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La Psicomotricidad

La psicomotricidad es la psicología del movimiento.


Esto significa que nuestro cuerpo está conectado con nuestras emociones y nuestra
mente. Cuando se realiza alguna actividad motora esta está acompañada de una emoción
y un pensamiento.
Se debe conocer que los primeros esquemas mentales se producen a partir del
movimiento por esta razón es de suma importancia que nos movamos. En los primeros 6
años de vida es importante aprovechar la plasticidad del cerebro del niño/a,
estimulándolo para que así se generen mayor cantidad de conexiones en las neuronas.
La psicomotricidad admite el desarrollo integral del individuo, por que aborda a la
persona como un todo considerando su aspecto social, afectivo, intelectual y motriz.
Es una disciplina de la cual se basa todo aprendizaje y su principal objetivo es expresar
las emociones a través de los movimientos del cuerpo, pues el individuo mediante el
movimiento investiga, explora, vive sus conflictos y emociones, aprende a superar sus
límites, sus deseos y miedos, a asumir roles y a relacionarse con los demás.
Concepto
Según Muniáin: "La Psicomotricidad es una disciplina educativa, reeducativa y
terapéutica, concebida como diálogo, que considera al ser humano como una unidad
psicosomática y que actúa sobre su totalidad por medio del cuerpo y del movimiento, en
el ámbito de una relación cálida y descentrada, mediante métodos activos de mediación
principalmente corporal, con el fin de contribuir en su desarrollo integral”.
Importancia de la psicomotricidad
Papalia Diana (2005) afirma: Los primeros años de vida, la Psicomotricidad juega un
papel muy importante, porque influye valiosamente en el desarrollo intelectual,
afectivo y social del niño favoreciendo la relación con su entorno y tomando en
cuenta las diferencias individuales, necesidades e intereses de los niños y las niñas.
(p. 4)
La página web psicomotricidad infantil hace hincapié en tres áreas beneficiadas.
Nivel Motor:
Facilita la adquisición del esquema corporal, permite que el niño tome conciencia y
percepción de su propio cuerpo.
Favorece el control del cuerpo, a través de la psicomotricidad el niño aprende a dominar
y adaptar su movimiento corporal.
Ayuda a afirmar su lateralidad, control postural, equilibrio, coordinación, ubicación en
tiempo y espacio.
Nivel cognitivo
Estimula la percepción y discriminación de las cualidades de los objetos así como la
exploración de los diferentes usos que se les puede dar.
Crea hábitos que facilitan el aprendizaje, mejora la memoria, la atención y
concentración, así como la creatividad del niño.
Introduce nociones espaciales como arriba-abajo, a un lado-al otro lado, delante-detrás,
cerca-lejos y otros más, a partir de su propio cuerpo.
Refuerza nociones básicas de color, tamaño, forma y cantidad a través de la experiencia
directa con los elementos del entorno.
Nivel socio-afectivo
Sirve como un canalizador, ya que el niño puede descargar su impulsividad sin
culpabilidad. Esta descarga será determinante para su equilibrio afectivo.
Se integra a nivel social con sus compañeros, propicia el juego grupal.
Ayuda a enfrentar ciertos temores, el niño fortalece no solo su cuerpo sino también su
personalidad superando así ciertos miedos que antes lo acompañaban.
Reafirma su auto-concepto y autoestima, al sentirse más seguro emocionalmente, como
consecuencia de conocer sus propios límites y capacidades.
Publicado por: PSICOMOTRICIDAD INFANTIL. Beneficios Psicomotricidad [en línea].
Argentina, Octubre 2012 [consulta: 11 septiembre 2015]. Disponible en: <
http://www.psicomotricidadinfantil.com/psicomotricidad-infantil/beneficios-
psicomotricidad.html>.

Ya que la psicomotricidad aporta una importante gama de beneficios al desarrollo


social, psíquico, intelectual y físico de los niños/as, sería de utilidad su correcta
estimulación mediante actividades que garanticen la obtención de agilidad en su mente
y cuerpo.
Factores que influyen en el desarrollo psicomotor
Se tiene que considerar una serie de elementos para que se produzcan cambios en lo que
respecta a la actividad motriz. Comellas Carbo (2007) afirma: “Son tres los elementos
que producen una serie de cambios en la actividad motora en los niños, estos son: la
maduración, el crecimiento y el aprendizaje” (p. 11)
La maduración
Es un proceso mediante el cual los órganos del cuerpo van ejecutando su
funcionamiento con mayor eficacia, puesto que los individuos no pueden ejercer desde
el primer momento todas las funciones con la misma eficacia. Todos los órganos del
cuerpo maduran ya que en el nacimiento del niño/a aun no están completos.
En el caso del desarrollo psicomotor intervienen los sistemas nervioso y muscular. Se
debe considerar que en los primeros años de vida del niño/a es cuando sufre más
cambios en su motricidad y este madura más rápido.
El crecimiento
En los primeros años de vida se produce un incremento paralelo de la masa corporal,
esto se da por el aumento de número de las células y del tamaño de éstas, y por ende los
órganos del cuerpo van incrementando su tamaño y mejorando su funcionamiento
facilitando así el desarrollo psicomotor de los niños/as.
Aprendizaje
El ser humano desde su nacimiento está sumido en un contexto familiar, cultural y
social que le sirven como fuente de estimulación y, a través de la exploración y las
experiencias con su medio, se va produciendo una serie de cambios en el rendimiento de
su desarrollo psicomotor.
Psicomotricidad gruesa
La psicomotricidad gruesa es la encargada de trabajar el movimiento de todas las partes
del cuerpo, a través de movimientos más bruscos, por ejemplo: correr, caminar, saltar y
demás actividades que requieren de un esfuerzo mayor.
A través de la psicomotricidad gruesa se pueden realizar movimientos amplios, para
poder cambiar de posición nuestro cuerpo y así poder trabajar el equilibrio, el cual nos
permite realizar correctamente las diversas actividades motrices, por ejemplo: al
caminar sin equilibrio nuestro cuerpo se desviaría y nos caeríamos. Es importante la
estimulación de la psicomotricidad gruesa en niños/as pequeños, sobre todo cuando
estos empiezan a caminar ya que a estos niños/as se les facilita más los movimientos
amplios que los de precisión.
Concepto
Según Zapata Oscar; la motricidad gruesa es el dominio corporal de todas las partes
gruesas del cuerpo como son las extremidades superiores, inferiores, el tronco, etc.
Haciéndolas mover siguiendo la voluntad de cada persona, con esto se busca que
cada movimiento sea sincronizado, armónico y preciso para que pueda vencer los
obstáculos tanto de los objetos, como del espacio y del terreno en el que se
encuentra. (p. 22)
La psicomotricidad gruesa a su vez se subdivide en las siguientes áreas:
Dominio Corporal Dinámico
Dominio Corporal Estático
Dominio Corporal Dinámico
Zapata Oscar define al dominio corporal dinámico como la capacidad que adquiere el
niño para dominar las diferentes partes gruesas de su cuerpo, es decir de movilizarlas
de acuerdo a su voluntad siguiendo una consigna dada con cierta armonía y
precisión. (p. 52)
El dominio corporal dinámico dará al niño/a la confianza y seguridad en sí mismo, ya
que toma conciencia del dominio y las capacidades de cada parte gruesa de su cuerpo.
Para estimular el dominio corporal dinámico hay que considerar el nivel de madurez
neurológica del niño/a; esto es de suma importancia ya que cada niño/a puede realizar
las actividades motrices que estén acordes a su etapa evolutiva, por lo que un niño/a de
2 o 3 años de edad no podría realizar actividades motrices adaptadas para un niño/a de 6
o 7 años de edad.
Dentro de este dominio, se puede trabajar en el niño distintos elementos, que se
presentan a continuación:
Coordinación General
Comellas Carbo plantea que la coordinación general es cuando el niño/a es capaz de
hacer movimientos generales coordinados, donde intervienen todas las partes de su
cuerpo; estos movimientos generales son: el desplazamiento, la carrera, el salto, el
rastreo y trepar. (p. 15)
Desplazamiento: es la habilidad que adquiere el niño/a para poderse mover de un lugar a
otro con total independencia.
Para poder realizar actividades que ejerciten el desplazamiento en los niños/as, es
importante tomar en consideración algunos factores como: la madurez ósea, el peso, el
ritmo de actividad del niño/a y la motivación, etc. Para que así puedan realizar las
actividades de desplazamiento sin ningún impedimento.
Carrera: esta habilidad es la que más demora en desarrollarse debido a la coordinación y
perfeccionamiento que debe alcanzar el niño/a.
Para ayudar al desarrollo de esta habilidad se debe considerar algunas actividades que
ayuden a conseguir el fortalecimiento de los músculos, la coordinación pernas brazos, la
correcta respiración, el dominio muscular, la soltura de movimientos y la resistencia.
Salto: se refiere a la habilidad que adquiere el niño/a para poder elevar el cuerpo del
suelo.
Para poder realizar esta actividad el niño/a debe tener la suficiente fuerza en sus piernas,
tener el equilibrio para poder incorporarse al piso sin hacerse daño y tener el dominio
para realizar desplazamientos según su edad.
Rastreo: es la habilidad que tiene el niño/a para poderse desplazar con el cuerpo en
contacto con el piso.
Al principio el niño/a lo hará como una forma de locomoción pero a medida que pasa el
tiempo lo verá como un juego. Esta actividad le permitirá al niño/a que desarrolle el
dominio segmentario de su cuerpo, el control de la respiración y la fortaleza y
resistencia muscular.
Trepar: para desarrollar esta acción el niño/a debe utilizar las piernas y manos. Esta
actividad requiere de la coordinación piernas brazos y del equilibrio; además permite
que se dé una mejor interiorización del conocimiento de su cuerpo dándole una mayor
seguridad y confianza en sí mismo.
El Equilibrio
Comellas Carbo afirma:
Se entiende por equilibrio a la capacidad de mantener una posición, de poder volver a
la postura normal después de haber realizado alguna actividad. El equilibrio se
presenta de manera refleja, autónoma y voluntaria. (p. 16)
Según la página web Cosas de la infancia, existen tres tipos de equilibrio:
Equilibrio Dinámico: es poder mantener el equilibrio durante el desplazamiento del
cuerpo (por ejemplo caminar sobre una línea o barra de equilibrio).
Este tipo de equilibrio es el más complejo, por lo que comienza controlarse desde los 5
años de edad y puede prolongarse hasta los 12 o 23 años de edad, donde se logra el
completo control. Para el desarrollo de esta habilidad se tomaran en consideración
actividades motoras que supongan un desplazamiento corporal o el mantenimiento de
una sola posición durante diversos espacios de tiempo.
Equilibrio Estático: Es la capacidad de mantener una posición sin moverse (por ejemplo
simular un ave o pararse sobre un solo pie).
Este tipo de equilibrio inicia al final del primer año de edad, luego de que el niño/a sea
capaz de mantenerse de pie por sí solo. Accederá el autocontrol del equilibrio estático a
partir de los 5 años y finalmente se completará a los 9 o 10 años de edad.
Equilibrio de Objetos: Capacidad de manejar o equilibrar objetos estáticos (cubos,
conos naipes, entre otros) o móviles (bicicleta, patines, etc.)
Publicado por: COSAS DE LA INFANCIA. Equilibrio en los niños [en línea]. España, Junio
2013 [consulta: 11 septiembre 2015]. Disponible en: <
http://www.cosasdelainfancia.com/biblioteca-psico16.htm>.

Coordinación Viso-motora
Esta habilidad es muy importante en el desarrollo motor grueso del niño/a ya que tiene
una estrecha relación con la psicomotricidad fina; por que las dos necesitan de la
coordinación de movimientos en las diferentes actividades realizadas por el niño/a; el
dominio presentado en la psicomotricidad gruesa ayudará a que se dé un mejor dominio
en la psicomotricidad fina. Comellas Carbo afirma:
Para que se dé una buena coordinación viso - motriz es necesario presentar diferentes
experiencias al niño /a, con el cuerpo, con la visión, con el oído, y con los
movimientos del cuerpo o del objeto. De esta manera se irá desarrollando las
facultades psíquicas y motrices que lo ayudarán en su relación con los demás y en la
integración en su medio natural. (p. 19)
Algunas de las actividades que se pudiera considerar sería el movimiento de objetos
coloridos o luminosos para que los niños puedan seguirlos con la vista, manejar
triciclos, subir escaleras, etc.
Dominio Corporal Estático
Comellas Carbo, define al dominio corporal estático como la realización de las
actividades que conllevan a que el niño /a interiorice su esquema corporal. Es
importante mencionar que dentro de este dominio se encuentra la respiración y la
relajación porque forman parte importante en el conocimiento del yo. (p. 21)
El dominio corporal estático se subdivide en: tonicidad y autocontrol.
Tonicidad: la página web reEduca afirma:
La tonicidad es la regulación de la tensión muscular en función de las actividades
que realizamos. La tensión del tono corporal depende de las conductas que
realizamos. La maduración neurológica y el ejercicio proporcionan la base del
control tónico que precisamos para realizar diferentes actividades y, depende de la
maduración del sistema nervioso y del aprendizaje que hacemos para controlar el
tono muscular cuando realizamos las diferentes actividades cotidianas.
Publicado por: REEDUCA. Esquema corporal y grafomotricidad: 12 meses a 3 años [en línea].
España, Enero 2012 [consulta: 09 septiembre 2015]. Disponible en: <
http://reeduca.com/esquemacorporal-grafomotricidad03.aspx>.

Por ejemplo: para levantar una taza preparamos la mano y el tono muscular que va a
regular el movimiento, por la experiencia lo hacemos de forma automática. Si creemos
que la taza que vamos a coger está vacía y al irla levantando nos damos cuenta que está
llena, automáticamente autorregulamos la intensidad que se intuía se precisa para
levantar esa taza que se creía vacía, por lo que se aumenta automáticamente el tono
muscular para esa acción.
El control del tono muscular es lo que permite que el individuo se adapte a las
situaciones y actos que realiza. Este control tónico muscular depende del ejercicio y de
la maduración del sistema nervioso y muscular. La página web Expresión Corporal y
Psicomotricidad expresa lo siguiente:
En condiciones normales un músculo nunca actúa aisladamente para producir
movimiento o para asegurar estabilidad. Los músculos trabajan funcionalmente
juntos, en grupos, aunque dentro de su conjunto cada músculo desempeña una acción
específica. El trabajo armónico de varios grupos musculares da como resultado el
movimiento coordinado.
Publicado por: EXPRESIÓN CORPORAL Y PSICOMOTRICIDAD. Esquema corporal y
grafomotricidad: 12 meses a 3 años [en línea]. España, Enero 2012 [consulta: 09 septiembre
2015]. Disponible en: < http://reeduca.com/esquemacorporal-grafomotricidad03.aspx>.

A los 2 y 3 años de edad el niño/a aun está en un proceso de maduración y de


aprendizaje funcional, por lo que al realizar actividades motrices los niños de esta edad
aun muestran cierta pérdida de equilibrio, por ejemplo: se ha observado que cuando
niños de 2 o 3 años bajan por escalones o saltan existe un tambaleo en su cuerpo.
Autocontrol
Es la capacidad que adquiere el niño/a para poder controlar sus movimientos y la
postura del cuerpo. Esta habilidad se da por la adquisición de la tonicidad muscular.
El autocontrol de los movimientos se los divide en, consientes: son los movimientos que
el individuo hace por voluntad propia por medio de un gesto y tienen un gran
significado; y los movimientos inconscientes son los que no dependen del individuo ya
que son movimientos controlados por el sistema nervioso.
Esquema corporal
Zapata Oscar (2011) señala que: el esquema corporal es la toma de conciencia, el
conocimiento de su cuerpo, como también de las diferentes partes y de las funciones
que cumple cada una de ellas. (p.55)
El esquema corporal comienza su desarrollo desde que el niño nace, ya que la madre
con sus caricias y el contacto con el niño/a, le da una idea de todas las partes de su
cuerpo.
Cuando se tiene poco desarrollado el esquema corporal, en un futuro esto se verá
detectado en la personalidad del niño/a; la falta de coordinación motora, la organización
del espacio temporal, una inmadurez postural, la desorientación en la relación izquierda
derecha y la falta de seguridad en las aptitudes, son algunas de las causas de la falta de
desarrollo en esta habilidad; además presentaran dificultades en las tareas académicas
como la escritura, la lectura y el cálculo cuando les corresponda realizar. Zapata Oscar
(2011) afirma:
Para la toma de conciencia de las diferentes partes del cuerpo y de sus funciones, es
importante considerar que no se debe solo partir del nombrar, tocar y enumerar las
parte del cuerpo, sino que también debe haber la posibilidad de vivenciar por medio
de los diferentes ejercicios que se puede ofrecer a los niños /as. (p. 55)
El esquema corporal se divide en:
Eje Corporal
El eje corporal es la comprensión de la organización del cuerpo en consideración de un
eje vertical en un espacio que se divide en dos partes. Comellas Carbo (1996) señala:
Para que se dé esta comprensión es necesario que primero se dé la interiorización y la
transposición de este eje ante el niño frente al espejo y de los demás; esto dependerá
de la maduración mental que alcance y de la organización dentro del espacio. (p. 24)
Lateralidad
Es una habilidad y un proceso que permite al individuo orientarse en el espacio y
conocer los conceptos espaciales como: delante-atrás, arriba-abajo, derecho-izquierdo.
Comellas Carbo (1996) señala:
Es importante tener en cuenta que los niños pequeños no tienen un dominio lateral a
nivel cerebral, ya que esto va a presentarse durante la maduración cerebral; de esta
maduración se va dar el predominio de unos de los lados del cuerpo. De este dominio
dependerá la orientación espacial que tenga y cuando sea más grande en la escritura.
(p. 27)
Para su comprensión hay que considerar que existen dos tipos de lateralidad, una
socializada y la otra innata. La lateralidad socializada se da por la influencia de las
actividades familiares, sociales o escolares; la lateralidad innata se da cuando el niño/a
tiene una preferencia hacia una u otra mano.
La lateralidad se puede clasificar según la preferencia o dominancia que desarrolle el
niño/a; de la siguiente forma:
Lateralidad integral: es cuando se identifica que existe una dominancia ya sea zurda o
diestra.
Lateralidad no integral: es cuando no se presenta de una forma clara la dominancia que
el niño/a tiene hacia un lado de su cuerpo, Según Zapata Oscar (2011) se puede
clasificar así:
Lateralidad cruzada, cuando el dominio se presenta en diferentes partes del cuerpo,
como: mano diestra, y ojo y oído zurdos.
Lateralidad invertida, cuando el niño /a cambia de mano en la realización una
actividad.
Lateralidad ambidiestra, cuando el niño /a desarrolla una capacidad para poder
manejar cualquiera de sus manos, sin definir su preferencia. (p. 57)
El desarrollo de la lateralidad también puede estar influenciado por la posición del
cuerpo en el periodo fetal, por la herencia y por las condiciones socio-culturales.
Psicomotricidad gruesa en niños de 2 y 3 años
La etapa de los 2 y 3 años de edad marca un límite entre la edad temprana y el
preescolar. En esta primera etapa ha ocurrido un rápido crecimiento en el organismo del
niño/a y se pueden identificar importantes logros en su desarrollo principalmente en el
área motriz.
El Gran Libro de la Maestra de Preescolar presenta las distintas características motoras
gruesas establecidas en la edad de 2 y 3 años.
En los 2 años
Debido a su evolución motriz los niños/as de 2 años de edad comienzan a mostrar
independencia, son curiosos, les gusta explorar su entorno y experimentar con nuevos
movimientos gruesos.
En esta edad los niños/as sufren cambios importantes en su locomoción, ya pueden
caminar y muestran interés por correr, saltar, y trepar, pero aún no dominan
completamente estos movimientos por su falta de equilibrio dinámico y la poca
maduración de su tonicidad.
Caminan con una postura desgarbada y su cuerpo oscila.
Fuente Imagen:

Tienen rodillas y tobillos más flexibles por lo que pueden correr aunque aún son
inevitables las caídas cuando giran bruscamente.
Puede saltar escalones de hasta 15 centímetros sin ayuda, adelantando un pie en el salto
para tener más estabilidad.
En esta edad, el largo promedio del salto horizontal es de 28 a 30 cm, lo realiza sobre
los dos pies.

Fuente Imagen:

Una de sus actividades preferidas es reptar; les deleita revolcarse en el piso.


Puede trepar pequeñas escaleras de travesaños aun que se le hace difícil bajarlas. Sube y
baja solo escaleras de peldaños, pero aún apoya los dos pies en cada escalón.
Puede subir a objetos como: sillas o muros de hasta 30 cm de alto sin ayuda de un
adulto.
En esta edad se puede notar un desarrollo en su equilibrio dinámico y estático como
también en su tonicidad, por esta razón puede desempeñar las siguientes actividades:
Puede acercarse a una pelota y patearla.
Levanta un objeto estando agachado.
Puede empujar y tirar objetos de poco peso.
Carga dos o más juguetes en sus brazos mientras camina.
Puede mantener su equilibrio con los pies juntos ayudándose con los brazos extendidos
hacia los lados.
Extiende ambas manos para alcanzar objetos.
Retrocede 5 pasos y lanza una pelota sin perder el equilibrio.
En niños/as de esta edad también se presentan las siguientes habilidades viso-motrices.
Mostrará interés por manejar el triciclo aunque a esta edad se centra sobre todo en
mover y dirigir el volante.
Puede desarrollar pequeños puzles.
Hay que tomar en cuenta que para toda actividad física los niños/as de dos años son
poco resistentes, o sea, se cansan rápido.
En los 3 años
A esta edad los niños/as ya han mejorado considerablemente en sus cualidades motrices
gruesas en comparación con su segundo año de vida. El Gran Libro de la Maestra de
Preescolar da a conocer las habilidades motrices en los tres años.
El niño/a de tres años se muestra cada vez más independiente de la madre y el padre.
Quiere hacerlo todo sin ayuda gracias a sus avances en las habilidades motoras.
A esta edad, su locomoción se ve mejorada considerablemente.
En el andar hay menos balanceo y vacilaciones, está cerca del dominio completo de la
posición erguida.
Tiene sus pies más seguros y veloces. Su correr es más suave, aumenta y disminuye su
velocidad con mayor facilidad, da vueltas más cerradas y domina las frenadas bruscas.
Puede saltar con los pies juntos desde una altura de hasta 30 cm.
Tiene la habilidad de saltar de un escalón a otro.
En esta edad el largo promedio del salto horizontal es de 40 a 45 cm, lo realiza sobre los
dos pies.

Fuente Imagen:…

Salta sobre una cuerda extendida en el piso con pies juntos.


Aun les encanta reptar, gustan de acostarse en el piso y arrastrarse.
Puede subir y bajar escaleras de peldaños sin ayuda, alternando los pies, puede subir
escaleras de travesaños aunque aún bajar le resulta más difícil. Algunos niños
experimentan por vez primera la sensación de vértigo, por lo que puede que les guste
subir escaleras, pero no bajarlas o deslizarse desde grandes alturas.
Sube y baja con facilidad de muro pequeños, una silla o una cama.
A los tres años hay un mejor control de su equilibrio dinámico y estático como también
de su tonicidad, por lo que puede desarrollar las siguientes actividades:
Su mayor sentido del equilibrio, les permite caminar y llevar objetos en las dos manos
sin caerse.
Durante un segundo o más puede pararse sobre un solo pie con la otra pierna
fleccionada.
Puede mantenerse inmóvil con los pies juntos, en este caso el niño ya no utiliza los
brazos para equilibrarse como hacía en su segundo año de vida, aunque a veces se
tambalea un poco. IMAGEN
Camina en puntas de pies, cuclillas y talones.
Alcanza objetos con una mano.
Trata de caminar en equilibrio sobre una tabla.
Recibe una pelota con los brazos extendidos.
Lanza pelotas con las manos, colocándose en puntas de pies.
Marcha entre dos líneas muy juntas trazadas en el suelo, conservando el equilibrio.
Camina o corre manteniendo más juntas las piernas.
A los tres años de edad ya ha mejorado sustancialmente su habilidad viso-motriz, esto le
ayuda a desempeñar las siguientes actividades:
A esta edad ya puede pedalear perfectamente por lo que conseguirá poner el triciclo en
movimiento, gracias a la mejor coordinación entre los pies y las manos.
Su puntería mejora, pude lanzar o patear una pelota y estar atento al objetivo a la vez.
El niño de 3 años se orienta mejor en el espacio. Al tocar, manipular, correr, saltar el
niño tiene cada vez más clara la noción del espacio.
Actividades para el desarrollo motor grueso
Para el desarrollo de las habilidades motrices gruesas hay que pensar en actividades que
las estimulen correctamente y su nivel de complejidad debe estar basada según la edad
en la que se encuentra el niño. A continuación se presentaran una serie de actividades
para niños/as de 2 y 3 años de edad.
Caminar siguiendo la línea
Este ejercicio es recomendado especialmente para niños de 3 años en adelante.
Los niños deben caminar siguiendo una línea recta, se recomienda que esta línea sea de
colores vivos; se puede utilizar un hilo de lana o simplemente dibujar la línea en el piso.
Al extremo de la línea es recomendable colocar un juguete como estímulo para que el
niño cruce la línea para alcanzar el juguete. IMAGEN
Con esta actividad el niño ejercitará el equilibrio dinámico y la coordinación.
Jugar con la pelota
Aprender a arrojar, patear y atrapar una pelota es una excelente manera de que un niño/a
de 2 y 3 años pueda trabajar sus habilidades de equilibrio y coordinación viso-motora.
Para esto se utiliza una pelota grande y liviana, como una pelota de playa o un globo, ya
que le resultará más fácil usarlas.
Hacer que patee la pelota hacia un lugar determinado. Patear la pelota requiere
equilibrio y coordinación.
Hacer rodar una pelota hacia el niño/a o hacer que arroje un globo al aire y que lo
atrape. IMAGEN
Estas tres opciones son excelentes actividades para desarrollar y mejorar el equilibrio
como también la coordinación ojo-mano del niño/a.
Con esta actividad el niño ejercitará sus brazos, el equilibrio como también la
coordinación viso-motora.
Carrera de obstáculos
Escaleras, pendientes, espacios angostos y los trampolines desafían el equilibrio, la
carrera y la coordinación de un niño/a. IMAGEN
Para esto se debe diseñar una pista de obstáculos en un parque agradable para niños
pequeños utilizando los elementos disponibles, como subir las escaleras para deslizarse
por el tobogán, caminar sobre la barra de equilibrio o gatear por los túneles y los fuertes.
Saltos y caídas
Hacer saltar al niño en un pie y luego en otro.
Caminar en desnivel por una hilera de tacos.
Saltar con un pie dentro de un aro.
Saltando separando y juntando piernas.
Saltar con los pies juntos, atrás, aun lado y al otro. IMAGEN
Estas actividades favorecen al equilibrio, la tonicidad y la lateralidad.
Correr
Correr hacia delante y saltar a pie juntos, dentro y fuera del círculo, o líneas trazadas en
el piso.
Correr tocando palitos.
Esta actividad pone en práctica la marcha, ejercita el equilibrio y el ritmo.
Equilibrio sobre una banca
En posición cuadrúpeda trasladarse sobre una banca sueca. IMAGEN
Esta actividad tonifica los músculos de las extremidades, estimula el equilibrio
dinámico y la coordinación.
Andar de puntillas
Los niños descalzos han de mantenerse en esta posición algunos segundos, al principio
con ayuda y progresivamente eliminándola. En esta postura, caminar durante algún
tiempo, restando igualmente la ayuda.
Esta actividad ejercita el equilibrio dinámico.
Caminar sobre huellas
Con los brazos extendidos caminar sobre huellas evitando caerse.
Este ejercicio ayuda al equilibrio y a la coordinación viso-motriz.
Golpear objetos
Con un mazo ligero golpear objetos, estos pueden ser de vistosos colores o sonoros.
IMAGEN
Esta actividad desarrolla la tonicidad en los brazos, la percepción de colores, y la
coordinación ojo-mano.
Agacharse sin caer
Diseñar grandes bloques de un material liviano y de vistosos colores, regarlos por el
piso, hacer que el niño los recoja y construya con ellos una torre. IMAGEN
Esta actividad desarrollara la imaginación, el equilibrio, mejorará la postura del cuerpo
en la marcha.
Ensartar objetos
Introducir pelotas de distintos tamaños en agujeros que coincidan con el tamaño de la
pelota.
Ensartar aros en pequeños postes.
Estas actividades estimulan el equilibrio y la coordinación viso-motriz.
Lanzar a un objetivo
Diseñar pequeñas pistas de bolos y enseñar al niño/a como derribar los pinos.
De pie o sentados lanzar pelotas livianas a objetivos de fácil alcance. IMAGEN
Esta actividad estimula el equilibrio, la coordinación viso-motriz y el ritmo y fortalece
los músculos de sus brazos.
Sentado sobre una llanta
Se sientan sobre una llanta parada, con los brazos y piernas extendidos evitando caer al
piso.
Este ejercicio favorece al equilibrio estático del niño/a.
Desplazarse con objetos con ruedas
El niño/a tiene que conducir triciclos o pequeños autos a pedales, la utilización de los
pedales mientras conduce el vehículo estimula la coordinación viso-motriz.
Diseñar pequeños remolques donde el niño/a pueda cargar arena, juguetes, bloques; etc.
Estos remolques deben ser pensados para que el niño/a los pueda empujar y tirar.
IMAGEN
Estas actividades estimulan la tonicidad, el equilibrio dinámico, la lateralidad y la
coordinación viso-motriz del niño/a.

Psicomotricidad Fina
La psicomotricidad fina se refiere a las acciones donde intervienen los sistemas
musculares de los ojos, manos, pies, dedos, cara y los músculos que rodean la boca. Es
la perfecta coordinación entre lo que los ojos ven y las manos tocan.
Estos movimientos finos necesitan de una precisión y una elevada coordinación, se
caracterizan por ser movimientos realizados por diferentes partes del cuerpo pero que no
tienen gran amplitud ya que son precisos; para su adquisición se necesita una elevada
maduración y un largo aprendizaje.
Coordinación viso-manual
Este tipo de coordinación es una parte fundamental de la psicomotricidad fina ya que
está relacionada con la coordinación ojo-mano. Las partes del cuerpo que intervienen
directamente en este proceso son: el brazo, el antebrazo, la muñeca la mano y los
movimientos de los ojos.
Es importante tomar en cuenta la edad del niño/a antes de exigir ductilidad y agilidad de
la mano y la muñeca en un espacio reducido como una hoja de papel.
En el caso de niños/as pequeños, para que pueda trabajar y dominar esta habilidad es
importante que pueda realizar actividades motrices finas en espacios amplios, como: el
suelo, una pizarra y con elementos de poca precisión.
Motricidad Facial
Es la habilidad de mover los músculos del rostro y responden a la voluntad del
individuo.
Esta habilidad permite mediante movimientos gestuales la exteriorización de
sentimientos y emociones.
Motricidad Gestual
Es el dominio parcial de cada elemento que compone la mano.
La coordinación manual como la coordinación ojo-mano necesita del dominio de la
muñeca. Además permite la autonomía de la muñeca con respecto al brazo y al tronco.
Psicomotricidad fina en niños de 2 y 3 años
La psicomotricidad fina está constituida por movimientos más coordinados y precisos
por esta razón es que los niños/as se demoran más tiempo en dominarla. A la edad de 2
y 3 años ya muestran cierta habilidad para manejar estos movimientos, la maduración de
su coordinación y precisión les permite realizar actividades como: construir torres con
pequeños bloques, armar puzles sencillos, desarrollar garabatos, etc.
El Gran Libro de la Maestra de Preescolar presenta las distintas características motoras
finas establecidas en la edad de 2 y 3 años.
En los 2 años
Su muñeca ha adquirido mucha flexibilidad y tiene bien establecida la presión fina, por
lo que puede hacer garabatos, reproducir los trazos del adulto, pasar la hojas de un libro
una a una, abrir y cerrar puertas y lavarse y secarse la cara él solo, cortar con tijeras y
ensartar cuentas con una aguja.
El control de sus movimientos manipulativos, ha mejorado, por eso actúa con mayor
precisión; puede construir torres de hasta 6 cubos o ponerlos en hilera. IMAGEN
Cambia páginas de un libro sin ayuda, 2 o 3 por vez.
Quita el papel de un dulce y lo dobla.
Maneja bien la taza, pero burdamente la cuchara.
Puede amasar papel, plastilina, arena o la comida.
Rasga, dobla y enrolla papel.
Toma la crayola, o el lápiz, o la cuchara con toda la mano. IMAGEN
Utiliza la pinza entre el pulgar y el índice. El garabateo es más estructurado y se
respetan límites.
En los 3 años
A esta edad los niños/as ya han mejorado considerablemente en sus cualidades motrices
finas en comparación con su segundo año de vida. El Gran Libro de la Maestra de
Preescolar da a conocer las habilidades motrices en los tres años.
Con la correcta estimulación puede aumentar el conocimiento de una parte fina del
cuerpo, por mes.
A esta edad ya puede destapar objetos.
Introduce objetos en una caja con agujeros. IMAGEN
Recorta papel con las tijeras en línea recta.
Realiza movimientos rítmicos con palma y pies.
Consigue el dominio del lápiz o pincel.
Realiza modelado libre de figuras simples.
Construye torres de 6, 7, 8, 9 y 10 cubos. IMAGEN
Ensarta cuentas finas con hilo y aguja gruesos.
Sostiene un vaso sin tocar la mesa.
Puede enroscar la tapa de un frasco.
Sostiene la cuchara correctamente.
Puede hacer círculos con cubos en el piso.
Hace trenes con 6 o 7 elementos.
Puede abotonarse y desabotonarse las prendas.
Actividades para el desarrollo motor fino
Para el desarrollo de las habilidades motrices finas hay que pensar en actividades que
las estimulen correctamente y su nivel de complejidad debe estar basada según la edad
en la que se encuentra el niño. A continuación se presentaran una serie de actividades
para niños/as de 2 y 3 años de edad.
Pescar con el pulgar y el índice objetos pequeños hundidos en la tina. (Esta actividad
ayudará a que el niño desarrollo fuerza, coordinación y agilidad en sus manos)
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Tapar y destapar objetos. (Esta actividad perfecciona el control de la motricidad fina y
la habilidad de agarrar)
Desenroscar tapaderas con las dos manos. (Este ejercicio ayuda a la coordinación de las
dos manos, la fuerza manual, y la rotación de las muñecas)
Moldear plastilina, arcilla o arena. (Esta actividad mejora la fuerza manual y estimula
los movimientos de la mano)
Colgar en hilera globos de vistosos colores y rellenos de pequeñas bolitas de espuma, el
niño/a se interesara en tocarlos, tomarlos y golpearlos. (Esta actividad estimula la
coordinación ojo-mano y la percepción de los colores) IMAGEN
Lanzar aros a una botella. (Estimula la coordinación viso-manual)
Colocar pinzas en un cordel. (Mejora la fuerza manual)
Seguir trazos con los dedos. (Esta actividad perfecciona la coordinación viso-manual y
el control de los dedos)
Perseguir pelotas de colores brillantes. (Estimula la coordinación viso-motriz)
Atornillar tuercas y tornillos de diferentes tamaños y colores. (Con este ejercicio el
niño/a aprende a diferenciar tamaños y colores y perfecciona el movimiento de los
dedos índice y pulgar)
Recibir una pelota lanzada por un compañero. (Esta actividad estimula la coordinación
viso-motora)
Realizar rompecabezas. (Este ejercicio estimula la precisión de la mano y la
coordinación viso-manual)
Verter líquidos en pequeños orificios. (Esta actividad estimula la coordinación viso-
manual)
Con una cuchara llevar azúcar de un lugar a otro. (Este ejercicio estimula el control del
movimiento de la mano)
Pulsar interruptores. (Con esto el niño ejercitará el movimiento y fuerza de los dedos)
Meter y sacar objetos de una caja con huecos. (Este ejercicio estimula el movimiento de
las manos) IMAGEN
Meter monedas en una alcancía. (Esta actividad estimula la precisión en el movimiento
de las manos)
Rellenar figuras con diferentes materiales moldeables. (Esta actividad mejora el
movimiento de los dedos)
Teclear un piano. (Estimula la flexibilidad en los dedos y la coordinación viso-manual)
Hacer trazos sobre la arena. (Esta actividad mejora la coordinación viso-motora)
Formar torres con bloques. (Este ejercicio mejora la precisión en los movimientos
manuales) IMAGEN
Estirar gomas o elásticos. (Esta actividad ayuda a desarrollar la fuerza en las manos)

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