La cromatografía comprende un conjunto de técnicas que tienen como finalidad la
separación de mezclas basándose en la diferente capacidad de interacción de cada componente en otra sustancia. De forma general, consiste en pasar una fase móvil (una muestra constituida por una mezcla que contiene el compuesto deseado en el disolvente) a través de una fase estacionaria fija sólida. La fase estacionaria retrasa el paso de los componentes de la muestra, de forma que los componentes la atraviesan a diferentes velocidades y se separan en el tiempo. Cada uno de los componentes de la mezcla presenta un tiempo característico de paso por el sistema, denominado tiempo de retención. Cuando el tiempo de retención del compuesto deseado difiere del de los otros componentes de la mezcla, éste se puede separar mediante la separación cromatográfica. Cromatografía sobre geles porosos Es un tipo de cromatografía que se aplica, fundamentalmente, a la separación de productos macromoleculares sobre geles hinchables por agua o por cualquier otro líquido previamente escogido. El fundamento de este tipo de cromatografía consiste en que al hincharse el gel queda una cadena muy abierta con grupos terminales generalmente polares que son capaces de adsorber agua u otros disolventes polares. Según el número de ligaduras entre las grandes cadenas existe un tamaño crítico (límite de exclusión) de molécula que puede entrar en el interior del gel, mientras que las 7 moléculas de mayor tamaño pasarán a través del mismo, con lo que, en principio, se origina una separación de moléculas de acuerdo con su diferente tamaño. El fenómeno puede considerarse como una filtración a través de un tamiz molecular y por eso a esta técnica se la llama también “cromatografía con tamiz molecular” ,así mismo se la ha denominado, Penetración sobre gel, exclusión molecular y tamizado molecular.
CROMATOGRAFIA LIQUIDA DE ALTA RESOLUCIÓN
En las cromatografías clásicas, en las que la fase móvil es un líquido que fluye a traves de un sólido por el efecto de la gravedad para alcanzar alta resolución seria necesario emplear columnas excesivamente largas, lo que se traduciría en un desarrollo muy lento de los cromatogramas. Estos inconvenientes se han resuelto con la cromatografia de alta resolución, en la que se trabaja con pequeñas columnas, muy empaquetadas y forzando el paso de la fase móvil mediante elevadas presiones, con lo que se consiguen separaciones muy efectivas en un plazo muy corto de tiempo. Dependiendo de la fase estacionaria, el mecanismo de separación puede ser reparto, adsorción, tamaño molecular (geles) e incluso cambio ionico, aunque los métodos mas utilizados están basados en reparto y adsorción. El esquema fundamental de un cromatografo de alta resolución esta constituido por un deposito y un dispositivo de bombeo de la fase móvil que opera a elevada presión (hasta 500 atm.), un sistema de inyección de la muestra, columnas resistentes, generalmente e acero inoxidable, rellenas de fase estacionaria, un detector y un sistema de registro gráfico. La columna y los detectores van introducidos en termostatos. Los detectores más utilizados en esta técnica están basados en absorciometria UV y en medida de índices de refracción, siendo los cromatogramas obtenidos semejantes a los de cromatografia gaseosa con detector diferencial.
Cromatografía de reparto en columna
Esta técnica es semejante a la mencionada anteriormente en cuanto a materiales utilizados, métodos operativos, etc. La diferencia reside en la fase estacionaria utilizada y, en consecuencia, en el mecanismo de separación. En cromatografía de reparto la fase estacionaria es un líquido, poco miscible con la fase móvil. Los solutos se distribuyen entre las dos fases dependiendo de su solubilidad en cada una de ellas, es decir, según su coeficiente de reparto. Aunque el mecanismo fundamental de la separación es la extracción o reparto, es prácticamente imposible evitar adsorciones por parte del sólido soporte, por lo que muchas de las separaciones son empíricas, no pudiendo realizarse un exacto tratamiento teórico. Los sólidos soportes más utilizados son el silicagel, el polvo de celulosa y la tierra de diatomeas; menos aplicación tienen el almidón y el relleno de bolas de vidrio.
Cromatografía de capa fina
La llamada “capa fina” consiste en una placa de vidrio, rectangular o cuadrada, denominadas cromatoplacas, o simplemente placas sobre cuya superficie se deposita una capa uniforme muy delgada (en ocasiones de algunas micras de espesor) de una substancia absorvente, casi siempre silicagel o alúmina, en condiciones tales que resulte uniformemente extendida y suficientemente adherida. En general, de hace una papilla acuosa con el adsorbente, que se deposita sobre la placa mediante un aplicador adecuado. Las placas se secan en estufa para activar la superficie del adsorbente y se encuentran aptas para efectuar la cromatografía. A las ventajas de resistencia a la temperatura y a los reactivos agresivos de la cromatografía en capa fina, hay que añadir una mayor nitidez y sensibilidad de los cromatogramas, así como una mayor rapidez en su desarrollo. Además, los cromatogramas obtenidos pueden conservarse indefinidamente y archivarse si se pulveriza la placa revelada con una dispersión de un plástico transparente y especial donde quede grabado el cromatograma sobre la película endurecida del plástico, que se separa fácilmente del soporte. Las aplicaciones son semejantes a las de la cromatografía de papel. Cromatografía de intercambio iónico La cromatografía de intercambio iónico (o cromatografía iónica) es un proceso que permite la separación de iones y moléculas polares basado en las propiedades de carga de las moléculas. Puede ser usada en casi cualquier tipo de molécula cargada, incluyendo grandes proteínas, pequeños nucleótidos y aminoácidos. La solución que debe inyectarse es usualmente llamada "muestra" y los componentes separados individualmente son llamados analitos. Es usada a menudo en purificación de proteínas, análisis de agua u control de calidad.