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LA DEUDA TRIBUTARIA

Todos nos empeñamos en tratar de no adquirir deudas “voluntarias” con entidades


financieras, amigos y terceros. Sin embargo, nadie nos contó que también se adquieren
deudas “involuntarias”; deudas que, en muchos casos, ni siquiera las vemos llegar, pero
que eventualmente se dan y pueden poner en riesgo nuestro patrimonio. En el presente
artículo abordaremos el tópico de la deuda tributaria, iniciaremos por entender su definición
de acuerdo con la legislación boliviana. Luego explicaremos cómo el contribuyente
determina su deuda tributaria por medio de sus propias acciones y cómo la administración
tributaria también determina deuda en fiscalizaciones. Asimismo, explicaremos cómo la
administración tributaria decide a quien iniciar una fiscalización y finalizaremos dando
algunos consejos prácticos para no caer en una deuda tributaria involuntaria.

¿QUÉ ES LA DEUDA TRIBUTARIA?


Para entender el alcance de la deuda tributaria, primero debemos conocer cómo se genera la
obligación tributaria. La obligación tributaria se genera cuando una persona con su accionar
materializa el hecho generador u objeto de un tributo. Por ejemplo, el Impuesto al Valor
Agregado (IVA) tiene como hecho generador la venta de bienes muebles, prestación de
servicios (ambos de manera habitual) e importaciones definitivas. En el caso de la venta de
bienes muebles si una persona tiene como actividad comercial la venta de
electrodomésticos y vende un refrigerador, con esta acción estaría materializando el hecho
generador del IVA, por tanto, generando una obligación tributaria. Así también ocurre con
los propietarios de bienes inmuebles que el 31 de diciembre de cada gestión, por el simple
hecho de ser propietarios, materializan el hecho generador del Impuesto Municipal a la
Propiedad de Bienes Inmuebles (IMPBI). Para ambos casos y en todos los tributos, existe
una forma, medio y plazo para el pago de la obligación tributaria.
Entonces la deuda tributaria es la obligación de pago que tiene un contribuyente respecto a
un tributo determinado y que vencido el plazo no fue cancelado de manera voluntaria. Por
lo que, no existe deuda si una vez determinado el tributo el mismo es cancelado por el
contribuyente en la forma, medios, plazos y lugares establecidos por norma.

¿CÓMO SE DETERMINA LA DEUDA TRIBUTARIA?


Explicado lo anterior se tiene que no es suficiente que se haya generado la obligación
tributaria, pues para el pago de la misma se debe primero cuantificar el monto a cancelar,
vale decir, determinar la deuda tributaria. La determinación de la deuda tributaria está a
cargo del contribuyente y la administración tributaria.
El contribuyente determina deuda tributaria a través de las declaraciones juradas que
presenta, que son manifestaciones de datos, hechos, elementos y datos comunicados al fisco
respecto a la materialización del hecho generador de algún tributo.
Las declaraciones juradas son autodeterminaciones de la obligación tributaria, se presumen
fiel reflejo de la verdad y comprometen la responsabilidad de quienes las suscriben. Sin
embargo, el contribuyente en ocasiones autodetermina incorrectamente su obligación
tributaria, ya sea por un tema de interpretación del alcance del hecho generador de un
tributo o simplemente porque pretende evadir sus obligaciones tributarias. Por ejemplo, en
el caso del IVA, no emite factura por la venta de sus productos, consecuentemente dichas
ventas no forman parte de los datos de la declaración jurada respectiva. El tema de la
interpretación del alcance del tributo es algo más complejo y dependerá de los alcances del
hecho generador de un tributo y la interpretación que le pueda otorgar la administración
tributaria e incluso la interpretación que devienen de los precedentes administrativos y
judiciales.
La determinación de la deuda tributaria a cargo de la administración tributaria procede
cuando advierte que un contribuyente con probabilidad no está cumpliendo con sus
obligaciones tributarias. Consecuentemente en ejercicio de sus facultades de control,
comprobación, investigación, determinación y liquidación, puede iniciar un procedimiento
de fiscalización en contra del contribuyente para determinar correctamente la obligación
tributaria.
Es importante considerar que la administración tributaria no juega al azar a momento de
decidir a qué contribuyente iniciar un procedimiento de fiscalización, pues existe una etapa
previa de inteligencia fiscal en el que se verifica la información que el propio contribuyente
presenta al fisco y/o cualquier otra información que pueda recabar de terceros informantes.
Entonces podemos asegurar que un alto porcentaje de fiscalizaciones culminaran con deuda
tributaria en contra del contribuyente sujeto a este procedimiento.
Aclaramos que prácticamente todos somos terceros informantes para la administración
tributaria, personas naturales y/o jurídicas del ámbito público o privado; en caso de no
otorgar la información y/o documentación requerida estamos sujetos a sanción. De todas
formas, la información que recaba el fisco debe tener relación y relevancia con el hecho
generador del tributo sujeto a fiscalización. Por ejemplo, en el caso de la determinación del
IVA, si la administración tributaria quiere corroborar que el contribuyente que cobra sus
productos y/o servicios a través de un tarjetero declaró todas sus ventas, pedirá a la
Administradora de Tarjetas de Crédito información respecto a los pagos percibidos a través
de este medio y los corroborará con las ventas declaradas por el contribuyente y si
identifica diferencias no declaradas en las ventas, ya es un indicio de que el contribuyente
no declaró correctamente su obligación tributaria.
Finalmente, si la deuda tributaria se consolida (no fue impugnada en el caso de
fiscalizaciones) la administración tributaria tiene facultades para ejercer el cobro de la
misma a través de medidas coactivas, como retención de cuentas bancarias, hipotecas,
embargos, remates de bienes inmuebles y vehículos automotores, entre otras. Estas
facultades de cobro coactivo no requieren autorización judicial, por esta razón
especialmente la retención de cuentas bancarias sorprende a los contribuyentes.

¿CONSEJOS PRÁCTICOS PARA NO ADQUIRIR UNA


DEUDA TRIBUTARIA?
El primer consejo práctico, aunque parezca obvio, es declarar y pagar correctamente la
obligación tributaria. Para este cometido es necesario que el contribuyente conozca los
alcances del tributo. Lamentablemente nuestro sistema tributario no es fácil de entender,
más aún con las imprecisiones que contiene y con la reglamentación que se emite de
manera continua. Por lo que, es necesario contar con un profesional especializado en
tributación para la correcta determinación y pago de la obligación tributaria y así evitar la
deuda tributaria.
Un profesional en el área evitará que se genere deuda tributaria y otras multas por el
incumplimiento a formalidades que se pudiera incurrir. Además, una correcta
determinación evitará que el contribuyente sea sujeto a una fiscalización, ya que la
administración tributaria no encontrará indicios de evasión fiscal en la información
reportada por el contribuyente.
Otro consejo implica estar pendiente de cualquier notificación que realice la administración
tributaria. Para esto es necesario actualizar el domicilio fiscal, incluso si el contribuyente ya
no realiza actividad comercial alguna (Número de Identificación Tributaria – NIT inactivo),
ya que el domicilio señalado resulta valido para practicar cualquier notificación. Esto en el
caso de que el fisco decida notificar de manera personal o por cédula en el domicilio del
contribuyente.
Si el contribuyente tiene activo su NIT resulta conveniente que revise periódicamente su
Buzón Tributario, ya que a través de este medio el fisco realiza notificaciones electrónicas
resultando válidas las mismas. Estas medidas permitirán conocer si la administración
tributaria inicio alguna fiscalización y de esta forma asumir defensa presentando la
información y/o documentación pertinente para descargar en la medida de lo posible los
reparos u observaciones del fisco; o dependiendo el caso interponer un medio de
impugnación previsto por ley para la defensa de sus derechos e intereses legítimos.
La deuda tributaria y las formas de su determinación es un tema importante que el
contribuyente debe conocer para el resguardo de su patrimonio, pues si bien todos nos
encontramos en la obligación de tributar en función a nuestra capacidad contributiva, lo
debemos hacer en la medida de lo estrictamente establecido por las normas que regulan
nuestro sistema tributario.

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