El interés por la educación artística, la creatividad y la salud psicológica radica en
que parece evidente que se requiere un cambio de actitud en el ser humano, la vida transcurre con mucha mayor rapidez que antes, en los hechos, conocimientos, técnicas, invenciones y avances tecnológicos. A lo que se refiere el autor es darse a la tarea de tratar de transformarnos en personas que no necesitan paralizar el mundo, congelarlo y estabilizarlo, que no necesiten hacer lo que sus padres hicieron, que sean capaces de afrontar con confianza el mañana sin saber que les traerá, lo bastante seguro de nosotros mismos para poder improvisar en una situación que jamás ha existido. Esto supone un nuevo tipo de ser humano que podríamos denominar heraclíteo. La sociedad que pueda formar personas así sobrevivirá, las que no puedan perecerán. La ciencia es una técnica social e institucionalizada mediante la cual incluso personas no muy inteligentes pueden ser útiles en el progreso del conocimiento. La capacidad de perderse en el presente parece ser un sine qua non para cualquier clase de creatividad. Pero ciertos requisitos previos de la creatividad tienen, de algún modo, también algo que ver con esta capacidad de intemporalizarse, desinteresarse, ponerse fuera del espacio, la sociedad, la historia. Se le describe siempre como una pérdida del sí mismo o del ego, o a veces, como una trascendencia del sí mismo. Hay una fusión con la realidad observada, una unidad donde existía una dualidad, una especie de integración del sí mismo con el otro. Se habla universalmente de la visión de una verdad anteriormente oculta, de una revelación en el sentido más estricto, un despojarse de velos y finalmente, la experiencia toda se vive, casi siempre, como beatitud, éxtasis, rapto, exaltación. Pero incluso esta vivencia, se ha incorporado, hoy en día, a la esfera de la experiencia y el conocimiento humanos. Las investigaciones del autor de lo que denomina experiencias cumbres, muestran que tales experiencias son perfectamente naturales y que tienen mucho que enseñarnos acerca de la creatividad, así como de otros aspectos del funcionamiento cabal de los seres humanos cuando se realizan más plenamente a sí mismos, de forma mas madura, evolucionada y sana, es decir, plenamente humanos. Con frecuencia a las personas altamente creativas se les ha descrito diversamente: como desnudas ante la situación, sin expectativas a priori, sin idea de deberes u obligaciones, libres de modas, tendencias, dogmas, hábitos, u otras imágenes mentales de lo que es correcto, normal como seres dispuestos a recibir lo que sucede sin sorpresa, escándalo, indignación o negación. Todos concuerdan en que la característica descriptiva de la fase de inspiración de la creatividad es cierto grado de receptividad, no interferencia y dejar estar, que es también teórica y dinámicamente necesario. La cuestión ahora es como se relaciona esta receptividad o dejar que las cosas pasen con el síndrome de la inmersión en el aquí-y-ahora y el auto-olvido.
Un enfoque holista de la creatividad
Si se considera que la persona creativa constituye la esencia del problema,
entonces hay que afrontar todo el problema de la transformación de la naturaleza humana, del carácter, del pleno desarrollo de toda la persona. La creatividad primaria nace del inconsciente y es hallada en las personas especialmente creativas que he seleccionado para estudiar detenidamente, es muy probable que sea la herencia de todo ser humano, es algo común y universal. Es decir, de este inconsciente, de esta porción de nosotros mismos que generalmente tememos y que, por consiguiente, tratamos de mantener bajo control, de todo esto proviene la capacidad de jugar, disfrutar, fantasear, reír, holgazanear, ser espontáneos y, es una especie de permiso para nosotros mismos, para fantasear, soltarnos y ser chiflados.
Creatividad en las personas que se auto-realizan
Maslow aplicó la palabra «creativo» (y también la palabra «estético») no sólo a
productos, sino también a personas de modo caracterológico, y a actividades, procesos y actitudes. Además, paso a aplicar la palabra «creativo» a otros muchos productos distintos de los poemas, teorías, novelas, experimentos o cuadros convencionalmente aceptados como tales. El resultado fue que tuvo que distinguir la «creatividad debida a un talento especial» de la «creatividad de las personas que se auto-realizan (AR)» que derivaba mucho más directamente de la personalidad misma y que se manifestaba ampliamente en los acontecimientos ordinarios de la vida. Las personas Eran más «naturales» y menos controlados e inhibidos en su comportamiento, que parecía brotar con más facilidad y liberado y con menos impedimentos y autocrítica. Esta capacidad de expresar las propias ideas e impulsos sin reprimirlos y sin temor al ridículo, parecía constituir uno de los aspectos esenciales de la creatividad-AR. Rogers ha utilizado con gran acierto la expresión «persona funcionando plenamente», para describir este aspecto de la salud. También parecían contener como elementos predominantes una libertad «inocente» la percepción y una espontaneidad y expresividad «inocentes» y carentes de inhibición, es decir, eran personas no-catalogantes y abiertas a la experiencia y, por otro lado, eran espontáneos y expresivos de manera fácil y natural. creatividad. Las personas que se auto-realizan suelen estar relativamente poco asustadas por lo desconocido, lo misterioso, lo sorprendente; es más, a menudo se sienten atraídas por él, es decir, lo prefieren y seleccionan para poder meditar, profundizar y absorberse en él. Los examinados habían reunido los dos opuestos de manera que dio cuenta de que considera el egoísmo y el altruismo como algo contradictorio y como entidades mutuamente excluyentes, era por sí mismo característica de un bajo nivel de desarrollo de la personalidad, del mismo modo que instinto y razón llegaban a idéntico resultado. El deber se mezclaba con el placer y éste con el deber. La distinción entre trabajo y diversión se hizo oscura. ¿Cómo oponer el hedonismo egoísta al altruismo, cuando el mismo altruismo se hacía susceptible de ser gozado egoístamente? Las personas más maduras eran al mismo tiempo infantiles en alto grado. Estas mismas personas, los egos más fuertes jamás descritos y los más definidamente individuales, eran precisamente aquellos que con más facilidad podían ser no-egoístas, autotrascendentes y absorbidos por el problema. El tipo de creatividad que ha intentado esbozar, tiene su mejor representación práctica en la improvisación, Llamaré «creatividad primaria» a la que dimana de los procesos primarios y los utiliza mucho más que los procesos secundarios. A la creatividad que se basa primordialmente en los procesos secundarios de pensamiento, la llamaré «creatividad secundaria». Esta última clase de creatividad comprende un gran porcentaje de la producción-en-el-mundo. A la creatividad que utiliza ambos tipos de procesos con facilidad y corrección, en perfecta fusión o en perfecta sucesión, la llamaré «creatividad integrada». Es de esta última de la que deriva la gran obra de arte, la filosofía o la ciencia.