillas con las manos
Se mantiene sentado con leve apoyo, agarrado por la cadera, la espalda está más
recta.
6 MESES
Boca abajo se apoya sobre sus manos, con los brazos extendidos.
Inicia el volteo, al intentar pasar de boca arriba a lateral a veces puede llegar a
ponerse boca abajo.
Transfiere objetos de una mano a la otra y tiene una mejor coordinación ojo / mano.
7 MESES
8 MESES
9 MESES
10 MESES
Domina algunos movimientos finos, como las pinzas con los dedos y el pulgar
11 MESES
12 MESES
Emplea ambas manos en una misma acción, por ejemplo, al tirar una pelota.
Las habilidades motrices básicas se continúan desarrollando hasta los 36 meses de edad.
Cada niño tiene un ritmo diferente de desarrollo debido a sus condiciones propias, y puede
haber una diferencia de 2-3 meses a la hora de alcanzar los ítems descritos. Lo que sí es
común en todos ellos es que los niños deben percibir algo en el ambiente que les motive a
moverse, de esta manera pueden crear un nuevo comportamiento motor, por ello es de
suma importancia facilitarles un entorno enriquecido de estímulos que motiven su
aprendizaje.
Desde los reflejos neonatales hasta escribir oraciones, el desarrollo motor en niños de 0 a
5 años es una etapa de evolución y aprendizaje permanente, tanto para ellos como para
sus padres.
Cerebro.
Médula espinal.
Nervios periféricos.
Músculos.
Articulaciones.
La primera señal de la actividad motriz está en la cabeza. El recién nacido puede voltearla
de lado a lado cuando está boca arriba. Si está boca abajo, en cambio, puede levantarla lo
suficiente.
Poco a poco, el bebé irá desarrollando el movimiento de las manos, imprescindible para el
desarrollo motor en niños de 0 a 5 años.
Son varias las etapas por las que atraviesa el niño. Al nacer como promedio mide 50
centímetros y pesa 3,5 kilos. Tiene la cabeza y los ojos grandes, la nariz pequeña, las
mejillas gordas y el mentón hendido. A partir de allí, comienza la curva del desarrollo físico
y cognitivo, psicológico y social.
Desde los dos meses, comienza la coordinación del ojo con la mano. El pequeño ve un
objeto e intenta tomarlo, hasta que con la práctica lo logra agarrar.
Desde los tres meses y hasta el año de edad podemos diferenciar tres etapas bien
marcadas en cuanto al desarrollo motor del niño se refiere:
A partir de los seis meses, empieza a gatear y se sienta sin ayuda. Unos meses
después, será capaz de sostenerse y dar pasos. Aunque torpemente, toma objetos
con las dos manos sin involucrar los dedos y los suelta. También puede dirigir la
mano hacia el lado opuesto del cuerpo.
Al año, descubre las escaleras, a las que puede subir con ayuda. Construye una torre de
dos cubos, tira, recoge la pelota con manos y pies. También es capaz de tomar objetos con
el índice y el pulgar.
Empieza a comer solo y se sienta en una silla pequeña. Su autonomía aumenta, pero
también sus rabietas y sus celos.
A los dos años ya sube y baja escaleras solo, salta con dos pies, patea un balón o monta
en triciclo. Su desarrollo social y cognitivo aumenta e interactúa más con otros niños.
Es capaz de trazar líneas y ojear libros. Se alimenta a sí mismo con cuchara y forma frases,
aunque a veces incoherentes.
Desde el tobogán
Correr rápido, copiar un círculo o sostenerse sobre un pie son destrezas que desarrolla a
partir de los 3 años. Corta con tijeras, arma un rompecabezas de tres piezas, se desliza por
un tobogán y camina de puntillas.
A los cuatro años se sostiene sobre un pie por más tiempo. Salta, trepa y baila con habilidad.
Se inclina y toca el suelo con las manos, abre un candado con llave. Expresa pensamientos,
perfecciona dibujos y le encanta el juego colectivo.
A partir de los cinco años, el niño ya es capaz de bajar escaleras con un pie en cada
escalón. Copia triángulos, números y palabras sencillas, en mayúsculas y minúsculas. Así
mismo, hace nudos, y corta con tijeras siguiendo líneas. También puede escribir oraciones.
A esta edad, el niño puede cambiar de dirección mientras corre y caminar en una tabla
manteniendo el equilibrio. Además, salta hacia atrás.
Evaluación psicomotriz
- Se explora las aptitudes y dificultades: Función del ajuste tónico, es base para generar y
emprender los movimientos, con frecuencia se reporta un tono muscular disminuido.
- Función del equilibrio es una actividad primaria que adecua el cuerpo en una situación de
inmovilidad, al niño le resulta difícil sostener su cuerpo sobre un pie y sobre la punta de los
pies. Tiende a buscar apoyo y soporte en variadas superficies o sobre el cuerpo del otro.
- Falta de atención-concentración.
En la mayoría de casos los padres desconocen el actuar del niño y acuden con el niño por
indicación de la tutora.
Recomendación:
Fundamentos:
Los trastornos del desarrollo psicomotor reflejan siempre alteraciones en las que se ven
afectados varios aspectos del desarrollo del niño, de ahí la importancia de intervenir cuanto
Cada día son más frecuentes los niños entre cinco y siete años que presentan dificultades
importantes para aprender a leer, escribir y a hacer operaciones de cálculo básico. Una
gran parte de las causas son de carácter psicomotriz. Cuando se habla de problemas
psicomotrices, se refiere a problemas de inmadurez o disfunción de los patrones motrices,
sensoriales, y de desarrollo que el cerebro utiliza para realizar estos aprendizajes, integrar
la información, la memoria y comprender. Se piensa que muchas inversiones gráficas no
se resuelven haciendo fichas de números colocados correctamente, sino detectando y
tratando la causa que hace que el niño no tenga unas coordenadas espaciales bien
estructuradas.
Aunque sólo es un breve artículo podemos entender la relevancia de una detección precoz
de cualquier dificultad psicomotriz para poder intervenir, apoyar, potenciar y resolver lo más
tempranamente posible atendiendo de forma real a la diversidad y a la singularidad de cada
uno de los menores.
Esta labor de detección, de recogida de información que anteriormente podía ser altamente
compleja, costosa en tiempo, dinero así como en esfuerzo profesional y del menor,
actualmente es rápida, dinámica, sin la participación del niño, y con la posibilidad mediante
el método observacional y contestando online, de lograr información del menor hasta de 35
indicadores (uno de los indicadores es la Psicomotricidad), comprendiendo las edades de
2 a 18 años, y abarcando todas las esferas del infante y del joven, “Educación y
Aprendizaje”, “Desarrollo y Social”, “Emoción y Comportamiento”.
BIBLIOGRAFÍA
https://gabrielyadrian.com/psicomotricidad/
http://www.ub.edu/casosenxarxa/glossary/psicomotricidad/#.ZEq-IM7MLIU
https://spain.minilandeducational.com/school/la-psicomotricidad-como-motor-del-
desarrollo-integral-del-nino/
https://hospitalveugenia.com/atencion-temprana/psicomotricidad-infantil-motricidad-
gruesa-y-fina-fisioterapia/
https://definicion.de/motricidad/
https://dle.rae.es/motricidad
https://indianlioneducation.com/10-actividades-motricidad-fina/
https://www.lifeder.com/aprestamiento-escolar/
https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S1245178902720301
https://www.avantpsicologia.com/psicologos-infantiles-valencia/alteraciones-desarrollo-
psicomotor/
https://www.avantpsicologia.com/psicologos-infantiles-valencia/alteraciones-desarrollo-
psicomotor/
http://educaryaprender.es/psicomotricidad-infantil-deteccion-temprana/
https://educayaprende.com/desarrollo-fisico-y-psicomotor-bebe/
https://es.slideshare.net/1128483839/leyes-del-desarrollo-infantil
http://www.palabraenfermera.enfermerianavarra.com/blog/2018/11/06/desarrollo-
psicomotor-del-nino-en-el-primer-ano-de-vida/
https://es.slideshare.net/NathaliePalacios/desarrollo-motor-del-nio-de-0-a-5-aos
https://eresmama.com/desarrollo-motor-ninos-0-5-anos/
https://www.bebesymas.com/desarrollo/desarrollo-psicomotor-bebes-ninos-capacidades-
motoras-cero-a-seis-anos
https://www.psicoaprende.com/wp/evaluacion-psicomotriz-2.html
Alonso, V. (2018) Manual CEDE de preparación PIR: Psicología clínica infantil. CEDE:
5ª Edición.
Pazos-Couto, José, & Trigo, Eugenia. (2014). Motricidad Humana y gestión municipal.
Estudios pedagógicos (Valdivia), 40(1), 373-387. https://dx.doi.org/10.4067/S0718-
07052014000100022