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Cada persona percibe la compra de forma distinta, dependiendo de sus motivaciones, deseos y
necesidades, esto lleva a la agrupación de los clientes según una serie de criterios comunes, y a
concretar modelos y estrategias de atención para cada perfil.
Lo más relevante es atender al cliente y prestarle el servicio con amabilidad, respeto y especialmente
buen trato, al mismo tiempo es clave que el personal conozca bien el producto o servicio y cuente
con la formación suficiente para ese puesto al momento de interactuar con los clientes.
Empecemos por lo básico: Hombres vs Mujeres
Las técnicas de descuento y cupones están comúnmente diseñadas para atraer a cualquier individuo,
pero lo que pocos sabes es que un 20% de descuento suena mucho más atractivo para las mujeres.
En estudios se puede decir que las mujeres se sienten atraída un 50% más a descuentos y cupones
que los hombres
Las mujeres son mucho más sociales y prestadas a valorar la opinión de los otros, recordemos que
les gusta por naturaleza ser ligeramente llamativas y lucir geniales frente a sus círculos sociales así
que hay que tomar en cuenta que las mujeres tienden a buscar opiniones de los demás, experiencias
de clientes, y discusiones sobre un producto.
Por ello a la hora de vender productos destinados para mujeres, es recomendable
colocar promotoras o dedicar la publicidad a experiencias, aunado de realizar historias
donde se certifique la validez de lo que se está vendiendo.
Por otro lado, los hombres son mucho más retraídos por costumbres sociales, tienden
a poco importarle la opinión de los demás y son mucho más egoístas.
En cuanto al proceso de compra, los estudios de marketing marcan que las mujeres
valoran mucho más la experiencia que les brinda comprar, por lo tanto, un área
agradable y una conversación amena tienden a influenciarlas mucho más a la hora de
comprar y les permitirá mantener la experiencia más unida a su memoria.
Buscan tener todas las posibilidades cubiertas en caso de un problema y por ello es
mucho más fácil atacarlas con publicidad que busque cubrir necesidades futuras o
darle situaciones que las obliguen a reflexionar sobre lo que pudiera pasar.
También son mucho más impulsivas y tienden a dejarse llevar a la hora de compras
por estar más ligadas al sentimiento que les produce obtener cosas. El hombre no
puede ser más distinto sinceramente, son extremadamente reflexivos y tienden a
considerar mucho una cosa a la hora de comprar, a pesar que en la zona que les
mantiene en pensamientos es la razón, sobre ellos predomina es la lógica:
prácticamente no usan su inteligencia para comprar, si no su sentido común.
Si se logra de alguna manera encajar en el sentido común la necesidad de un
producto, lo compraran sin cuestionar. Sin embargo, podría decirse que son muy poco
previsores, no tienden a buscar cosas para futuro y son bastantes simples en el acto,
siempre buscan productos de adquisición inmediata para resolver necesidades
básicas inmediatas.
Finalmente entremos a la parte de hacer regalos para otros que es una forma y
conocimiento importante a la hora de venderle a las mujeres.
Ellas por su parte son mucho más generosas por ser mucho más sociales y ligadas a la
opinión ajena, tienden a gastar alrededor de 3 veces más lo que gastaría un hombre a
la hora de comprar un regalo para otra persona, dicho de esta manera tienden
también a entrar de manera impulsiva, cuando compran algo para los demás,
compran algo también para ellas mismas.
El hombre es mucho más egoísta, no suele comprar mucho para los demás y cuando
lo realiza, son compras relativamente más económicas y centradas, las estadísticas
muestran incluso que del 100% de productos que un hombre compra más del 90%
son para uso propio.
Entremos en una cosa básica también y es un secreto para ofrecer los productos en
cuanto a los sexos. Si se posee una alta variedad de productos para distintos sexos, es
recomendable en un 100% (si se tiene catálogos o tiendas de exposición) colocar los
productos de hombre primero empezando por los que tienen mejores características y
mayor precio. Los hombres valoran extremadamente el hecho de conseguir algo, y son
más propensos a comprar el primer producto que les parezca atractivo que vean,
indiferentemente del precio.
Las mujeres por su lado, son más dedicadas a la hora de realizar una compra. Aunque
suelen entrar a ser impulsivas, les gusta mucho mas darse una vuelta y conocer todos
los productos, para elegir los que mejores características les ofrezcan.